Reinado de Isabel II y Crisis de 1808: Fin del Antiguo Régimen y Guerra de Independencia

Enviado por alejandro y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 4,8 KB

Reinado de Isabel II (1833-1868): Las Regencias y la Transición al Liberalismo

La Sucesión y el Inicio de la Primera Guerra Carlista

  • Los últimos años de Fernando VII estuvieron marcados por la indecisión en el asunto de la sucesión. La Pragmática Sanción de 1830 fue derogada en septiembre de 1832 y restablecida dos meses más tarde.
  • Finalmente, la sucesión recayó en Isabel II, que tenía solo tres años cuando murió su padre.
  • Carlos de Borbón no aceptó la sucesión de Isabel y dio comienzo la Primera Guerra Carlista.
  • El pleito dinástico no es solo una cuestión de personas, sino también de opciones políticas: Carlos representaba la continuidad del absolutismo; los liberales apoyaban a Isabel.
  • Este periodo es una etapa esencial en la historia de España porque supuso el fin del Antiguo Régimen y el nacimiento de un Estado liberal.

Regencia de María Cristina (1833-1840)

  • A los pocos días de la muerte de Fernando VII, María Cristina de Borbón confirmó como Primer Secretario de Estado a Cea Bermúdez, que hizo público un manifiesto sobre sus intenciones de gobierno: monarquía absoluta, defensa de la religión y reformas administrativas (“neoabsolutismo”). Acogido con frialdad.
  • En enero de 1834, María Cristina sustituyó a Cea Bermúdez por Martínez de la Rosa.
  • Estatuto Real de 1834: Carta otorgada. Cortes bicamerales (próceres y procuradores). Cuerpo electoral muy reducido. Amplios poderes de la Corona. No incluye declaración de derechos.
  • 1835-1836: Se alternaron gobiernos moderados y progresistas. Destaca la Ley de Desamortización de Mendizábal. Hubo movimientos contra el Estatuto Real.
  • Agosto de 1836: Sublevación de los Sargentos de La Granja. María Cristina devuelve el gobierno a los progresistas y restablece la Constitución de 1812. Convocatoria de Cortes Constituyentes.
  • Constitución de 1837: Se presenta como reforma de la de 1812, pero es totalmente nueva. Soberanía nacional. Cortes bicamerales (Congreso y Senado). Sufragio restringido. Poder ejecutivo fuerte. Es una constitución de consenso entre moderados y progresistas.
  • La Ley de Ayuntamientos provocó insurrecciones. El ejército se negó a intervenir. En octubre, la reina regente firmó el Acta de Renuncia.

La Crisis de 1808 y la Guerra de la Independencia

El reciente monarca, Carlos IV, y su ministro Floridablanca, desde que se inició la Revolución Francesa, intentaron evitar cualquier contacto con el país vecino. Se nombró como ministro a Manuel Godoy en 1792. Este firmó un Tratado en 1807 autorizando la estancia de las tropas francesas en territorio español para invadir Portugal.

La entrada de estas tropas se había convertido en una ocupación, por lo que el 19 de marzo de 1808 estalló el Motín de Aranjuez, que obligó a Carlos IV a abdicar. José Bonaparte tomó el poder. Ante la evidencia de la invasión francesa, el 2 de mayo de 1808 se inició en Madrid un levantamiento antifrancés, iniciándose así la Guerra de la Independencia.

Fases de la Guerra de la Independencia

La guerra se desarrolló en tres fases:

  1. Primera fase (junio-noviembre 1808): Éxitos iniciales españoles tras el fracaso del levantamiento de Madrid. El hecho más destacado fue la Batalla de Bailén, donde un ejército francés dirigido por el general Dupont fue derrotado por un ejército español improvisado por algunas juntas provinciales de Andalucía. La derrota de Bailén tuvo una doble repercusión: estratégica y propagandística. Por primera vez era derrotado un ejército napoleónico en campo abierto.
  2. Segunda fase (finales 1808-1812): El Emperador organizó la Grande Armée y se produjo la toma de Madrid. Zaragoza, punto clave en las comunicaciones con Francia, sufrió el segundo sitio, cayendo en poder de los franceses. Solo Cádiz quedó libre de la ocupación.
  3. Tercera fase (1812-1814): Napoleón se vio obligado a retirar de España una parte muy importante de sus tropas para la invasión de Rusia. Los ejércitos angloespañoles aprovecharon esta circunstancia para intensificar su ofensiva, que culminó con la victoria de los Arapiles. En su repliegue hacia Francia, las tropas francesas llegaron a las cercanías de Vitoria, donde sufrieron otra gran derrota. Con las batallas de Irún y San Marcial, la guerra peninsular había terminado.

Fernando VII regresó a España tras el fin de la guerra.

Entradas relacionadas: