El reinado de Carlos I y Felipe II: Unidad religiosa, hegemonía dinástica y conflictos internos

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 3,41 KB

El reinado de Carlos I

Carlos I, hijo de Felipe el Hermoso, heredó en 1516 los vastos territorios de los Reyes Católicos: las coronas de Castilla y Aragón con sus posesiones en Italia, América y el norte de África. También recibió la herencia de Borgoña de su padre y las posesiones de su abuelo Maximiliano, que incluían Alemania y Austria. A pesar de la diversidad de sus territorios, Carlos I implementó una política integradora con dos objetivos principales: mantener la unidad religiosa y establecer una monarquía universal. Tras la muerte de su abuelo Maximiliano, fue coronado como Carlos V en Aquisgrán.

Conflictos internos

En Castilla, el malestar social, las fricciones con las Cortes y la presión fiscal provocaron la Revuelta de las Comunidades, que se extendió por gran parte del reino. Casi simultáneamente, estalló la Revuelta de las Germanías, un conflicto social. Ambos conflictos reforzaron la monarquía, que se impuso a las Cortes y demostró a la nobleza la necesidad del ejército real para contener el descontento social.

El reinado de Felipe II

Los principales objetivos de Felipe II en su política interior y exterior fueron la defensa del catolicismo y el mantenimiento de la hegemonía dinástica en Europa.

Política interna

Uno de los primeros desafíos internos fue la sublevación de los moriscos de las Alpujarras. La presencia morisca planteaba un problema religioso, ya que se suponía que se habían convertido al cristianismo para permanecer en España, pero se sospechaba que su conversión era falsa. En 1568, los moriscos se levantaron contra la discriminación, lo que desembocó en una guerra que fue aplastada en 1570 por Juan de Austria. Muchos moriscos fueron deportados a otras regiones.

Otros problemas internos incluyeron las alteraciones de Aragón en 1591, el caso de Antonio Pérez y el bandolerismo, que enfrentaba a familias y grupos nobiliarios rivales. En 1557, se declaró la primera bancarrota.

Política exterior

La Rebelión de Flandes fue el principal problema de Felipe II, que enfrentó la oposición de las oligarquías nobiliarias y la difusión del calvinismo. En 1566, los rebeldes se levantaron contra el monarca. Felipe II envió un ejército al mando del duque de Alba, lo que inició un conflicto armado que duró 80 años.

Cambio dinástico

La sucesión de Carlos II provocó un importante problema político. El rey legó el trono de España a Felipe de Anjou (Felipe V), miembro de la Casa de Borbón. Inicialmente, sus derechos a la corona española parecían superiores a los de otros pretendientes, y el apoyo de Francia prometía la integridad de los territorios de la monarquía.

El cambio dinástico tuvo un impacto significativo en las relaciones internacionales. La presencia de un Borbón en el trono español alteraba el equilibrio político europeo a favor de Francia. En respuesta, se formó una alianza encabezada por Austria, a la que se unieron el Reino Unido, las Provincias Unidas, Prusia, Saboya y Portugal. La guerra estalló de inmediato.

En 1711, el archiduque Carlos accedió al trono austriaco. Si Carlos también heredaba el trono español, se crearía un bloque entre España y Austria. Por esta razón, las Provincias Unidas y el Reino Unido rompieron la alianza con Austria. Felipe V, por su parte, renunció al trono francés, poniendo fin al conflicto internacional.

Entradas relacionadas: