Reinado de Amadeo I de Saboya en España (1871-1873): Un Intento Fallido de Monarquía Democrática

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Amadeo I de Saboya: Un Reinado Breve y Convulso (1871-1873)

El reinado de Amadeo I de Saboya, que abarcó desde enero de 1871 hasta febrero de 1873, representa un intento fallido de establecer una monarquía democrática en España durante el siglo XIX. Su llegada al trono, poco después del asesinato del general Prim, su principal valedor en España, marcó el inicio de un período de inestabilidad política y social que condicionó su breve mandato.

Un Contexto Político Inestable

Amadeo I se esforzó por adaptarse a la Constitución, pero se enfrentó a una constante inestabilidad política y a una fuerte oposición. En poco más de dos años, se celebraron tres elecciones generales y se sucedieron seis gobiernos diferentes. En 1872, estalló la Segunda Guerra Carlista y se intensificó el conflicto cubano.

Las elecciones a Cortes Ordinarias de marzo de 1871 dieron la victoria a la coalición gubernamental. Sin embargo, esta coalición se dividió pronto entre los constitucionalistas, liderados por Sagasta (de tendencia moderada y cercanos a los antiguos unionistas), y el Partido Radical, encabezado por Ruiz Zorrilla, el principal impulsor de la Constitución de 1869. Las diferencias entre ambos grupos se debían tanto a motivos personales de sus líderes como a discrepancias en temas clave, como la abolición de la esclavitud en las colonias, la separación entre Iglesia y Estado, y la política económica.

La Oposición al Régimen

Diversos sectores de la sociedad española se opusieron al reinado de Amadeo I:

  • Élites tradicionales: La nobleza y el clero rechazaban a un monarca extranjero, hijo de Víctor Manuel II, quien había puesto fin al poder temporal del Papa tras la unificación italiana.
  • Republicanos: Descontentos con la monarquía como forma de gobierno, protagonizaron varios levantamientos insurreccionales entre 1868 y 1872, especialmente en Andalucía y Cataluña. Sus demandas incluían el reparto de tierras, la abolición de las quintas y la supresión del impuesto de consumos.
  • Movimiento obrero: La influencia de la Comuna de París se extendió por España a partir de 1871. El debate parlamentario sobre la revolución parisina culminó con la declaración de ilegalidad de la Primera Internacional en España.
  • Iglesia: Se sintió agraviada desde 1868 por los decretos del Gobierno Provisional. La libertad de cultos establecida en la Constitución de 1869 y las medidas secularizadoras de los gobiernos de Prim y Zorrilla incrementaron su oposición.
  • Monárquicos alfonsinos: Liderados por Cánovas del Castillo, combinaban la acción política legal con la conspiración para restaurar la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII.
  • Carlistas: Defendían la legitimidad de su candidato, Carlos VII.

Conflictos Durante el Sexenio

Dos conflictos bélicos marcaron el Sexenio Democrático y, por ende, el reinado de Amadeo I:

La Guerra Larga de Cuba (1868-1878)

La Guerra de los Diez Años, también conocida como Guerra Larga, comenzó en 1868 y finalizó con la Paz de Zanjón en 1878. Los insurrectos cubanos rechazaban su condición colonial, denunciaban la opresión económica y exigían participar en el gobierno de la isla. Este conflicto fue tanto una guerra colonial entre Cuba y España como una guerra civil interna entre los criollos cubanos y los españoles residentes en la isla. Además, tuvo una dimensión internacional debido al apoyo de Estados Unidos a los insurrectos. Las considerables pérdidas humanas y materiales convirtieron la cuestión cubana en un factor de descontento que agravó la inestabilidad del régimen.

La Segunda Guerra Carlista (1872-1876)

La Segunda Guerra Carlista estalló en 1872 y afectó a gran parte del país. Su líder carismático fue Carlos VII, y sus principales lemas fueron la defensa de la religión católica y de la legislación foral en los territorios vasco-navarros. La guerra concluyó en 1876 con la abolición de los fueros. Sin embargo, gracias a la presión de los liberales fueristas, en 1878 se estableció el Concierto Económico, un sistema mediante el cual el Gobierno central y las diputaciones vascas acordaban el cupo con el que los territorios vascos debían contribuir a las arcas del Estado. Este sistema, con la excepción del período de la dictadura franquista, ha estado vigente hasta la actualidad.

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