Reformas y Desafíos del Reinado de Carlos III: Modernización, Conflictos y Legado

La práctica del Despotismo Ilustrado: Carlos III

El reinado de Carlos III fue decisivo para el desarrollo de las políticas reformistas, pues supuso la restauración en España del Despotismo Ilustrado, un sistema racional y antitradicionalista, aunque también inmovilista y antidemocrático. El Despotismo Ilustrado presentaba serias limitaciones, siendo la mayor de ellas la presupuestaria (falta de recursos).

Para llevar a cabo su política, el monarca se rodeó de un equipo de secretarios, que en su época se comenzaron a llamar Ministros. Entre estos, algunos procedían del reinado anterior y otros, como el Marqués de Esquilache y el Marqués de Grimaldi, de su etapa italiana. Sin embargo, los Ministros italianos promovieron el ascenso de políticos españoles como Campomanes y Floridablanca.

1. Primeros Años y el Motín de Esquilache

Durante los primeros años del reinado de Carlos III, la política de reformas fue impulsada por un gobierno dirigido por extranjeros. Esta circunstancia suscitaba la oposición de los privilegiados y las protestas del pueblo, que percibía las reformas como medidas de importación que alteraban las costumbres tradicionales españolas. En este contexto, cualquier medida impopular implicaba un gran riesgo para el gobierno. En marzo de 1766 estalló una revuelta popular en Madrid: El Motín de Esquilache.

La excusa fue un decreto de la policía urbana en el que se insistía sobre la necesidad de cumplir una antigua norma que exigía el abandono de las capas largas y los sombreros ganchos. La norma iba dirigida a reducir la criminalidad y formaba parte de un conjunto de actuaciones de renovación urbana (limpieza de calles, alumbrado público nocturno, alcantarillado) que también eran rechazadas. El pueblo madrileño asaltó las casas de Esquilache y Grimaldi y se enfrentó a los valones. El empedrado de las calles y el alumbrado fueron destruidos. Carlos III prometió que el ministro sería destituido.

2. Consecuencias del Motín sobre las Reformas

El Motín de Esquilache imprimió un giro político al reinado de Carlos III. Sus consecuencias más importantes fueron las siguientes:

• Reformas más prudentes. El rey anuló las promesas que había hecho a los amotinados y solo cesó a Esquilache. Además, llevó a cabo una dura represión y mantuvo la política de reformas, aunque aplicadas con mucha más prudencia. Los principales beneficiados por el motín fueron Campomanes y Floridablanca, que adquirieron un considerable protagonismo político.
• Creación de nuevos cargos municipales. Se mantuvo la política regalista iniciada por Esquilache, aunque se aplicó gradualmente. Los jesuitas fueron las principales víctimas del motín, pues se les acusó de organizarlo, y fueron expulsados del reino en 1767 (antes lo habían sido de Portugal y Francia). Carlos III presionó incluso al Papado para que disolviera la Compañía de Jesús. Con esta medida, la monarquía se libraba de una importante oposición intelectual a la Ilustración. Su expulsión fue una advertencia explícita a los enemigos del absolutismo y de sus reformas.
• Medidas respecto a la nobleza. La única medida relevante fue la que limitaba el número de hidalgos, obligándolos a demostrar su condición (medida conocida como el desmoche de hidalgos). También se les instó a desarrollar un trabajo productivo, declarando honestas las profesiones manuales y el comercio. Se aumentó el número de títulos nobiliarios, premiando con ellos a los que habían destacado en la Administración del reino. Así, se abría la nobleza al talento y al dinero.

3. Las Reformas Económicas y Sociales

El impulso de la agricultura fue prioritario, ya que desde ella se pretendía potenciar toda la economía del país. Por este motivo, se debatió la necesidad de emprender una reforma agraria:

• Aumentar la producción agraria y lograr un mercado libre de trabas institucionales.
• Fomentar la estabilidad social, creando un sector de propietarios rurales enriquecido.
• Elevar los ingresos del Estado procedentes de la agricultura, estableciendo una contribución sobre la renta agraria, sobre las compras y las ventas realizadas.

La modificación de la estructura de la propiedad: Los Ilustrados manifestaron que las tierras vinculadas a señoríos y mayorazgos o en manos de la Iglesia debían ser objeto de compra-venta. Esta medida, sin embargo, no se abordó y la propiedad agraria permaneció inalterada.

El libre comercio de cereales: La liberalización del mercado de cereales provocó fuertes subidas de precio.

La colonización de nuevas tierras: Sierra Morena y el Valle del Guadalquivir.

La construcción de obras públicas: Se prosiguió la construcción de Castilla y se inició la del Canal de Aragón. Además, se diseñó un plan radial de carreteras procedentes de Madrid, así como una red de posadas y más de 700 puentes.

La financiación de la deuda pública: Para solucionar las deudas generadas por las guerras, se creó el Banco Nacional de San Carlos, destinado a financiar la deuda del Estado gestionando los llamados vales reales de deuda pública (Lotería).