Reflexiones Filosóficas sobre la Toma de Decisiones y la Ética

Toma de Decisiones: Reflexiones Filosóficas

Preguntas Fundamentales

Aristóteles: ¿Dónde está el bien?

Aristóteles, que vivió en la antigua Grecia, reflexionó sobre el papel del ciudadano en la sociedad. Se preguntó cómo deben formarse las personas para ser buenos ciudadanos. Para él, se trata de que la persona sea ella misma y desarrolle lo mejor que hay en ella, actuando con prudencia en cada momento y situación. Las personas así educadas son un beneficio para la ciudad. Para desarrollarse y ser feliz, la persona debe buscar el bien, que consiste en evitar tanto el exceso como el defecto, situándose en un punto medio.

Agustín: ¿Creer en Dios hace feliz?

Agustín, obispo de Hipona en los últimos tiempos del Imperio Romano, reflexionó sobre la fe. Como creyente, consideraba que la máxima aspiración del ser humano es acercarse a Dios. Cada persona puede hallarlo dirigiendo la atención hacia su interior, aunque cada uno es libre de buscar a Dios o no. Encontrar a Dios es encontrar la felicidad, pues Dios es amor, y este amor es el principal deseo del ser humano. Descubrir a Dios es encontrar la fuerza para amar y compartir la felicidad con los demás, ya que las personas tienden a hacer el mal y solo la ayuda de Dios permite hacer el bien.

Kant: ¿Qué norma es la correcta?

Kant, pensador alemán del siglo XVIII, se preocupó por la capacidad humana de pensar y conocer. Consideraba que todos los seres humanos somos capaces de ponernos de acuerdo y decidir qué es lo correcto utilizando la razón. Si hacemos caso a nuestras ideas, podemos actuar con libertad. Solo la razón nos puede decir lo que está bien. Debemos asegurarnos de que nuestros criterios de actuación sean válidos en todo momento y no fruto de un capricho momentáneo, pues las normas son correctas si son iguales para todos.

Sartre: ¿Soy libre?

Sartre, filósofo existencialista nacido en París en 1905, consideraba más importante la existencia que la esencia. No importa la definición o idea de qué es el ser humano, sino lo que cada persona elige y hace realidad con su vida. Cada persona es una propuesta, una posible forma de ser, y no existe una que sea la buena o correcta: no hay valores ni normas preestablecidas. Las personas tenemos total libertad y estamos obligados a usarla. Nadie puede actuar en nuestro lugar; somos los únicos responsables de lo que hacemos o dejamos de hacer.

La Persona y la Comunidad

La persona es responsable, ya que tiene capacidad para tomar decisiones. Conviene, pues, respetar su libertad y no interferir en su vida. Algunos autores consideran que, cuando las leyes no son justas o provocan injusticia, la persona puede actuar al margen de estas. Otros insisten en la importancia de la comunidad, que influye en las personas. La educación nos propone objetivos y acompaña nuestro desarrollo, ofreciendo recursos para ser libres y aprovechar nuestra libertad.

Modernidad y Posmodernidad

La modernidad es la época histórica que se inicia con el Renacimiento. Se caracteriza por su optimismo: se confía en las capacidades humanas, la razón y la experiencia para resolver todos los problemas, naciendo así la idea de progreso. La posmodernidad, desde los años ochenta del siglo pasado, es una actitud crítica ante los logros de la humanidad. No hay un conjunto de ideas con sentido, sino ideas dispersas y fragmentos con cierto valor. Se trata de un pensamiento débil.

Pensamiento Único y Altermundismo

El pensamiento único se refiere a la situación tras la desaparición de la Unión Soviética y el bloque comunista. Domina el pensamiento occidental: ideas de libertad, democracia y economía capitalista. El poder económico tiene la última palabra, y el mercado determina el éxito o fracaso de una idea o producto. El altermundismo agrupa a quienes creen que otro mundo es posible, como organizaciones no gubernamentales y asociaciones que promueven la lucha contra las desigualdades.

Valores Compartidos

Una clave de la reflexión actual es la búsqueda de valores o principios que puedan ser aceptados por todos.

Unos Mínimos Aceptados por Todos

El reto es llegar a un acuerdo de mínimos, estableciendo criterios para regular la convivencia.