Reestructuración Estratégica de la Cartera de Negocios: Claves para la Creación de Valor

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Reestructuración de la Cartera de Negocios

La reestructuración de la cartera de negocios implica la modificación del campo de actividad de la empresa, con el posible abandono (desinversión) de, al menos, uno de sus negocios.

El creciente interés por esta estrategia se debe a los siguientes factores:

  • Prioridad por parte de la dirección de la empresa en la creación de valor para el accionista.
  • Mercados turbulentos que dificultan la gestión de empresas diversificadas.
  • Tendencias en el pensamiento directivo sobre la necesidad de concentrarse en los negocios tradicionales para explotar mejor los recursos y capacidades.

Las principales situaciones que pueden originar una reestructuración de la cartera de negocios son:

  • Resultados negativos en uno o varios negocios, disminuyendo la rentabilidad global.
  • Falta de una lógica dominante en la estructura de la cartera, dificultando la generación de sinergias y valor por parte de la dirección corporativa.

Causas de la Reestructuración de la Cartera de Negocios

En ocasiones, no es un negocio aislado el que presenta malos resultados, sino la empresa en su conjunto, como consecuencia de la composición de su cartera de negocios. Esto obliga a la empresa a redefinir dicha cartera. Los motivos principales para reestructurar una cartera son:

  • Una estrategia de diversificación previa inadecuada, que genera sobrediversificación, por lo que se debe dar una mayor coherencia y encaje a la cartera en torno a sus negocios centrales o históricos.
  • Aparición de competidores importantes en los negocios centrales, que obligan a concentrar los esfuerzos en ellos, abandonando así determinados negocios.
  • Problemas de agencia: cuando se siguen criterios de creación de valor al accionista por encima del crecimiento empresarial.
  • La mejora de la cooperación hace que muchas empresas se planteen una reducción de la diversificación, delegando ciertas actividades en empresas externas con las que se mantiene una colaboración a largo plazo.
  • Aun cuando un negocio tiene resultados positivos, la empresa podría plantearse abandonarlo para financiar su entrada en mejores alternativas disponibles.

Estrategias de Abandono de Negocios

En todos estos casos, la empresa se plantea cómo deshacerse del negocio en cuestión. Las estrategias de abandono son principalmente de tres tipos:

  • Venta: en principio, es la más atractiva para la empresa porque le puede permitir recuperar mejor la inversión realizada. La venta se puede realizar a un conjunto de inversores independientes a través de una OPA, a otras empresas (lo cual puede ser más interesante aún) o a los directivos del negocio que se quiere vender (mecanismo conocido como Management Buy-Out).

  • Cosecha: se trata de una opción para industrias en declive. Se intentan maximizar los flujos financieros a través del cese de inversiones en el negocio y recoger los frutos de las inversiones realizadas anteriormente. Cuando la rentabilidad sea ya inexistente, el negocio será abandonado. Esto puede acelerar el declive del negocio si los trabajadores o el mercado perciben la actitud de la empresa.

  • Liquidación: es la opción menos atractiva para la empresa. Supone la venta de los activos que puedan tener algún valor en el mercado y el cese de las actividades propias del negocio. El principal problema puede estar en la resistencia de la dirección de la empresa a reconocer el fracaso, ya que los directivos tratan de salvar el negocio hasta el final, confiando en que los problemas son pasajeros o en la aparición de un "milagro".

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