Razón y Fe en Anselmo y Tomás de Aquino

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San Anselmo: Razón y Fe

La Razón y la Fe

Para San Anselmo, la razón puede añadir comprensión a la fe y reforzarla. Si bien la razón sola no puede alcanzar la verdad, resulta útil para esclarecer la creencia.

Monologion y Proslogion

En el Monologion, Anselmo expone argumentos sobre la demostración de Dios. En el Proslogion, reúne estos argumentos en uno solo. Con el argumento ontológico, pretende dotar al creyente de una razón sólida que confirme su fe.

El Argumento Ontológico

El argumento se plantea considerando si existe una naturaleza divina. Anselmo parte de la idea de Dios como aquello de lo cual nada mayor puede pensarse. Esta idea es comprendida por todos. Pero aquello que es comprendido como máximo en la idea debe existir también en la realidad, pues es más perfecto existir en la realidad que solo en la mente. Por lo tanto, Dios existe en la mente y en la realidad.

La idea de Dios en Anselmo supone varios presupuestos filosóficos:

  • Partir de la idea de Dios suministrada por la Revelación.
  • Identificar el orden lógico con el real.
  • Concebir la existencia divina como un simple atributo de su esencia.

Anselmo afirma que la creación es obra de Dios, a partir de la nada.

Santo Tomás de Aquino: Razón y Fe

Relación Razón-Fe

Santo Tomás de Aquino dota a la razón de mayor autonomía que San Anselmo. Si bien mantiene un carácter agustiniano donde lo teológico predomina, considera que los elementos de la fe (creacionismo, inmortalidad del alma) deben ser compatibles con la razón.

Teoría de la Doble Verdad

Tomás propone una teoría de la doble verdad: la verdad teológica y la filosófica son independientes, cada una con su propio ámbito de conocimiento. La verdad de la razón puede coincidir o no con la verdad de la fe, pero su independencia evita interferencias.

Una Única Verdad

Para Santo Tomás, existe una única verdad, accesible desde la razón y la fe. Cada una tiene su objeto y método de conocimiento. La filosofía se ocupa de las verdades naturales, y la teología de las verdades reveladas. Tomás modifica la relación entre ambas, reconociendo a la filosofía un objeto y método propio, sin ser simplemente sierva de la teología. Acepta, sin embargo, un terreno común: los preámbulos de la fe.

Suma Teológica y la Existencia de Dios

Demostración de la Existencia de Dios

En la Suma Teológica, Tomás aborda el problema de la existencia de Dios. Sus demostraciones se basan en presupuestos metafísicos aristotélicos.

Metafísica Aristotélica

Tomás utiliza la Metafísica aristotélica, la ciencia del “ente en cuanto ente”, sus causas y principios del ser. Emplea la teoría de las cuatro causas (material, formal, eficiente y final), la teoría de la sustancia y del acto y la potencia.

Esencia y Existencia

Tomás introduce una nueva estructura: la distinción entre esencia y existencia. La esencia es lo que una cosa es, mientras que la existencia es el hecho de que esa cosa sea. La esencia se relaciona con la existencia como la potencia con el acto. Lo que una cosa es (esencia) puede ser comprendido independientemente de si existe o no; su esencia permanece siendo lo que es, exista o no.

La esencia es una forma de ser en potencia; para existir, necesita ser actualizada por otra entidad. Ninguna cosa puede ser causa de su propia existencia. Todas las cosas existentes son esencia y existencia, pero no tienen en sí mismas la necesidad de existir.

La existencia, en cambio, procede de una sustancia cuya esencia consista en existir necesariamente: Dios.

La Esencia de los Seres

La esencia de los seres contingentes es la materia, y la esencia de los seres espirituales es la forma. Esto separa a Dios del mundo, que debe su existencia a Dios.

Tomás desarrolla una teoría de los grados del ser, de la participación y la causalidad ejemplar. Utiliza una interpretación analógica del ser: todas las sustancias reciben la existencia de Dios; el ser no les pertenece intrínsecamente, sino por analogía con Dios.

Cinco Vías para Demostrar la Existencia de Dios

Para Tomás, la existencia de Dios no es una verdad evidente para la razón, por lo que debe probarse. Si bien es evidente en sí misma, no lo es para el hombre. No parte de la idea de Dios (ni de una demostración a priori), sino del conocimiento (argumentos a posteriori). Rechaza el argumento ontológico y su validez. Su punto de partida no es la idea de Dios, sino la fe.

Tomás propone cinco vías para demostrar la existencia de Dios:

  1. Movimiento: todo lo que se mueve es movido por algo; debe existir un primer motor inmóvil: Dios.
  2. Eficiencia: existen causas eficientes; debe existir una primera causa incausada: Dios.
  3. Contingencia: los seres comienzan a existir y perecen; debe existir un ser necesario: Dios.
  4. Grados de perfección: existen distintos grados de perfección; debe existir un ser de máxima perfección: Dios.
  5. Finalidad: los seres actúan con un fin; debe existir un ser inteligente que ordena todas las cosas: Dios.

Conocimiento según Santo Tomás

Tomás sigue los fundamentos aristotélicos del conocimiento. El alma es una tabla rasa. Los objetos del conocimiento suscitan la actividad de los sentidos, produciendo sensaciones en el alma y el cuerpo. Para que haya conocimiento, es necesaria la acción de ambos. El objeto propio del conocimiento es la forma, pero solo puede ser captada en la sustancia. Esta actividad es realizada por los sentidos, junto con la imaginación y la memoria, para producir una imagen sensible (“phantasma”) de la sustancia; sobre esa imagen actuará el entendimiento agente, abstraiendo la forma, la “especie inteligible”, produciendo en el entendimiento paciente la “species impressa”, que a su vez producirá la “species expressa”, que es el concepto universal. La abstracción separa lo universal. Por lo tanto, es necesaria la experiencia sensible como punto de partida en todo conocimiento. El objeto del conocimiento es la forma de la sustancia concreta: conocemos la forma, no la materia. Lo corpóreo, su objeto propio es la forma. No es posible tener en esta vida un conocimiento directo de Dios.

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