Psicología y Sociología de las Adicciones

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1. Las Adicciones: Bases Históricas y Conceptuales

1.1 Dependencia o Adicción

Dependencia a cosas: Son sustancias no necesariamente adictivas, ya que solo lo son si el ser humano las consume para ello.

Dependencia de los demás: Se trata de dependencias emocionales. Hay formas de ser, sentirse o comportarse que pueden llegar a ser auténticas adicciones, motivando conductas desadaptadas, morbosas. Así, una intensa dependencia puede hacernos perder nuestra capacidad de acción o decisión.

Dependencia de uno mismo: Es la dependencia más frecuente. Se concibe al ser humano como animal de costumbres, que solemos practicar con insistencia. En ocasiones, las costumbres se convierten en hábitos.

Coloquialmente, se denomina manía al hábito patológico. Así, abusar de los hábitos puede llegar a ser patológico.

Si al no poder practicar un hábito se sufre (síndrome de abstinencia), puede hablarse de dependencia o adicción.

Cuando un hábito es raro, extravagante o nocivo para un determinado grupo social y en un determinado periodo de tiempo, puede hablarse de vicio. Así, hay que tener en cuenta los usos y costumbres en relación con una situación espacio-temporal.

Hull propone una Teoría Mecánica de la conducta, según la cual la tendencia a actuar depende de la fuerza del impulso y la fuerza del hábito. Posteriormente, añade a esta relación multiplicativa el incentivo.

Así, según algunos, lo que mueve al ser humano a realizar actos es la búsqueda del placer (el incentivo); o al menos la compensación de los sufrimientos.

De todos aquellos que emplean tóxicos y se sienten reforzados por ellos, solo algunos pasan al abuso (quienes poseen receptores adecuados para ello). Por lo tanto, pasar del uso al abuso tiene connotaciones diversísimas.

¿Por qué caemos en la adicción? ¿Dónde está el límite? ¿Quién lo pone? Se trata de un filón de cuestiones sin resolver, por lo que hay que personalizar: estudiar cada caso y actuar en consecuencia.

Quizá solo sean imprudencias, formas de hacer en principio normales pero que pueden llegar a ser inapropiadas. Lo importante para dar lugar a una adicción no es probar el tóxico (conducta adaptada), sino su transformación en algo anómalo, morboso para la persona, practicarlo con mayor asiduidad de lo debido, dedicarle más energía o intensidad de lo apropiado, o no calibrar que te produce más perjuicio que beneficio.

Para autogobernarse, es preciso obrar con sensato equilibrio entre lo que podemos hacer (depende de los saberes o capacidades), lo que debemos hacer (depende de las normas o los frenos) y lo que queremos hacer (depende de los impulsos o deseos). El uso correcto de estas tres potencias o cualidades es el mejor indicio de equilibrio mental, aunque no todo el tiempo empleamos esta cualidad de autogobierno (todos somos imprudentes en algún momento, dejándonos guiar por el impulso sin importar los riesgos).

Cuando una conducta placentera pasa a ser vivida como una necesidad imperiosa, se convierte en un comportamiento inevitable y deteriora las relaciones familiares, sociales o laborales, hablamos de adicción.

Rasgos típicos de la adicción:

  • Pérdida de la libertad interior: pérdida de control sobre la actividad.
  • Continuación de la conducta a pesar de las consecuencias adversas.
  • Deseo, cada vez mayor, de repetir la conducta, al punto que puede convertirse en una obsesión intensa y generar dependencia psíquica.
  • Síndrome de abstinencia si no puede llevarse a cabo la actividad.
  • Pérdida de interés por otro tipo de conductas previamente satisfactorias.

Fases de la conducta adictiva:

  1. Apetitiva. Se prueba algo y gusta (ejemplo: jugar y ganar).
  2. Ejecutiva. Se aprende y se repite la ejecución puesto que ha habido un incentivo (ejemplo: ganar).
  3. Saciedad. Se abusa hasta la saciedad de la conducta.
  4. Abstinencia. Se intenta abandonar, pero el mono (clínico) vence a la voluntad.
  5. Adaptación. Se mantiene y estabiliza. Se agrava o se abandona la adicción.

La tendencia al policonsumo actual complica enormemente el abordaje médico y social de este fenómeno.

1.2 Historia del Uso y Abuso de las Drogas

Todas las culturas, a lo largo de la historia, han utilizado sustancias variadas que producían modificaciones de la conciencia y de los estados afectivos y perceptivos. La sustancia psicoactiva más empleada ha sido el alcohol, pero otras drogas como el hachís, el opio o la mescalina han jugado un papel importante en los ritos y costumbres de distintas sociedades.

Según el Corpus hipocraticus, el curar amenazando al organismo está en la naturaleza de las drogas. Un ejemplo de esto es la Histeria, concebida como sofocación uterina y tratada a partir de opio.

Hipócrates aconseja ceder a la ebriedad una o dos veces, de vez en cuando. Esto refleja la contradicción existente en el uso de sustancias: bueno vs malo.

La clave de las adicciones a sustancias está en la proporción entre dosis activas y dosis letales. Nicandro de Colofón, experto en drogas (farmacópolo), evalúa el margen existente entre ambas dosis en las diferentes sustancias.

Esculapio comienza a tomar en serio el empleo de drogas con fines terapéuticos. Se emplea el incubatio, ensueño sanador provocado a partir de drogas.

En la antigüedad, obsesionaba el veneno y la posibilidad de ser envenenado, por lo que la gente [usaba] la triaca, que actuaba como antagonista de los venenos conocidos y contenía opio.

El opio y el cáñamo comienzan a ser controlados por el Sistema.

El consumo de sustancias comienza a dar lugar a problemas públicos y privados. Se prohíbe beber a las mujeres (salvo que sean prostitutas) y a los hombres menores de 30 años.

Tras el paganismo, llega el Cristianismo, que educa a la gente para que disfrute de la relajación pero con dignidad.

El rito eucarístico exige ayuno, pero permite beber. Por eso, en los monasterios se producen las mejores cervezas. Además, su consumo tras varios días de ayuno es mucho mayor.

San Pablo predica abstención, por lo que comienzan a aparecer sectas abstémicas.

Se promulgan leyes que discriminan límites de consumo de alcohol.

El Corán dicta preceptos sobre alimentación, horarios y drogas, pero considera que no hay ninguna droga sacrílega. Se cuenta que Mahoma prohibió el vino,. Pero al parecer lo que ocurrió es que en una ocasión mandó azotar a un borracho por incumplir sus deberes.

Se considera a las brujas como seres propensos a crear paraísos artificiales a través de plantas. La recompensa que recibía el inquisidor era incautarse de parte de las pertenencias del inquisidado (al igual que el delator).

Durante el siglo XVIII, Pedro El Grande dejó de torturar y mutilar al fumador (a quien se consideraba poseído por el demonio).

Primero se legalizó el alcohol, posteriormente el tabaco y luego el hachís, pero sin aumentar la información acerca de las drogas.

Resucita la legitimidad de uso lúdico y ceremonial de sustancias. Los polvos de Dover, compuestos en un 20% por opio, se venden en boticas.

El mayor empleo de drogas se lleva a cabo por las Casas Reales.

El régimen legal de una droga determinará su uso y consumo. En las épocas históricas en las cuales se han producido cambios, se dieron cambios en la percepción de sustancias potencialmente adictivas, que resulta menos mesurada.

1.3 Opiáceos

La primera referencia histórica de un opiáceo proviene de los sumerios, que ya mencionan la adormidera (en sumerio: gozar).

En los cilindros babilónicos ya se encuentran cabezas de adormidera dibujadas.

En Creta hay también referencias al opio.

Los egipcios aconsejan la adormidera como calmante de los dolores, tanto físicos como psíquicos.

El opio egipcio era de máxima calidad e incluso Homero lo menciona en la Ilíada, afirmando que hace olvidar cualquier pena.

Así, durante la antigüedad, el opio era masivamente consumido y por todas las vías.

Uno de sus usos era evitar que los bebés griten fuerte. Otro era el recomendado por la medicina árabe: el tratamiento de la diarrea.

Fue la droga más popular durante mucho tiempo y el fruto de la adormidera simbolizaba a Démeter, la diosa griega de la fecundidad. En Grecia, a diferencia de otras sustancias como el vino, nunca fue considerada adictiva.

En el siglo II, los opiáceos eran de las sustancias más empleadas en la farmacopea.

En el texto Materia médica se menciona que el opio quita el dolor, mitiga la tos, refrena los flujos estomacales y se aplica a quienes no pueden dormir. Además, el opio procura excitación sexual incluso tras la muerte.

Avicena empleaba el opio como eutanásico.

Surge antes el término opiómano que dipsómano (alcohólico). Levinstein definió el morfinismo como una enfermedad de las mismas características de la dipsomanía.

El hito más importante en lo referido al uso médico racional del opio fue cuando Sertürner aisló la sustancia a la cual denominó morphium y observó que producía vómitos, rubor y un estado de sopor o coma superficial.

Su uso fue ampliado notablemente con el descubrimiento de la jeringa hipodérmica. Sin embargo, el uso de la morfina por vía parenteral contribuyó a la aparición de una variedad más grave de adicción opiácea que la que hasta entonces era habitual (fumar opio).

Aparte de sus usos médicos, el uso del opio estaba sumamente extendido entre las capas populares.

La comercialización de la heroína (1898) contribuyó en gran medida a la propagación del abuso de opiáceos. Además, este abuso experimentó un notable incremento en el mundo occidental en la década de los setenta.

1.4 Cáñamo

Las preparaciones de la planta Cannabis han sido utilizadas con fines medicinales y/o recreativos desde hace mucho tiempo.

Los primeros restos históricos acerca del cáñamo se encuentran en un tratado chino que data del 2727 a. de C.

En escritos de la India se afirmaba que la planta del cáñamo brotó cuando cayeron del cielo gotas de ambrosía, así como que agiliza la mente, prolonga la vida y potencia los deseos sexuales. Utilizaban estas sustancias en ceremonias religiosas. Los budistas consideran [que] ayuda a la meditación.

En la Mesopotamia del siglo XIX a. de C. se empleaba para acercarse a los dioses.

Su cultivo se extendió de sus regiones originarias (probablemente Asia central) hacia Occidente, fundamentalmente para extraer fibras para la manufactura de tejidos y sogas, y también como alimento para pequeños animales domésticos o como condimento, aunque hay indicios de uso del aceite de Cannabis en la preparación de tintes y barnices.

Emplearon esta planta escitas, babilonios, hebreos y asirios.

La expansión del Cannabis hacia Europa fue temprana. No hay indicios de que fuera utilizada por los griegos con fines comerciales, rituales o euforizantes, pero parece que no les era desconocida. Los romanos la utilizaron como fuente de fibra textil y la incorporaron a la farmacopea occidental. Dioscórides describe preparaciones de esta planta como analgésico y para frenar el deseo sexual y Galeno sostiene que el abuso de la misma produce esterilidad y va seguido de propiedades euforizantes.

La expansión del Islam posee un papel decisivo en la difusión de la planta y su empleo como sustancia inductora de embriaguez. El consumo de cáñamo como sustancia psicoactiva fue muy común en algunas sectas islámicas para ayudar a sus miembros a soportar largas horas de meditación y ayuno.

Su uso no se hizo frecuente en Europa hasta mediados del siglo XIX, cuando algunos de los más célebres escritores europeos fueron consumidores de estas sustancias. Incluso se establecieron clubs de hachishins en toda Francia, a la manera de los fumaderos de opio.

Su uso se popularizó en el mundo occidental hacia los años 60, en el ambiente contracultural de la época.

En Europa Occidental era muy empleado por los druidas y su consumo era una costumbre.

En la actualidad, los cannabinoides son una de las drogas más ampliamente utilizadas.

1.5 Solanáceas Alucinógenas (ejemplo: la mandrágora)

Para denominarlas, en farmacología se utilizan indistintamente los términos de alucinógenos, psicomiméticos, psicodislépticos o psicodélicos.

Tradicionalmente han estado unidas a la brujería puesto que se les atribuían fenómenos de levitación.

Se describen proezas físicas y psíquicas, [si] no la muerte.

Los druidas eran quienes más las empleaban.

Hongos como el Cornezuelo del centeno eran frecuentemente empleados por los vigilantes de santuarios como rito iniciático.

Se llevaron a América y de allí se trajeron plantas de tabaco.

El origen de la droga es una inyección de energía para comer menos y trabajar más. El rico las emplea por gusto, mientras que el pobre lo hace por necesidad. Su efecto adictivo viene del uso regular.

En América Central y del Sur es abundante el empleo y la variedad de las plantas visionarias.

LSD: El descubrimiento de sus propiedades fue casual. Hoffman, quien la sintetizó en 1938, absorbió accidentalmente a través de la piel una pequeñísima cantidad de LSD que le causó alteraciones de la percepción, por lo que decidió experimentar con dosis crecientes. Durante los años 50 el interés por el LSD fue puramente científico. Tan solo era utilizado en círculos restringidos de artistas y estudiantes, con fines de autoexploración o como medio para obtener perspectivas distintas de la realidad y desarrollar así la creatividad. En los 60 fue uno de los elementos integrantes más importantes del movimiento hippie. Muchos psiquiatras lo utilizaron para facilitar la psicoterapia. En los años 70 se declaró ilegal el uso libre de LSD y comenzó a ser difícil su obtención aún para fines científicos. Desde la desaparición del movimiento hippie, el consumo de LSD es minoritario.

1.6 Sustancias Volátiles

La inhalación de varias sustancias con fines placenteros es conocida y realizada prácticamente desde el principio de las civilizaciones. En el siglo XIX comenzó a inhalarse óxido nitroso, y poco después algunos intelectuales utilizaron el éter sulfúrico con estos fines. En el siglo XX su accesibilidad aumenta y empiezan a ser utilizados por un mayor número de individuos, e iniciándose en la primera mitad del siglo la inhalación de gasolina, cloroformo y pegamentos.

Aparentemente, en EE. UU., Canadá y Australia el consumo de estas sustancias se ha estabilizado e incluso tiende a disminuir, pero en países menos desarrollados este tipo de adicción parece ser un problema creciente.

1.7 Benzodiacepinas y Barbitúricos

El uso de las benzodiacepinas de acción media larga como drogas de abuso es escaso, ya que además presentan pocos efectos euforizantes. Algunos alcohólicos y otros drogadictos utilizan como droga el abuso de benzodiacepinas de acción media más corta o aquellos que son más liposolubles por su efecto más inmediato.

La dependencia a barbitúricos ha sido bastante frecuente hasta la aparición de las benzodiacepinas. Anteriormente se empleaba como hipnóticos e incluso como ansiolíticos. También han sido utilizados para producir una ligera intoxicación que da lugar a desinhibición causando cierta euforia, júbilo e incluso para aliviar síntomas de inferioridad.

Es frecuente el uso de barbitúricos por parte de los heroinómanos y alcohólicos como droga sustitutiva, así como el uso conjunto con anfetaminas para potenciar los efectos conseguidos.

1.8 Xantinas y Otros Estimulantes

Las principales xantinas son: teofilina, cafeína y teobromina, que se encuentran en plantas tales como el guaraná, el mate y el yoco.

Té: En un principio se pensó que el alcaloide del té era distinto, y se le denominó teína, pero posteriormente se observó que contenía una mezcla de cafeína y teofilina. Es originario del sudeste de Asia. En China se conocía desde hace 1500 años y llegó a Europa a finales del siglo XVI.

Cacao: Contiene una mezcla de cafeína y teobromina. Es originario de América y fue importado a Europa por los españoles.

Café: Para poder extraer la cafeína, el grano ha de tostarse, hervirse y filtrarse. Parece ser que la cafeína es originaria de Etiopía. Fueron los turcos quienes introdujeron el café en Europa, cuando cercaron la ciudad de Viena. Allí se abrió el primer café, en contraposición a las tabernas de alcohol.

Otras plantas que contienen estos alcaloides es la yerba mate (originaria de América del Sur y que aún hoy es muy popular en Uruguay y otros países limítrofes).

El guaraná (originario de la región amazónica), la yopa (de Colombia) y la cola (de África occidental) son otros preparados que contienen xantinas.

1.9 Alcohol

La especie humana obtiene bebidas alcohólicas por fermentación de productos vegetales al menos desde tiempos protohistóricos.

La palabra symposium denominaba a determinadas reuniones que se celebraban en la Grecia clásica con el objetivo principal de beber vino. El vino, representado en la antigua Grecia por Dioniso, era visto como algo malévolo puesto que se empleaba para facilitar la orgía. Además, los griegos consideran que hace confundir la identidad sexual y los estoicos afirman que resulta imposible guardar la cordura a partir de determinadas dosis. Por ello, incluso Platón, amante del vino, recomienda su uso exclusivamente para adultos y con mesura.

Los césares, en los banquetes, empleaban vino y cáñamo para incitar al disfrute.

Así, el vino era considerado euforizante por la cultura grecorromana, por lo que se recomendaba para el paso de la segunda a la tercera edad.

La palabra alcohol es de origen árabe. El químico persa Ramsés descubrió en el siglo VIII el proceso de destilación, que permite obtener bebidas alcohólicas de elevada graduación. Sin embargo, pronto el Islam emergente redujo drásticamente las oportunidades de consumir bebidas alcohólicas, al menos a largo plazo, en su zona de influencia.

En Occidente la irrupción de los destilados no tuvo lugar hasta finales de la Edad Media. Los primeros problemas sanitarios y sociales graves relacionados con el consumo de alcohol por capas amplias de la población se dieron en Inglaterra, en el siglo XVIII, con la popularización de la ginebra.

La introducción de bebidas alcohólicas de alta graduación en culturas no habituadas, proceso que tuvo lugar en muchos episodios de la colonización de África y América por los europeos, tuvo gravísimas repercusiones sanitarias en estas poblaciones.

El sabor y el aroma, cuyo aprecio forma parte del ritual del consumo social de alcohol, se deben también a muchas otras sustancias presentes en pequeña cantidad, fundamentalmente alcoholes superiores y aldehídos.

1.10 Tabaco

La Nicotiniana tabacum es originaria de América. Fumar tabaco fue una costumbre religiosa, medicinal y ceremonial en la vida tribal americana precolombina. Su uso se extendió rápidamente por Europa. Las primeras descripciones del uso de la adicción al tabaco se deben a fray Bartolomé de las Casas.

Cárdenas es el primero en mencionar que hay una planta cuyas hojas los indios secan y fuman.

Es la droga más extendida en Latinoamérica y su consumo se da a través de distintas vías: bebida, comida (mascada) y fumada. Mascar tabaco (mezclado con ceniza y cal) es uno de los métodos más antiguos de administración de tabaco, especialmente en América. La ingestión de tabaco en forma líquida (bebido o sorbido por la nariz) es practicada por muchas tribus en las Guayanas y en la cuenca del alto Amazonas. Los chamanes, para mantener su vigor físico, bebían periódicamente jugo de tabaco. Los supositorios de tabaco verde o rapé han sido los más utilizados, principalmente con fines médicos en el tratamiento del estreñimiento y de parasitosis por helmintos, o entre los indios sudamericanos también como intoxicaciones rituales, mezclando el tabaco con jengibre, pimienta, hierbas antisépticas o sustancias alucinógenas. La administración de tabaco en la piel intacta o lesionada es un método de administración de nicotina practicado por los nativos de algunas zonas de Sudamérica (por sus efectos analgésicos y antitérmicos). También se ha aplicado el jugo y el humo de tabaco en los ojos, consiguiéndose efectos sistémicos. Fumar tabaco es la forma de administración de nicotina más ampliamente extendida en el mundo y es el método que consigue mayores efectos farmacológicos. Por último, era practicada por diversas tribus de Sudamérica la aspiración por la nariz; y en Francia, a finales del siglo XVIII fue costumbre muy extendida, aunque hoy es muy poco frecuente.

Cuando en un poblado faltaba tabaco, se consideraba pobre (el tabaco era un indicador de riqueza).

Durante el siglo XIX, aún tienen lugar juicios inquisitoriales contra los productores de tabaco, a los cuales se ve como una organización secreta opuesta al cristianismo.

En la actualidad, el consumo de tabaco supone uno de los principales problemas sanitarios de nuestra sociedad.

1.11 Cocaína

El cultivo de la hoja de coca en los Andes ecuatorianos se remonta a 5000 años a. de C. Inicialmente, su consumo (mascado) estaba reservado a la nobleza inca y a la clase sacerdotal, pero posteriormente es posible que se extendiese su consumo entre el pueblo llano como un instrumento para aumentar la productividad. En 1532 se usaba para aumentar la resistencia al frío, el hambre y la fatiga originada por el trabajo.

La costumbre de mascar el acullico (pequeña bola formada por la mezcla de hojas de coca, cal y ceniza) ha perdurado hasta la actualidad en muchas regiones del antiguo imperio de los incas como remedio a la fatiga y al hambre.

A mediados del siglo XVI era un privilegio de la Corte y parte del tributo popular era empleado en fomentar la producción de panes de coca para la nobleza.

Para el pueblo llano era delito el consumo de coca, lo cual creó conflictos que fueron subsanados cuando se permitió su uso siempre y cuando el pueblo pagara un diezmo.

Muy empleada por escritores puesto que aumenta la velocidad de los procesos mentales.

Niesman aisló por primera vez la sustancia que denominó cocaína.

En los años 1880 Freud se hizo consumidor de cocaína, al parecer por curiosidad científica y probablemente como automedicación de sus depresiones y dolores debidos al cáncer de mandíbula que padecía. A Freud se deben las primeras descripciones de los efectos tras la toma de la droga, que llegó a emplear para la desintoxicación de alguno de sus pacientes morfinómanos. Aconseja su uso no solo en el tratamiento de la depresión, sino del alcoholismo, de la adicción a la morfina, del asma y de problemas gastrointestinales.

Koller comenzó a utilizar la cocaína como anestésico en oftalmología. Además Corning y Bier emplearon cocaína para raquianestesia y Pagés como anestésico epidural.

Su uso como anestésico decayó al comprobarse que los efectos secundarios se reducían drásticamente con los nuevos anestésicos locales.

El uso de la coca con fines recreativos fue introducido en Europa a finales del siglo XIX (vino de coca Mariani o vino peruano de coca). También se elaboran bebidas no alcohólicas que contienen coca (Coca Cola, que fue posteriormente descocainizada).

A comienzos del siglo XX, los efectos de la cocaína aislada de la planta de coca comienzan a crear los primeros problemas de drogadicción cocaínica. La aspiración por la nariz hizo que su consumo se extendiera, produciendo los primeros casos de cocainomanía.

La historia de su consumo desde la I Guerra Mundial ha sufrido altibajos.

1.12 Anfetaminas

Su actividad psicoestimulante no se identificó hasta 1927. Se introdujo en terapéutica como descongestionante nasal.

Durante la II Guerra Mundial se administraron a soldados y trabajadores de las fábricas de apoyo al ejército.

También se han usado entre los deportistas como sustancias dopantes. Las anfetaminas fueron la base para el desarrollo de la mayoría de las drogas de diseño.

1.13 Drogas de Diseño

Término acuñado en los años 70 y referido a un conjunto de nuevas drogas de abuso obtenidas con fines recreativos y diseñadas y elaboradas clandestinamente.

Se trata de sustancias estructural y farmacológicamente semejantes a sustancias controladas mediante tratados internacionales.

Feniletilaminas: MDMA (metilendioximetanfetamina). Su consumo como droga de abuso se generalizó en la década de los 80. Conocida por el nombre de éxtasis, aunque en el ámbito de la psicología clínica es más frecuente denominarla ADÁN.

Derivados de Feniletilamina: Metanfetamina. Recibe los nombres callejeros de speed, crank, meth y otros.

Fenfluramina y Dexfenfluramina: No pueden clasificarse como drogas de diseño puesto que se consideran de utilidad terapéutica y están sometidas a las normas de registro y control de los medicamentos de uso clínico. A pesar de su utilidad terapéutica, están siendo motivo de controversia por su neurotoxicidad potencial en la especie humana.

Opiáceos sintéticos: Desde finales de los años 70 la restricción legal y el control policial del consumo de heroína hicieron que varios laboratorios sintetizaran nuevos opiáceos denominados heroínas sintéticas.

Arilhexilaminas: la principal es la fenciclidina, introducida inicialmente en medicina como anestésico general. A mediados de los años 60 fue prohibido su uso en medicina humana. Un derivado de la fenciclidina empleado en medicina es la ketamina.

Derivados de Metacualona: posee propiedades sedantes, hipnóticas y anticonvulsivantes, espasmolíticas, antitusígenas y antihistamínicas. Ha sido retirada del uso legal en muchos países (no en España).

1.14 Conceptos

Toxicomanía: Estado del organismo caracterizado por el consumo crónico de determinadas sustancias, un deseo insuperable de poseerlas, una tendencia a aumentar su dosis y una dependencia física y/o psíquica; todo lo cual tiene como consecuencia alterar las funciones psíquicas, orgánicas y sociales del consumidor.

Implica un conjunto de manifestaciones tales como:

Habituación. Cierto acostumbramiento al consumo de una sustancia de tal manera que, sin que necesariamente suponga aumentar su dosificación progresivamente, puede causar o no dependencia física pero determina antes o después (en casi todos los casos) dependencia psíquica.

Dependencia física. Progresiva adaptación biológica del organismo a la presencia de la droga, de manera que si se interrumpe su consumo (una vez este ya es crónico) se alteran algunas de las constantes biológicas. Este efecto se puede corregir con la administración de una antagonista de dicha sustancia concreta.

El síndrome de abstinencia es el conjunto de manifestaciones que se presentan en la dependencia física.

Dependencia psíquica. Conjunto de modificaciones psicológicas y comportamentales producidas por el consumo de la droga. Casi siempre se experimentan con sensación de bienestar y despiertan en su consumo el deseo irresistible de poseerla, consumirla y usarla crónicamente.

Aunque la diferenciación entre dependencia física y dependencia psíquica aún hoy se mantiene y es de cierta utilidad a nivel biomolecular y en virtud de condicionamiento comportamental implicado en la dependencia psíquica, tal diferenciación probablemente sea mucho menor de la que se viene afirmando (incluso en el ámbito biológico).

Tolerancia. Necesidad progresiva del organismo de aumentar la dosis de la sustancia administrada para obtener los mismos efectos que inicialmente conseguía con una dosis mucho mayor. La adaptación del organismo a la sustancia puede llegar al extremo de necesitar cantidades que en un organismo no acostumbrado a dicho consumo serían letales de administrarse en esas proporciones. Aparece en una fase posterior a la dependencia tanto física como psíquica. La tolerancia sería más intensa si la dependencia fuera física.

Tolerancia cruzada. Cuando se administran varias sustancias conjuntamente con la peculiaridad de que una de ellas antagonice la acción de la otra. En este caso, acontece la tolerancia a esta última, precisando aumentar su dosis para efectos idénticos a los anteriores. Es la clave de la politoxicomanía actual.

Drogas: Nombre coloquial de las sustancias consumidas. Sustancias que, ingresadas en el organismo, alteran o pueden alterar ciertas funciones, producir dependencia física o psíquica y que, indistintamente de que tengan efectos terapéuticos o no, el consumidor la utiliza para otros fines. Inducen a las personas que las toman a repetir su autoadministración (acción reforzadora positiva) y el cese de su consumo puede significar gran malestar somático y/o psíquico.

Uso: Consumo, utilización de la sustancia sin que se produzcan efectos médicos, sociales, familiares, etc.

Hábito: Costumbre de consumir una sustancia por habernos adaptado a sus efectos. No hay deseo imperioso, ni tendencia a aumentar la dosis, ni se padecen trastornos físicos o psíquicos importantes cuando la sustancia no se consigue. La búsqueda de la sustancia nunca significa una alteración conductual.

Abuso: Cualquier consumo de droga que dañe o amenace dañar la salud física, mental o el bienestar social de un individuo, de diversos individuos o de la sociedad en general. Es una circunstancia de riesgo evolutivo a la dependencia.

Dependencia cruzada: Cuando aparece un síndrome de abstinencia por supresión de una determinada droga se puede neutralizar por la administración de otra droga del mismo grupo. Para ello, estas drogas deben actuar o interactuar sobre los mismos receptores biológicos. (Ejemplo del tratamiento con metadona).

Polidependencia (DSM-IV): Cuando se utilizan por lo menos tres tipos de agentes (exceptuando la nicotina) sin predominio de ninguno de ellos.

Síndrome de abstinencia tardío: Puede aparecer tras el síndrome de dependencia agudo o a veces en su lugar. Se considera especialmente con relación a la dependencia psicológica. Se manifiesta durante meses e incluso años, como un conjunto de síntomas y signos derivados de una disregulación del sistema neurovegetativo y de las funciones psíquicas básicas (afectividad, pensamiento, percepción, etc.).

Síndrome de abstinencia condicionado: Aparición de la sintomatología típica del síndrome de abstinencia agudo en un drogodependiente que lleva meses o años sin consumir. Puede desencadenarse cuando la persona es reexpuesta a los estímulos ambientales donde tenía lugar su consumo o bien los estímulos del entorno son similares a aquellos. Se trataría de un proceso de condicionamiento o aprendizaje contingente. Va seguido de un período de gran ansiedad y miedo.

Tolerancia inversa o sensibilización: Propiedad por la que algunas drogas producen los mismos efectos o aún más acentuados con dosis iguales o más bajas. Suele producirse con la cocaína. Puede ser debida a la acumulación de la droga en determinados tejidos y a su liberación progresiva, a un fenómeno de supersensibilización receptorial o a una respuesta condicionada.

Formas de consumo de drogas: experimental (probarla una o incluso varias veces), ocasional (consumo intermitente: la persona discrimina el tipo de droga que prefiere y dónde quiere usarla; puede ser: sociorrecreativo y circunstancial-ocasional), habitual (consumo a diario para evitar el malestar psicoorgánico y mantener un rendimiento diario) y compulsivo (consumo muy intenso, varias veces al día). Las dos primeras son formas episódicas mientras que las dos últimas son formas crónicas.

Vías de administración de drogas: oral (ingestión, mascado o sublingual), pulmonar (inhalada o fumada), nasal (esnifada), rectal o genital (aplicación de la sustancia sobre la mucosa anal o genital) y parenteral (vía intravenosa, intramuscular o subcutánea).

Consecuencias generales de las drogodependencias: reacciones antisociales, síndrome de déficit de actividad, infecciones y disminución de las defensas, peligro de sobredosificación, riesgo de escalada, efectos tóxicos específicos y trastornos mentales inducidos (efecto de la sustancia).

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