Prosa y Teatro en el Barroco: Características, Autores y Obras Clave
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La Prosa Narrativa en el Barroco
La prosa narrativa en el Barroco apoyó la Contrarreforma. Su delimitación y consagración se lograron con Guzmán de Alfarache. La novela siguió la estructura novelesca del Lazarillo:
- Relato de una ficción en forma autobiográfica.
- Sucesión de memorias por episodios.
- Origen deshonroso del protagonista.
- Lucha por la supervivencia sin conseguir los propósitos.
El autor de esta obra añadió otros caracteres que definieron este género, como la intención moralizadora (metía en medio de una acción discursos moralizantes), la amargura y el sarcasmo (pesimismo y visión desolada), la actitud social crítica (imagen más real de las cosas) y la estilización deformante (adelgazando la realidad). Se dieron, además, nuevas orientaciones retóricas.
Quevedo brilló de dos maneras:
- Tras crear el modelo de la novela picaresca, lo rompió con personajes que eran caricaturas.
- Acumuló riqueza de recursos retóricos: hipérboles, juegos de palabras, etc.
La Novela Filosófico-Alegórica
Baltasar Gracián fue el representante de esta corriente. Firmó sus primeras obras como anónimo, ya que no podía hablar de asuntos que no fueran religiosos. Su obra El Criticón fue publicada en tres partes. Este autor utilizó:
- La estructura de la novela bizantina.
- El simbolismo y la reflexión filosófica bajo la visión pesimista del mundo, con el concepto de la vida como algo efímero.
- Un lenguaje con máxima expresión y juego verbal.
Otros Tipos de Prosa en el Barroco
La Prosa Crítico-Moral y la Prosa Satírica
El origen de la prosa satírica se encuentra en la literatura latina. Quevedo, con su obra Los Sueños, mostró un espíritu crítico y burlón, así como una inagotable capacidad de ingenio.
La Prosa Moral y Didáctica
Brilló en el Barroco por su complejidad y dificultad. Respondió con pesimismo y desengaño radicales a la realidad, mostrándola como ilusión, engaño, nada. Coincidió con la picaresca en la actitud recelosa y en su visión negativa de la vida. Quevedo valoró el esfuerzo humano y el poder de la voluntad para alcanzar la virtud y la sabiduría. En esta corriente también encontramos a Baltasar Gracián.
La Prosa Política
Destacaron Quevedo, Gracián y Saavedra Fajardo.
La Prosa de Crítica Literaria
Quevedo utilizó la sátira en contra del culteranismo y criticó el uso de frases tópicas. Gracián escribió el más completo tratado del Barroco, donde estudió los artificios literarios. También destacó Saavedra Fajardo.
El Teatro del Barroco: La Comedia Nueva
La Comedia Nueva supuso la renovación y consolidación de la fórmula teatral. Se distinguió de la obra clásica por haber sido llevada a su máxima expresión por Lope de Vega, quien:
- Armonizó lo aprovechable del teatro anterior con formas que se retiraban de las normas clásicas.
- Ofreció un teatro familiar y cercano en sus asuntos, que tenían gran variedad.
- Retomó el concepto de honor y orgullo nacional.
- Creó historias que tenían interés, gracia, etc.
- La pieza teatral tuvo un espectáculo con la figura del gracioso.
Todo esto tuvo éxito y se representaba en lugares fijos, que eran los corrales de comedias (patios de los vecinos). Los cambios fueron los siguientes:
- Se redujo a tres actos: planteamiento, nudo y desenlace.
- Se produjo la transgresión de lugar, tiempo y acción, que obligaba a que la obra se realizara en el mismo espacio, día y con un único tema.
- La comedia era una intriga, ya que tenía saltos de tiempo.
- Se mezclaron lo trágico y lo cómico con la tragicomedia o el drama.
- Se estableció una estructura fija de personajes, como la dama (que era bella), el gracioso (fiel y generoso), etc.
- Se reaccionó contra la unidad métrica de la obra que exigía el clasicismo.
- Los personajes hablaban de acuerdo a su edad.
- Se introdujo una variedad de estrofas según la acción.
El Tema del Honor y la Honra
El honor era un privilegio de nobles, heredado y fundamentado en el linaje de sus antepasados. Se igualó el honor con plebeyos y villanos, siempre que fueran de sangre limpia. La honra era una virtud personal, no heredable, que dependía de la opinión que tenía el pueblo y se adjudicaba normalmente a mujeres. Estos tuvieron un valor absoluto.
Autores Clave del Teatro Barroco
Lope de Vega
Se conservan sobre unas 500 obras suyas. Su tema, tanto en el teatro como en la poesía y en la prosa, estaba en consonancia con su espíritu, que alternaba la pasión humana con el amor divino. Sus seguidores fueron Guillén de Castro, Juan Ruiz de Alarcón y Guevara.
Tirso de Molina
Es el seguidor más importante de Lope de Vega y llegó a alcanzar un lugar destacado en el teatro clásico. Tuvo una producción dramática que se caracterizó por su variedad en temas y géneros. Incluyó las siguientes novedades:
- Fue el creador de caracteres del teatro español, como Don Juan.
- Le dio una gran importancia a las mujeres, que algunas veces eran capaces de igualarse al hombre y tener la misma libertad que ellos.
- Se inspiró en la realidad social y religiosa de la época.
- Realizó un tratamiento psicológico de sus personajes.
- Se preocupó por temas teológicos, éticos, etc.
Calderón de la Barca
Tuvo dos etapas:
- Cercana a las obras de Lope.
- Personal.
Calderón significó la culminación del teatro del Siglo de Oro. En su primer estilo fue muy parecido al de Lope, llegando a tener los mismos temas, pero con un estilo personal. El alcalde de Zalamea trató el tema del honor con máxima expresión. La vida es sueño abordó la idea del desengaño y del libre albedrío.
Los autos sacramentales trataban de la transustanciación de Cristo. Los personajes eran alegóricos. Costaban mucho dinero y, para poder realizarlos, se hacían subastas. Se representaban en la iglesia y la persona que los compraba tenía vestuarios totalmente nuevos y distintos. Seguidores de Calderón fueron Zorrilla y Agustín Moreto.
La Prosa y el Teatro Europeo del Siglo XVII
La Prosa
La prosa narrativa fue desapareciendo en Europa por temas religiosos, didácticos y científicos. Estas fueron determinantes en el desarrollo de la prosa no narrativa. Este siglo estuvo marcado por la Contrarreforma (religioso), el absolutismo (político) y los descubrimientos (científico).
El Teatro
El teatro neoclásico francés tuvo figuras destacadas como Pierre Corneille, primer renovador de la tragedia clasicista (El Cid), y Jean Racine, máxima expresión del teatro neoclásico por la profundidad humana. La figura más importante fue Molière, con una sólida formación clásica y embarcado pronto en una compañía de cómicos, llegando a ser director y actor.