La prosa, poesía y teatro neoclásico en el siglo XVIII

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LA PROSA

La prosa didáctica se impone a la narrativa. La novela apenas tiene relevancia. Los ilustrados conciben la prosa como un vehículo de difusión de ideas. Los géneros didácticos más empleados son:

  • El ensayo, en el que se reflexiona sobre un tema a partir de observación y experiencia.
  • Género epistolar, que son composiciones literarias en prosa o en verso que tienen forma de carta.
  • Los libros de viajes.
  • La prensa.

POESÍA

En la segunda mitad del siglo, el panorama varía y conviven varios modos de hacer poesía:

  • La poesía neoclásica, que canta asuntos ejemplares de gran resonancia histórica, trata temas morales y filosóficos o exalta la ciencia, la filantropía…
  • La poesía anacreóntica, destinada a celebrar los placeres de la vida.
  • La poesía didáctica, que encuentran las fábulas el medio más afín a su propósito aleccionador e intención satírica.

TEATRO NEOCLASICO

Los ilustrados consideraban que el teatro era un medio idóneo para la educación de las masas y para la propaganda política. Se caracteriza por:

  • Respeto a las reglas clásicas: por un lado se propone un respeto riguroso de las unidades de lugar, tiempo y acción, y por otro una separación de géneros.
  • Verosimilitud: se persigue un teatro que deseche el derroche imaginativo barroco. Las acciones deben resultar creíbles.
  • Finalidad didáctica: el teatro neoclásico pretendía ser un vehículo de moralidad y decencia.

ROMANTICISMO

El romanticismo es un movimiento artístico y cultural que surge a finales del siglo XVIII. Los románticos sustituyen el culto al yo. El romanticismo llega de forma tardía a España entre 1834 y 1850.

CARACTERÍSTICAS:

La exaltación del yo se manifiesta mediante el individualismo y el subjetivismo. El autor expresa sus pasiones, sentimientos, fantasías, emociones, anhelos, etc.

El héroe se revela y lucha contra las normas y las leyes de su tiempo. Defiende la libertad individual, política, artística... El autor evada desde el presente refugiándose en el pasado histórico y legendario y en tierras lejanas; o se encara con la sociedad de su tiempo, exaltando los comportamientos antisociales. El conflicto entre la realidad y los ideales del hombre provoca un sentimiento de fracaso existencial (tristeza, soledad, frustración, muerte...). Se reivindican los valores genuinos de cada pueblo, recuperando tradiciones, costumbres, romances, leyendas...

La naturaleza se convierte en reflejo del estado de ánimo del poeta. Predominan los paisajes abruptos, lúgubres, tétricos, misteriosos y la presencia de elementos sobrenaturales.

El romanticismo rechaza los principios neoclásicos y toma como valores creativos la inspiración, la imaginación y la originalidad. La creación literaria está dirigida por el sentimiento, la fantasía y la libertad.

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