Proceso de Urbanización en el Siglo XIX

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Proceso de Urbanización (Siglo XIX):

La Ciudad Contemporánea:
La ciudad contemporánea española arranca fundamentalmente de la segunda mitad del siglo XIX, el fenómeno de la industrialización es muy desigual. Incluso en muchas ciudades pequeñas podemos encontrar ejemplos de desarrollo de una industria local que permiten hablar de un nuevo modelo de ciudad.
Algunas características de este tipo de ciudad son:
  • La producción de suelo urbano se convertiría en un negocio y un motor económico que se mantiene en la actualidad.
  • Aparición de fábricas e industrias en barrios obreros improvisados en los que la pobreza y las medidas higiénicas eran pésimas.
  • Provocó la preocupación por mejorar las condiciones de vida.
Los alineamientos era proyectos que establecían el ancho ideal que debería tener cada calle de la ciudad.
Dentro de esta preocupación por la higiene y la salud es la construcción de cementerios extramuros, hasta entonces la gente se enterraba en las iglesias y pequeños cementerios, dentro de la propia ciudad, que agravaba la situación sanitaria.
El derribo de las murallas, uno de los principales impactos en la percepción de muchas ciudades españolas. Al modernizarse el sistema fiscal, las murallas dejaron de tener función alguna, por lo que muchos ayuntamientos las derribaron.
La llegada del ferrocarril, los ferrocarriles no solo acercaron las ciudades entre sí, sino que organizaron importantes sectores extramuros debido a la gran necesidad de terreno que precisaban. La ubicación del ferrocarril generó nuevos barrios o modelación de otros antiguos. En muchas ciudades la estación se establece a cierta distancia de los centros históricos.
Se desarrollan nuevos hitos y espacios, hay que destacar: los edificios públicos, se modernizan, los bancos y compañías de seguros.
Los Ensanches:
En su etapa los ensanches surgen como el modelo de crecimiento de la ciudad de acuerdo con las nuevas ideas de la sociedad liberal: una ciudad nueva o ensanche planificado por los ayuntamientos, en la que imperase el orden, la regularidad y la higiene frente a la ciudad antigua, que se consideraba un muestra de todo lo contrario. Esta nueva ciudad estaba destinada a sustituir a la antigua, pues la población de esta se iría trasladando progresivamente al ensanche, atraída por la mejor calidad de vida que ofrecía.
Los primeros ayuntamientos en realizar planes de ensanche fueron en Barcelona con el Plan Cerda y en Madrid con el Plan Castro, pero todas las ciudades españolas llevaron a cabo los suyos, aunque más tarde y tomando como modelo el de las dos primeras ciudades.
Los principios básicos de los ensanches son:
  • Buscar la higiene y la calidad de vida, que se asociaban a infraestructuras y dotaciones.
  • Buscar la asociación de bello, útil e igualitario, que se encontró en la idea de plano geométrico, con manzanas de edificios cuadrangulares, uniformes, abiertas y ajardinadas, alineadas por una red viaria amplia y rectilínea, que en cada cruce perpendicular de sus calles daban lugar a plazas y glorietas.
  • Prever el futuro crecimiento de la ciudad.
Los ensanches encontraron una serie de problemas desde su nacimiento: el principal, la especulación. Esto tuvo dos consecuencias:
  • La modificación de los planes iniciales.
  • El mantenimiento de la segregación social del espacio urbano. La mayor parte de los habitantes de la ciudad no pudo acceder a esas nuevas viviendas, por lo que los ensanches no tardaron mucho en concluirse y la ciudad continuó reflejando los contrastes sociales.
En los años 50 cambió el modelo de ensanche, se abandonó la idea geométrica inicial y se pasó a un modelo de manzanas regulares edificadas en torno a bulevares, de los que partían calles adyacentes. Se edificaba con mayor altura, se abandonaba la idea de glorietas y plazas como lugares de encuentro ciudadano, pero se mantenía la idea de calidad.
En estos años, el CBD se expandió hacia los ensanches. En los años 70, los ensanches estaban prácticamente acabados y ocupados, y se optó por aplicar nuevas formas de planeamiento en la expansión urbana:
  • El modelo racionalista: de los altos bloques de viviendas con zonas ajardinadas en su entorno, una jerarquización de su viario y una zonificación de los barrios en áreas residenciales, espacios destinados a la producción y zonas de servicios. Los nuevos barrios que siguieron este modelo se edificaron en espacios contiguos a los antiguos ensanches, como una continuación.
  • Las urbanizaciones exclusivas: son viviendas unifamiliares, con una dotación de espacios verdes y de ocio. Se trataba de una transposición del modelo de norteamérica de barrio de calidad.

Las Periferias:

En la segunda mitad del siglo XIX aparece un nuevo espacio urbano: las periferias y los suburbios. Los motivos de este desarrollo fueron:
  • La incapacidad de los centros tradicionales y de los ensanches para dar respuesta a todas las demandas de suelo urbano.
  • La carestía que adquiere el suelo en los ensanches que provoca que muchas actividades industriales y asentamientos de vivienda obrera se localicen en espacios periféricos.
  • El atraso técnico y social.
Las periferias se caracterizan por ser espacios en los que se mezclan usos agrarios y usos urbanos:
  • La vivienda marginal o infravivienda: se encuentra en lugares poco vigilados y en los que se podía levantar una chabola sin problema alguno, solían ser lugares peligrosos y lejos de los servicios básicos.
  • La industria se desplaza a la periferia porque hay un menor control de vertidos y de emisiones, el suelo es más barato y están más próximas a los núcleos obreros.
  • Las ciudades jardín, áreas rodeadas de chalés rodeados de jardines, que suelen ser ocupadas por estratos sociales elevados y se levanta lejos de los barrios obreros e industriales.
  • Las viviendas de casas baratas, son viviendas modestas que también tenían en ocasiones pequeños jardines.

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