Procedimiento Quirúrgico para el Tratamiento del Pie Zambo y Dolor Abdominal Agudo en Niños

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Procedimiento Quirúrgico

No antes de los 3-4 meses de edad, sobre todo cuando no son reducibles. Después de la intervención, se inmovilizará con yeso el pie, que debe acabar por encima de la rodilla y cambiarse una vez por semana. A las 6-12 semanas se cambia el yeso por una férula de retención durante varios meses.

Pie Zambo Calcáneo Vago

Excesiva del pie, con abducción del antepie y talón en valgo. Se conoce como pie en mesedora y requiere tratamiento quirúrgico excepcional en neonatos.

Manifestaciones Clínicas

Tiene eversión y dorsiflexión del pie con desviación de los dedos hacia el interior.

Problemas Quirúrgicos Más Frecuentes

Dolor Abdominal Agudo

El dolor es un mecanismo protector del cuerpo y aparece siempre que un tejido esté lesionado. El dolor del niño es uno de los trastornos más difíciles de valorar y son frecuentes en la infancia y la adolescencia. En la actualidad, es la tercera causa de asistencia de urgencia en los menores de 7 años, y la primera entre los 7 y los 15. La percepción del dolor es distinta en función de la edad, la localización o de la presencia de síntomas asociados, como el vómito, la fiebre o la pérdida de peso.

Existen 2 tipos de fibras nerviosas que producen estímulos dolorosos en la zona abdominal:

  • Fibras nerviosas A: Transmiten el dolor agudo localizado en la piel y en el músculo.
  • Fibras nerviosas C: Transmiten un dolor difuso localizado en el peritoneo, las vísceras y el músculo.

Los impulsos dolorosos de la pared abdominal se difunden a través de las fibras nerviosas del tipo C, lo que da lugar a un dolor normalmente localizado e intenso. En el intestino, los estímulos dolorosos son provocados por la tensión, el estiramiento o la inflamación.

Dolor Abdominal Agudo en Niños en Edad Preescolar y Escolar

Los niños de edad preescolar y escolar sufren a menudo dolor abdominal agudo por alteraciones, como la peritonitis primaria, que se relaciona con una infección por Streptococcus pneumoniae. Las infecciones de vías respiratorias, como la amigdalitis, se manifiestan por una inflamación linfática que puede cursar con dolor abdominal de difícil localización. La neumonía también da lugar a dolor abdominal, fiebre y anorexia, así como dolor al deglutir.

Las infecciones por parásitos, como Giardia lamblia, provocan un dolor abdominal intenso que viene acompañado de abdomen voluminoso, diarrea, anorexia, prurito anal y mal estado general. La diabetes mellitus tipo 1, en su inicio, también puede dar lugar a dolor abdominal agudo, por los calambres de los músculos accesorios de la respiración.

Apendicitis

La apendicitis aguda es el proceso quirúrgico más frecuente en los niños menores de 2 años. El diagnóstico puede aplazarse ante la falta de verbalización del niño, lo que se confunde, a menudo, con otro tipo de alteraciones con sintomatología parecida. La apendicitis es la inflamación del apéndice vermiforme situado en el extremo distal del ciego. Su inflamación y obstrucción se debe a pequeños cuerpos extraños, partículas de heces e incluso células linfoides o restos de parásitos.

Manifestaciones

Los síntomas de la apendicitis aguda son similares a los de una gastroenteritis aguda y se manifiestan con dolor abdominal, vómitos inicialmente escasos, fiebre y anorexia. El dolor suele ser difuso y, pasadas unas horas, se localiza en el cuadrante inferior derecho. El dolor aumenta con el movimiento, al saltar, correr, inclinarse, toser y disminuye con el reposo y acostado con las rodillas flexionadas sobre el abdomen. Las deposiciones suelen ser normales, aunque puede existir estreñimiento o diarrea. En las constantes vitales se dan taquicardia y taquipnea. El niño suele mostrar irritabilidad, llanto e inquietud.

Evaluación Diagnóstica

La valoración física revela en la palpación dolor de defensa localizado y sensibilidad de rebote. Puede darse un signo positivo del obturador que refleja la inflamación de estos músculos. En las pruebas complementarias se refleja una leucocitosis de más de 10,000 leucocitos/mm³, con ausencia de eosinófilos. En la radiografía de abdomen se observa un apendicolito, asas centinelas y edema de la pared abdominal del lado derecho. La ecografía puede tener valor, si existe obstrucción intestinal. Si el apéndice es retrocecal, no hay defensa localizada, ni dolor de rebote e incluso cuando más pequeño es el niño, más difícil es de efectuar una evaluación diagnóstica. La perforación del apéndice es una complicación grave, aunque infrecuente, que se manifiesta por un descenso del dolor agudo, a continuación un dolor difuso abdominal, seguido de una contractura y una distensión abdominales y finalmente, síntomas de shock.

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