Potencias Europeas en el Siglo XIX: Auge, Conflictos y Transformaciones
La Inglaterra Victoriana
Durante el siglo XIX, el Reino Unido fue el primer país en experimentar la Revolución Industrial, que comenzó en la segunda mitad del siglo XVIII. La Segunda Revolución Industrial se extendió desde 1870 hasta 1914.
Una Potencia Económica y Territorial
El reinado de Victoria I, conocido como la Era Victoriana, fue un período en el que el Reino Unido alcanzó su máxima expansión territorial, consolidó su desarrollo industrial e instauró un sistema democrático. A diferencia de otras naciones europeas, no se vio afectado por las oleadas revolucionarias, y los avances políticos se produjeron en un marco de estabilidad institucional.
El desarrollo económico se vio afectado por una prolongada crisis desde 1873 hasta 1895, que impactó especialmente en la agricultura. Esto provocó un éxodo rural hacia las ciudades o hacia América. A pesar de ello, el potencial económico del Reino Unido no disminuyó. Aunque Alemania y Estados Unidos alcanzaron su nivel de desarrollo, el Reino Unido siguió siendo el principal centro financiero gracias al Banco de Inglaterra, la Bolsa de Londres y su potencia marítima y colonial.
La expansión imperialista estaba estrechamente ligada al comercio, las finanzas y el control de las rutas de navegación.
Apertura Política
Las reformas políticas se iniciaron en 1832 con la ampliación del sufragio censitario. Disraeli, ministro conservador, llevó a cabo una reforma electoral considerada la primera de carácter democrático. Consiguió acercar las masas al Estado e identificarlas con el trono y las instituciones del gobierno británico.
El triunfo liberal permitió la aplicación de reformas democráticas, entre ellas:
- Separación del Estado de la Iglesia Anglicana.
- Creación de una nueva escuela con libertad confesional, sin imposición de una religión. Se alcanzaron las tasas de analfabetismo más bajas.
- Nueva ley sindical, reforma de la justicia y una nueva ampliación del derecho electoral.
La Cuestión Irlandesa
Irlanda fue uno de los grandes problemas de la política británica hasta la guerra de independencia. La tensión aumentó debido a la crisis económica y la expulsión de miles de irlandeses de las tierras de propiedad de terratenientes ingleses, lo que radicalizó el movimiento nacionalista. La insurrección de 1916 llevó a la partición de la isla entre el norte, de mayoría protestante y fiel al Reino Unido, y el sur, de mayoría católica. La mayoría católica finalmente alcanzó la independencia en la década de 1920.
Francia: Del Segundo Imperio a la Tercera República
El Segundo Imperio
Luis Napoleón Bonaparte, sobrino de Napoleón I, accedió a la presidencia tras la revolución de 1848. Siguiendo los pasos de su tío, dio un golpe de Estado en 1851 y forzó su reelección. En 1852, se proclamó emperador con el nombre de Napoleón III, tras pedir una nueva constitución que le otorgaba plenos poderes.
Imperio Autoritario (1852-1860)
El gobierno persiguió a la oposición, instauró la censura de la prensa y controló las reuniones públicas. Consiguió el apoyo de la Iglesia Católica. Su forma de gobernar se conoce como bonapartismo.
El Imperio Liberal (1860-1870)
El emperador perdió parte de sus apoyos, sobre todo de los católicos. Por ello, implementó las siguientes medidas:
- Amnistía para condenados por delitos políticos; muchos exiliados regresaron a Francia.
- Reformas legislativas que otorgaban mayor poder a las cámaras representativas.
- Libertad para la prensa.
- Reformas educativas, destacando la enseñanza pública para los jóvenes.
- Concesión a los obreros del derecho a huelga, la libertad de asociación y la participación en la Primera Internacional.
Este período proporcionó estabilidad política y crecimiento económico. Se consolidó el capitalismo, y la burguesía se convirtió en la clase social dominante. París transformó su aspecto, derribando gran parte de la ciudad medieval y moderna para realizar un ensanche en cuadrícula con grandes avenidas como los Campos Elíseos. Se convirtió en la capital de Europa y en un ejemplo de ciudad moderna.
La Francia de la Tercera República
La derrota francesa ante Prusia en la batalla de Sedán precipitó la proclamación de la República pocos días después y la abdicación de Napoleón III. En marzo estalló la revuelta de la Comuna de París, impulsada por los republicanos radicales. El gobierno provisional ordenó la intervención del ejército, que causó casi 5000 muertos durante la Semana Sangrienta.
La República Conservadora (1871-1879)
Tras un período de colaboración entre republicanos y monárquicos, Thiers trató de afianzar el nuevo régimen. Este afianzamiento se logró a través de una serie de medidas que dieron lugar a la constitución de la Tercera República.
La República “de los Republicanos” (1880-1914)
El triunfo en las elecciones de 1880 abrió la puerta a nuevas reformas de carácter republicano y democrático. Se declaró la enseñanza estatal laica, considerada un instrumento de formación del espíritu republicano. Destacó Jules Ferry, ministro de Instrucción Pública y presidente del gobierno.
La República se consolidó, triunfó la expansión imperialista y se elaboró una avanzada legislación social. Un oficial judío, Dreyfus, fue acusado de traición con pruebas falsas y condenado. Este asunto dividió a la opinión pública y contribuyó al fortalecimiento de la República y de la izquierda, que apoyó al oficial.
El II Reich Alemán
En 1871 se creó el II Reich alemán, favorecido por la unificación de Alemania en torno a Prusia. Guillermo I fue proclamado emperador alemán.
Expansión Económica y Organización Política
La unión aduanera y el desarrollo industrial y ferroviario fueron las bases de la potencia económica del país. Se creó un mercado nacional, la unificación monetaria, el marco y el Banco Imperial. La política ferroviaria fue importante, y Bismarck nacionalizó la mayor parte de la red. La economía experimentó un gran crecimiento en las industrias textil y siderúrgica, la minería y los transportes. Alemania se convirtió en la mayor potencia industrial de Europa a fines del siglo XIX.
El sistema político alemán concedía grandes poderes al emperador. Se basaba en cuatro grupos políticos:
- Liberales
- Conservadores
- Socialdemócratas
- El Zentrum (partido católico)
Bismarck, Canciller del Reich (1871-1890)
Bismarck fue canciller del Reich desde 1871 hasta su dimisión en 1890. Su política se centraba en la seguridad y estaba marcada por un espíritu de revanchismo hacia Francia. La primera batalla interna fue contra la Iglesia Católica. Bismarck implantó la separación Iglesia-Estado, la enseñanza pública y el control estatal sobre el clero, aunque en 1887 se abolieron estas medidas.
Bismarck tuvo dificultades al no apoyar la política colonial. Tras la muerte de Guillermo I, el nuevo emperador, Guillermo II, no sintonizó con el canciller, lo que llevó a la dimisión de Bismarck.
La Alemania de Guillermo II (1890-1914)
Con la marcha de Bismarck, la política sufrió cambios notables. Guillermo II, en política exterior, mostraba gran interés por la expansión imperialista, el desarrollo de la marina y el ejército. En política interior, su objetivo era asumir más poder.
Los Imperios Plurinacionales
Las grandes potencias del último tercio del siglo XIX se completaban con el Imperio Austrohúngaro, el Imperio Ruso y el Imperio Turco Otomano. Estos tenían en común su expansión territorial y su diversidad étnica, cultural y religiosa.
El Imperio Austrohúngaro
Reunía los territorios que desde el siglo XVI habían estado bajo la dinastía de los Habsburgo. El rasgo fundamental de este imperio era su enorme diversidad étnica, cultural y religiosa, que lo hizo inviable a largo plazo. Los movimientos independentistas y nacionalistas fueron una amenaza constante para su supervivencia.
Este imperio tenía dos grandes centros: Austria, de cultura alemana, y Hungría, de cultura magiar. El imperio estuvo gobernado por Francisco José I, quien trató de aplicar una política de centralismo y absolutismo germánico. Esto provocó un enfrentamiento entre húngaros y austriacos que amenazaba con la división del imperio. Se acordó un compromiso que dividió el imperio en dos reinos:
- Austria, con predominio de la población alemana.
- Hungría, con mayoría de población magiar.
Desde entonces, la “monarquía dual” compartía la figura del emperador y los ministerios de Guerra, Asuntos Exteriores y Finanzas. La firma de este compromiso solucionó el problema húngaro, pero no el de las restantes nacionalidades. La falta de soluciones al problema de los Balcanes fue motivo de la llamada “Cuestión de Oriente” o balcánica.
El Imperio Ruso
Este fue el imperio que experimentó menos cambios durante el siglo XIX. Se asemejaba a una monarquía absoluta. Su extensión territorial aumentó tras el Congreso de Viena en tres direcciones: hacia Extremo Oriente, hacia el sur y hacia el oeste.
La diversidad étnica era muy variada, con predominio de los eslavos (80%). Otras etnias importantes eran la caucásica y la amarilla. También había bálticos, una comunidad judía y otra alemana muy dispersas.
La política interna de los zares se basaba en la monarquía absoluta, lo que no evitó la creciente oposición al absolutismo.
Alejandro II
Su reinado estuvo condicionado por la Guerra de Crimea, en la que Rusia fue derrotada. Esto dio lugar a reformas sociales. La primera fue la abolición de la servidumbre. Se inició una tímida industrialización y se construyó la red de ferrocarriles. Se intensificó la represión de los movimientos de oposición al zarismo, pero, a pesar de ello, los grupos terroristas lograron asesinar al zar en un atentado.
Alejandro III
Fue muy conservador, pero potenció el desarrollo económico. Hizo una reforma fiscal y captó capital europeo. La industrialización se impulsó con sectores como el minero-metalúrgico, el petrolero, la industria textil y el ferrocarril, con la construcción del Transiberiano como mejor ejemplo. Este desarrollo se acompañó del control de la enseñanza y la cultura, la rusificación de los territorios fronterizos y la persecución de todo tipo de oposición.
Nicolás II
Continuó la labor represiva de su padre y la política de rusificación con la ayuda de la Iglesia Ortodoxa y la escuela. Esta política agitó el descontento. El zar apoyó la expansión imperialista hacia la zona oriental, lo que le llevó a la guerra con Japón, de la que salió derrotado.
El Imperio Turco
Su territorio abarcaba la península de Anatolia, de población turca; los Balcanes, y se extendía a Oriente Medio, aunque en muchos casos era un dominio más teórico que real. El soberano del Imperio Turco recibía los títulos de “sultán” y “califa”. Las leyes del Islam eran la base de la legislación. Se trataba de un Estado teocrático.
Los Jóvenes Turcos dieron un golpe de Estado para instaurar un gobierno de estilo liberal occidental. Tras la revolución, el nuevo sultán, Abdul Hamid, volvió a concentrar todos los poderes.
La escasez de recursos económicos, la dependencia financiera del Reino Unido y Francia, y los problemas exteriores debilitaron el imperio. La Sociedad para el Congreso y la Unión, junto a los Jóvenes Turcos y parte del ejército, dieron un golpe de Estado que obligó al sultán a convocar elecciones.
La suspensión de nuevo de la constitución desencadenó la revolución de los Jóvenes Turcos, que acabó con la destitución del sultán y el nombramiento de Mehmet V Resad, quien llevó a cabo una serie de reformas.
Las Relaciones Internacionales
Desde la guerra franco-prusiana hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914), se desarrolló un pulso entre las grandes potencias por la hegemonía en Europa.
La Europa de Bismarck (1870-1890)
La “era bismarckiana” fue la etapa en la que el canciller Bismarck impuso los intereses de la política alemana al resto de los países del continente. Esta hegemonía se vio favorecida por el poder económico de Alemania, que otorgó a este país el suficiente peso como para poner en práctica nuevas alianzas.
Los objetivos de la política del canciller Bismarck fueron tres:
- Mantener a Francia en un aislamiento diplomático.
- Mediar entre Rusia y Austria-Hungría.
- Desarrollar una política de rearme bélico.
Los Sistemas Bismarckianos
La política exterior se plasmó en tres sistemas o fases de un sistema de alianzas. El objetivo principal era mantener la paz y aislar a Francia. Pero el resultado fue la formación de dos bloques: la Triple Alianza (Alemania, Austria e Italia) y el bloque franco-ruso, origen de la Triple Entente.
La Preponderancia Alemana: Primer Sistema Bismarckiano (1871-1879)
Se firmaron dos acuerdos en 1873: el acuerdo germano-ruso y el acuerdo austro-ruso. Con ellos se apaciguaban las pretensiones rusas y austriacas.
La Plenitud del Sistema Bismarckiano o Segundo Sistema (1879-1885)
En 1879 se firmó la Dúplice Alianza entre Alemania y Austria. En 1882 se creó la Triple Alianza, basada en el respeto al statu quo en los Balcanes. Al mismo tiempo, las principales potencias llevaron a cabo un rearme intenso. Por eso, se denomina Paz Armada a la época que va desde 1879 hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.
La Formación de los Dos Bloques
La política exterior del Reich experimentó un gran cambio con la llegada de Guillermo II al trono. Intentó conseguir territorios extraeuropeos para formar un imperio colonial alemán. A la vez, Guillermo II deseaba que Alemania continuara siendo una potencia en Europa.
Las relaciones internacionales entre las potencias europeas se deterioraron y se intensificó la carrera armamentista. Poco a poco, los países europeos se fueron dividiendo en dos bloques que terminaron enfrentándose en la Primera Guerra Mundial:
- Triple Alianza: Alemania, Austria e Italia (Italia abandonó este bloque posteriormente).
- Triple Entente: Rusia, Gran Bretaña y Francia.