Poetas de la Generación del 27: Características, Etapas y Autores

La Generación del 27: Un Grupo de Poetas Emblemáticos

Contexto y Origen

La Generación del 27 fue un grupo de poetas españoles que desarrollaron la parte más importante de su producción literaria entre 1918, inicio de las Vanguardias, y 1936. Aunque este grupo tuvo diversas denominaciones, se les conoce comúnmente como "Generación del 27". La fotografía del homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla en 1927 se convirtió en un símbolo, y de ella reciben el nombre. En dicha fotografía aparecen figuras como Rafael Alberti, Federico García Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. En 1945, Pedro Salinas añadió a Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. Más que una generación, se puede considerar que se trataba de un grupo de poetas dentro de una generación histórica a la que también pertenecían otros autores como León Felipe, Rosa Chacel y Max Aub.

La Vida del Grupo

Existieron una serie de contactos personales que pronto fraguaron en una amistad duradera entre los miembros del grupo:

• La Residencia de Estudiantes: Lugar de encuentro donde vivían algunos y acudían todos, atraídos por sus actividades culturales.
• Centro de Estudios Históricos: Institución donde varios de ellos trabajaban.
• Entre los actos comunes, destacan los organizados para el centenario de Góngora en 1927.
• Todos colaboraron en las revistas más importantes del momento: La Revista de Occidente, La Gaceta Literaria, Meseta de Valladolid, entre otras.

Características de los Poetas del 27

A pesar de que cada poeta tenía un estilo personal, se pueden señalar características comunes:

• Entusiasmo por Góngora: Veían en Góngora la creación poética autónoma, una especie de precursor de la poesía pura. La poesía gongorina daba importancia a la metáfora y la imagen, similar a la de creacionistas y ultraístas. Revalorizaron las formas métricas tradicionales (sonetos clásicos, décimas) y admiraron su ingenio y rasgo conceptista.
• La poesía pura como ideal poético: Influencia notable en todos ellos. Se manifiesta el esfuerzo de depuración formal, la supresión de la anécdota, la búsqueda de la precisión expresiva, la eliminación de todo patetismo y la tendencia a la intelectualización. La influencia de Juan Ramón Jiménez fue muy importante.
• Neopopularismo: Algunos poetas del 27, como Lorca, manifestaron su afición al folclore y la poesía tradicional: sus formas y ritmos (romances, villancicos, estribillos) y sus recursos estilísticos (paralelismos). También admiraron e influyeron en ellos el Romancero viejo y los cancioneros tradicionales.
• Vanguardia: La importancia de las vanguardias fue decisiva. El talante del grupo en sus comienzos era típicamente vanguardista: una de las características básicas de esta poesía es la utilización de imágenes y metáforas como formas inusitadas de percibir y representar el mundo.
• Equilibrio entre tradición y renovación: Los elementos vanguardistas se integraron en una concepción de la poesía que buscaba el equilibrio entre tradición y vanguardia. Así, en la métrica, el innovador verso libre convivió sin dificultad con las estrofas más clásicas. Asombra cómo la asimilación de formas anteriores y su respeto por la tradición no contradicen su inmensa labor en la renovación de la lírica española.
• Rehumanización de sus versos: Con el paso del tiempo, dieron entrada en sus versos a temas profundamente humanos. El surrealismo, con su carga humanizadora, ejerció una profunda influencia en todos ellos. Pese a sus orígenes, supieron acoger en su poesía las impurezas de la pasión, la angustia, la crítica y la denuncia de las situaciones que les rodeaban.
• Innovaciones métricas: Junto a formas clásicas, los poetas del grupo desarrollaron ampliamente el verso libre o el versículo. La métrica clásica se basaba en la reiteración de elementos fónicos. El verso libre se basa en la reiteración, no ya de elementos fónicos, sino de ideas, de palabras, de estructuras sintácticas.

Etapas de la Generación del 27

Se distinguen tres momentos diferentes en la evolución de su poesía:

• Primera etapa (hasta 1927, aproximadamente): Su poesía se inicia con tonos becquerianos y posmodernistas. Pronto, Juan Ramón Jiménez los orienta hacia la poesía pura, siendo la metáfora el gran instrumento de este arte. Se desemboca en el fervor por Góngora, quien tres siglos atrás ya se había propuesto hallar un lenguaje especial para la poesía. Es una época de tanteos en busca de un estilo poético propio.
• Segunda etapa (de 1927 a la Guerra Civil): Comienza a notarse cierto cansancio del puro formalismo y se inicia el proceso de rehumanización. Esto coincide con la irrupción del surrealismo, también radicalmente opuesto a la poesía pura. Pasan a primer término los más profundos sentimientos humanos: el amor, el ansia de plenitud, las frustraciones, las inquietudes existenciales o sociales. Con el surrealismo se inicia un proceso de rehumanización, se alejan de la poesía pura e inician una preocupación por el mundo contemporáneo. Los tiempos traían nuevas inquietudes. Durante la Guerra Civil, la mayoría defiende la causa republicana y algunos ponen su pluma al servicio de la República.
• Tercera etapa (después de la Guerra Civil, la diáspora): El final de la Guerra Civil supone la dispersión de estos poetas y, con ello, el final del grupo del 27 como tal. Lorca fue asesinado y la mayoría marchan al exilio, salvo Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre. Los supervivientes seguirán cada uno su propio camino poético. La nota dominante en ellos será la nostalgia de la patria perdida.

Principales Autores y Obras

• Pedro Salinas: Poética sencilla, prefiere los versos cortos sin rima. Obras destacadas: La voz a ti debida y Razón de amor.
• Jorge Guillén: Máximo representante de la poesía pura, aunque él se declaraba partidario de una poesía compleja y compuesta. Obras destacadas: Cántico y Clamor.
• Gerardo Diego: Poesía de gran variedad de temas, tonos y estilos. Dos direcciones: la poesía de vanguardia (Imagen y Manual de espumas) y la poesía clásica y tradicional (Versos divinos).
• Dámaso Alonso: Sus primeros libros poéticos (Poemillas de la ciudad, 1921) se enmarcan dentro de la poesía pura. En 1944, tras la Guerra Civil, escribe Hijos de la ira.
• Vicente Aleixandre: Visión radicalmente pesimista del hombre, aspiración profunda por volver a la naturaleza, fundirse con la tierra. Poeta cercano al surrealismo, sobre todo desde Espadas como labios y La destrucción o el amor, Sombra del paraíso.
• Rafael Alberti: Poesía con enorme variedad de temas, tonos y estilos. Alterna la poesía pura, lo tradicional, lo barroco, la vanguardia, el surrealismo y la conciencia política. Obras destacadas: Marinero en tierra, Cal y canto.
• Luis Cernuda: Su centro temático es un doloroso divorcio entre su anhelo de realización personal y los límites impuestos por el mundo que lo rodea. Temas dominantes son la soledad, la añoranza, el ansia de belleza perfecta y el amor. Obra destacada: La realidad y el deseo.
• Emilio Prados: Cercano a Juan Ramón Jiménez y la poesía popular (Cuerpo perseguido), surrealista (La voz cautiva).
• Manuel Altolaguirre: Obra poética cálida, cordial, transparente, con gracia andaluza. Canta al amor, la soledad o la muerte con tonos románticos. Obras destacadas: Soledades juntas, Fin de un amor.

Federico García Lorca: Poesía y Estilo

Poética y Estilo

La actitud de Federico García Lorca ante la creación poética es rigurosísima. Para él, la poesía es mezcla de inspiración y trabajo. En su poesía conviven la pasión y la perfección, lo humano y lo estéticamente puro. Lo popular y lo culto aparecen siempre perfectamente mezclados. Sus temas principales son el amor, la muerte y el sufrimiento, de los que con frecuencia habla mediante símbolos: la luna representa la muerte y la vida, el caballero el erotismo. El impulso sexual se presenta como algo irrefrenable, elemento que une amor y muerte. Muestra solidaridad hacia los oprimidos. El destino trágico y la idea de la muerte presiden toda su obra. La metáfora es la figura que predomina en su poesía.

Trayectoria Poética de Lorca

En 1921 publica Libro de poemas, donde se advierten el desencanto, la desilusión y los temas centrales de su obra posterior (frustración, amor, muerte). Se observa la impronta modernista (versos dodecasílabos) y la neopopularista (romances, canciones). Entre 1921 y 1924 compuso varios libros publicados más tarde, como Poema del cante jondo (1931), que muestra su relación con la música como inspiración. Pretende consumar la estilización creativa del arte popular y hacerla compatible con lo vanguardista. Los temas del cante jondo son el amor y la muerte, en el ambiente de una Andalucía trágica. Se expresa con versos cortos, asonantes o sin rima, en los que el ritmo popular y la intensa musicalidad acentúan la gravedad y la densidad dramática.

Entre 1924 y 1927 escribió Romancero gitano, obra cumbre de su poesía. En él aparecen la tradición más culta, la audacia vanguardista y los ritmos y técnicas poéticas más populares. Refleja la angustia ante una realidad que parece haber sido hostil a las fuerzas de la vida. Historia y mito se unen. Este mundo mítico logra especial fuerza expresiva por el uso de diversos símbolos (luna, agua, caballo, flores) relacionados con el amor, la vida y la pasión.

Los poemas que Lorca compuso en Estados Unidos entre 1929 y 1930 fueron editados por José Bergamín en México en 1940 con el título de Poeta en Nueva York. Lorca había proyectado que estos textos dieran lugar a dos libros distintos: Poeta en Nueva York y Tierra y luna. En Poeta en Nueva York hace una profunda crítica a la deshumanización, la pobreza y la insolidaridad. El poeta encuentra en los débiles y en los desposeídos de la sociedad contemporánea al ser con el que identificarse. Abandona elementos característicos de su poesía anterior (folclorismos, popularismo) y busca nuevos cauces expresivos en el verso libre. Nueva York se convierte en estos versos en un conjunto de esquinas, aristas y escaleras, símbolo del sufrimiento. La influencia del movimiento surrealista se advierte también en la desinhibición erótica y en la utilización de imágenes visionarias y metáforas audaces.

Durante los años treinta, Lorca se centró preferentemente en el teatro, pero siguió escribiendo poemas. Los Seis poemas galegos (1935), escritos en lengua gallega, buscan inspiración precisamente en esa tradición literaria. La forma clásica del soneto es la utilizada en los Sonetos del amor oscuro para expresar su personal experiencia amorosa. Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935) plasma con acierto la desolación del poeta por la muerte del torero amigo.

Análisis de "Prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla"

"Prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla" pertenece a Romancero gitano. García Lorca narra líricamente en este romance la detención de Antonio Torres Heredia a cargo de la Guardia Civil por robar limones cuando se dirigía a Sevilla el día de Nochebuena para presenciar una corrida de toros. En los versos iniciales, García Lorca traza un sugestivo retrato del Camborio, dotado de belleza natural: el color aceitunado de su tez resplandece por el brillo de la luna (verso 5); negro azulado es el color de su brillante y rizado cabello, que le cae sobre la frente (versos 7 y 8); y su carácter es jactancioso (versos 10-12). Pero según avanza el poema, García Lorca presenta el contraste entre la genuina raza gitana y la cobardía del Camborio, que se ha dejado prender por cinco guardias civiles sin haberles hecho frente (versos 29-38). El poema es un romance en el que se condensan todas las características propias del romancero castellano medieval: versos octosílabos, con una única rima asonante en los pares (ó-o), adjetivación reprimida, aposiciones que ejercen una función análoga a la de los epítetos épicos, constantes repeticiones y paralelismos, y exactas referencias temporales y locales para situar las acciones narradas.

Análisis de "Aurora"

"Aurora" pertenece a Poeta en Nueva York. El poema se puede dividir en tres partes principales: en los versos 1-8 se da una descripción del amanecer en Nueva York, pero la imagen que pinta no es realista, sino llena de símbolos y metáforas. La segunda parte (versos 9-16) nos habla de los habitantes de la ciudad. La aurora llega, pero nadie se da cuenta en el mundo urbano caótico. Hay niños que son devorados por enjambres de monedas y gente desilusionada, sabiendo que viven en un mundo lejos del paraíso, un mundo donde no hay amor ni esperanza. La última parte (versos 16-20) es como una conclusión. Se habla otra vez de la luz de la aurora, que no se puede oponer a las cadenas y ruidos de la ciudad. Por otro lado, hay gente que parecen náufragos vacilando por los barrios.