Poesía y teatro en la España de los años 50
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Poesía años 50
Poesía neoclásica: Las revistas fundamentales de la corriente neoclásica fueron 'Escorial' y 'Garcilaso'. Entre sus autores cabe citar los siguientes:
- Luis Rosales: su producción de posguerra estuvo marcada por la temática religiosa ('La casa encendida').
- Leopoldo Panero: poesía caracterizada por el intimismo y la recurrencia a las ideas de tierra, dios y familia, y el paso del tiempo.
- Luis Felipe Vivanco: en su obra, la naturaleza adquiere un valor trascendente. Además, adquiere la poesía religiosa, también temas como familia y la vida cotidiana.
- Dionisio Ridruejo: en sus inicios fue representante de la tendencia formalista y neoclásica pero evolucionó hacia una poesía intimista, cotidiana y familiar.
- José García Nieto: pasó de una etapa clasicista a un neorromanticismo.
Poesía existencialista: A comienzos de los años cuarenta aparecieron textos de jóvenes poetas que rechazaban la estética neoclásica. Surgieron las revistas Proel y Corcel. En 1944 se publican dos obras fundamentales: 'Hijos de la ira' y 'Sombra del paraíso' de Vicente Aleixandre.
Poesía vanguardista: Positivismo: Esta corriente tuvo dos órganos de expresión: las revistas Positivismo y La Cerbatana. En ellas se reivindicaba una poesía imaginativa. La poesía postista busca la sorpresa por medio de la ruptura de la lógica, humor, un lenguaje lúdico e imágenes irracionales. Grupo Cántico: Aunaron la imagen vanguardista y la poesía de la experiencia. El grupo adoptó una postura estetizante, caracterizada por el barroquismo y el refinamiento formal, el culturalismo y el vitalismo del tema amoroso. La tendencia surrealista: Esta presente en las obras de Camilo José Cela ('Pisando la dudosa luz del día'). En estas obras predominan la desolación ante la realidad y la muerte.
Valle-Inclán: En su trayectoria dramática se observa una constante voluntad de renovación formal y temática y una pretensión de romper con el teatro de su época. Valle evolucionó hasta su creación máxima, el esperpento.
Inicios dramáticos: Dramas decadentistas: Valle incorporó personajes con lenguaje y actitudes realistas. En sus primeras obras dramatiza el tema decimonónico del adulterio. 'Marqués de Bradomín' y 'El yermo de las almas'.
Dramas de ambiente galaico: Todas las obras de este grupo están relacionadas por sus temas, personajes, atmósferas y significado. Los conflictos se centran en la lujuria, la soberbia, la crueldad, el sacrilegio, la magia, pecado y despotismo. 'Comedias bárbaras' y 'Divinas palabras'.
Las farsas: Valle-Inclán es autor de cuatro farsas. En estas obras, introduce personajes de la farándula, el uso de disfraces y el teatro dentro del teatro buscando la ruptura del efecto de realidad escénica. 'La marquesa Rosalinda', 'La cabeza del dragón', 'La enamorada del rey' y 'La reina castiza'.
El esperpento