La poesía social y sus diferentes corrientes en España

Poesía social

En 1955, se publican dos libros que marcan la nueva poesía: Pido la paz y la palabra, de Blas de Otero, y Cantos íberos, de Gabriel Celaya. Ambas obras abandonan el tono existencial y proponen una lírica que sea testimonio de la realidad, que recoja los problemas del ser humano en su entorno.

El estilo es sencillo, cercano al lenguaje coloquial, a veces prosaico y muy expresivo, y pretende llegar a la inmensa mayoría. El lenguaje se supedita al contenido, que es el eje del poema. El auge de la poesía social se produjo entre 1955 y 1960, época de enorme difusión. Los tres poetas más destacados son:

• Blas de Otero: sus versos pasan de ser típicos de la poesía arraigada como Cántico espiritual a ser los más característicos de la denominada poesía desarraigada, que se centra en la búsqueda de Dios, del amor y la existencia humana (Ángel fieramente humano). El “yo” cambia al “nosotros”, lo que significa el descubrimiento de la solidaridad humana.
• Gabriel Celaya: De esta etapa, destacan Las cartas boca arriba: conjunto de epístolas poéticas de claro contenido social; Cantos íberos, donde es notorio el tono beligerante, de incitación y arenga, de muchos poemas.
• José Hierro: la suya es una poesía social al uso, utiliza mecanismos superadores de un realismo que por entonces amordazaba a la poesía española. A finales de los 90 publica Cuaderno de Nueva York, considerada esta última una obra maestra contemporánea.

La década de los sesenta

Comparten unas características que los diferencian de los poetas sociales: aunque tienen una visión crítica de la realidad y una actitud humanista, no se manifiesta de forma desgarrada o patética, sino con actitud distanciada, irónica y, en algunas ocasiones, escéptica. Aunque sin abandonar el tema social, predominan temas de experiencia personal, temas intimistas, como el amor, la soledad, la amistad, los recuerdos. En cuanto a la forma, buscan un mayor cuidado del lenguaje.

Autores destacados:

• Ángel González: análisis de la sociedad mediante la ironía (Palabra sobre palabra).
• José Ángel Valente: intenta descubrir mediante la poesía la vida. Su poesía a veces es muy reflexiva y muy importante lo que no se dice en su poesía, “poesía del silencio”.
• Claudio Rodríguez: Don de la ebriedad. En su poesía se mezclan el surrealismo de las imágenes, el clasicismo formal y el sentido humanista en la contemplación de las cosas cotidianas.
• Francisco Brines: influenciado por el 27 y su temática amorosa (El otoño de las rosas).
• José Manuel Caballero Bonald: utiliza el humor y cuida el léxico, lenguaje barroco y cuidado (Las horas muertas).

De la escuela de Barcelona destacan:

• Jaime Gil de Biedma: su poesía intenta desvelar la doble moral de la sociedad burguesa, su ironía ante la sociedad (Compañeros de viaje).
• José Agustín Goytisolo: son poesías muy intimistas (Palabras para Julia).

Los Novísimos

En 1970 se publica una antología “Nuevo Novísimos Poetas Españoles”: Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Leopoldo María Panero, Manuel Vázquez Montalbán. Características del grupo: la renovación de estilo, experimentan con nuevas formas expresivas vanguardistas, sobre todo surrealistas. Rompen con lo anterior. Son escritores con amplio bagaje cultural. Combinan temas intimistas (amor, erotismo, infancia) con temas sociales o políticos (guerra de Vietnam). Tocan la metapoesía, el tema es la misma poesía, la poesía como valor absoluto en sí misma.

La poesía de 1980 a finales del siglo XX

Todo vale, eclecticismo, aceptan las generaciones anteriores. Hay multitud de tendencias:

• Vanguardismo experimental: Destacan Félix Grande.
• Culturalismo clasicista o barroco: se centran en aquello que es especialmente artístico: Luis Alberto de Cuenca, Luis Antonio de Villena.
• Poesía intimista: destacan Antonio Colinas, Julio Llamazares.
• Poesía de la experiencia: expresa de forma realista sucesos cotidianos, vivencias del propio poeta, lo que siente como una forma de contar lo que cualquier hombre siente alguna vez. Sus grandes maestros serán A. Machado y los autores de la Generación del 50. Esta corriente está representada por Luis García Montero, Andrés Trapiello, Benjamín Prado.