Poesía Española: Evolución y Tendencias (1940-1970)
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1. La poesía de los años cuarenta
La Guerra Civil Española (1936-1939) supuso una ruptura en la poesía. Así, la Generación del 36 nace escindida en dos grupos opuestos:
- Poesía arraigada: formada por Luis Felipe Vivanco (El descampado), Leopoldo Panero (Canto personal), Luis Rosales (La casa encendida) y Dionisio Ridruejo (Elegías). Comparten un hondo sentimiento religioso y quieren olvidar la guerra. Temas como Dios, la naturaleza, el amor, la familia o el paisaje. Publican en las revistas Escorial y Garcilaso.
- Poesía desarraigada: en 1944 surgió un movimiento opuesto al anterior. La publicación de Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y de Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre, así como la aparición de la revista poética Espadaña, fueron tres aldabonazos en la conciencia poética de nuestro país. Estos autores no están conformes con el mundo que les rodea, y lo gritan a los cuatro vientos. Se enfrentan a los autores de Garcilaso por medio de una poesía comprometida y directa, en la que lo importante es el contenido y no la forma. Autores: Victoriano Crémer y Eugenio de Nora.
2. La poesía del exilio
A causa de la Guerra Civil, un gran número de autores españoles se vieron obligados a salir de España. El fin de la Guerra Civil Española (1939) marcó el comienzo de una nueva etapa: Los poetas afines al Régimen de Franco elevaron su voz para cantar a la naturaleza, a la familia y a la religión, olvidando la terrible realidad social. Esta tendencia poética subsistió hasta 1944, donde encontramos: Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre, e Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, que reclamaban una mayor atención a la miseria moral y física que estaba atravesando España.
3. La poesía social de los años cincuenta
Se trata de una poesía rehumanizada que sirve como instrumento de denuncia y de compromiso social. El lenguaje sencillo, temas: las preocupaciones de la gente de la calle y lo más importante, el contenido. Emplean el verso libre y el versículo. Influencias de Antonio Machado y, sobre todo, de Miguel Hernández.
- Gabriel Celaya: Vasco de nacimiento, su verdadero nombre era Rafael Múgica. Mantuvo contactos con los autores del 27, junto a los cuales entró en contacto con el surrealismo. Antes de la Guerra Civil publicó Marea de silencio (1935) y La soledad cerrada (1936). Tras la Guerra, su poesía se vuelca en la preocupación social. Sus obras principales son Tranquilamente hablando (1947), Las cosas como son (1949) y Cantos iberos (1955).
- Blas de Otero: Muy preocupado por la realidad social de España. Temas: el sentido de la vida, la función de Dios en el mundo, sus recuerdos de la Guerra y las consecuencias de la posguerra. Poesía existencialista. Lenguaje sencillo, abundan aliteraciones, paralelismos, los juegos de palabras o las expresiones coloquiales. Cántico espiritual (1942), Ángel fieramente humano (1950) y Redoble de conciencia (1951). La principal de sus obras es Pido la paz y la palabra (1955).
- Rafael Morales: Sus publicaciones principales son Poemas del toro (1943), El corazón y la tierra (1946), Los desterrados (1947), Canción sobre el asfalto (1954) y La máscara y los dientes (1958). En 1954 recibió el Premio Nacional de Literatura.
- José Hierro: Aunque nace en Madrid, con sólo dos años su familia se traslada a Santander, donde le sorprende la Guerra Civil Española. Escribe su primer poema: “Una bala le ha matado”. Expresión sencilla, seca, directa. Se preocupa por la realidad que le rodea y pretende que sus poemas sean claros y perfectamente comprensibles. Permanece en prisión entre 1939 y 1944. En 1947 publica Tierra sin nosotros y Alegría. En 1952 se traslada a Madrid: Quinta del 42 (1952), Cuanto sé de mí (1957), Libro de las alucinaciones (1964) y Cuadernos de Nueva York (1998). Ha recibido numerosísimos premios.
4. La poesía de los años sesenta
La poesía social de los cincuenta, como hemos visto, extiende su influencia a través de los años sesenta, e incluyen temas humanos de toda índole. Nacidos entre 1925 y 1938, conocieron la Guerra Civil.
- Ángel González: El tema del amor como uno de los predominantes. Áspero mundo (1955) poesía existencialista. En 1961 publica Sin esperanza, con convencimiento, recuerdos de la Guerra Civil e introduce la ironía. Palabra sobre palabra (1965) poemario amoroso. En 1967 preocupaciones sociales con Tratado de urbanismo. Su última gran obra es Prosemas o menos (1985). En 1985 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y desde 1996 es miembro de la Real Academia Española.
- José Manuel Caballero Bonald: Introduce en su poesía su propia biografía. Las adivinaciones (1952) confesión personal y comprometida. Vivir para contarlo (1969) testamento personal de Caballero Bonald. Descrédito del héroe (1977) y Laberinto de fortuna (1984) son dos de sus mejores obras. Utiliza un lenguaje barroco y muy cuidado.
- José Agustín Goytisolo: Vive la Guerra Civil siendo un niño. En 1938 presencia la muerte de su madre. Temas sociales, realistas, el amor, la sociedad y la política, con ironía y sarcasmo. Obras: El retorno (1955) y Salmos al viento (1958). Claridad (1961). Algo sucede (1968). Palabras para Julia y otras canciones (1980).
- Jaime Gil de Biedma: Poesía sincera y honesta, cercana a las preocupaciones cotidianas. Lenguaje coloquial y cotidiano. Poesía clara y fina ironía. Según sentencia del tiempo, Compañeros de viaje. Su intensidad lírica va aumentando. Moralidades influencia de Cernuda. Poco a poco se decanta por temas como el amor y el paso del tiempo. Las personas del verbo. Lucha por los derechos de los homosexuales hasta su muerte, en 1990, a causa del sida.
- José Ángel Valente: No es fácil clasificar a este autor. Su temática es muy variada. Su poesía es renovadora y audaz, siempre abierta a influencias diversas. Con A modo de esperanza (1955) comienza su obra literaria. Lenguaje directo, sencillo, sobrio, centrado en el hombre y sus circunstancias. Poemas a Lázaro (1960), La memoria y los signos (1966), Siete representaciones (1967). En Punto cero (1972 y 1980) recoge sus mejores poemas entre 1953 y 1978. Fragmentos de un libro futuro (2000) es su última gran obra, publicada poco antes de morir.
- Francisco Brines: Temas: el tiempo, el amor y la muerte. Obras: Las brasas (1959), Palabras en la oscuridad (1967), El otoño de las rosas (1987) y La última costa (1998).
- Claudio Rodríguez: Su primera obra, El don de la ebriedad (1953), gran riqueza léxica y un buen manejo de los recursos expresivos. Le siguen Conjuros (1958) y Alianza y condena (1965). Poesía es una antología de sus poemas entre 1953 y 1966. Por último, El vuelo de la celebración (1976).