La poesía española después de 1939: evolución y tendencias

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La poesía posterior a 1939: la situación de nuestro país en la inmediata postguerra es de desolación

Se percibe una total falta de libertad poética y la sociedad está cercada por la miseria y el hambre. En la literatura y en la poesía hay dos caminos: aprobar la nueva situación o reflejar la desesperanza. Estas posturas son definidas por literatura arraigada y literatura desarraigada.

Poesía arraigada

Cultivada por los autores de la generación del 36, adopta una forma clasicista. Se alejan de toda innovación formal y ofrecen una visión épica de la realidad y un optimismo que contrasta con la pobreza y la desilusión diarias que vive la mayoría. Usa el tono retórico y es una poesía intimista que canta al amor, al paisaje, a la belleza de la tierra y al sentimiento religioso. Algunos autores destacados son Leopoldo Panero, Luis Felipe y Vivanco.

Poesía desarraigada

Refleja el ser humano en tiempos de angustia y dolor, y de falta de fe en el futuro. Abordan temas que son verdaderas preocupaciones existenciales, como la muerte, la tristeza, la soledad y la desesperación, la búsqueda de la fe o del amor. La influencia de Miguel Hernández fue decisiva. Rechazan el formalismo con un tono apasionado y desgarrador. La obra 'Hijos de la ira' representa una visión angustiada de la realidad, un mundo dominado por el odio y la injusticia en el que Dios está ausente.

Poesía social

Los escritores salen de su angustia interior y contemplan lo que sucede en la calle. Su punto de vista cambia e intentan presentar poco a poco un tono enérgico de testimonio, protesta o denuncia de la situación social. Exigen un cambio en la sociedad y creen que la literatura puede ser el motor de esa transformación. En concepto de poesía se plasma en 3 características fundamentales: 1) La poesía es comunicación. 2) La poesía es testimonio. 3) La poesía es una herramienta de transformación. Los temas tratados son la denuncia de la marginación, el paro o la falta de libertad. En cuanto al estilo, emplean un lenguaje transparente a veces coloquial. Tienen predilección por el verso libre y las construcciones sintácticas simples o yuxtapuestas. Algunos poetas sociales destacados son José Hierro, Gabriel Celaya y Blas de Otero.

La generación del 50 (años 60)

Marca el camino de la renovación poética de la década siguiente. Algo más jóvenes que los poetas sociales, comparten con ellos una visión crítica de la realidad y una similar atención a los problemas de la colectividad. Les define una actitud humanista y la preocupación por los problemas del ser humano, tanto morales y sociales como existenciales e históricos. En el plano formal, pretenden dignificar el lenguaje poético alejándose del prosaísmo en los poetas sociales. En los contenidos, además de los temas comentados, vuelven a los motivos eternos como la intimidad, el paso del tiempo, la evocación de la niñez. En el plano estilístico, predomina el verso libre aunque no descartan las estrofas clásicas. Algunos poetas destacados son Ángel González, José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, Francisco Brines, José Agustín Goytisolo y Antonio Gamoneda.

Los Novísimos (años 70)

Son presentados como un movimiento de ruptura vanguardista con la poesía social e indagador de un nuevo lenguaje que llega al experimento formal. Las características son: a) Todos ellos han nacido después de la Guerra Civil. b) Tienen una rica formación literaria. c) En su formación influyen de manera notable los medios de comunicación de masas. d) Se despreocupan de las normas preceptivas y proclaman la libertad creativa absoluta. En los contenidos utilizan el cine, la música o el cómic. En lo formal, recogen aspectos de las vanguardias del siglo XX, en especial del surrealismo. Algunos de sus textos son auténticos caligramas o collages. Algunos representantes son Pere Gimferrer, Guillermo Carnero, Antonio Colinas, Luis Alberto de Cuenca, Manuel Vázquez Montalbán, Leopoldo Panero y Luis Antonio.

Últimas tendencias poéticas (años 80-90)

El panorama poético de las últimas décadas del siglo XX es de una gran complejidad debido a la convivencia literaria de poetas procedentes de distintas generaciones. Por un lado, continúan su obra muchos poetas ya consagrados de generaciones anteriores y, por otro lado, empiezan a publicar en revistas y antologías otros más jóvenes. Cabe destacar la irrupción de las mujeres en la poesía a finales del siglo XX. Las características más comunes son: a) Toman como modelos a autores anteriores. b) Recuperan formas métricas tradicionales. c) Vuelven a la poesía narrativa con un lenguaje coloquial. d) Abordan temas subjetivos relacionados con la experiencia. e) Emplean el humor, la parodia o la ironía. De todas las teorías se imponen 2: la poesía del silencio, representada por Clara Janés, y la poesía de la experiencia, representada por Luis García Montero.

A partir de los 90 resulta difícil sintematizar la gran diversidad de corrientes poéticas de los últimos años: unas vuelven a la tradición, otras continúan con la experimentación vanguardista y algunas se reafirman en su propia individualidad.

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