Pintor chiricato

PALLADIO:  Arquitecto perteneciente a la etapa del Cinquecento y representante de la arquitectura manierista. De esta manera presenta carácterísticas propias de dicho estilo, tales como el empleo de elementos arquitectónicos que no cumplen una función estructural y la utilización del lenguaje clásico, que él interpreta de forma personal, buscando la belleza en las formas y proporciones. El material principal que emplea es el mármol. Tendrá una gran influencia en arquitectos neoclasicos utópicos. Sus obras más importantes son la Fachada de la Basílica Vicenza, San Giorgio Maggiore y la iglesia del Redentore en Venecia, La Villa Capra llamada “La Rotonda”. Esta última es el resultado de la anexión de distintas formas geométricas simples, presidida por una simetría total. Sus cuatro fachadas recuerdan los templos griegos. 

Juan DE BOLONIA: Escultor del Cinquecento, y representante del estilo manierista. Como escultor de este estilo, sus obras se caracterizan por el dinamismo, el movimiento helicoidal y el dominio técnico sobre todo en el tratamiento del bronce. La sensación que ofrecen es de desequilibrio o inestabilidad. Sus obras más destacadas son “El rapto de las sabinas”, caracterizada por las formas superpuestas, que parece que se van a desmoronar, y “Mercurio” que se encuentra apoyado sobre la punta de un pie sobre el soplo del viento Bóreas.

LEONARDO DA VINCI: Escultor, arquitecto y pintor perteneciente al Cinquecento italiano. 

Se formó en el taller de Verrocchio en Florencia. En la pintura se caracterizó por un estudio riguroso de la naturaleza, la anatomía y la perspectiva así como de la expresión y la psicología de los personajes. Sus figuras se caracterizan por los contornos imprecisos realizados a través del sfumato (técnica pictórica creada por Da Vinci que dará lugar a la perspectiva aérea, que consiste en aplicar varias capas de pintura), los personajes de sus cuadros suelen encontrarse en un triángulo equilátero  en primera línea y normalmente poseen una sonrisa leonardesca, con miradas que se entrelazan entre sí. En cuanto a los paisajes son misteriosos y volcados. Una de sus obras más importantes es La Virgen de rocas (Louvre), donde están representados la Virgen, Jesús, San Juan niños y el Ángel en primer término (inscritos en un cuadro equilátero) sobre el fondo de una gruta con estalagmitas y estalactitas. Esta obra destaca por el empleo del sfumato, y de la expresión de las miradas que se enlazan. Destaca también La Última Cena, especialmente por la composición, en la que Jesús ocupa el centro geométrico, destacando por situarse tras de él un vano que crea un contraluz y recorta su perfil. En torno a él los apóstoles se distribuyen en grupos de tres. Combina la perspectiva lineal con la perspectiva aérea creando la sensación de que el espacio del refectorio se prolonga, unificándose con la Santa Cena. Santa Ana, La Virgen y El Niño es otra obra a destacar ya que se aprecian todas las carácterísticas del pintor ya mencionadas. En cuanto a la Gioconda (su obra más reconocida) se aprecia una cierta idealización en las facciones, sin perder los rasgos realistas.