Pilares Educativos: Misión, Visión y Principios de Formación Integral
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Fundamentos de la Educación
Misión
Formar personas íntegras, trabajando en conjunto con sus familias, para que sean líderes de acción positiva y constructores convencidos de la civilización de la justicia y el amor, según los principios del humanismo cristiano.
- Queremos brindar una experiencia educativa y de vida a nuestros alumnos y sus familias con el fin de que puedan colaborar en la construcción de una civilización basada en la justicia y el amor cristianos.
- Entendemos por formación integral con capacidad de liderazgo positivo, el desarrollar en nuestros alumnos un profundo sentido de trascendencia y un modelo de comportamiento basado en los valores del evangelio.
- Entendemos por formación de excelencia, el desarrollar en nuestros alumnos todas las capacidades de su inteligencia, habilidades numéricas y verbales de primer nivel, una sólida formación científica, la capacidad de relacionarse con otras culturas, y el manejo óptimo de idiomas y de las modernas herramientas tecnológicas de comunicación e información.
Visión
- El colegio atenderá el desarrollo armónico y jerarquizado de todas las facultades de la persona, con programas y medios en las diferentes áreas de la formación: espiritual, humana, intelectual y apostólica.
- Fomentaremos el liderazgo de acción positiva a partir del desarrollo de competencias intelectuales, personales, interpersonales, tecnológicas, organizacionales, y para el emprendimiento.
- Brindaremos a los alumnos, profesores y padres de familias los medios sistemáticos para conocer, valorar, vivir y comunicar las virtudes de una manera habitual, firme y comprometida.
- Contaremos con un programa centrado en la atención personal de cada alumno.
- Apoyaremos a los alumnos en su desarrollo cognitivo, de modo que obtengan aprendizajes significativos, logren aprender para comprender y usen con eficacia su aprendizaje estratégico (aprender a aprender).
- Desarrollaremos en nuestros alumnos las competencias lingüísticas que les permitan una comunicación efectiva en el procesamiento y producción de mensajes en su lengua y en un segundo idioma, de modo que puedan desenvolverse como hablantes bilingües en diferentes contextos. Adquirirán el dominio básico de un tercer idioma.
- Desarrollaremos en nuestros alumnos la habilidad para utilizar y relacionar los números, y sus operaciones, los símbolos y las formas de expresión y razonamiento matemático tanto para producir e interpretar distintos tipos de información como para ampliar el conocimiento sobre aspectos cuantitativos y espaciales de la realidad, y para resolver problemas relacionados con la vida cotidiana y con su contexto.
- Fomentaremos en los alumnos, el espíritu de indagación y búsqueda de la verdad, guiándoles hacia un pensamiento profundo a través de la aplicación de herramientas de la ciencia en diversas situaciones. Estimularemos el conocimiento científico capacitando a los alumnos para distinguir entre lo importante y secundario, entre hechos y opiniones.
- Fomentaremos la capacidad de utilizar de manera ética y productiva las nuevas herramientas de información y comunicación en su vida diaria y académica, desarrollando las habilidades intelectuales inherentes.
- Fomentaremos en nuestros alumnos el aprecio y expresión por las artes creativas como un medio de exaltación del espíritu y de mejoramiento de la calidad de vida.
Principios Generales de la Formación Integral
ENSEÑAR: a través de unos programas completos y de un sistema didáctico eficiente, proporcionando a nuestros alumnos los conocimientos, la cultura y las competencias necesarias para afrontar las necesidades y retos del mundo.
EDUCAR: ayudar al alumno a que aplique en su vida diaria los principios aprendidos e interiorizados. Ayudarle a formarse una visión del mundo, de la naturaleza y del hombre, no desde un ángulo pragmático (para qué sirven, qué utilidad, qué satisfacciones me procuran), visión propia del homo faber, sino desde un ángulo de referencias esenciales, humanísticas y metafísicas (qué son, cuál es su lugar en la armonía del cosmos, cuál es su fin, qué relación tienen con el Creador y Ser Supremo, visión del homo sapiens. Nos esforzamos por educar al hombre para la civilización del ser, suscitando en él el anhelo de ser más. Educar sobre todo, la madurez humana, cuyas principales manifestaciones, como dice el Concilio Vaticano II, son la estabilidad de espíritu, la capacidad de tomar prudentes decisiones y la rectitud en el modo de juzgar sobre los acontecimientos y las personas.
FORMAR: ayudar al alumno para que ame y practique las virtudes cristianas; se guíe por una recta jerarquía de valores y forme una personalidad madura, fruto de una opción definitiva elegida con base en la libertad y el amor, que se manifiesta en la rectitud de conciencia.
Se trata de un ideal de formación, que supera con mucho el mero aprendizaje de unos datos de erudición y cultura. Además del cultivo de la inteligencia, se preocupa de formar y orientar la voluntad, el corazón, la afectividad y emotividad, la libertad y responsabilidad. En el centro de nuestra metodología pedagógica, está la persona humana, creada por Dios a su imagen y semejanza, con una naturaleza tocada por el pecado original, pero con una dignidad especial que le confiere el hecho de ser hijo de Dios en Cristo y templo del Espíritu Santo.
Objetivos Generales por Área de Formación
- Formación espiritual: que el alumno, consciente de su bautismo, alcance una relación personal de amor con Dios Padre, viva en la fe en Jesucristo que le amó y se entregó por él, y, animado por el Espíritu Santo, oriente todas sus actitudes y opciones desde esta relación de amor.
- Formación humana: que el alumno viva la madurez de acuerdo con su edad, expresada en la coherencia entre lo que es, lo que cree y lo que hace, formando así una conciencia recta y logrando su plena libertad mediante la dirección de la razón (iluminada por la fe) y la voluntad sobre su actuar, sobre sus pasiones y sus sentimientos, en la verdad y el amor.
- Formación intelectual: que el alumno forme una clara y sólida estructura mental, habituándose a un pensar disciplinado orgánico que le permita expresarse con precisión y claridad, adquirir un sentido de lo esencial y la jerarquía de valores, y emitir juicios personales rectos y prudentes.
- Formación apostólica: que el alumno forje una personalidad solidaria con las necesidades de los demás y un corazón de apóstol celoso y consciente del sentido de su misión; y que viva y actúe como «enviado» por Cristo a extender su Reino en su medio ambiente y en comunión eclesial, a través del testimonio, la oración y acciones concretas.
Objetivos Generales de la Educación Básica: Secundaria
- Profundicen en su conocimiento y experiencia de Dios Padre y Creador. Se comprometan en la imitación de Cristo Redentor y Amigo, como centro, modelo y criterio, identificándose con su mensaje, profundizando su relación, defendiendo y acrecentando su vida de gracia y secundando la guía del Espíritu Santo.
- Desarrollen una personalidad madura de acuerdo a su edad, expresada en la coherencia entre lo que es, lo que cree y lo que hace, formando así una conciencia recta y logrando su plena libertad mediante la dirección de la razón (iluminada por la fe) y la voluntad sobre su actuar, sobre sus pasiones y sentimientos, en la verdad y el amor.
- Desarrollen un sentido positivo de sí mismos, actúen con iniciativa y autonomía, muestren disposición para aprender y busquen la verdad, reconozcan sus capacidades en los distintos ámbitos de participación, expresen sus sentimientos y aprendan a encauzar y potenciar sus emociones.
- Sean capaces de ser fieles al carisma específico del colegio, asumiendo roles de liderazgo y colaboración; estén atentos a las necesidades de los demás y apoyen a quienes lo necesitan, propongan e implementen proyectos, resuelvan conflictos a través del diálogo, reconozcan y respeten las reglas de convivencia en el colegio y fuera de ella. Lo que los llevará a vivir los valores fundamentales para la convivencia: aprecio de la dignidad humana, igualdad de derechos entre personas, reconocimiento y aprecio a la diversidad cultural y étnica; justicia, respeto, ayuda mutua y generosidad.
- Formen un corazón que ve donde se necesita amor, y actúen en consecuencia. Propongan su aportación concreta ante las necesidades de los que les rodean, respondan con iniciativa y responsabilidad y tomen conciencia de su compromiso personal como cristianos y de su vocación de apóstoles llamados a extender el reino de Cristo.
- Aprendan los conocimientos, los hábitos intelectuales y las destrezas que les permitan comprender el mundo en que viven y logren su integración en él.
- Adquieran confianza en sí mismos, el sentido crítico, la iniciativa personal y la capacidad para aprender a aprender, planificar, tomar decisiones y asumir responsabilidades.
- Comprendan textos y expresen correctamente mensajes complejos, orales y escritos en primera lengua, así como para entender, mediante un estudio sistemático, los diferentes elementos constitutivos de la lengua.
- Demuestren dominio de los diferentes códigos y estructuras del lenguaje a través de la emisión y recepción del mensaje oral; la comprensión y evaluación de lo que leen, la apreciación de la obra literaria y la composición de sus mensajes escritos.
- Lean textos en forma crítica, analítica y reflexiva en dos o más idiomas, favoreciendo la producción escrita.
- Empleen las competencias lingüísticas, orales (debate, oratoria y declamación) y escritas de la primera y segunda lengua y su consecuente transmisión con coherencia y creatividad.
- Adquieran las competencias, los hábitos intelectuales y las virtudes que los faculten para aportar con su esfuerzo, iniciativa y creatividad al desarrollo de la sociedad, incluyendo las destrezas de acceso a la información, aprovechamiento de las tecnologías digitales y ética de su uso.
- Demuestren el dominio básico de las cuatro habilidades comunicativas generales: leer, escribir, hablar y escuchar de la tercera lengua.
- Utilicen la argumentación y el razonamiento al analizar situaciones, identificar problemas, formular preguntas, emitir juicios y proponer diversas soluciones capacitándolos para el debate efectivo (análisis de perspectivas).
- Adquieran las capacidades para el razonamiento lógico - matemático, mediante el dominio de los sistemas numéricos, geométricos, métricos, lógicos, analíticos, de conjuntos de operaciones y relaciones, así como para su utilización en la interpretación y solución de los problemas de la ciencia, de la tecnología y los de la vida cotidiana.
- Desarrollen la capacidad para resolver problemas de manera creativa en situaciones que impliquen el trabajo en equipo, la reflexión, la explicación, la búsqueda de soluciones mediante estrategias o procedimientos propios y su comparación con los utilizados por otros.
- Consoliden las capacidades de estudio, aprendizaje e investigación, de trabajo individual y en equipo, como condiciones necesarias para el acceso a los estudios superiores y la educación a lo largo de toda la vida.
- Apliquen representaciones matemáticas para resolver problemas.
- Desarrollen habilidades para observar fenómenos naturales, preguntar, predecir, comparar, experimentar, registrar, buscar información y elaborar explicaciones sobre procesos de transformación del mundo natural y social, y adquieran actitudes favorables hacia el cuidado y preservación del medio ambiente.
- Utilicen los procesos de la investigación científica en la búsqueda de respuestas a preguntas concretas a través de la observación, la descripción, la comparación, la clasificación, la formulación de preguntas, la identificación y control de variables, la generación, comprobación o rechazo de hipótesis y la comunicación de hallazgos experimentales.
- Desarrollen la sensibilidad y capacidad de apreciación artística (música, danza, poesía, plástica, teatro, etc.) valorando e integrando la herencia cultural a su vida, desarrollando progresivamente habilidades de reconocimiento de patrones; expresión, creación, interpretación e improvisación artística.
- Desarrollen un liderazgo emprendedor y comprometido con la transformación cristiana de las realidades temporales, con sentido de profundidad y trascendencia, lo que implica desempeñarse con eficiencia como seres propositivos; capaces de identificar oportunidades y elaborar planes para llevar a cabo proyectos sociales; crear empresas o unidades de negocio; reclutar y adquirir recursos; asumir riesgos y tomar decisiones.
- Lleven a cabo en forma sistemática prácticas físicas y deportivas sanas como medio de formación y conocimiento personal, prácticas de múltiples destrezas y virtudes. Apliquen medidas de salud individual y colectiva para preservar y promover una vida saludable, así como para prevenir riesgos.
Fundamentos Psicopedagógicos de la Educación Básica: Secundaria
Durante la etapa de la adolescencia los jóvenes presentan grandes cambios en todas las áreas del desarrollo: se alcanza la madurez física, el adolescente se hace cada vez más consciente de sí mismo, las relaciones de grupo adquieren mayor importancia, a nivel cognitivo es una etapa de expansión y desarrollo intelectual, así como de experiencia académica; se desarrollan y evalúan los valores, es un tiempo de conflicto entre el idealismo juvenil y la realidad.
Las dificultades de este periodo, los retos o tareas evolutivas que los adolescentes deben afrontar, debido tanto a cambios físicos y psicológicos como sociológicos, convierten la adolescencia en una etapa que representa conflictos. La rebeldía tiene un propósito lograr la independencia y la identidad, el adolescente contantemente se prueba a sí mismo, busca hasta dónde puede llegar y lograr un autocontrol.
En esta etapa el desarrollo cognitivo tiene influencia sobre otros ámbitos del desarrollo como el moral, la definición de la identidad personal y el desarrollo social y emocional. El adolescente mejora su capacidad para procesar información, lo cual se ve reflejado en su capacidad de memoria, la toma de decisiones, el pensamiento crítico y el aprendizaje autor regulado. Se desarrolla el pensamiento abstracto que consiste en concebir nuevas relaciones entre lo real y lo posible, implica el desarrollo del pensamiento hipotético - deductivo, es decir, el joven puede imaginar posibilidades, demostrar hipótesis y formular teorías.
La educación secundaria le da la oportunidad al adolescente de adquirir y desarrollar habilidades de pensamiento y ponerlas en práctica, de adquirir más independencia y seguridad en su grupo social, de encontrar apoyo en sus compañeros y amigos quienes resultan una fuente de comprensión y apoyo, afecto, entendimiento y aceptación; la educación secundaria le ayuda al adolescente a encontrar una identidad, a canalizar su energía en actividades deportivas y culturales, le proporciona las bases para su desarrollo como una persona autónoma y responsable.
Aspectos de Nuestra Pedagogía en la Formación de los Adolescentes
La formación de los adolescentes es apasionante, compleja y difícil, se requiere de personas especiales y de algunos medios privilegiados, la experiencia nos ha enseñado que de la amplia gama de medios formativos que nos propone la Pedagogía legionaria, algunos de ellos cobran gran importancia por su eficacia: La formación espiritual y apostólica, la formación humana con énfasis especial en la formación de la voluntad, la atención personalizada, el deporte y la disciplina formativa. Es posible que si usamos con acierto estos pilares pedagógicos aseguraremos que de los frutos formativos esperados.
Nuestra misión como formadores no se limita a la transmisión de conocimiento, sino que trasciende y va directamente a la persona humana, a cada niño y joven que pasa por nuestros centros educativos. Buscamos formar hombres y mujeres íntegros, de bien, de convicción, de responsabilidad. Esta debe ser la meta en nuestro trabajo como educadores: Ayudar a cada alumno a cumplir la misión para la cual ha sido puesto por Dios en la existencia, convirtiéndose este trabajo en un verdadero itinerario hacia la santidad.
Nosotros confiamos mucho en los jóvenes. Juan Pablo II ha repetido que son la esperanza de la Iglesia y así es. A veces se presentan imágenes deformadas de ellos, como si no les interesara para nada la religión, o la búsqueda de lo trascendente, como si rechazaran sistemáticamente a la Iglesia institucional y sólo buscaran formas privadas de religiosidad más o menos esotéricas. Esto es falso, los jóvenes buscan la verdad y el amor. Es cierto que también encuentran hoy, como siempre, numerosas provocaciones que pueden alejarlos de esta búsqueda, las falaces ilusiones de felicidad fugaz y transitoria, más barata, pero menos auténtica. También es cierto que algunos de ellos se repliegan en las soluciones fáciles de la droga, del sexo o del consumismo materialista, pero la gran mayoría son generosos, dan todo lo que tienen, se ponen a disposición de sus hermanos y de la Iglesia. Creemos que la clave del éxito en el trabajo con los jóvenes es no tener miedo a presentarles el evangelio sin glosa, en su pureza y en sus exigencias y a Cristo como el hombre perfecto, el modelo de su vida y criterio de sus decisiones. Cristo lo hizo así con los suyos y suscitó adhesiones de una entrega que, en muchas ocasiones, culminó en el martirio. Algunos, quizás muchos, no aceptarán el ideal evangélico, pero otros muchos sí lo harán. Sería un error dejar de presentar el evangelio en su exigencia por temor a que no sea aceptado y querer engañar a los jóvenes y a nosotros mismos con sucedáneos de evangelio. No es eso lo que quieren los jóvenes, ni eso es lo que los hará felices.
El trabajo con adolescentes es difícil, pero apasionante. Difícil porque los adolescentes tienen un surplus de energías vitales y el educador tiene que acompañarlos, estar con ellos en todo lo que realizan. No puede seguirlos a distancia, porque el adolescente no es todavía plenamente maduro y necesita de un adulto que lo guíe. Por ello el trabajo es sumamente exigente, incluso desde un punto de vista físico. Esto lo saben muy bien los educadores y que tienen a su cargo adolescentes y los padres de familia que tienen hijos de esas edades. Pero el trabajo es apasionante porque sus espíritus son todavía receptivos y se puede ir infundiendo en ellos, con todo el respeto a su libertad, toda una serie de valores humanos y cristianos.
Creemos que uno de los secretos para trabajar con adolescentes es considerar que son dignos de nuestra confianza, pues están abiertos a los grandes ideales de la vida, que hay en ellos una grandísima reserva de generosidad y que responden con entusiasmo a lo que se les va pidiendo, si se les presenta un ideal que los motive. Desde el punto de vista de la fe este ideal es la amistad con Cristo. En ese momento de su vida son muy sensibles a este valor; aprecian mucho la verdadera amistad y si comprenden que Cristo es el verdadero amigo de sus almas, ellos están dispuestos a ofrecerle la suya con total desprendimiento.
A los adolescentes, en ese momento delicado de sus vidas, los preparamos para que se abran a los auténticos valores, para que no se desvíen con tanta facilidad hacia modos de comportamiento que no van de acuerdo con su fe cristiana. En nuestros colegios se ofrece a los adolescentes un ambiente sano de formación integral, de apostolado, de convivencia y amistad, de deporte, bajo la guía cercana de formadores expertos y la presencia de sacerdotes para la asistencia espiritual.
La Formación Espiritual
El área de formación más importante y decisiva para el alumno, especialmente en esta etapa de su vida, es la espiritual. Se trata de una formación vivencial e intelectual. Es la experiencia del amor verdadero: comienza por el amor a Dios y a los hombres, y termina en este mismo amor fortalecido y perfeccionado por el conocimiento y la vivencia: comenzar amando para terminar amando más. Esta vivencia tiene su centro vital en Cristo y sus fuentes principales son Evangelio, la oración y la intensa vida sacramental.
Procuramos presentar todo lo que se refiere a la enseñanza religiosa, desde una perspectiva personalista, centrada en la figura de Jesucristo. Se trata de que cada joven se encuentre cara a cara con Él e instaure con Él una relación de amistad y amor. Si no se logra esto, las normas disciplinares carecerán de verdadero valor pedagógico, dado que no existirá la motivación profunda para vivir sus exigencias. Cristo como modelo y criterio de vida.
La Formación Apostólica
Corazón solidario, Corazón de apóstoles, celosos por la salvación de las almas y preparación para la acción apostólica; podemos decir que toda la formación para el apostolado gira en torno a estos dos objetivos fundamentales.
Formación del corazón solidario.
Lo primero, es lograr en cada alumno un corazón solidario, un «corazón que ve y actúa en consecuencia» con los más necesitados, que quiera hacer algo por los demás y transformar el mundo en el que vive, comenzando por su ambiente más cercano y buscando generar un cambio ante necesidades concretas.
Formación del corazón apostólico.
Lo más importante, lo urgente, es forjar en cada alumno la personalidad y el corazón del apóstol celoso, consciente del sentido de su misión. Lo demás, las técnicas y metodologías, servirán únicamente si existe esa base. Porque el cristiano ha sido llamado a ser apóstol, no simplemente a hacer apostolado.
El amor a Cristo lleva al alumno a identificarse con él, y con su amor ardiente por la humanidad. Entonces se siente contagiado por la urgencia y el deseo apasionado de luchar infatigable y ardientemente por anunciar y extender el Reino por todos los medios posibles, lícitos y buenos, hasta conseguir que Jesucristo reine en el corazón de los hombres y de las sociedades.
Para formar ese celo apostólico es preciso que el alumno vaya tomando conciencia de la misión a lo largo de los años de formación en el colegio.
Preparación para la acción apostólica
La formación apostólica debe garantizar la adquisición de de las herramientas y habilidades necesarias para una acción apostólica eficaz, de manera que se logren objetivos importantes y fructuosos. Conocer el arte y la técnica de la programación, a largo, mediano y corto plazo, que establece objetivos y prioridades, y prevé los medios, las personas y los tiempos necesarios para el proyecto y ejercitar las habilidades de liderazgo necesarias para poner en práctica acciones concretas de ayuda, solidaridad y caridad cristiana, como pueden ser las técnicas de comunicación eficaces y la capacidad de trabajo en equipo.
La Formación Humana
La formación humana consiste en formar una persona madura, que se manifiesta en la coherencia de vida entre lo que se es y lo que se profesa, y que tiene su expresión externa más convincente en la fidelidad y responsabilidad en el cumplimiento de los deberes propios, en lograr la capacidad para tomar prudentes decisiones y opciones definitivas; la estabilidad de espíritu; la integración serena de las fuerzas emotivas y de los sentimientos bajo el dominio de la fe, de la razón, de la voluntad y del amor; la actitud de apertura y donación constante a Dios y a los demás y la rectitud en el modo de juzgar y actuar sobre los acontecimientos de la vida y las personas.
La Atención Personalizada
El medio formativo esencial y distintivo del colegio es la atención personalizada. La atención personal deriva de la irrepetibilidad de cada ser humano a quien Dios ha dotado de una serie de talentos y dones propios, que no comparte con ningún otro. Si la formación es personalizada se llevará a un conocimiento profundo del alumno desde todos los ángulos posibles. Sólo cuando se conoce al alumno personalmente se le puede acompañar a lo largo de su desarrollo evolutivo con los consejos más pertinentes, que le conduzcan a lograr su madurez personal. Asimismo, concedemos una gran importancia a la motivación personal y positiva, especialmente en esta etapa formativa. Siempre hemos procurado dar motivos humanos y sobrenaturales a nuestros alumnos, para que estudien, para que adquieran un comportamiento moral digno, para que se esfuercen por adquirir la amplia gama de virtudes humanas y cristianas que harán de ellos hombres cabales y cristianos ejemplares, primero mediante la suficiente motivación y luego a través de las normas de disciplina y de conducta que ayuden a los alumnos a adquirir su propia formación.
El ideal de formación integral es compartido por toda la comunidad escolar, siendo vital que todos cuantos trabajan en el colegio tengan clara esta misión de formadores y encaminen sus esfuerzos en una misma dirección. Nos comprometemos a buscar un conocimiento profundo de cada alumno por parte del equipo directivo y docente para dar un seguimiento dinámico al proyecto de vida y al programa de formación de cada uno. Asimismo, nuestros centros educativos cuentan en sus equipos con personal cuya identidad de puesto, responsabilidades y funciones están enfocadas de manera particular a la atención personal y formación de los alumnos, como son los directores de formación, instructores de formación, asesores espirituales, prefectos de disciplina, prefectos de sección y coordinadores y profesores. Todos ellos apoyan al director del colegio y al resto del equipo directivo y docente en la consecución de los objetivos de formación integral, y encaminan sus esfuerzos a la atención personal de los alumnos.
La atención personal que se brinda a nuestros alumnos, se concreta también en asignaturas y medios transversales que componen el esfuerzo de formación integral de los alumnos.
- Programas curriculares propios, desarrollados de acuerdo al nivel de desarrollo de cada alumno, que favorecen la formación de una clara y sólida estructura mental y el pensar disciplinado y orgánico.
- Acciones transversales que concretan y promueven o la atención personal, favoreciendo la formación espiritual, humana y apostólica.
Dirección espiritual y orientación humana
Convivencias y retiros espirituales
Promoción de actividades sociales y apostólicas.
Convivencias con los padres de familia.
Atención sacramental
Acompañamiento psico-pedagógico
Acompañamiento académico.
Instrucción diferenciada en las clases y medios educativos
A los esfuerzos anteriores se suma la constante presencia de los formadores en los diferentes momentos de la vida del colegio: entrada y salida de los alumnos, momentos de recreo y esparcimiento, comidas, actividades deportivas y apostólicas, etc. Esto favorece el acompañamiento, la guía y la motivación personal de cada uno de los alumnos.
El Deporte
Para lograr la formación integral que pretendemos dar al adolescente con el fin de prepararlo para una vida madura, como ser humano y cristiano, los colegios proponen una gama muy amplia de eventos formativos que van desde las convivencias de grupo hasta los retiros espirituales, las acciones de caridad cristiana, los deportes, etc.
Para nosotros es muy importante, desde un punto de vista formativo, el deporte. Las actividades deportivas ofrecen magníficas oportunidades de conocimiento propio, de formación y de ejercicios de múltiples facultades y virtudes: la diligencia, el afán de superación personal, el espíritu de equipo, el esfuerzo y sana tensión de la voluntad, la generosidad, la apertura caritativa hacia los demás. El Concilio Vaticano II afirma, hablando de la educación en nuestros días: El deporte ayuda a conservar el equilibrio espiritual… y a establecer relaciones fraternas. (Cf. GS 61)
El deporte interno organizado, todos los días en los tiempos de recreo, las academias deportivas, el deporte competitivo de las selecciones deportivas, el deporte de los Torneos de la Amistad. Es hermoso ver a esos jóvenes de nuestros colegios, acompañados por sus padres de familias y formadores en ese ambiente de sana competitividad y de amistad que se forma a través del deporte. Los adolescentes recuerdan durante toda su vida estos (Concilio Vaticano II) elementos formativos, y los principios aprendidos son un sostén y un apoyo seguros en los complicados problemas que a veces conlleva la vida de adultos.
Disciplina Formativa
Para lograr la formación integral, el formador debe crear un ambiente de orden y responsabilidad que ayude al logro de los objetivos de formación integral de los alumnos a él encomendados. Estamos convencidos de que el orden y la disciplina no son productos innatos, sino que deben ser aprendidos por los alumnos, y que es por tanto necesario que los formadores trabajen en este cometido y que tomen las precauciones requeridas para ello.
Debe dirigirse a la voluntad, pieza clave del edificio de la personalidad. Desde el punto de vista natural, el valor de un hombre depende, en gran parte, del grado en que logra forjar su voluntad. Sólo en ésta podrá imprimir rumbo determinado a su vida, guiando y dominando todo su ser, siguiendo el dictamen de la conciencia recta. Dicho de otro modo, será libre en la medida en que sea señor de sí mismo, en la medida en que guíe, encauce y domine sus pasiones, sentimientos e instintos, y actúe, por encima de las circunstancias externas, de acuerdo con los criterios que le presenta la razón iluminada por la fe. Trabajar en la formación de la voluntad equivale a ejercitarla en querer el bien, en quererlo con presteza, con eficacia, con constancia. El mejor elemento de su formación será por tanto, que la voluntad esté polarizada por el amor.
Se puede hablar de dos niveles de disciplina:
Disciplina Exterior
La disciplina exterior resulta de la observación de una serie de normas de comportamiento, presentes en casi toda institución pedagógica. Podría ser simplemente un medio práctico para lograr una convivencia ordenada.
Por ejemplo:
Los horarios de actividades comunes.
El modo de usar las instalaciones.
Disciplina Interior
La disciplina interior tiene, a su vez, dos matices:
- El primero se refiere a la apropiación convencida de la disciplina externa (autoconvicción). Es decir, el conocimiento, valoración y vivencia libre del estilo de comportamiento que propone la disciplina exterior.
Por ejemplo:
El seguir un horario determinado.
La puntualidad en las actividades comunes.
La seriedad académica, etc.
- El segundo significado o nivel de la disciplina interior se podría identificar con el señorío de sí mismo (orden y control armónico del mundo interior de la persona, pensamientos, deseos, pasiones, sentimientos). Este señorío no es sólo interno, sino que influye profundamente en el comportamiento: es parte integrante de la madurez de la persona.
El paso de la disciplina exterior a la interior se da cuando se hacen propios los valores que motivan las normas disciplinares.
En un primer momento el formador presenta las normas propias de la disciplina exterior, les da el peso que merecen promoviendo su observancia, si es necesario. Después ayudará al formando a lograr la progresiva apropiación que lleva hasta el nivel más profundo de la disciplina interior.
La interiorización de la disciplina lleva a la responsabilidad personal, conduce al camino hacia la madurez personal, y consiste en la coherencia de vida entre lo que se quiere ser, lo que se es, lo que se piensa, lo que se hace. Ahora bien, de la coherencia el paso que sigue es la armonía interior. La persona que ha tomado las riendas de su propia vida, responde íntima y libremente de lo que hace ante sí mismo y ante Dios, busca el bien y evita el mal.
También es de gran importancia la autoconvicción. No basta que el ambiente se encuentre en óptimas condiciones, si el alumno no desea formarse, no pone lo mejor de su parte, sencillamente no se formará. Podrá tener una formación endeble, de barniz, que no llegará a calar hasta el interior.
El hombre libre actúa y rige su vida por principios interiorizados. Es cada alumno quien libremente y por amor debe buscar adquirir la propia formación. Los formadores podrán ayudar al alumno: motivando, impulsando, exigiendo, apoyando. Pero, en definitiva, será el alumno mismo quien habiendo interiorizado los principios en el uso correcto de su libertad y movido por el amor, deberá realizar el trabajo principal en el logro de la propia formación.
El método disciplinar de nuestra pedagogía incluye los siguientes momentos:
Prevenir:
Gracias a esa actitud atenta, el formador podrá realizar una adecuada labor preventiva, fundamental en un buen sistema de educación. El buen guía sabe mirar adelante para detectar posibles obstáculos y poner en guardia a quienes le siguen. Prevenir los posibles obstáculos es fácil, sobre todo con un poco de experiencia, saber cómo, dónde y cuándo pueden presentarse. Otros dependen del modo de ser de cada uno, o de circunstancias y situaciones concretas. A veces aparecen de imprevisto. Pero una mirada despierta puede preverlos con frecuencia. Esa previsión permitirá removerlos o al menos avisar al interesado. La importancia de este servicio del formador podría ser sintetizada con el refrán popular: Más vale prevenir que remediar.
Guiar:
Guiar consiste en mostrar el camino y también en estar presente. Es el único modo de que aquello de caminar junto al otro sea algo más que poesía. La mera presencia del formador entre los alumnos puede constituir un auténtico elemento formativo, una especie de reclamo que les ayuda a recordar el propio deber.
Motivar:
Motivar es presentar a una persona aquellos valores que pueden resultar atractivos y eficaces para ella. En ese sentido, el formador tiene que saber adaptarse a cada uno: a su sensibilidad y a su mundo axiológico interior. Pero, por otra parte, es preciso apelar de modo especial a aquellos valores que son en sí mismos más hondos y más propios de la realidad para la que se pretende motivar. Son éstos los que podrán poner en movimiento el núcleo interior de la persona y los que superarán la prueba del tiempo.
Motivar es todo un arte: en unas ocasiones convendrá reconocer y alabar lo bien que el alumno ha realizado su labor; en otras, en cambio, será más eficaz espolear su amor propio haciéndole ver lo que le falta. Hay casos en que es mejor poner por delante un reto difícil y exigente, hay otros en que es más prudente pedir metas fácilmente accesibles. A veces es necesario llamar la atención seriamente, otras veces, por ejemplo, en un momento de tensión o agobio, lo más acertado es ofrecer un rato inesperado de descanso y entretenimiento.
Responsabilizar:
Es el camino obligado de la motivación, ya que el alumno al ser responsable crece interiormente usando su libertad. Por ello, es necesario:
Encomendarle responsabilidades.
Revisar su realización.
Observar su perfecto cumplimiento.
Exigir que responda por ello.
Algunas fórmulas educativas del buen formador:
1. Suaviter in forma, fortiter in re:
Quizás una de las fórmulas educativas que más debería recordar todo formador es la concentra
da en el adagio clásico: Suaviter in forma, fortiter in re. No se trata de la simple contraposición de dos opuestos; ambos elementos son expresión de una misma intencionalidad.
La firmeza de fondo es verdaderamente educativa cuando se une a la suavidad en la forma. El formador tiene que ser completamente dueño de sí para que el orgullo, la paciencia y el enfado no determinen su relación con los alumnos. La humildad profunda y el interés genuino por el bien de los alumnos a él confiados, le permitirán dominarse en momentos en que sería quizás fácil desahogarse con una salida brusca, o imponer por la fuerza su voluntad.
2. Firmeza en la exigencia:
En ocasiones su servicio de autoridad requerirá firmeza en la exigencia. Su criterio de exigencia ha de ser constante, razonada y motivadora. Cuando le cueste exigir podrá alentarle el recuerdo de las palabras del Señor al profeta Ezequiel: Por no haberle advertido tú... yo te pediré cuentas a ti. Si por el contrario adviertes al justo... vivirá él por haber sido advertido, y tú habrás salvado tu vida.(Ez 3, 20-2).
En realidad sólo el formador humilde sabe exigir.
3. Conocer profundamente a cada uno:
Para que el formador pueda actuar debida y atinadamente, resulta indispensable que tenga un conocimiento profundo de cada uno de los alumnos. Este conocimiento le servirá para:
o Ofrecerles una mejor ayuda.
o Poder salir al paso de sus dificultades.
o Aplicar los recursos adecuados.
o Hacer referencia a las motivaciones que más le llegan a cada uno, etc.
El buen pedagogo no sólo busca conocer al educando sino que le ayuda también a que él se conozca a sí mismo.
4. El formador debe ser cercano y accesible:
Cercanía significa: convivir con los alumnos, estar con ellos y entre ellos, acompañarles en las celebraciones o eventos, asistir a los momentos de recreación.
Mostrarse accesible es estar siempre dispuesto a tratar sus asuntos y escucharles con atención. Una de las cosas que todos más apreciamos de los demás, es que muestren interés por nosotros.
5. Universalidad en el trato:
Un punto al que todos los educandos suelen ser muy sensibles, es la universalidad en el trato por parte del formador. Todo lo que sepa a exclusivismo o favoritismo es perjudicial. Debe ser al contrario: Un trato sustancialmente igual para todos favorece la confianza de cada uno, porque demuestra que el formador no se deja guiar por simpatías o antipatías, sino por su deseo de ayudar a cada uno según sus necesidades.
Es natural que el formador se entienda con mayor facilidad con unos que con otros. Hay alumnos agradables en su trato, abiertos y amables, otros menos. Pero debe esforzarse siempre por estar igualmente disponible para todos.
Trato universal no significa trato anónimo o despersonalizado. Interesarse por todos significa interesarse por cada uno y actuar conforme a sus particularidades, necesidades y circunstancias actuales
6.Comprender y aceptar a cada uno como es:
El buen formador debe saber comprender y aceptar a cada uno como es. Es inútil pretender que sea perfecto; es perjudicial pretender que sea como a uno le gustaría que fuera.
Es necesario ser paciente y no desesperar.
El formador paciente:
Sabe esperar la hora de Dios y adaptarse al ritmo de su gracia.
Comprende que tiene que ser el mismo educando quien entienda y acepte libremente lo que se le propone.
Es el que tiene la posibilidad de percibir que el alumno se encuentra en un momento difícil y es incapaz de entender o aceptar algo en ese instante. No tiene prisas, no presiona, no se precipita. Ya llegará el momento propicio.
7. Ser prudente:
Lo anterior requiere de una buena dosis de prudencia. No pueden formularse reglas precisas sobre cómo conviene comportarse con cada persona, en cada situación particular.
Es la virtud de la prudencia la que ayuda a aplicar los principios generales a los casos particulares.
La prudencia exige: reflexión, discernimiento, análisis sereno de las circunstancias.
No se trata solamente de un modo natural de ser. Es algo que se puede ir adquiriendo y perfilando, sobre todo con su esfuerzo diario por actuar en la práctica de modo prudente.
8. Reconocer la etapa de madurez y el contexto del formando y actuar de acuerdo con sus características:
Es posible que el alumno requiera principalmente un trato de confianza y protección por parte de su formador, de tal suerte que éste deberá ser un modelo: presente y cercano, afectuoso y paciente, con gran imaginación y dinamismo.
Lo más seguro es que el alumno requiera de su formador carácter, firmeza y seguridad, principalmente. El formador deberá ser paciente sin claudicar en la exigencia.
9. Los alumnos deben sentirse acogidos e integrados en el colegio:
Los formadores deben poner todos los medios que nuestra pedagogía dispone para que los alumnos de los diferentes niveles se sientan integrados y atendidos en nuestros colegios.
Aspectos psicológicos
11 y 12 años de edad
A los once años inicia la época de transición. Todo el equilibrio emocional durante la niñez se pierde y empiezan a aparecer nuevas formas de autoafirmación, de sociabilidad y curiosidad. Los preadolescentes son menos insistentes, más racionables, más objetivos y las actividades en grupo se vuelven importantes.
Empieza una vida emocional entre melancolía y buen humor. Se vuelven más activos y críticos, por lo que empiezan a surgir problemas en las relaciones familiares (critican a los papás y desafían a la autoridad).
Aspecto físico
Empiezan los cambios físicos y psíquicos propios de la pre adolescencia.
Cuando están inquietos tienen una energía desbordante, sobre todo los hombres a quienes les gustan los juegos duros, de competencia.
Les gusta el deporte al aire libre y todo aquello donde haya movimiento.
Son amantes de la naturaleza, de los animales.
Aspecto intelectual
Tienen capacidad para solucionar problemas complejos que requieren de pensamiento profundo.
Les gusta competir y triunfar. Tienen capacidad para responder preguntas que le hagan pensar.
Esto les da la oportunidad de sentir que ellos mismos han descubierto algo.
Para ellos saber significa entender y recordar.
El docente debe conectar conceptos previos con nuevos para facilitar el aprendizaje de los alumnos. Relacionar con ejemplos todo lo que se va aprendiendo. Evaluar el logro constantemente.
Necesitan saber que lo que se les va a enseñar es valioso; esto les suscitará interés por la materia.
Les gusta competir y triunfar.
Aspecto afectivo
No se dejan dominar por sus sentimientos delante de otros. Les gusta, si se presenta la ocasión, que les pregunten sobre sus sentimientos con seriedad y respeto. No les gusta que los critiquen ni que se burlen de ellos.
Tienen un gran apego a sus cosas. Son poco sensibles a los sentimientos de otros. Comienzan a desarrollar su independencia y a tomar sus decisiones.
Tienen conflicto entre lo que se les antoja y lo que les dicta su conciencia.
Aspecto social
Les encantan las reuniones para pasarla bien con otros amigos. Tienen una relación importante con sus amigos, no muy profunda, pues con ellos aprenden a adaptarse, comportarse, considerar, decidir.
Les gusta el trabajo en equipo.
Adoptan actitudes excéntricas para llamar la atención y ser distintos a los demás.
Aspecto moral
Tienen un vivo sentimiento del bien y del mal y tratan de mantener el orden social.
Pueden emitir sus propios juicios de valor al juzgar actitudes humanas y casos de moral sencillos, con base en los principios de lo bueno y lo malo, equidad y justicia.
Saben que las causas del bien y el mal están en el corazón del hombre, y que el remedio al egoísmo es el amor.
Son capaces de sacrificio y esfuerzo para superarse.
Aspecto religioso
Se entusiasman por el camino que les presenta el sacerdote o el profesor. Les puede gustar un retiro. Es el momento ideal para organizar un fin de semana de retiro en el que se combinen los sacramentos con actividades espirituales, formativas, deportivas y de esparcimiento. Les cuesta ir a la iglesia, están menos interesados por las oraciones y devociones. Ya no están dispuestos, como un año antes, a participar y ayudar en las celebraciones. Una experiencia espiritual fuerte en esta edad los puede marcar positivamente para toda la vida. Conservan el gozo de seguir a Cristo pero las tentaciones los ponen en un conflicto.
13 a 15 años de edad
Los trece años marcan en la mayoría de los jóvenes (tal vez un poco antes o un poco después) el comienzo de la adolescencia, etapa de rápidos y grandes cambios físicos y emocionales, que enmarcan la transición de la niñez a la vida adulta.
El joven se encuentra adentrado en la adolescencia, es menos comunicativo, se angustia con mucha facilidad, se aparta del círculo familiar. Se vuelve más introspectivo y represivo. Se vuelve muy sensible a la crítica. Aumenta la influencia del grupo de pares en la conducta.
El retraimiento no es un problema, están muy sensibles, están reflexionado de sí mismo, están tomando su lugar en la familia y en la sociedad, es una época de conflicto, tratan de encontrar una razón lógica a todo lo que les pasa y está a su alrededor.
Aspecto físico
Durante esta etapa también denominada adolescencia temprana, hombres y mujeres pasan por una gran variedad de cambios biológicos, que van desde un rápido crecimiento de diversas partes de su cuerpo, hasta el desarrollo de los órganos reproductores y la aparición de las características sexuales secundarias.
Durante esta etapa es común que el adolescente se sienta realmente encantado con su cuerpo, al mismo tiempo que comenzará a desarrollar una actitud crítica respecto del mismo, manifestando especial preocupación por su peso, talla y complexión.
Aspecto intelectual
Los cambios cognoscitivos en esta etapa se caracterizan por la aparición del pensamiento propio de las operaciones formales, lo cual permite al joven experimentar de manera importante sus habilidades de pensamiento abstracto, desarrollándose en forma particularmente importante el pensamiento hipotético, con lo cual el joven muestra una creciente capacidad de planear y prever cosas.
El adolescente razona en forma lógica sobre proposiciones, usos o propiedades abstractas que nunca ha experimentado directamente.
Considera que la realidad es sólo un conjunto de posibilidades para pensar.
Tiene la capacidad de manejar, a nivel lógico enunciados verbales y proposiciones en vez de objetos concretos únicamente.
Es capaz de entender las abstracciones simbólicas del álgebra y la crítica literaria y el uso de metáforas.
La capacidad de pensamiento abstracto le permite al adolescente imaginar posibilidades, formular hipótesis y demostrarlas y formular teorías.
Aumenta la velocidad, automatización y capacidad de procesamiento de la información, lo que permite utilizar los recursos cognitivos con otros propósitos.
Debido al desarrollo cognitivo y emocional del adolescente se pueden desarrollar estrategias que permitan la meta cognición y el aprendizaje autor regulado.
El formador debe proporcionar variedad de estrategias o procedimientos para aplicar o adquirir conocimientos. Dichas estrategias deben incluir la planificación, la consideración de alternativas y el control cognitivo.
Es necesario que el formador genere oportunidades para poner en práctica y plantearse una toma realista de decisiones, los adolescentes empiezan a formar parte de las decisiones familiares y a enfrentarse a situaciones que le demandan elegir acertadamente entre una serie de posibilidades ante diversas situaciones y problemas.
Aspecto afectivo
Los dos procesos más importantes que definen a esta etapa son la autonomía y la formación de la identidad, ya que es el momento de nuestras vidas en que realmente se comienza a aprender sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea. Este aprendizaje implica necesariamente la experimentación de situaciones nuevas, algunas de las cuales pueden resultar arriesgadas o incluso peligrosas.
Los jóvenes a esta edad anhelan la excitación en una forma que la mayoría de los adultos encuentran difícil de comprender, sobre todo las actividades que pueden resultar peligrosas. Afortunadamente, la mayoría de los jóvenes buscan estas sensaciones en la música, el deporte u otras actividades que precisan de gran cantidad de energía pero que conllevan un escaso riesgo físico real. Es importante mencionar que la principal fuente de identidad, a partir de la cual el joven hace suyos los valores e ideas que habrá de asumir, la constituye su grupo de referencia, es decir, el grupo de personas más cercanas al joven y con los cuales convive de manera cotidiana.
A los quince años se incrementa el espíritu de independencia y empieza a orientarse hacia el futuro.
Aspecto social
Durante esta etapa la vida social toma un nuevo rumbo, será cuando se desarrolle la verdadera sociabilidad, es decir, cuando el joven comienza a relacionarse de manera mucho más abierta con personas externas a su entorno familiar.
Las relaciones con familiares por su parte también experimentan cambios importantes. Los padres se vuelven más imprescindibles, como parte de la vida social del joven, a lo cual suele sumarse el hecho de que los primeros desacuerdos suelen surgir cuando los adolescentes comienzan a desarrollar sus propios puntos de vista, que con frecuencia no son compartidos por sus padres. Estos pequeños desacuerdos tienen como causa primordial la necesidad del adolescente de experimentar un sentido de identidad diferente del de sus familiares, razón por la cual suelen pasar mucho tiempo en compañía de personas ajenas a la familia, hablando por teléfono o a través de Internet con sus amistades.
El formador debe generar en los adolescentes la motivación para ayudar a los demás,
con la finalidad de que se centren menos en sí mismos y orienten sus acciones al bienestar común, además les permitirá reflexionar acerca del orden moral de la sociedad y de las preocupaciones sociales.
Aspecto moral
Durante esta etapa el joven adaptará sus ideas y comportamientos de manera especial para ajustarse a la expectativas del grupo, dándose cuenta de que la aceptación del grupo resulta incluso más satisfactoria que la obtención de recompensas, y que para lograr acceder a ella debe actuar conforme ideas y valores del grupo, desarrollando un claro y profundo sentido de lealtad y pertenencia.
Aspecto religioso
La religión adquiere un aspecto más emotivo que en la niñez, dándose además una mayor penetración de los valores, de la doctrina y de la práctica religiosa; sin embargo, su práctica religiosa es aún inmadura, con pocas bases sólidas, fundada principalmente en aspectos emocionales. Así, resulta normal que exista un importante interés por las prácticas litúrgicas, más por el gusto exterior del ceremonial religioso que por el significado profundo de la liturgia.
Hemos considerado muy valiosa la información que hemos encontrado al respecto en la fundamentación de los programas de estudios de educación media de la materia de Religión del Ministerio de educación de Chile, que citamos textualmente a continuación4.
Rasgospsicopedagógicos
La adolescencia es una etapa estupenda para apoyar con una sólida y cálida educación de la fe, el nuevo nacimiento de la personalidad.
Los adolescentes son como un terreno abierto a mil posibilidades, especialmente sensibles al amor verdadero de los adultos, capaces de engendrar los más altos y difíciles ideales.
1. Algunas características generales
Juan Pablo II, en la Exhortación Catechesi Tradendae afirmaba que:
La adolescencia es:
* una edad que presenta grandezas y riesgos;
* es el momento del descubrimiento de sí mismo y del propio mundo interior;
* es el momento de los proyectos generosos;
* es el momento en que brota el sentimiento del amor;
* es el momento en que afloran los impulsos biológicos de la sexualidad;
* es el momento en que crece el deseo de estar juntos;
* es el momento en que se experimenta una alegría particularmente intensa, relacionada con el embriagador descubrimiento de la vida;
* es la etapa de los interrogantes más profundos;
* es la edad de las búsquedas angustiosas, incluso frustrantes;
* es la edad de los primeros repliegues sobre sí mismo, de las experiencias de desconfianza de los demás;
* es la edad de los primeros fracasos y amarguras.
La catequesis no puede ignorar esos aspectos fácilmente cambiantes de un período tan delicado de la vida. Se sabe que en el adolescente aparecen nuevas dificultades que hacen más problemática y difícil su psicología religiosa. Esta se expresa en:
- la progresiva disminución de la práctica religiosa;
- la desconfianza, no racionalizada ni claramente consciente hacia la religión institucionalizada;
- la difusa problematización de las creencias; es decir, de las verdades religiosas transmitidas socialmente.
Ahora bien, esta crisis religiosa adolescencia se halla en estrecha dependencia de:
- la maduración cognoscitiva;
- la profundización de las nuevas motivaciones;
- el ensanchamiento de las experiencias emotivas, afectivas;
- el nuevo y más amplio mundo socio-cultural;
- el creciente proceso de emancipación del núcleo familiar.
El conocido autor de la obra Psicología religiosa, Antoine Vergote, al hablar de la religiosidad de la adolescencia, afirma:
El desarrollo de la inteligencia, el despertar de la amistad, la culpabilidad ligada a los impulsos sexuales, la crisis de independencia y la emergencia del yo, van a marcar profundamente la religión de la adolescencia. Estos elementos favorecen intensamente la actitud religiosa, pero, al mismo tiempo, perturban por sus angustias de culpabilidad y sus dudas de fe.
2. Las Transformaciones del pensamiento religioso.
2.1. La religión del adolescente es subjetiva porque se construye su religión. Al hacerlo, parte de un rechazo de la religiosidad que vivió en la infancia. Además, la religiosidad del adolescente es subjetiva, porque frente a los motivos que pueden justificar la religión, el adolescente distingue los motivos subjetivos y los motivos objetivos (Voy a misa porque me gusta - Voy a misa porque la misa es importante). El adolescente tiende a quedarse con los motivos subjetivos, vale decir selecciona de la religión aquello que, según él, le sirve y conviene para su personalidad. Esta subjetivización de la religión es positiva en el sentido que el adolescente adquiere motivaciones personales para creer. De esta manera, su fe se hace más auténtica e interior. Por otra parte, una excesiva subjetividad puede llevarle a una ruptura total con los valores de su infancia y las instituciones religiosas. Y hasta puede suceder que no llegue nunca a descubrir el valor objetivo de la religión y sus manifestaciones. Será importante para todo profesor de Religión conocer con simpatía las necesidades subjetivas de los adolescentes.
2.2. Conflicto entre pretensión totalizante del pensamiento religioso y pretensión totalizante del pensamiento científico:
El adolescente percibe la coherencia, la armonía, la posibilidad de verificación del conocimiento científico racional, positivo, pragmático. En cambio, el mundo religioso lo percibe como confuso, etéreo, indemostrable, accesible más a nivel de intuición que de lógica. Aparecen las primeras dificultades para integrar ciencias y religión.
Aunque estos aspectos del pensamiento religioso provienen de la evolución de la inteligencia, están muy marcados por la situación afectiva y emocional. Por eso no se soluciona el problema con una acentuación de los aspectos intelectuales, sino con una vivencia religiosa más sana a nivel familiar y social en la que no haya elementos mágicos y animistas que favorecen un tipo de religiosidad que el adolescente tiende a rechazar.
2.3. El adolescente descubre que la religiosidad infantil ya no le sirve.
El adolescente a veces no logra la reestructuración del pensamiento religioso infantil. El éxito de la revisión de la religiosidad infantil es incierto. La ayuda va más por el camino de la afectividad que por el camino de la doctrina.
3. Afectividad y Religión.
La afectividad influye en la religiosidad. Pero también la religión influye, a su vez, en la afectividad y la puede ayudar.
La religión ayuda a expresar la afectividad. Puede tratarse de una religión muy sentimental e intuitiva, muy centrada en la propia persona y, por ello, muy funcional, pero que les ayuda a expresar la afectividad. La religiosidad puede desempeñar un papel en dos sentidos contrarios: La religiosidad puede ser un factor de estabilidad afectiva, o, al contrario, puede ser un factor de inestabilidad afectiva. La religión favorece la estabilidad dando sentido a la propia existencia. Es factor de inestabilidad emotiva sobre todo cuando tiene un sentimiento de culpa excesivo ante ciertas dificultades de identificación y sobre todo, ante sus experiencias sexuales. Puede atribuir a la religión sus culpabilidades.
4. Aspectos sociales de su religiosidad.
El proceso de la socialización, en esta etapa del desarrollo, es fuerte e influye en su religiosidad. En las nuevas interacciones sociales, el adolescente verifica la solidez y significación de la religiosidad vivida en familia. Si el grupo no valora lo religioso, el adolescente tiende a relegar la conducta religiosa a la categoría de conducta privada y marginal. Si le da importancia, se mantendrá fiel a su vida religiosa.
5.- El Dios del adolescente.
El adolescente todavía no tiene un concepto definido de quién es Dios. Está en una situación de búsqueda. Supera la idea nocionalística, atributiva y estereotipada de Dios. Busca y necesita un Dios cercano que le ayude en sus angustias y necesidades, un Dios Amor, un Dios comprensión, un Dios interesado por su vida. Está muy impregnado aún de necesidades afectivas. Por lo mismo una educación religiosa demasiado dogmática no es muy aceptada por los adolescentes. Idealiza a Dios, como idealiza a sus ídolos, como una utopía del yo. La figura de Cristo es particularmente apta para servir de soporte a la idealización, como búsqueda del Absoluto del yo. Las dudas religiosas son más afectivas que intelectuales, y más puntuales y accidentales que globales y graves.
6. Religión y Moral.
El desarrollo moral del adolescente está en una etapa en que se reafirma el paso de la heteronomía parental y ambiental, a la autonomía racional ya iniciada en la pre-adolescencia. Sus comportamientos ya no dependen tanto de las imposiciones externas, cuanto de las motivaciones racionales y personalizadas. La religión puede ser un soporte positivo a su autonomía moral; pero también puede ser un soporte de un moralismo narcisista reduciendo la religión a moralismo, es decir, un rigor moral excesivo. El aumento de los impulsos sexuales y agresivos por motivos biológicos inconscientes, difíciles de asumir y manejar, acentúa la crisis religiosa y hace sentir los problemas de la culpabilidad.
7. La Educación religiosa de los adolescentes.
Con los adolescentes hay que estar siempre volviendo a empezar. Ellos se cansan fácilmente de todo. Prefieren lo asistemático, lo novedoso, lo inmediato. Sin embargo, el profesor de Religión debe ser fiel a una visión unitaria, complementaria y convergente de todo un proceso, pues debe conducir, con fatiga e intuición, hacia la formación de una mentalidad de fe coherente y estable.
Por ello, debe considerar:
- Tomar en cuenta los grandes problemas de la vida y de la sociedad: trascender la subjetividad y el individualismo; presentar certezas religiosas.
- Asumir la problemática afectiva y psico-sexual tan intensa en esta edad: escuchar, dialogar, iluminar...
- Motivar y orientar para las primeras grandes opciones que condicionan el propio proyecto de vida.
- Estimular a ver, juzgar y reaccionar frente a la situación ambiental: familiar, grupal, regional, nacional, etc.
- Reconocer ciertas diferencias entre las necesidades masculinas y femeninas. Esto condiciona la óptica y el lenguaje con los cuales se proponen ciertos contenidos religiosos: necesidad de una educación religiosa diferencial.
- Enganchar siempre con la vida concreta proponiendo y motivando a eventuales compromisos apostólicos y sociales.
Visión de Bilingüismo institucional
El lenguaje nos da el conocimiento y la conciencia del mundo. El ser humano expresa y comunica con palabras sus pensamientos, ideas y sentimientos. El lenguaje es voz y escritura, es la capacidad de entender lo que se escucha y entender lo que se lee, de escribir y decir lo que se desea expresar o comunicar. En suma, el lenguaje es el instrumento indispensable para conocer el mundo y transformarlo, y adquiere tonalidades distintas cuando el horizonte se amplía y nos situamos frente al aprendizaje de un segundo idioma.
Una persona bilingüe es aquella que puede entender, comunicarse, y expresarse de una forma clara y precisa en dos lenguas distintas. En este orden de ideas el bilingüismo implica tener la capacidad de comprender el sentido de lo que los demás pretenden comunicar por medios verbales o escritos. Por ende, cuando lo anterior se ha cumplimentado es que se puede afirmar que la persona es verdaderamente bilingüe.
Principiospedagógicosdelbilingüismo
El ritmo de aprendizaje de una segunda lengua, en este caso el idioma inglés, varía según las condiciones a las que el alumno haya estado expuesto durante el nivel de primaria e inclusive desde el nivel de preescolar. Por ello es indispensable conocer la experiencia del alumno frente al idioma inglés, con la finalidad de colocarlo en el nivel correcto, lo cual evitará que se pueda determinar erróneamente que el alumno tiene completo dominio del idioma.
Por ende, si tomamos en cuenta la diversidad de experiencias respecto del aprendizaje del idioma inglés a nivel internacional, nos encontraremos con horizontes distintos: alumnos que han aprendido el idioma inglés desarrollando las destrezas de comunicación interpersonal básicas (conocimientos lingüísticos necesarios en situaciones sociales, es el lenguaje utilizado de manera cotidiana para interactuar socialmente con otras personas) durante la primaria y con las cuáles se debe retomar todo este lenguaje social para iniciar de manera gradual las competencias lingüísticas académicas (lenguaje que requiere un esfuerzo cognitivo que exija competencias lingüísticas de pensamiento crítico) y lograr un nivel adecuado al término del nivel de secundaria; y alumnos que han tenido la oportunidad de desarrollar la competencia lingüística académica cognoscitiva junto con la comunicación interpersonal básica desde nivel de primaria e inclusive desde el nivel de preescolar, por lo que su nivel al iniciar la secundaria deberá continuar en torno a la mejora de la literacidad crítica y la respuesta literaria aunado al énfasis de transversalidad con otras materias.
Los niveles de bilingüismo para el nivel de secundaria han sido desarrollados para:
Responder a la evolución continua en torno a las necesidades de la educación y dirigida a los estudiantes y a la sociedad.
Brindar a todos los alumnos de mayores oportunidades para perfeccionar un segundo idioma (biliteracidad) y la lectura crítica.
Preparar a los alumnos en los retos inherentes a la literacidad y que enfrentarán a lo largo de su vida académica y social.
Conjuntar mayor coherencia entre la enseñanza y el aprendizaje del idioma inglés de conformidad con los enfoques para cada nivel.
Enfoque del bilingüismo
El enfoque del bilingüismo es de carácter comunicativo social con énfasis de transversalidad y literacidad crítica para el nivel de secundaria.
En la actualidad, el idioma inglés como segunda lengua ya no es una instrucción fragmentada por habilidades. Por el contrario, las habilidades se integran con la finalidad de apoyar la expresión oral y la comprensión auditiva hacia el desarrollo de vocabulario que conlleva una mejora en la lectura y que finalmente redunda en una producción escrita significativa y en una experiencia rica en contenido para los alumnos. Asimismo, es importante que los alumnos se inicien en las conexiones curriculares con otras áreas de contenido académico como historia y ciencias, sin tener que recurrir necesariamente a un programa específico de estas materias en segunda lengua. Por otro lado, es cada vez mayor la necesidad de involucrar a los alumnos en la literacidad crítica a un nivel en el que puedan ir adquiriendo las estrategias necesarias para un acercamiento al texto en diversos niveles y contar con mejores herramientas lingüísticas que le permitan comunicarse dentro de un mundo globalizado.
Losnivelesdebilingüismoenlaeducaciónbásica: secundaria
Después de analizar las diferentes realidades de nuestros colegios respecto del aprendizaje del idioma inglés a nivel internacional, hemos llegado a la propuesta de tres niveles de bilingüismo para el nivel de secundaria.
Nivel 1
Nivel de competencia lingüística en el idioma inglés: Pre - Avanzado (English Proficiency Level: Early Advanced).
En el Nivel 1 se enfatiza el gusto por la lectura y los géneros literarios. Los alumnos descubren el poder de la literatura que es el poder de la fascinación, por lo que la exigencia a ser formados como lectores es de vital importancia. Así, los diversos géneros literarios motivan a los estudiantes a profundizar en el conocimiento de una correcta pronunciación, gramática dentro de contexto, vocabulario, comprensión, fluidez. La escritura se enfatiza mediante la elaboración de ensayos breves, que en grados superiores se convertirán en ensayos literarios más elaborados. Todo lo anterior de manera integrada, con la finalidad de que el idioma inglés sea la base para la comprensión de otras materias del curriculum (impartidas en inglés), tales como humanidades, ciencias, matemáticas, tecnología, y el desarrollo preciso en el arte de la oratoria, la poesía y la declamación.
Las habilidades que se desarrollan en este nivel son:
Comprensión auditiva y expresión oral. El ámbito de aprendizaje de comprensión auditiva y expresión oral identifica los conceptos, procedimientos y actitudes para utilizar el idioma inglés en ambientes sociales y académicos. Los principales conceptos de este ámbito de aprendizaje son: Pensamiento crítico en la comprensión auditiva, apreciación, cultura, expresión oral para públicos diversos.
Lectura. La lectura es particularmente importante en virtud de que brinda a los alumnos del idioma inglés oportunidades para la práctica de la gramática, para ampliar su vocabulario, para mejorar la fluidez lectora con los textos escritos y mejorar sus habilidades de expresión oral. Asimismo, la lectura provee modelos de patrones de oraciones y estructuras lingüísticas. La lectura contempla cuatro partes en su desarrollo: Análisis de palabras, Fluidez, Comprensión y Respuesta literaria y análisis.
Escritura. Reglas convencionales del idioma inglés. Los alumnos deben producir escritos que incluyan una correcta puntuación, ortografía de palabras apropiadas al desarrollo de los alumnos y el correcto empleo de mayúsculas. Los principales conceptos son:
La certificación internacional en el Nivel 1
Sugerencia: Los alumnos del Nivel 1 inician la secundaria con la presentación de la certificación internacional denominada PET al finalizar la primera parte del ciclo escolar o bien, la certificación correspondiente por parte de Trinity College London. En los grados subsecuentes la preparación puede ir en torno a la certificación denominada FCE (First Certificate of English), aunque se recomienda que la presentación del mismo sea durante el 10°.
El Nivel 1 y la aplicación del idioma inglés en diferentes áreas académicas.
La comunicación mediante el uso del idioma inglés en otras áreas académicas es de vital importancia en el Nivel 1. El énfasis de la segunda lengua ya sea en las ciencias o en las humanidades de acuerdo al interés de cada colegio será de gran utilidad para el aprendizaje de lenguaje requerido para comunicarse en las diversas disciplinas.
El siguiente ejemplo muestra énfasis en humanidades en torno a las artes en el nivel de Secundaria:
Las Artes en el nivel Secundaria.
Con la finalidad de enfatizar el idioma inglés en el nivel secundaria nuestros alumnos tendrán la oportunidad de acercarse tanto a las artes interpretativas (Drama y Producción de Teatro, Poesía y declamación, Oratoria) como a las artes visuales. El curriculum de las artes desarrolla la compren
sión de las posibilidades conceptuales y expresivas del arte. El objetivo es que cada uno de nuestros alumnos haga mayor conciencia del lugar que ocupa el arte en la experiencia humana y logre un dominio mayor del idioma inglés a través de puestas en escena representativas de la literatura inglesa y de la literatura universal.
Nivel 2
Nivel de competencia lingüística en el idioma inglés: Intermedio (English Proficiency Level: Intermediate)
En el Nivel 2 los alumnos se comunican en idioma inglés para interactuar socialmente a través de la expresión oral y escrita utilizando estrategias de aprendizaje para ampliar sus competencias comunicativas. El Nivel 2 es el umbral para el inicio del logro académico en otras áreas, tales como historia y algunos temas de ciencias a través de proyectos sencillos en donde los alumnos utilizarán estrategias para comunicar sus ideas y aplicar el conocimiento del idioma inglés en otras disciplinas. Por ende, los alumnos adquieren las estrategias necesarias de comprensión para un acercamiento a los textos en diversos niveles permitiendo la entrada al análisis literario de una manera gradual y así mejorar la competencia lingüística académica cognoscitiva de acuerdo a este nivel a través del aprendizaje estratégico.
En este orden de ideas los ámbitos de aprendizaje del Nivel 2 son los siguientes: lenguaje, literacidad y contenido.
Por lo anteriormente expuesto el fundamento o la base del Nivel 2 es el lenguaje que el alumno haya adquirido durante la primaria como destrezas de comunicación interpersonal básicas a las que aludimos anteriormente. El lenguaje social adquirido en idioma inglés servirá de andamiaje para que los alumnos desarrollen y consoliden las competencias lingüísticas cognoscitivas tanto en la literacidad como en el contenido de diferentes asignaturas, de manera gradual.
La certificación internacional en el Nivel 2
Recomendamos que los alumnos del Nivel 2 inicien la secundaria con la presentación de la certificación internacional denominada KET (Key English Test) de la Universidad de Cambridge o bien, la certificación correspondiente por parte de Trinity College London. Antes de finalizar el nivel de secundaria, los alumnos pueden certificarse en PET (Preliminary English Test).
El Nivel 2 y la aplicación del idioma inglés en diferentes áreas académicas.
En el Nivel 2 no se agregan materias académicas a la carga horaria del bilingüismo en virtud de que las siete horas dedicadas al idioma inglés involucran temas de contenido de diferentes asignaturas.
Nivel 3
Nivel de competencia lingüística en el idioma inglés: Pre-Intermedio (English Proficiency Level: Pre-Intermediate)
En el Nivel 3 colocamos a los alumnos que han tenido muy poca exposición al idioma inglés. Conocen ciertas estructuras del idioma pero requieren desarrollar las destrezas de comunicación interpersonal básicas a las que aludimos anteriormente con la finalidad de tener una experiencia grata y exitosa en el aprendizaje del idioma inglés.
1. Desarrollo de la competencia comunicativa
La competencia comunicativa se define como la capacidad que tiene el alumno para usar sus conocimientos sobre los aspectos formales y sociolingüísticos de la lengua para comunicarse de manera adecuada.
Así, la segunda lengua integra la competencia gramatical y sociolingüística que se enfocan a lograr una meta específica mediante la: comprensión auditiva y expresión oral. Y con un énfasis menos exigente en la lectura y escritura.
2. Uso de las funciones de la segunda lengua
Usar la lengua en una gran variedad de contextos y dar importancia al aprendizaje de las funciones de la lengua.
3. Creación de frases con significado
Esto significa que el aprendizaje de la segunda lengua se evalúa teniendo en cuenta cómo el alumno desarrolla su competencia comunicativa.
Las características principales del Nivel 3 son:
Énfasis en la comunicación en la segunda lengua a través de la interacción.
Introducción de textos reales en la situación de aprendizaje.
Brindar a los alumnos oportunidades para pensar en el proceso de aprendizaje.
Dar importancia a las experiencias personales de los alumnos como elementos que contribuyen al aprendizaje del aula.
Intentar relacionar los conceptos en el aula con actividades realizadas fuera de ella.
La certificación internacional en el Nivel 3.
Sugerencia: Los alumnos del Nivel 3 pueden culminar el nivel de secundaria con la presentación de la certificación PET (Preliminary English Test) de la Universidad de Cambridge o la correspondiente por parte de Trinity College London. En el Nivel 3 no es viable la aplicación del idioma inglés en otras áreas académicas.
Prácticas pedagógicas institucionales en la educación básica: secundaria (Elaboratum, Investigación científica escolar y toma de apuntes)
1. Prácticadeproduccióndetextos: Elaboratum
El elaboratum en nuestros colegios es una metodología que permitirá al alumno analizar, sintetizar y estructurar su pensamiento por ello es indispensable considerar realizar uno o dos como máximo durante el ciclo escolar.
Se recomienda que el elaboratum se realice preferentemente en las materias del área humanista o social, es decir aquellas que usan más las habilidades semánticas. Sin embargo, no están excluidas las materias científicas si se trata de aplicaciones o relaciones por ejemplo entre hipótesis o teorías.
Uno de los aspectos que caracterizan el diseño de un elaboratum es la profundización de la información de un tema específico y por tanto el uso estratégico del conocimiento. Todos los procedimientos que los alumnos deben involucrar en esta tarea corresponden a los ejes procedimentales del currículum (Pozo y Postigo, 2000) a los que hacemos referencia en el eje curricular 4: aprendizaje y pensamiento estratégico, aprender a aprender.
Elaboratum es un trabajo escrito en el que se profundiza sobre un tema que está relacionado con lo estudiado). El sentido de este práctica es llevar al alumno a profundizar en un tema estudiando un aspecto muy concreto de él que tenga relevancia dentro del conjunto (P. Carmena, L.C, 2009).
La distinción con el ensayo es que este último necesariamente no es sobre algo estudiado sino que admite mucha libertad, invención, creatividad y expresión de las propias ideas. Podría decir que el ensayo es más literario por esta apertura. El elaboratum es más científico y lógico aunque pueda admitir y de hecho requiera claridad, precisión de vocabulario, incluso belleza en su género y conforme a su intención que es profundizar en un tema (Dr. Núñez, 2009).
Escribir textos correctamente es una capacidad que se puede aprender por medio de la ejercitación en situaciones comunicativas reales, y sobre todo gracias a una intensa y continua reflexión sobre los subprocesos, habilidades y estrategias que ésta involucra.
En término generales, podemos decir que la composición escrita:
1. Consiste en traducir nuestras ideas, pensamientos, sentimientos e impresiones en un texto escrito coherente.
2. Es una actividad comunicativa que se realiza en función en cierta audiencia y dentro de situaciones y contextos comunicativos.
3. Es una actividad realizada para conseguir propósitos con palabras escritas.
4. Permite desarrollar el conocimiento que se posee, ya que escribir exige pensar y reflexionar sobre el tema que se escribe y obliga a elaborar y organizar la información con mayor profundidad.
5. Es una actividad estratégica que se puede autorregular, puesto que el escritor trabaja en forma reflexiva observándose a sí mismo y puede aprender a controlarla.
Pautasdeoperaciónparalaprácticaescrita: elaboratum
Un elaboratum debe contemplar los siguientes elementos:
1. Extensión de 12 páginas.
2. Precedido de un índice.
3. Elenco de la bibliografía consultada y/o leída.
El acto de escribir un ELABORATUM se compone de tres procesos básicos: planear, redactar y revisar. Para llevar a cabo dicho acto, se requiere del desarrollo de habilidades cognitivas que desarrollen poco a poco el perfil del buen escritor.
1. Planear:
- Formular objetivos
- Formarse una imagen concreta de lo que se quiere escribir
- Determinar cómo será el texto (extensión, tono, presentación, etc.)
- Determinar la relación autor-lector (registro y tratamiento)
- Trazar un plan de composición. Decidir en qué orden trabajarán los procesos y qué técnicas de redacción de usarán.
- Ser flexible para reformular los objetivos a medida que avance el texto
2. Redactar
- Trazar un esquema de redacción: marcar párrafos
- Saber redactar concentrándose selectivamente en diversos aspectos del texto.
- Buscar un lenguaje compartido con el lector.
- Introducir en el texto redactado ayudas para el lector y técnicas de presentación (señales, marcadores textuales, títulos, resúmenes, esquemas, etc.)
- Contemplar los recursos del idioma, la gramática y la ortografía.
3. Revisar
Leer
- Saber comparar el texto producido con los planes previos.
- Saber leer de forma selectiva, concentrándose en distintos aspectos: contenido (ideas, estructura, etc.) o forma (gramática, puntuación, ortografía, etc.)
- Utilizar las habilidades de la lectura para concentrarse en aspectos distintos del texto: anticipación, pistas contextuales, etc.
Rehacer
- Saber dar prioridad a los errores: rehacer primero los problemas globales o profundos (de contenido) y dejar para el final los locales y superficiales (de forma).
- Dominar diversas formas de rehacer o de retocar un texto: tachar palabras, añadir palabras en el margen, asteriscos, flechas, sinónimos, reformulación global, etc.
- Saber escoger la técnica de corrección adecuada a las características del error.
- No precipitarse al corregir. Acabar de leer el texto antes de empezar a hacerlo
De la forma: argumentar la legibilidad, buscar frases sencillas, buscar economía, orden de las palabras, corrección ortográfica, puntuación, leer el texto en voz alta, etc.
El siguiente esquema recoge los puntos más importantes del perfil del buen escritor:
El perfil del buen escritor
- Lectura. Los escritores son buenos lectores o la han sido en algún período importante de su vida. La lectura es el medio principal de adquisición del código escrito.
- Tomar conciencia de la audiencia (lectores). Los escritores competentes, mientras escri¬ben, dedican más tiempo a pensar en lo que quieren decir, en cómo lo dirán, en lo que el receptor ya sabe, etc.
- Planificación del texto. Los escritores tienen un esquema mental del texto que van a escri¬bir, se formulan una imagen de lo que quieren escribir, y también de cómo lo van a trabajar. Se marcan objetivos.
- Releer los fragmentos escritos. A medida que redacta, el escritor relee los fragmentos que ya ha escrito para comprobar si realmente se ajustan a lo que quiere decir y, también, para enlazarlos con lo que desea escribir a continuación.
- Revisar el texto. Mientras escribe y relee el texto, el autor lo revisa e introduce modificacio-nes y mejoras. Estos cambios afectan sobre todo al contenido del texto: al significado.
- Proceso de escritura recursivo. El proceso de escritura es cíclico y flexible. Pocas veces el autor se confirma con el primer esquema o plano del texto; lo va modificando durante la redacción del escrito a medida que se le ocurren ideas nuevas y las incorpora al texto.
- Estrategias de apoyo. Durante la composición, el autor también utiliza estrategias de apo¬yo para solucionar algunas contingencias que se le pueden presentar. Suele consultar gramá¬ticas o diccionarios para extraer alguna información que no tiene y que necesita.
Lineamientosparaunacorreccióneficientedeltextoescrito5
Los siguientes lineamientos pretenden que la corrección sea más clara y beneficiosa y, en definitiva, que los alumnos mejoren su expresión escrita:
1. Entender la corrección como una técnica didáctica que puede ser voluntaria, variada y participativa.
2. Corregir sólo lo que el alumno pueda aprender.
3. Corregir cualquier aspecto del texto y del proceso de composición.
4. Dar consejos prácticos.
5. Corregir cuando el alumno tiene fresco lo que ha escrito.
6. Dejar tiempo en clase para que los alumnos puedan leer y comentar las correcciones del profesor. Asegurarse de que las leen y las aprovechan.
7. Marcar los errores y pedir al alumno que busque la solución correcta.
8. Tener entrevistas individuales con el alumno. Corregir oralmente sus trabajos escritos.
9. Dar a conocer herramientas para que los alumnos puedan autocorregirse: enseñar a manejar y consultar diccionarios, gramáticas, libros de verbos, etc.
10. Corregir los borradores del texto, previos a la versión definitiva. Estimular a los alumnos a revisar y a rehacer sus escritos.
11. Aumentar la calidad de la corrección, aunque baje la cantidad. No preocuparse tanto por corregir todos los trabajos de los alumnos y asegurar un buen nivel de corrección.
Evaluación
Para valorar la capacidad de expresión escrita, hay que considerar dos aspectos complementarios y relacionados: el producto escrito, o los textos que un individuo es capaz de redactar, y el proceso de composición, o el método de trabajo y las estrategias que utiliza para producirlos.
Los criterios de éxito son el conjunto de aspectos lingüísticos o comunicativos que tiene que conseguir el escrito para considerarse aceptable. A continuación se presentan dos tablas: una especifica (Opción A) el valor que se otorgará a cada aspecto, y por otro lado la global (Opción B) que justifica la asignación a cada criterio:
fig 1
fig 2
Evaluación del proceso
La evaluación del proceso de composición del alumno consiste en valorar el método de redacción del alumno: las estrategias que utiliza, los procesos cognitivos, las técnicas, etc.
Se trata de una evaluación cualitativa, basada en técnicas de observación y recogida de información. Se hacen entrevistas a los alumnos, se los observa mientras escriben, se analizan comparativamente los borradores que producen, etc. Más que poner una nota numérica a cada alumno, lo que interesa es descubrir tendencias, estilos de trabajo y progresos en el proceso de composición de cada individuo.
El guión siguiente apunta las cuestiones más importantes para medir y observar la composición de los alumnos:
Guión de evaluación del proceso
Preguntas importantes sobre el comportamiento del alumno: 1. ¿Ha hecho borradores? ¿Cuántos? ¿De qué tipo?
2. ¿Ha revisado y reformulado el texto? ¿Lo ha hecho a menudo? ¿Qué tipo de modificaciones ha introducido?
3. ¿Ha utilizado alguna técnica concreta de composición? Por ejemplo: hacer listas de ideas, agrupar las ideas, hacer un esquema, desarrolla palabras clave, torbellino de ideas, etc.
Otros aspectos a tener en cuenta:
1. Las consultas que los alumnos hayan podido hacer a otros compañeros o al profesor.
2. Los libros que el alumno haya manejado, así como la frecuencia y el aprovechamiento con los que los haya utilizado.
3. El estado anímico del alumno: si parece que trabaja a gusto, si está nervioso, si escribe o está parado, etc.
4. El tiempo que haya necesitado cada alumno para hacer cada ejercicio
2. Práctica de búsqueda de la verdad por medio de la Investigación científica escolar.
Este elemento de nuestra pedagogía resalta la importancia que tiene la investigación científica escolar en los procesos de aprendizaje acerca de las ciencias (investigación científica y explicaciones científicas) y de las ciencias (considerada como el conocimiento científico sobre el mundo natural desde la física, la química, la biología, las ciencias de la tierra y el espacio) y su relación con la tecnología y la sociedad.
Lo que se busca es que los estudiantes desarrollen actividades de investigación científica desde el aula para hacer ciencia, (Consejo de Investigación Nacional de Estados Unidos,1996, p.121)6 y que potencien la comprensión de las ciencias y la tecnología la cual resulta crucial para la preparación en la vida de los y las jóvenes en la sociedad contemporánea, ya que mediante ellas, el estudiante puede participar plenamente en una sociedad en las que las ciencias y la tecnología desempeñan un papel fundamental. Esta comprensión faculta asimismo a las personas para intervenir con criterio en la definición de las políticas públicas relativas a aquellas materias científicas o tecnológicas que repercuten en sus vidas. En suma, comprender las ciencias y la tecnología influye de manera significativa en la vida personal, social, profesional y cultural de todas las personas.
A su vez, se presentan pautas que contribuyen a ejecutar procesos de investigación científica escolar desde el aula que fortalecen la formación de las competencias científicas de los estudiantes de secundaria (7º a 9º) y aportan significativamente a los procesos de comprensión de las ciencias y acerca de ellas que se han planteado en los programas curriculares de nuestro sistema educativo.
El diseño de estas pautas de investigación científica escolar parte de la consideración que desde los grados más tempranos, los estudiantes deben experimentar las ciencias en una forma que los convoque a la elaboración activa de ideas y explicaciones y realce sus oportunidades de desarrollar las capacidades, actitudes y conceptos de hacer ciencias.
Para construir las pautas de las actividades científicas del estudiante desde el aula, tomamos como referencia la caracterización que se tiene de este quehacer del científico. Al respecto, en los Estándares Nacionales para la Enseñanza de Ciencias se plantea que la investigación científica hace referencia a las diversas formas en las que los científicos estudian el mundo natural y proponen explicaciones basadas en la evidencia que derivan de su trabajo. También se refiere a las actividades de investigación que llevan a cabo los estudiantes para desarrollar conocimiento y comprensión sobre las ideas científicas, y además, para entender la forma en que los científicos estudian el mundo natural. (National Science Education Standards, capítulo 2, página 23 [2]).7
La investigación del mundo natural y del conocimiento acerca de las ciencias en sí mismas, adopta gran variedad de formas que van desde la curiosidad de un niño sobre cómo pueden vivir las hormigas bajo tierra hasta la búsqueda de nuevas partículas atómicas que llevan a cabo grupos de físicos. La investigación en las aulas asume también formas variadas, pero cualquiera que esta sea, su papel en la educación es cada vez más el centro de atención. El mundo actual está profundamente influenciado por los descubrimientos científicos. La gente necesita evaluar y tomar decisiones que requieren un cuestionamiento cuidadoso, la búsqueda de evidencia y el razonamiento crítico. Los ambientes de aprendizaje que se concentran en transmitir a los estudiantes lo que los científicos ya conocen no promueven la pesquisa; por el contrario, el énfasis en la investigación exige pensar sobre lo que sabemos, por qué lo sabemos y cómo llegamos a saberlo.
La investigación científica escolar está en el centro de las competencias científicas y matemáticas de los currículos de nuestro sistema educativo. Estos currículos buscan promover modelos de planeación, aprendizaje, enseñanza y evaluación que permitan a los profesores generar el aprendizaje de conocimientos científicos a partir de la curiosidad natural y humana de los alumnos de secundaria.
Por otra parte, entre los saberes científicos escolares que asume esta propuesta de aprender a partir de la investigación científica escolar, se considera que los estudiantes deben abordar de forma relevante los saberes acerca de las ciencias experimentales, que posee dos categorías. La «Investigación científica», que se centra en la investigación considerada como uno de los procesos esenciales de las ciencias, así como en los diversos componentes de dicho proceso. La segunda categoría, que se encuentra estrechamente ligada a la investigación, la constituyen las «explicaciones científicas». Las explicaciones científicas son un resultado de la investigación científica. Se podría pensar en la investigación como el método propio de la ciencia (la forma en que los científicos obtienen datos) y en las explicaciones como los objetivos de la ciencia (la forma en que los científicos usan los datos obtenidos).
Capacidades necesarias para hacer investigación científica escolar en Secundaria
Grados 7º a 9º
Identificar preguntas que se puedan responder mediante investigaciones científicas.
Los estudiantes deberán desarrollar la capacidad de depurar y reenfocar preguntas generales y mal definidas. Un aspecto importante de esta capacidad consiste en que los estudiantes puedan clarificar preguntas y dirigirlas hacia objetivos y fenómenos que pueden ser descritos, explicados, o contrastados a través de las investigaciones científicas. Los estudiantes deben desarrollar la capacidad de identificar sus preguntas con ideas científicas, conceptos, y relaciones cuantitativas de aquella investigación guiadas.
Diseñar y llevar a cabo una indagación científica.
Los estudiantes deben desarrollar capacidades generales de observación sistemática, de toma de medidas exactas y de identificación y control de variables. A su vez, los estudiantes deben desarrollar la capacidad de clarificar sus ideas que influyen y dirigen las preguntas de investigación. A su vez, deben entender como aquellas ideas se relacionan con el conocimiento común y el científico. Los estudiantes deben aprender a formular preguntas, diseñar investigaciones, ejecutar investigaciones, interpretar datos, usar pruebas para generar explicaciones, proponer explicaciones alternativas y críticas y generar diversos procedimientos.
Utilizar las herramientas y técnicas apropiadas para reunir, analizar e interpretar datos.
El empleo de instrumentos y técnicas, incluyendo matemáticas, deben contribuir a las respuestas de las preguntas planteadas y al diseño de investigaciones. Es importante auxiliarse de tecnología para la recolección, valoración y demostración de pruebas. Los estudiantes deben ser capaces de tener acceso, juntar, almacenar, recuperar y organizar datos usando hardware y software diseñado para estos objetivos. Un ejemplo de ello son los simuladores, bases de datos, calculadoras o sensores.
Desarrollar descripciones, explicaciones, predicciones y modelos utilizando la evidencia.
Los estudiantes deben realizar explicaciones a partir de observaciones. Por otra parte se debe tener clara la diferencia entre descripciones y explicaciones. Al realizar actividades experimentales
los estudiantes deben saber predecir y contrastar. En relación a la argumentación deben explicar las causas que generan los efectos que encuentran y lograr explicarlo basado en pruebas y argumentos lógicos. Esta capacidad requiere conocimientos de ciencias de tal manera que le ayude a conducir con claridad las investigaciones. Si los estudiantes tienen una buena formación en ciencias contribuye al desarrollo de explicaciones y establece conexiones entre el contenido de ciencias y los contextos dentro de los cuales los estudiantes desarrollan el nuevo conocimiento.
Pensar crítica y lógicamente para establecer relaciones entre la evidencia y las explicaciones.
El pensamiento crítico sobre las pruebas incluye la decisión sobre cuáles pruebas deben ser usadas y consideras para valorar los datos anómalos que se tienen en los resultados. Expresamente, los estudiantes deben ser capaces de revisar los datos de un experimento simple, resumir los datos y construir un argumento lógico sobre las relaciones de causa-efecto que se encuentra en un experimento. Además, ellos deben elaborar una declaración que implique algunas explicaciones en términos de la relación entre dos o más variables.
Reconocer y analizar explicaciones y predicciones alternativas.
Los estudiantes deben desarrollar la capacidad de escuchar y respetar las explicaciones propuestas por otros estudiantes. Ellos deben permanecer abiertos y reconocer ideas y explicaciones diferentes, de tal manera que sean capaces de aceptar el escepticismo de otros y tener en cuenta estas explicaciones alternativas para replantear sus explicaciones.
Comunicar los procedimientos científicos y las explicaciones.
Con la práctica, los estudiantes deberán hacerse competentes en la comunicación de métodos experimentales. Además de aprender a realizar síntesis de las explicaciones de otros estudiantes a través de instrucciones o descripción de observaciones. A su vez, debe ganar fortaleza en resumir los resultados de otros grupos o la narración de otros estudiantes sobre investigaciones y explicaciones realizadas por ellos.
Utilizar matemáticas en todos los aspectos de la indagación científica.
La matemática es la disciplina que permite modelizar los fenómenos de la naturaleza, de tal manera que contribuye al planteamiento y resolución de problemas de indagación científica. Entre los usos que se le pueden dar se encuentra el hacer preguntas y reunir, organizar y presentar datos que permiten la estructuración de explicaciones convincentes y con fundamento.
El papel del profesor en la Investigación científica escolar
El usar la investigación científica escolar necesita de unas diferentes estrategias de instrucción por parte de los profesores de tal manera que permita del desarrollo de capacidades y actitudes científicas que contribuyan a aprender acerca de las ciencias. El papel del profesor debe ser generar desde la enseñanza una visión comprensiva de lo que significa aprender ciencias. A continuación se presentan diferentes tipos de referentes de enseñanza que deben generar en el aprendizaje a través de la Investigación científica escolar. Aunque estos referentes pueden aplicarse a las diversas estrategias de instrucción, se refieren a la investigación, es necesario aclarar que la investigación no es la única estrategia para enseñar ciencias. Sin embargo, la investigación está en el núcleo de los programas curriculares basados en competencias.
A continuación se presentan algunos estándares de instrucción que permite generar aprendizaje con la Investigación científica escolar.
Estándar de enseñanza en relación a la planeación:
Los profesores de ciencias deben planear para sus estudiantes un programa basado en Investigación científica escolar, al hacerlo, los profesores:
Desarrollan un marco de referencia de las metas que deben alcanzar los estudiantes para todo el año y para períodos más cortos.
Seleccionan contenidos de ciencias-tecnología y adaptan y diseñan el currículo de manera que coincida, con los intereses, conocimientos, comprensión, habilidades y experiencias de los estudiantes.
Eligen estrategias de instrucción y evaluación que apoyen el desarrollo de la comprensión en los estudiantes y que nutran a una comunidad de aprendices de ciencias.
Trabajan con otros colegas, entre y a través, de disciplinas y de grados escolares.
Estándar de enseñanza en relación al aprendizaje:
Los profesores de ciencias deben guiar y facilitar el aprendizaje:
Enfocan y apoyan indagaciones en la interacción con los estudiantes.
Orquestan las discusiones entre los estudiantes, referentes a ideas científicas.
Proponen retos a los estudiantes para que acepten y compartan la responsabilidad de su propio aprendizaje.
Reconocen y responden a la diversidad que presentan los estudiantes y los estimulan a todos para que participen activamente en el aprendizaje de las ciencias.
Estimulan y moldean las habilidades de indagación científica, así como la curiosidad, la apertura a datos e ideas nuevos y, al escepticismo que caracteriza las ciencias.
Estándar de enseñanza en relación a la evaluación:
Los maestros de ciencias se deben comprometerse con la evaluación permanente tanto de su enseñanza como del aprendizaje de los estudiantes desde la Investigación científica escolar:
Utilizan métodos múltiples y sistemáticos para la recolección de datos sobre la comprensión y habilidad de los estudiantes.
Analizan los datos que arroja la evaluación para guiar su práctica instructiva.
Guían a los estudiantes en sus procesos de auto evaluación.
Utilizan los datos de los estudiantes, las observaciones de la instrucción y la interacción con otros colegas, para cuestionar la práctica educativa con el fin de mejorarla.
Utilizan los datos de los estudiantes, las observaciones de la instrucción y la interacción con otros colegas, para reportar los logros de los estudiantes y sus oportunidades de aprender, a los mismos estudiantes, a otros maestros, a los padres, a los directivos y al público en general.
Estándar de enseñanza en relación a los ambientes de aprendizaje:
Los maestros de ciencias deben diseñar y manejar ambientes de aprendizaje que den a los estudiantes el tiempo, el espacio y los recursos necesarios para aprender ciencia desde la Investigación científica escolar:
Estructuran el tiempo disponible de manera que los estudiantes puedan abordar investigaciones largas, de acuerdo al calendario escolar.
Crean, para el trabajo de los estudiantes, ambientes flexibles y que apoyan la investigación.
Garantizan un ambiente de trabajo seguro.
Aseguran que los estudiantes tengan acceso a las herramientas, materiales, medios y recursos tecnológicos, disponibles para realizar la investigación.
Identifican y hacen uso de recursos que están fuera del colegio. Por ejemplo, pueden hacer convenios con universidades para que los estudiantes hagan ciencias.
Involucran a los estudiantes en el diseño del ambiente de aprendizaje.
Por lo tanto, el propósito central del aprendizaje desde la investigación científica escolar es que como resultado de las actividades que se llevan a cabo entre los grados 7° a 9°, todos los estudiantes desarrollen:
Habilidades necesarias para realizar investigación científica y
Comprensión sobre la investigación científica.
Pautas para aplicación de la Investigación científica escolar.
Durante el ciclo escolar se recomienda realizar una investigación por bimestre considerando la necesaria y rica interrelación entre las asignaturas de ciencias experimentales (biología, física y química), tecnología y primera lengua.
Los proyectos de investigación deben contemplar los siguientes parámetros:
Origen de la investigación (por ejemplo, curiosidad, interrogantes científicos).
Propósito (por ejemplo, obtener pruebas que ayuden a dar respuesta a los interrogantes científicos, las ideas/modelos/teorías vigentes orientan la investigación).
Experimentos (por ejemplo, diversos interrogantes sugieren diversas investigaciones científicas, diseño de experimentos),
Tipos de datos (por ejemplo, cuantitativos [mediciones], cualitativos [observaciones]).
Medición (por ejemplo, incertidumbre inherente, reproducibilidad, variación, exactitud/precisión de los equipos y procedimientos) y
Características de los resultados (por ejemplo, empíricos, provisionales, verificables, falsos, susceptibles de autocorrección).
Por otra parte, el planteamiento de la investigación científica escolar considera las explicaciones científicas que tienen características como las siguientes:
Tipos (por ejemplo, hipótesis, teorías, modelos, leyes).
Formación (por ejemplo, representación de datos; papel del conocimiento existente y nuevas pruebas, creatividad e imaginación, lógica).
Reglas (por ejemplo, han de poseer consistencia lógica y estar basadas en pruebas, así como en el conocimiento histórico y actual).
Resultados (por ejemplo, producción de nuevos conocimientos, nuevos métodos, nuevas tecnologías; conducen a su vez a nuevos interrogantes e investigaciones).
La investigación en el aula puede tomar muchas formas. El profesor puede organizar detalladamente las investigaciones de manera que los estudiantes se dirijan hacia resultados conocidos, como el descubrimiento de regularidades en el movimiento de péndulos. Las investigaciones también pueden ser exploraciones de fenómenos no explicados. La forma de la investigación depende en buena parte de los objetivos educativos que se quieran alcanzar con los estudiantes y cómo esos objetivos son diferentes; investigaciones diversas, tanto muy ordenadas como más abiertas, tienen su espacio en las aulas de ciencias.
La investigación científica escolar en la enseñanza y el aprendizaje tiene cinco características esenciales que se aplican en cualquier nivel escolar y que caracterizan además el aula de clase donde se aprende por investigación y que tiene relación con las características señaladas anteriormente:
1. Se compromete a los estudiantes con preguntas de orientación científica: Este tipo de preguntas se centran en objetos, organismos y eventos del mundo natural.
2. Los estudiantes dan prioridad a la evidencia, que les permite desarrollar y evaluar explicaciones dirigidas a preguntas con orientación científica: Como lo justifican los programas curriculares, las ciencias experimentales se diferencian de otras formas de conocimiento por el uso de evidencia empírica como base para encontrar explicaciones de cómo funciona el mundo natural.
3. Los estudiantes formulan explicaciones basadas en evidencia para responder preguntas de orientación científica: Este aspecto de la investigación hace énfasis en la ruta que se sigue entre la evidencia y la explicación, más que en los criterios y características de la evidencia.
4. Los estudiantes evalúan sus explicaciones a la luz de explicaciones alternativas, especialmente de aquellas que reflejan la comprensión científica: La evaluación y la posibilidad de revisar o eliminar explicaciones, es una característica que diferencia la investigación científica de otras formas de investigación y sus subsecuentes explicaciones.
5. Los estudiantes comunican y justifican sus explicaciones: Los científicos publican sus explicaciones de manera que los resultados de ellas se puedan reproducir. Esto requiere una articulación clara de la pregunta, los procedimientos, la evidencia, las explicaciones propuestas y la revisión de explicaciones alternativas.
A continuación se presentan algunas hojas de trabajo que ayudarán a los profesores y a los coordinadores académicos a valorar las actividades de Investigación científica escolar, realizadas por los estudiantes.
El siguiente cuadro corresponde al trabajo de los estudiantes, el cual debe ser trabajado por los profesores con relación al documento escrito realizado por el estudiante al finalizar su Investigación científica escolar.
fig 3
Toma de apuntes en educación básica: secundaria
Estudiar es una actividad compleja que requiere aprender a analizar, organizar, memorizar, contextualizar la información y expresar y aplicar lo aprendido. Estudiar es también aprender a establecer objetivos, planificar las tareas de estudio, distribuir el tiempo y mantener la concentración.
Es conocido que los estudiantes más eficientes no son siempre los más inteligentes sino aquellos que emplean un método eficaz de trabajo. Ahora bien, otros muchos factores inciden sobre el rendimiento académico; entre ellos: los conocimientos previos, la utilidad del aprendizaje o interés por lo que se estudia. Se aprende mejor aquello que puede relacionarse con lo que ya sabemos y aquello que tiene significado para nosotros. Pero es también cierto que nos gustan y nos interesan aquellas cosas que sabemos hacer bien. Por tanto, emplear un método efectivo de trabajo también aumenta la motivación del alumno por el estudio (Fernández, 2007).
Estudiar con método es programar las condiciones y las tareas que garanticen el aprendizaje. Estudiar con método pasa por programar y aplicar procedimientos eficaces para identificar la información relevante, recordar las materias, expresar y emplear los conocimientos (Fernández, 2007).
Fernández (2007) considera que un método efectivo debe considerar tres tareas de estudio cuyo empleo sistemático facilita:
Identificar y organizar la información oral y escrita.
Retener a largo plazo dicha información.
Expresar y aplicar los conocimientos.
El currículum de educación básica: secundaria para nuestros colegios pretende reforzar la toma de apuntes como un método importante en la estructuración del pensamiento y en la formalización de conceptos para el estudio.
La importancia de los apuntes
Tomar apuntes es una técnica fundamental para facilitar la tarea de aprender y estudiar. Es el acto de anotar los aspectos sobresalientes de una clase o conferencia. Los apuntes no son dictados del profesor.
En primer lugar, tomar apuntes ayuda a desarrollar la capacidad de concentración en clase. Aprender a concentrarse también sirve para aprender a escuchar, y viceversa.
Algunas de las ventajas recogidas por diferentes autores son las siguientes:
Mantienen la actividad del alumno en clase.
Tomar apuntes obliga a mantener la atención y la concentración en el aula, a pensar sobre lo que dice el profesor y a escribir, seleccionando y estructurando los contenidos de la materia expuesta.
Ayudan a memorizar mejor.
El esfuerzo realizado en sintetizar la información y darle forma propia es un paso en el estudio que facilita la posterior asimilación del tema.
Son un valioso elemento para el repaso.
Bien elaborados constituyen el principal material de estudio de los alumnos.
Desarrollan el hábito de sintetizar.
Al tomar apuntes no se reproducen literalmente las palabras del profesor. Se escoge lo más importante y se expresa con el menor número de palabras posible, y siempre con los términos propios.
Permiten retomar la explicación del profesor siempre que se necesite.
Hay que pensar que lo que dice el profesor en clase y cómo lo dice siempre es una visión adaptada de lo que sí es posible que encontremos en algunos libros. Los libros, por lo tanto serán el elemento que complemente los apuntes, pero nunca serán los sustitutivos de las explicaciones.
Ayudan a seleccionar el contenido.
Son una referencia para conocer los aspectos más importantes para cada profesor en cada una de sus materias. De este modo, permiten reflexionar sobre lo que con mayor seguridad aparecerá en los exámenes.
Aunque existan más razones que aconsejan tomar apuntes en clase, las señaladas hasta ahora son suficientes para poder reflexionar sobre su importancia.
El método 6R (Cornell Note Taking System)
Cada hoja para tomar apuntes se divide en tres zonas: la columna de apuntes (notetaking), columna de observaciones y parte de abajo destinada a un resumen.
1. Registra. En la columna de apuntes, registra tantos hechos e ideas significativas como puedas. Utilizar las oraciones telegráficas pero, cerciorándose de que el alumno pueda reconstruir el significado completo más adelante. La escritura debe ser legible.
2. Resume. Después de clase, resume las notas escribiendo en la columna de observaciones palabras clave y frases cortas. Resumir clarifica significados, revela relaciones, establece continuidad, y consolida la memorización.
3. Recita. Tapar la columna de apuntes con una hoja del papel. Entonces, mirando las palabras y las frases en la columna de observaciones solamente, el alumno recita en voz alta y con sus propias palabras la clase o tema completo.
4. Reflexiona. La creatividad viene solamente con la reflexión. El alumno debe reflexionar haciéndose preguntas como las siguientes, por ejemplo. ¿Cuál es el significado de estos hechos? ¿En qué principio se basan? ¿Cómo puedo aplicarlos? ¿Cómo los integro con lo que sé ya?
5. Revisa. Se sugiere dedicar diez minutos cada semana repasando las notas con la finalidad de retener mejor los contenidos de cara a los exámenes.
6. Recapitulación. Es importante que al final de los apuntes se deje un espacio al final de cada hoja para una síntesis a modo de recapitulación.
Ordenar los apuntes, hacer resúmenes y esquemas de las asignaturas.
Prestar atención y tomar apuntes en clase, requiere un muy importante trabajo posterior. Se trata de ordenar los apuntes tomados, haciendo resúmenes y esquemas de las asignaturas que serán de utilidad para los repasos de las diferentes asignaturas.
Estas tareas ayudarán al estudiante a:
Identificar claramente lo aprendido en clase y aquello de lo que se tiene duda y que debe preguntarse al profesor.
Potenciar la memorización.
Facilitar los repasos a través y la aplicación de métodos de estudio.
Algunos alumnos pueden pensar que se pierde mucho tiempo ordenando los apuntes o haciendo resúmenes y esquemas para las diferentes asignaturas. A los que piensan de tal forma hay que argumentarles:
El tiempo empleado en ordenar los apuntes, hacer resúmenes y esquemas de las diferentes asignaturas es muy productivo, dado que fija en la memoria el contenido de la asignatura, garantiza una mejor comprensión y memorización y supone un gran ahorro de tiempo en época de exámenes (precisamente cuando el tiempo es más escaso).
Permite emplear menos tiempo en los repasos, propiciando al final un ahorro total de tiempo sustancial.
Permite comprender mejor lo nuevo que se explica en clase (y que en gran medida puede estar relacionado con lo explicado con anterioridad en la propia asignatura).
Los buenos estudiantes cuando asisten a una clase son esponjas. Absorben todo lo que el profesor dice. Se esfuerzan al máximo en prestar atención a las explicaciones. Toman apuntes trabajando la información que facilita el profesor (identificando definiciones, conceptos importantes, desarrollo de las explicaciones y los argumentos, etc.).
Los buenos estudiantes se esfuerzan en estar activos en clase. Para no distraerse y captar mejor las explicaciones y prestar toda su atención se ponen en las primeras filas de la clase y toman notas, participan e intervienen frecuentemente, etc. Seguir activamente las clases es el mejor truco para no desconectar.
De esta forma los buenos estudiantes aprovechan mejor el tiempo y cuando repasan la asignatura para preparar los exámenes los hacen más rápidamente que los estudiantes que no prestan suficiente atención en clase.
Sin duda, la mejor forma de ser activo en clase es desarrollando y mejorando la capacidad para tomar apuntes. Aquellos estudiantes que toman unas buenas notas en clase mejoran sustancialmente sus resultados a través de lo que retienen durante las explicaciones del profesor.
Perfil de egreso del alumno.
Los acelerados cambios que ocurren en el planeta entre los que destacan la globalización de las relaciones económicas, el impacto de las tecnologías de la información, y la comunicación en todos aspectos de la vida humana, el papel del conocimiento en el desarrollo de las sociedades, además del deterioro ambiental y el crecimiento de la desigualdad entre países, demandan de los sistemas educativos cambios fundamentales en su orientación.
Para responder a esos desafíos, los propósitos educativos deben centrarse en el desarrollo de las competencias intelectuales, en la capacidad de aprender permanentemente y en la formación de valores y actitudes que permitan avanzar en la democratización social y hacer sustentable el desarrollo humano.
El programa está organizado por competencias. A diferencia de un programa que establece temas generales como contenidos educativos en torno a los cuales se organiza y se acotan los conocimientos que los alum-nos han de adquirir, este programa está centrado en competencias o capacidades integrales y complejas que son útiles para que el estudiante se desempeñe en el mundo real y progrese consistentemente hacia el siguiente ciclo de su proceso educativo. Esta decisión de orden curricular tiene como finalidad principal propiciar que la escuela se constituya en un espacio que, además de contribuir al desarrollo integral de las niñas y estudiantes, ofrezca oportunidades para saber actuar, interactuar y construir aprendizajes.
La definición que el equipo del ICIF da a este importante término es:
Capacidad para actuar eficazmente en situaciones diversas, capacidad que se apoya sobre conocimientos pero no se reduce a su dominio, pues abarca conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para el desempeño personal y social. Ello significa que una competencia se alcanza en la medida en que los aprendizajes no sólo se apliquen en la escuela, sino que puedan ser transferidos a otros contextos de la vida cotidiana.
La selección de competencias que incluye este programa se sustenta en la convicción de que los estudiantes ingresan a la escuela con un enorme potencial de aprendizaje y con un acervo importante de capacidades, experiencias, y conocimientos que han adquirido en los ambientes en que se desenvuelven.
Uno de los autores que desde el ámbito pedagógico ha analizado con mayor exhaustividad el concepto es Tejada Fernández, J. (1999: 20), quien ofrece un análisis lexicológico, algunas definiciones especialmente significativas, la revisión de algunos enfoques y la diferenciación con otros conceptos. El análisis concluye con una definición de las competencias como el conjunto de conocimientos, procedimientos y actitudes, coordinados e integrados en la acción adquiridos a través de la experiencia (formativa y no formativa profesional...) que permite al individuo resolver problemas específicos de forma autónoma y flexible en los contexto singulares.8
Para Hooghiemstra (En Mitrani y Cols., 1994) Las competencias pueden consistir en motivos, rasgos de carácter, conceptos de uno mismo, actitudes o valores, contenido de conocimientos o capacidades cognoscitivas o de conducta: cualquier característica individual que se pueda medir de un modo fiable, y que se pueda demostrar que se diferencia de una manera significativa entre los trabajadores que mantienen un desempeño excelente de los adecuados o entre los trabajadores eficaces e ineficaces.9
Las competencias se definen en función de:
1. Las tareas: las competencias son las actividades y las tareas de un trabajo.
2. Los logros: se parte de lo que se quiere lograr como la competencia para ello.
3. Los resultados: la capacidad se define en términos de lo que se produce, proporciona o genera.
4. Los conocimientos, habilidades y actitudes: en este caso las competencias se refieren a técnicas o disciplinas, habilidades para algunos procesos y las actitudes, principios y compromisos asumidos.
5. Los rasgos distintivos de las personas que destacan por sus buenos resultados: consideran sobre todo aquellas habilidades que se deben a su inteligencia y personalidad. Esta aceptación tiene gran interés en el ámbito de la selección, promoción e incluso en el de la formación.
6. Conjunto de atributos: definen las competencias desde la posición integrada de tareas, logros y resultados, así como de conocimientos, habilidades y actitudes.
Características más relevantes que permiten una mejor comprensión de su significado.
Las competencias implican un conjunto de conocimientos, aptitudes y rasgos de personalidad.
Las competencias sólo son defendibles en la acción (actividad profesional, desempeño del trabajo, etc.) que es donde se ejercitan y manifiestan.
Se producen como consecuencia de la integración dinámica de unas capacidades y aptitudes, con rasgos de personalidad, experiencias adquiridas, motivación, objetivos personales, metas de la empresa, etc., que conforman una determinada estructura mental capaz de dar una respuesta exitosa en la acción, relativamente estable en el tiempo y flexible si así se requiere.
Dependen, en parte, de las experiencias adquiridas e integradas en la persona, quien de alguna manera las automatiza.
Tienen un efecto causal sobre el desarrollo de una tarea, permitiendo predecir el éxito en función de las mismas.
Son específicas para un contexto determinado, situación concreta o peculiaridad de la organización.
Presentan dificultad de identificación y de evaluación, si bien para que sean útiles deben ser medibles con fiabilidad y validez.
A continuación se presentan las competencias clave que se integran el perfil de egreso del alumno, resultado de un modelo curricular propio de nuestros colegios. Cada grupo de competencias está referido a los ejes rectores que caracterizan el nuevo modelo de educación básica: secundaria.
Perfil de egreso:
El estudiante que se gradúa de una institución asesorada por la Legión de Cristo y el Movimiento Regnum Christi deberá estar bien equipado para la vida y capacitado para iniciar una nueva etapa de formación: la educación superior. Posee un rico conocimiento de la cultura y tradición universal, amor a la verdad y una serie de habilidades y hábitos intelectuales necesarios para alcanzar conocimientos más complejos; ha templado su carácter fundamentado en la virtud, actúa reflexivamente al tomar decisiones y al juzgar a las personas y los acontecimientos de la vida; vive una práctica continua de la vida de gracia, cultiva una amistad y compromiso con Cristo que lo motiva a vivir en conciencia su responsabilidad social, a través de la vivencia de actitudes de donación comprometida hacia los demás.
Formación espiritual.
1. Profundizar en la relación filial con Dios Padre y Creador, comprometerse con Cristo amigo, salvador y modelo y secundar las inspiraciones del Espíritu Santo, Santificador.
2. Acudir confiadamente a María como Madre y modelo que le quiere, le comprende y ayuda a cuidar y acrecentar su vida de gracia y a ser fiel a su opción por Cristo.
3. Ser asiduo a su vida de gracia, recuperándola prontamente si ha tenido la desgracia de perderla, acrecentándola con la recepción frecuente de los sacramentos y fomentando una vida eucarística cordial.
4. Vivir la moral cristiana como una respuesta al amor de Dios que nos ha amado primero, nos da la vida y nos llama a la felicidad.
5. Amar a la Iglesia Católica como obra de Cristo, Madre y Maestra. Cultivar una actitud de pertenencia y compromiso con la Iglesia y de aprecio y fidelidad con el Papa y sus pastores.
6. Conocer la Sagrada Escritura como la palabra de Dios al hombre ya Cristo por su palabra y ejemplo en el Evangelio, para amarle e imitarle.
Formación humana.
1. Asumir su verdadera dignidad como ser humano; conocerse, poseerse y darse libremente y entrar en comunión con otras personas.
2. Distinguir entre el bien y el mal; elegir libremente, vivir y defender el bien por convicción y amor.
3. Fortalecer su voluntad y dirigirla hacia la búsqueda del bien.
4. Apreciar la riqueza de sus sentimientos y emociones y encauzarles, bajo el dominio de la inteligencia y la voluntad.
5. Actuar en actitud constante de apertura y respeto a la dignidad de los demás.
6. Tomar prudentes decisiones y opciones definitivas y ser coherente entre lo que es y lo que piensa.
7. Difundir y defender el valor sagrado de la vida humana, desde el momento de su concepción hasta la muerte natural.
8. Vivir una identidad nacional, amar a su patria, sus valores, sus símbolos, sus tradiciones, su idioma y su historia
9. Valorar el significado cristiano de la sexualidad humana como un modo propio de ser, de sentir, de expresar y vivir el amor humano, y asimilar los aspectos morales que permitan vivirla responsable y dignamente.
10. Colaborar activamente con la preservación del medio ambiente, el cuidado de los recursos naturales y el desarrollo sostenible.
11. Vivir y comunicar las virtudes humanas (justicia, sinceridad, fidelidad a la palabra dada, compromiso, honestidad, generosidad, perseverancia, veracidad, sentido del deber y responsabilidad).
12. Mantener su salud física y mejorarla a través de la práctica deportiva, como medio para la formación del carácter y la voluntad, para desarrollar el trabajo en equipo y para obtener un espíritu de logro y superación personal ante los retos.
13. Sostener una actitud permanente de distinción en su forma de hablar, de hacer sus deberes, en el cuidado de sus cosas, en el vestido y en el cuidado y limpieza de su cuerpo.
14. Adoptar una conducta personal que evite poner en peligro a uno mismo y a los demás.
15. Ser sensible ante la belleza y las diferentes expresiones artísticas.
Formación intelectual.
1. Aplicar lo que ha aprendido en el aula a situaciones de la vida, reorganizando conocimientos interdisciplinarios y proponiendo soluciones innovadoras.
2. Dominar habilidades nemotécnicas para extraer de la memoria ideas, hechos, etc. (recordar).
3. Adquirir los elementos básicos de la cultura y tradición universal.
4. Emplear idiomas extranjeros como medios que faciliten su comprensión del mundo, de diferentes culturas, faciliten su formación profesional y su desempeño futuro.
5. Disponer las cosas o las ideas de acuerdo con un orden cronológico, alfabético o según su importancia. (Secuenciar).
6. Desarrollar competencia científica para identificar y explicar fenómenos, extraer conclusiones basadas en pruebas, mostrando curiosidad y entusiasmo por la actividad científica.
7. Aplicar los conceptos y procedimientos de las matemáticas para resolver problemas en una variedad de contextos.
8. Utilizar los datos que tenemos a nuestro alcance, para formular con base en ellos sus posibles consecuencias. (Predecir-estimar).
9. Separar o descomponer un todo en sus partes, con base en un plan o de acuerdo con determinado criterio (analizar).
10. Capacidad para leer analítica y críticamente. Es un lector asiduo y gozoso.
11. Capacidad para exponer en público, declamar, debatir, convencer.
12. Capacidad para pensar y escribir en forma clara, precisa, atractiva y persuasivamente.
13. Usar habilidades intelectuales que den lugar a un pensamiento profundo: deductivo, inductivo, integrador.
14. Desarrollar y consolidar hábitos tales como: orden, estudio, atención, concentración, ser preciso, ser claro, constancia, tener control de la impulsividad, etc.
15. Habilidades para controlar su impulsividad, demostrar evidencias de su aprendizaje. Presentar exámenes y evaluaciones de formato diverso con eficacia.
16. Exponer el núcleo de una idea compleja de manera concisa (sintetizar).
17. Aplicar una regla, principio o fórmula en distintas situaciones (generalizar).
18. Evaluar (juzgar, criticar, opinar).
19. Usar con eficacia habilidades meta -cognitivas y de aprendizaje estratégico que le permitan organizar su autoformación.
20. Manejar con eficacia las herramientas de la tecnología y aplicar habilidades de literacidad digital requerida en el siglo XXI.
21. Planificar y llevar a cabo actividades y utilizar el tiempo de manera eficaz.
Formación apostólica.
1. Asumir su vocación cristiana comprometiéndose en acciones concretas aunque exijan sacrificio y profesionalidad.
2. Desarrollar un espíritu emprendedor, capaz de iniciar proyectos y asumir riesgos.
3. Capacidad de trabajar en equipo colaborando y contribuyendo a un ideal común.
4. Demostrar competencias ciudadanas que den lugar a una mejor convivencia humana y ejercer sus obligaciones y derechos como ciudadanos.
5. Ejercer habilidades de liderazgo, necesarias para ayudar a los demás en sus necesidades.
6. Aplicar los principios de la Doctrina social y el mandamiento del amor en acciones concretas de ayuda al prójimo.
7. Mostrar sensibilidad ante las necesidades de los demás, especialmente de los más desprotegidos.
8. Actuar con eficacia y constancia por la salvación de las almas y el reinado de Cristo sobre la Tierra.