Personajes de 'Nada' de Carmen Laforet: Un Retrato de la Barcelona de Posguerra
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Andrea
Andrea llega a Barcelona siendo una chica rebelde que tiene sueños e ideales que pretende hacer realidad en lo que sea posible. A su llegada, se encuentra con una ciudad hecha jirones. El hecho de llegar a una casa que ha cambiado radicalmente desde la última vez que estuvo allí, donde todo el mundo ha perdido en bondad, alegría y normalidad, la sume en una profunda tristeza. “Luego me pareció todo una pesadilla” (p.13). No comprende el comportamiento de toda esa gente, su violencia y desprecio mutuos, la hipocresía de su tía Angustias o el conformismo e incluso alegría de Gloria.
Andrea es una chica perdida, que desea una vida normal y acomodada, con medios más que suficientes para poder permitirse caprichos y obsequiar a sus amigos. No llega a adoptar claramente ninguna posición rebelde, siendo sus logros libertarios (como la marcha de tía Angustias) pura y arbitraria casualidad y fortuna de la circunstancia, no un mérito propio. Andrea, pese a su disconformidad, no manifiesta una intención de cambio más que el producido por el simple devenir de los acontecimientos. Su papel fundamental es mantenerse al margen para actuar a modo de cámara/espectadora. “Me parecía que de nada vale correr si siempre ha de irse por el mismo camino, cerrado, de nuestra personalidad. Unos seres nacen para vivir, otros para trabajar, otros para mirar la vida. Yo tenía un pequeño y ruin papel de espectadora. Imposible salirme de él. Imposible libertarme.” (p 208). Sus ojos nos muestran lo que ve, sus oídos nos hacen llegar las conversaciones, las palabras. No juzga, pero tampoco justifica ni absuelve a nadie. Testigo y narradora de una penumbra colectiva.
Abuela
Es un personaje que resulta clave a la hora de apaciguar y equilibrar las muchas discusiones familiares. A veces se ve desbordada, pero pese a ello no cesa en su defensa de “las causas perdidas”. “Nunca ha salido de su casa y, sin embargo, entiende todas las locuras y las perdona” (p.99). Con respecto a Andrea, se presenta de un modo bondadoso, tranquilo, sereno. Asimismo, también deja entrever cierto grado de necesitada y comedida locura.
Tía Angustias
Ya su nombre nos indica la naturaleza del personaje. Querría “educar” a Andrea. Se presenta a sí misma como mártir y víctima, y así en alguna ocasión la reconoce su sobrina Andrea, aunque mayormente se presenta como autoritaria, impulsiva y preocupada por el mundo de las apariencias. “A Angustias no le da Dios ninguna calidad de comprensión, y cuando reza en la iglesia no oye músicas del cielo, sino que mira a los lados para ver quién ha entrado en el templo con mangas cortas y sin medias...” (p.100). Es un personaje que actúa como freno para la protagonista hasta su marcha al convento.
Gloria
Enemiga declarada de Angustias, quien la consideraba una mala influencia, y esposa de Juan. Es una mujer impulsiva, salvaje en cierto modo. No era inteligente. Con Román mantiene una extraña relación que deja entrever un misterioso pasado que apenas se vislumbra. Andrea muestra interés por Gloria, pero a medida que la acción avanza también lo va dejando atrás.
Ena
Amiga de Andrea. Ena representa por su belleza, su soltura social, su familia y sus amigos, para Andrea, un mundo contrario al suyo, lleno de oscuridad en la casa de la calle Aribau. “Me hizo sentirme todo lo que no era: rica y feliz” (p.67). Muy importante personaje que actúa como una ventana a un mundo diferente, ansiado por la protagonista. Es una figura egoísta y tremendamente egocéntrica que utiliza su entorno del modo que más le conviene en cada momento. “-No vengas esta tarde a casa, Andrea. Tendré que salir... Lo mejor es que no vengas estos días hasta que yo te avise. Yo te avisaré” (p.139). Pese a ello, al final de la novela será Ena un factor clave para la salida de Andrea de la casa de Aribau.
Antonia
La criada es un personaje un tanto lúgubre que muestra una fascinación plena por Román. Siempre se hace acompañar del perro. Goza de autoridad en la casa hasta el punto de erigirse en una dueña paralela. “Todo en aquella mujer parecía horrible y desastrado, hasta la verdosa dentadura que me sonreía. La seguía un perro, que bostezaba ruidosamente, negro también el animal, como una prolongación de su luto” (p.16).
Personajes masculinos
Juan
Tío de Andrea y hermano de Román. Actúa de forma violenta y se muestra como un personaje con odio y desconfianza. Incluso, a diferencia de su hermano, el comportamiento resulta a los ojos de Andrea un tanto infantil e irracional. Es un parásito, que vive de su madre y su mujer. Incluso en la pintura no pasa de la mediocridad.
Román
Despierta en la protagonista una seducción (“Yo me sentía a gusto allí, como en un remanso de la vida de abajo” p.38) que varía conforme avanza la novela hacia un rechazo. “Ni Román, con su falsa apariencia endiosada. Él, Román, más mezquino, más cogido que nadie en las minúsculas raíces de lo cotidiano” (p.74). Vivía del contrabando, por lo que siempre tenía café, licor y cigarrillos. Se trata de un personaje mezquino y solitario que parece disfrutar con el dolor ajeno. Tiene un final trágico que pasa por el suicidio.
Pons, Guíxols e Iturdiaga
Son los amigos que conoce Andrea cuando está en crisis de amistad con Ena. Se reúnen con ella en su casa. Pasan ratos juntos. “Todos son artistas, escritores, pintores..., un mundo completamente bohemio” (p.143). Pons se supone que estaba enamorado de Andrea.