El Pensamiento Religioso en la Infancia: Desarrollo, Contenido y Perfil Docente
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El Pensamiento Religioso en la Etapa de Educación Infantil
1. Elementos que Influyen en la Religiosidad del Niño
Hay dos elementos a considerar:
- La religiosidad natural: El niño posee una disponibilidad religiosa muy grande que se desarrolla con la contribución cultural del entorno. El sentimiento religioso posee una predisposición genética, plenamente condicionada por la educación que recibe el sujeto.
- El pensamiento religioso como consecuencia de la influencia familiar: La familia es la primera estructura socializadora del sujeto, y la dimensión religiosa no se escapa a esta influencia. Esta simbiosis entre la estructura familiar y la creencia religiosa debemos considerarla en nuestra programación. La relación entre familia y actitud religiosa es tan estrecha porque no solo se transmiten valores religiosos, sino que estos se rodean de una experiencia afectiva y de una participación familiar que le hacen sentirse parte de una comunidad.
2. El Pensamiento Religioso
A) Concepción de Dios
- Antes de los 3 años, su imagen de Dios es difícil de determinar.
- A los 3 años, el niño manifiesta un respeto y un temor hacia lo sagrado. Dios aparece bajo la idea de un padre protector; es decir, se produce una paternalización de lo divino.
- A los 4 años, la imagen de Dios es la más clara; se le considera la edad de oro. Sitúan a Dios en un mundo maravilloso.
- A los 5 o 6 años, el niño comienza a distinguir a Dios de los padres.
B) Sentimiento de lo Sagrado
La actitud del hombre frente al misterio cambia con la edad:
- A los 3 años, sentimiento de temor frente a las maravillas del mundo.
- De los 3 a los 7 años, el sentimiento de confianza absoluta se pierde.
C) El Comportamiento Religioso
Durante el periodo de educación infantil, se produce una etapa donde los comportamientos y las creencias son de carácter mágico:
- Para el niño de 3 años, las personas y las cosas que le rodean siente como él mismo. Su propio yo forma parte de la realidad objetiva. Como el niño no tiene conciencia de sí mismo, él y su mundo aparecen indiferenciados, de manera que el niño atribuye al exterior lo que experimenta dentro de él. A medida que se socializa, adquiere un lenguaje y supera el complejo de Edipo, va descubriendo la realidad, se descentraliza y empieza a reconocer la diferencia entre sujeto y objeto.
- En la etapa de 3 a 6 años, la religiosidad del niño está centrada en un cambio permanente, unido al cambio psicológico del sujeto, y lo resumimos en dos puntos:
- El egocentrismo o narcisismo afectivo es la fuente de los rasgos mágicos de la religiosidad infantil.
- Se da en esta etapa un animismo intencionado que relaciona el acto que se realiza con una justicia inmanente que puede ser atribuida a la providencia.
El Contenido Religioso en la Etapa Infantil
Objetivos Generales Religiosos
- Objetivos de significado.
- Animales y plantas como creación de Dios.
- Confluencia de la acción de Dios y del hombre en la naturaleza.
- Expresión oral de la fe cristiana.
- Expresión escrita de la fe cristiana.
- Expresión plástica de la fe cristiana.
- El canto religioso como expresión de fe y creación.
- Expresión de la fe a través del cuerpo.
Contenidos Religiosos
- El cuerpo humano, creación de Dios.
- Expresión del hecho cristiano mediante las habilidades del niño.
- Sentido cristiano de la actividad diaria.
- La salud como experiencia y regalo de Dios.
- Dimensión cristiana de las relaciones sociales.
- Observar los elementos religiosos y cristianos como miembro de la comunidad cristiana.
- Adquirir actitudes de respeto, confianza y alegría.
- Respetar a las personas.
- Animales y plantas como creación de Dios.
- Expresión oral, plástica y escrita.
- El canto religioso.
- Expresión de la fe a través del cuerpo.
- Objetivos de significado.
Perfil Profesional del Profesor de Religión Católica
1. Dimensión Religiosa en la Formación Integral del Ser Humano
Todos somos conscientes de que asistimos a un cambio cultural importante. Todo cambio provoca conflictos y tensiones que afectan a la vida de las personas. La educación debe afrontar estos dilemas. Superar las tensiones, promoviendo todas las capacidades del individuo de forma equilibrada, es el gran reto de la escuela. Los profesores tienen el protagonismo y una gran responsabilidad. Sin embargo, en la realidad educativa no hay unanimidad a la hora de determinar cuáles son las dimensiones constitutivas de la personalidad y su valoración para el logro de la educación integral. Para una educación plena e integral, los alumnos tienen que aprender a conocer, a hacer, a ser y a convivir (cuatro pilares). La enseñanza de la religión aporta elementos relevantes para la consecución de la formación integral y plena. Se centra en la persona, sus problemas, sus expectativas, sus necesidades. Responde a las grandes preguntas sobre el sentido de la vida.
2. Características del Profesor de Religión
a) El Profesor de Religión, Educador
La educación integral exige de todo profesor unas aptitudes y unas cualidades determinadas. La vocación educadora es un don que Dios ofrece y que hay que cuidar. Es una vocación que tiene mucho de generosidad y donación, pues su tarea es sobre todo dar y necesita ser alimentada continuamente de los contenidos mismos que transmite, haciéndolos suyos para no caer en el vacío.
b) El Profesor de Religión, Maestro de Humanidad
Educar a una persona es, sobre todo, humanizarla, impulsar su dignidad, libertad y responsabilidad en el quehacer junto a los demás y dar sentido al ámbito de la humanidad donde se desarrolla como persona solidaria. El profesor de religión ha de vivir la gozosa experiencia de la entrega de sí mismo en la tarea diaria de la educación del alumno, potenciando su ser absoluto, su deseo del bien, su hambre de verdad y su necesidad de realización plena en este mundo. Para la Iglesia, la persona humana es un valor central en sí mismo que fundamenta el servicio gratuito y la solidaridad con todos, especialmente con los más desfavorecidos. Por ello, el profesor de religión ha de ser maestro en humanidad.
c) El Profesor de Religión, Sembrador de Fraternidad
El profesor de religión como educador no se queda solo en los sistemas, los programas y los métodos, sino que establece una interrelación con los educandos, una relación de empatía que les ayudará a contrastar sus propios valores. Esta relación ha de estar impregnada de gratuidad, aprecio e interés.