El Pensamiento Cartesiano: Una Exploración de la Razón, la Duda y el Dualismo

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Dualismo Antropológico

Descartes parece identificar nuestro yo con nuestra mente, y no con el compuesto mente-cuerpo. Pero también indica que la relación que mantiene nuestra alma o mente con nuestro propio cuerpo es una relación peculiar, distinta a la que mantiene con el resto de los cuerpos. Nos dice que no podemos entender esta relación como la que existe entre un piloto y su nave. La nave es algo exterior al piloto, por lo que el conocimiento de lo que ocurre en el barco lo tiene el piloto como lo tiene del resto de cosas físicas. Sin embargo, nosotros no experimentamos nuestro cuerpo de la misma manera, pues las modificaciones que este sufre las sentimos “desde dentro”. Descartes habla de dos tipos de sensaciones: las externas y las internas. Mediante las primeras captamos los otros cuerpos (y el nuestro cuando nos vemos o nos oímos); mediante las internas lo captamos “desde dentro”. Por eso nos dice que el alma se extiende a lo largo de todo el cuerpo, aunque exista también un lugar privilegiado en donde parece concentrarse y en donde propiamente conecta el alma y el cuerpo: el cerebro, y particularmente la glándula pineal.

Descartes admite que el alma y el cuerpo se relacionan causalmente (cambios en el cuerpo producen cambios en el alma, cambios en el alma producen cambios en el cuerpo). Como consecuencia de la estrecha relación que tienen ambas sustancias en cada hombre concreto, en algunos textos se expresa de un modo un tanto parecido a Santo Tomás: el alma y el cuerpo, nos dice en las “Respuestas a las Cuartas Objeciones”, pueden considerarse como sustancias incompletas, ya que parecen relacionarse y necesitarse mutuamente, y formar, juntas, la unidad que llamamos hombre concreto.

Ideas Innatas

Son las que el entendimiento posee por naturaleza. Esta es la controvertida afirmación fundamental del racionalismo. Las ideas innatas son los primeros principios del entendimiento, las ideas claras y distintas: el principio de identidad y contradicción, los conceptos matemáticos y algunos principios metafísicos. En Descartes, las ideas están ya en el hombre como ideas innatas; no dependen de lo sensorial, ya que el objeto es cognoscible por nuestra razón, la cual está dividida en dos categorías: espacio y tiempo.

Mecanicismo

El mecanicismo cartesiano afirma que el cuerpo es una máquina y que todas sus operaciones deben ser explicadas por los mismos principios y leyes físicos que se aplican al mundo inanimado. Aunque Descartes todavía utilizaba términos como espíritus, estos son entendidos como algo material que obedece a las leyes mecánicas. Estos espíritus animales se mueven en la sangre empujados por el calor corporal, y, a través del sistema que permite poner en contacto la sangre con los músculos (una especie de tubos que inyectan sangre al músculo), los espíritus pueden transmitir las órdenes desde la res cogitans al cuerpo.

En realidad, el recurso a los espíritus animales no sirve para solucionar el problema de la interacción de sustancias, ya que lo único que se ha hecho es introducir un intermediario. La verdad es que el problema ha aumentado, pues ahora hay que explicar cómo interacciona la res cogitans con los espíritus que navegan por la sangre, y cómo estos interaccionan con la res extensa.

Racionalismo

Doctrina epistemológica que define como única fuente segura de conocimiento la razón, ya que los sentidos nos engañan. El empirismo es otra doctrina epistemológica que define como única fuente válida de conocimiento la experiencia sensible, dado que la razón se deja llevar por la fantasía y puede darnos una visión del mundo que no se ajuste a la realidad. Todo conocimiento válido, científico, puede construirse de dentro hacia fuera, partiendo de verdades asentadas a través de la deducción, utilizando como modelo de ciencia la matemática; es decir, la deducción funciona aplicando unas reglas a unos principios que se dan por aceptados. Este es el modelo que siguen la matemática y la lógica. Sin embargo, el empirismo defiende que el conocimiento proviene de la experiencia, y, por tanto, su método será el contrario: a partir de unos cuerpos observados, generalizar a partir de ahí para obtener una ley general.

Empirismo

Todo conocimiento proviene de los sentidos, siendo la mente una tabula rasa en la que la experiencia escribe, de tal manera que todo conocimiento se construye de forma hacia dentro y es necesario comprobar la correspondencia entre las ideas y los objetos, contrastando con la existencia de impresiones dejadas en nuestra mente por el contacto con el objeto. En el racionalismo, la utilización del método deductivo confiere validez absoluta y universal a sus conclusiones, para moverse de lo universal a lo particular a través del análisis de conocimientos que ya se poseen. En el empirismo, el método para hacer ciencia es la inducción, que, partiendo de la observación de casos particulares, llega a leyes generales basándose en la inducción, tomando como modelo la ciencia física.

Substancia

Para Descartes, sustancia es lo que existe con independencia de otros; por lo tanto, solo existe una sustancia, Dios, a la que llama Res Infinita. Después considera que existen dos sustancias más, que son independientes en el mundo pero dependen de Dios: Res Cogitans (pensamiento) y Res Extensa (extensión). Descartes afirma que los seres humanos somos seres compuestos de alma y cuerpo; el alma dirige al cuerpo y le da voluntad y libertad. Estas sustancias se unen para poder desarrollarse y se comunican a través de la glándula pineal. Todo esto nos lleva a la organización binaria de la realidad porque, aunque existan tres sustancias, Descartes divide la realidad en infinita y finita.

Duda Metódica

Descartes parte de la duda y emprende el camino de la duda porque lo considera el camino más seguro de encontrar algo absolutamente seguro, si es que lo hay. El método cartesiano consiste inicialmente en emplear la duda para ver si hay algo capaz de resistirla, de modo tal que algo sea absolutamente cierto. La duda es, pues, metódica, porque se la emplea como instrumento para llegar a la verdad, y no al modo de los escépticos, esto es, para quedarse en ella. En segundo lugar, la duda es universal porque se aplicará a todo sin excepción y nada deberá excluirse de ella. Y, finalmente, es hiperbólica porque será llevada hasta su último y exagerado extremo.

Las Cuatro Reglas del Método

  • Evidencia: Rechaza cualquier idea que no sea clara y distinta. Se llega a la evidencia por: intuición (visión intelectual directa de una verdad o representación mental tan clara que no puede haber duda alguna acerca de ella. Conocemos por intuición que existimos, pensamos y los principios de la matemática).
  • Deducción: Nos permite derivar una serie de consecuencias necesariamente ciertas de tales principios intuitivamente evidentes (existencia de Dios, demostraciones matemáticas).
  • Análisis: Consiste en reducir lo complejo a sus componentes más simples, conocidos por intuición.
  • Síntesis: Se parte de elementos simples conocidos por intuición y se construyen argumentos o deducciones más complejas.
  • Enumeración: Revisa todos los pasos dados para comprobar que no se han cometido errores en el razonamiento.

Moral Provisional

Para evitar el vacío de ideas, propone una moral provisional mientras encuentra las ideas verdaderas. Esta moral tiene un mínimo de preceptos para dirigir el comportamiento cotidiano, las máximas:

  1. Seguir las costumbres y leyes del país en el que te encuentres.
  2. Tener constancia en las acciones.
  3. Alterar tus propios deseos antes que el orden de la naturaleza.

Cogito Ergo Sum

El cogito (“cogito ergo sum”) es… Es conveniente tener presente las siguientes aclaraciones: aunque el filósofo francés presenta este conocimiento en forma inferencial (“luego…”), no hay que creer que llega a esta verdad a partir de una argumentación o demostración. El “cogito, ergo sum” es una intuición, es decir, una evidencia intuitiva, un acto mental que capta una realidad (idea) con claridad y distinción.

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