Par cinco trigemino
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EL SÍNDROME DE POURFOUR DU PETIT, se produce por irritación del simpático, y se caracteriza por midriasis unilateral con exoftalmía y aumento de la hendidura palpebral, por lo general secundario a tumores del mediastino o del vértice pulmonar. Es el estadio previo al síndrome de Claude Bernard-Horner .
FORMA
Se denomina discoria a la irregularidad del contorno papilar. Generalmente se debe a causas oftalmológicas, como el coloboma primario o secundario a cirugía, los traumatismos oculares y las enfermedades del iris.
REFLEJOS
◘ Reflejo fotomotor
Para evaluarlo, el examinador se coloca delante del paciente, aunque algo lateralizado para evitar desencadenar el reflejo de acomodación. Se evalúa cada pupila por separado, estimulándola con la luz de una linterna, y entonces se observa miosis. Mientras se evalúa un ojo, se le solicita al paciente que, con su mano, se tape el contralateral.
◘ Reflejo consensual:
se estimula la pupila y se observa la respuesta en la opuesta. Para ello, el examinador colocará su mano en la línea media de la cara del paciente, para evitar que la luz aplicada de un lado se perciba por el otro.
◘ Reflejo de acomodación y convergencia:
se le solicita al paciente que mire hacia un punto lejano, para luego dirigir la mirada hacia el dedo índice del examinador colocado a 30 cm, se observará entonces miosis y convergencia de los globos oculares.
Ausencia del reflejo fotomotor
Se observa en la neuritis óptica u otra patología del nervio óptico, así como en la parálisis completa del III par . Se debe recordar que este reflejo involucra a dos pares craneales , el óptico(vías aferente) y el III par(vía eferente).
En la pupila de Argyll Robertson existe ausencia del reflejo fotomotor con conservación del de acomodación, sin reducción de la agudeza visual y miosis. Se debe a una lesión en la regíón pretectal del mesencèfalo o en el ganglio ciliar. Era de frecuente observación en la tabes, la parálisis general progresiva y otras manifestaciones de neurolúes. Puede aparecer en pacientes diabéticos y en la neuropatía hereditaria de Déjerine-Sottas.
El reflejo fotomotor se utiliza para evaluar la función e indemnidad del tronco encefálico en el paciente en coma.
La midriasis paralítica es bilateral en el botulismo y las lesiones vasculares, traumáticas o tumorales adyacentes al acueducto de Silvio. También suele verse midriasis bilateral en el coma por intoxicación con cocaína , anticolinérgicos, anfetaminas o glutetimida .
Suele ser unilateral por lesión del III par como consecuencia de una hernia del uncus o por compresión de ese nervio por malformaciones vasculares (aneurisma de la carótida supraclinoidea de la comunicante posterior)
PUPILA TÓNICA,PEREZOSA O DE Adíe
Suele ser unilateral y las pupila afectada tiene mayor diámetro que lo normal (anisocoria). Al estimularla con la luz , su reacción es muy lenta. Puede aparecer asociada con abolición de los reflejos patelares y aquilianos constituyendo el SÍNDROME DE Adíe
AUSENCIA DEL REFLEJO CONSENSUAL
Cuando hay arreflexia del fotomotor en forma bilateral, ocurre lo mismo con el consensual. Puede estar ausente (ausencia de contracción pupilar en el ojo sano) al estimular un ojo con atrofia de papila o con una embolia de la arteria central de la retina. Lo inverso sucede en la lesión del motor ocular común, cuando se estimula el ojo sano, no se observa respuesta en el enfermo.
V PAR NERVIO TRIGÉMINO
Es un par craneal que cumple funciones motoras, sensitivas y neurovegetativas.
Desde el punto de vista motor, inerva los músculos de a Masticación; temporales, maseteros, pterigoideos externo e interno, músculo del martillo, vientre anterior del digastrico, periestafilino y homoioideo.
El núcleo motor se encuentra en la protuberancia por debajo del piso del IV ventrículo.
Las fibras motoras emergen junto con las sensitivas para pasar debajo del ganglio de Gasser y unirse a la rama mandibular, para distribuirse en los músculos de la masticación y del martillo.
Desde el punto de vista sensitivo, se divide en tres ramas denominadas:
Primera rama u oftálmica, segunda rama o maxilar y tercera rama o mandibular. El territorio inervado por ellas se observa en la figura 65 2 16A. Dentro de su territorio también se incluyen los dientes, las encías, los dos tercios anteriores de la lengua, el paladar blando, las mucosas yugal y nasal, la córnea y el meato auditivo externo.
Las fibras sensitivas que llevan impulsos dolorosos, táctiles, térmicos y propioceptivos se dirigen hacia atrás a través de las ramas oftálmica, maxilar y mandibular; hacen sinapsis en el ganglio de Gasser, situado en una depresión de la porción petrosa del temporal, llamada cavum de Meckel, y siguen hacia atrás para penetrar en la protuberancia, en su parte media, a nivel de su uníón con el pedúnculo cerebeloso medio.
Las fibras propioceptivas se originan en un núcleo mesencefálico y, a través de la rama mandibular y sin hacer sinapsis en el ganglio de Gasser, llegan a la protuberancia.
Las fibras táctiles pasan hacia el núcleo sensitivo principal que yace en la parte media de la protuberancia. Las fibras que conducen la sensibilidad termoalgésica entran en el haz descendente o raíz descendente del trigémino y se dirigen hacia abajo, hasta el tercero o cuarto segmento medular cervical. A medida que las fibras transcurren en sentido caudal, van sufriendo una segmentación, de modo que las que llevan la temperatura y el dolor de alrededor de la boca entran en el núcleo del trigémino a niveles protuberanciales; las que llevan estas cualidades sensitivas más afuera en la cara, entran en el núcleo a niveles progresivamente más bajos, hasta que el haz termina a nivel del cuarto segmento medular cervical. Esta disposición concéntrica de las fibras para el dolor y la temperatura de la cara se ha descrito como en “catáfilas de cebolla” y posee valor localizador en las lesiones medulares altas y del tronco cerebral .
El nervio trigémino también suministra fibras simpáticas y parasimpáticas secretoras a nivel del ganglio esfenopalatino por el nervio petroso superficial mayor, rama del nervio facial, llegando a la mucosa nasal, el paladar, la amígdala, la úvula y la glándula lagrimal, del ganglio ótico, que suministra fibras secretoras a la glándula parótida, y del ganglio submaxilar que lleva fibras secretoras a las glándulas sublingual y submaxilar.