Cuál fue el papel de Juan Ramón Jiménez en este grupo de poetas? ¿Cambió con el tiempo la postura del 27 con respecto a Juan Ramón? ¿Por qué?

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LA GENERACIÓN DEL 27: DEFINICIÓN, CarácterÍSTICAS GENERALES Y EVOLUCIÓN

Definición y autores

La Generación del 27 está formada por un grupo de escritores que publican sus obras más representativas entre 1920 y 1935. El nombre surge a raíz de la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora. Para la difusión de sus obras fue muy importante la labor de algunas revistas literarias como Litoral, Cruz y Raya y Caballo verde para la poesía. También fue decisiva la Antología de la poesía española contemporánea realizada por Gerardo Diego (1932), en la que recoge parte de la obra de los miembros del grupo. Los componentes de la Generación del 27 son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados y el epígono de la generación, Miguel Hernández. 

Carácterísticas generales


Las carácterísticas fundamentales de este grupo poético son: 


- Mezcla de tradición y renovación:

encontramos claras influencias de la POESÍA CLÁSICA ESPAÑOLA: de la poesía culta (Manrique, Garcilaso, Fray Luis, Quevedo y, sobre todo, Góngora que influyó sobre el grupo como creador de un lenguaje especial para la poesía,) y de la popular (el Romancero, el Cancionero...) También destacamos la influencia en estos autores de la POESÍA VANGUARDISTA: el influjo de Juan Ramón Jiménez (en Jorge Guillén) y de los «ismos»: Futurismo (Pedro Salinas y Alberti), Ultraísmo, Creacionismo (Gerardo Diego) y, sobre todo, Surrealismo (Aleixandre, Lorca, Cernuda y Alberti). 


- Cultivo intenso de la imagen y la metáfora

La nueva metáfora tiene un carácter simbólico y relaciona dos realidades que nos producen una misma emoción: “lloras zumo de limón agrio” (amargura, desesperación...). 


- Innovación métrica

En las obras de influencia vanguardista se utiliza, sobre todo, el verso libre y el versículo; en las de influencia clásica se utiliza el verso octosílabo y las estrofas clásicas: el romance, el soneto, la seguidilla... 


Variedad de temas:


Temas tradicionales o humanizados: 

-

El amor:

se presenta como entrega total y plenitud del individuo. Admite con libertad todas las manifestaciones, heterosexual y homosexual. 

-

La naturaleza:

Predomina una naturaleza acercada a la ciudad y al mundo cotidiano. A menudo se enfrenta la deshumanización de la ciudad a la visión bucólica y panteísta
-

El tiempo perdido

Nostalgia por el paraíso perdido tanto geográfico (exilio) como temporal( infancia y juventud). 

-

La plenitud:

Goce de lo presente. Exalta el orden y armónía del universo. 

-

La soledad y la incomunicación:

que conlleva la angustia del hombre que no encuentra sentido
a la vida. 

-

La muerte:

se enfrentan a ella como una bestia invencible o misterio insondable, con temor y
perplejidad. 

-

La religión:

la preocupación es escasa, exceptuando a Gerardo Diego. 


Temas vanguardistas:



- Lo intranscendente

Se relaciona con la técnica (bombilla, automóvil, deporte...) y lo intelectualizado. 


- La ciudad:

para ellos significa progreso (Nueva York), pero su admiración se torna en dolor al comprobar el contraste entre este progreso y el sufrimiento de los desvalidos
Tras la Guerra Civil estos escritores toman compromiso de su situación en el mundo, la muerte y el dolor. 


Evolución


En su evolución como grupo poético se distinguen tres fases, que coinciden con el desarrollo de diversas circunstancias históricas en España: 

Primera etapa:


abarca los primeros años veinte, bajo la influencia de las vanguardias y de la poesía pura de Juan Ramón. Se pretende conseguir la belleza total del poema; la depuración del lenguaje, la experimentación y la ausencia de sentimentalismo son sus notas carácterísticas. Pero no todo es deshumanización: lo humano había entrado en su poesía por influjo de Bécquer y de la lírica popular, sobre todo en los primeros libros (Marinero en tierra, de Alberti, Versos humanos, de G. Diego, Romancero Gitano, de Lorca, etc.). 

Segunda etapa:


a partir de 1928, las circunstancias históricas de España (final de la dictadura de Primo de Rivera, crisis económica del 29, instauración de la República, etc.) llevan a la mayoría de los autores a intervenir directamente en política; algunos se afiliaron a partidos políticos y colaboraron con iniciativas culturales de izquierda. Cansados de las aventuras formalistas, se inicia en ellos un proceso de rehumanización, en parte debido a la influencia del Surrealismo, pasando a primer término los eternos sentimientos del hombre: el amor, las frustraciones, la libertad, los sueños, la angustia existencial... Y elaboran imágenes insólitas (Poeta en Nueva York, Sobre los Ángeles...). La influencia directa de Pablo Neruda, que reside por esta época en nuestro país, fue relevante en el cambio de actitud del grupo. Aprovechó los acontecimientos políticos de España para apoyar, en su revista “Caballo verde para la poesía”, una estética de denuncia que alejara al poeta de la poesía pura. Publica en la revista un manifiesto a favor de una “poesía impura como un traje, como un cuerpo, con manchas de nutrición y actitudes vergonzosas...”.

Tercera etapa:


después de la Guerra Civil, el grupo se dispersa. Algunos poetas han muerto (García Lorca); otros permanecen en España (Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego), tutelando a las nuevas generaciones de poetas y evolucionando, en algunos casos, hacia lo que se llamará después la poesía desarraigada; otros se exilian (Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pedro Salinas y Jorge Guillén) y reflejan en sus obras la nostalgia de una tierra perdida y lejana. La evolución personal de cada uno los encamina hacia estéticas muy distintas; no obstante, todos coinciden en retomar los temas humanos, ahora agudizados por el sufrimiento de la guerra y sus consecuencias inmediatas (exilio, censura y miseria). 


 6.2. LA TENDENCIA A LA DESHUMANIZACIÓN EN LA POESÍA DE LA GENERACIÓN DEL 27. POESÍA PURA, VANGUARDISTA, NEOPOPULAR, CLASICISTA. AUTORES Y OBRAS MÁS DESTACADOS.

Uno de los rasgos más carácterísticos de la Generación del 27 es la variedad de tendencias poéticas que se manifiestan en las obras de estos poetas: poesía pura, vanguardista, neopopular, clasicista, neorromántica y de compromiso social. 


Poesía pura


La influencia de la “poesía pura” se debe a Juan Ramón Jiménez como poeta inmediatamente anterior a la Generación del 27. La poesía pura o desnuda es una poesía que elimina lo sentimental, personal y anecdótico para destacar el significado profundo de la palabra poética.
Las carácterísticas más importantes de esta corriente podrían ser las siguientes: 

  • Supresión de lo sentimental, humano, anecdótico y descriptivo. 

  • Tendencia a la abstracción y a lo intelectual. Parece una poesía fría, hermética, totalmente intelectualizada.
    Gusto por la palabra exacta, sin acumulación de adjetivos ni adornos retóricos. 

  • Predominio del estilo nominal. 

  • Simplicidad sintáctica con predominio de oraciones simples o yuxtapuestas 

  • Empleo frecuente de expresiones exclamativas e interrogativas que transmiten el asombro del poeta frente al conocimiento del mundo. 

  • Preferencia por el verso de arte menor y las estrofas con medida. La décima es la más usual (estrofa constituida por diez versos octosílabos: 8a 8b 8b 8a 8a 8c 8c 8d 8d 8c). 

    Esta línea poética se manifiesta con más intensidad en dos grandes poetas en Pedro Salinas y, sobre todo, en Jorge Guillén. En Pedro Salinas observamos la poesía pura en las obras de su primera etapa:
    Presagios (1923), Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931). En Jorge Guillén se manifiesta en su obra
    Cántico. 


Poesía vanguardista

De todas las vanguardias, las que mayor influencia tuvieron en la Generación del 27 fueron el Futurismo, el Creacionismo, el Ultraísmo y, sobre todo, el Surrealismo. En todas las vanguardias, al menos en la inmensa mayoría de los casos, se usa el verso libre (versos sin una métrica preestablecida) y el verso en blanco (sin rima). Las características más importantes de esta tendencia son: 

  1. Importancia de la imagen. El poema se convierte en una acumulación de imágenes sin referente real. 

  2. Rechazo de lo sentimental y subjetivo. 

  3. Exploración del yo del poeta por medio de lo inconsciente, lo onírico y lo ilógico. 

  4. Empleo del ingenio y del humorismo como forma de expresar lo irracional. 

  5. Predilección por las metáforas referidas a los adelantos técnicos: el cine, los deportes, el automóvil... 

  6. Experimentación lingüística y poética por medio de la supresión de la rima, de los enlaces sintácticos y de los signos de puntuación. 

  7. Nueva disposición tipográfica de las palabras en la página. Interés por el valor visual del poema, además del auditivo.

La influencia de la estética vanguardista se constata en prácticamente todos los poetas del 27. A modo de referencia destacamos: 

  • Obras futuristas: Fábula y signo de Salinas y Cal y canto de Alberti. 

  • Obras ultraístas y creacionistas: Imagen y Manual de espumas de Gerardo Diego. 

  • Obras surrealistas: Espadas como labios y La destrucción o el amor de Vicente Aleixandre, Los placeres prohibidos de Luis Cernuda, Poeta en Nueva York de García Lorca y Sobre los ángeles de Alberti. 


Poesía neopopular o tradicional:


La poesía tradicional y el folclore popular sirvieron de fuentes de inspiración para algunos poetas del 27. Las carácterísticas más importantes de esta corriente son: 

  1. Preferencias por las formas métricas tradicionales de la poesía popular: canciones, romances, sonetos, villancicos...Y por la rima asonante.

  2. El poema es la expresión de un sentimiento íntimo y vivido. Temas: la religión, el amor, lo humano, la muerte, los paisajes... 

  3. Frecuente aparición de ambientes naturales y paisajes o espacios cercanos a las vivencias del poeta. 

  4. Presencia de estructuras dramatizadas para acentuar la tensión del poema. 

  5. Recursos expresivos propios de la poesía popular: abundancia de repeticiones, paralelismos que dotan de ritmo y agilidad al poema. El estribillo se convierte en el eje
    central del poema, como en las composiciones populares.

Se observa la influencia de la poesía neopopular o tradicional en autores como:

- Federico García Lorca: Los primeros libros de Lorca pertenecen a esta tendencia: Libro de poemas (1921), Canciones (1927) y Poema del cante jondo (escrito entre 1922-1926), obras estas en las que Lorca recrea la poesía popular y da entrada al folclore andaluz y al cante jondo. En esta línea está también la obra Romancero gitano (1928) en donde mezcla lo popular y lo culto con metáforas surrealistas


- Rafael Alberti

También, al igual que Lorca, sus primeras obras se sitúan en esta corriente neopopular o tradicional: Marinero en tierra, La amante y El alba de alhelí. 


- Gerardo Diego

Cultivó, tanto poesía clásica y tradicional como vanguardista. Gerardo Diego es la mejor imagen de la síntesis entre tradición y renovación. Dentro de esta tendencia destacan sus obras: El romancero de la novia (1918), Soria (1922), Versos humanos (1925) y Viacrucis (1931) que desarrollan una temática muy variada (la religión, el amor, lo humano, los paisajes... 


Poesía clasicista

Tendencia poética que recupera los temas, el estilo y la métrica de la poesía clásica de los Siglos de Oro. La sed de perfección formal lleva a algunos poetas al clasicismo, sobre todo de 1925 al 27. Góngora y Garcilaso fueron los poetas clásicos más influyentes en autores del 27 como: Alberti en su obra Cal y canto (1929). En Gerardo Diego destacamos dos obras de inspiración clásica: Ángeles de Compostela y Alondra de verdad. En Cernuda encontramos una obra de inspiración garcilasiana Égloga, elegía y oda. Podemos incluir también la obra de Lorca Sonetos del amor oscuro. Y en Miguel Hernández. Su primer libro, Perito en lunas, se sitúa en la línea de la poesía neogongorina. 

6.3. LA TENDENCIA A LA REHUMANIZACIÓN EN LA POESÍA DE LA GENERACIÓN DEL 27. POESÍA SURREALISTA, NEORROMÁNTICA, SOCIAL… Y ETAPA DE POSGUERRA. AUTORES Y OBRAS MÁS DESTACADOS

Los hechos históricos, entre otros las vicisitudes de la República, que se dieron entre 1927 y 1936 (cuando empezó la guerra) llevaron consigo nuevas inquietudes políticas y sociales, a las que la mayoría de estos poetas se acogen. Por esto y por el cansancio de la poesía deshumanizada se produjo un proceso de rehumanización que coincide con el auge del Surrealismo. En estos años aparecieron varias corrientes poéticas: 

Poesía surrealista

El Surrealismo influyó en los grandes poetas del 27. Sus carácterísticas esenciales son: 

  1. El mundo de los sueños se constituye como el germen de la poesía. La poesía sirve como medio de liberación de los sentimientos reprimidos por normas sociales o morales. 

  2. Construcciones irracionales, ilógicas basadas en relaciones insólitas. 

  3. Uso de símbolos, imágenes irracionales y la metáfora surrealista. El poema se convierte en algo sugerente que hay que leer desde una perspectiva alejada de la lógica de la realidad. 


  1. Preferencia por poemas largos donde aparecen el verso libre sin rima o el versículo. 

  2. El ritmo se consigue mediante el paralelismo y las repeticiones de palabras. 

  3. Empleo de un lenguaje ilógico, irracional de gran poder evocador.

Esta corriente influyó en los siguientes poetas:


Federico García Lorca: En Lorca la experiencia surrealista llega tras un cansancio del neopopularismo y un viaje a Nueva York. Escribe Poeta en Nueva York, obra en la que nos ofrece, a través del estilo surrealista, una visión negativa de la ciudad y el rechazo a una civilización mecanizada que destruye la libertad del hombre. 

Vicente Aleixandre:


Premio Nobel en el año 1977. Encontramos tres libros dentro de la estética surrealista: Espadas como labios, La destrucción o el amor y Sombras del paraíso. 

Rafael Alberti


Compone también obras surrealistas, entre las que destacamos una, Sobre los ángeles.  QhK3rDKY2Xc_YumJ8gc44EkO-1OqJx6E0pTdjA0wu1ewTJNXdRUVMzjCCRoZI1oAlfya8yI-pyV3MmcrfSwXJVUzhtjih0L_PgM9EFJRDQY_VlFVFe-0quhDDKZwja2d_kXrhFe2gkzDmez8hw b2bDT9xAQtO0funIv-sSZIpziD9dvhfRJ40CyUVg0oERI71y7P7tb2V82qjowRWU6hid_XxusUG_HxZSkhE9RbBRw01dWutoFTfHca52te_kv9CfoKPSSS1jqJSjyfbqtDNxlPQXmHh6Ob3k-g 4QaPzW8xhJzltOetYIlrNI5ur3MK4Qgj1cS3_F--dWV5TFQgZ2iqJANWCYVhRE85O285wq9n7dh0Y_fMI66SMdk289zwo0Zi94iz6-L_R3-8-2Jtb004XHammYumXIovzKFGdxPAx-nvASZCQQ

Luis Cernuda

Sus dos obras surrealistas más importantes fueron Un río, un amor y Los placeres prohibidos. El Surrealismo le ofrece una puerta abierta para expresar sin inhibiciones su mundo interior, su homosexualidad y su rebeldía frente a las convenciones sociales y artísticas. 

Poesía neorromántica

Corriente poética, con influjos de Bécquer, que trata temas preocupaciones personales y, sobre todo, el tema del amor en todas sus fases. El poeta expresa su propia experiencia amorosa, ya sea desde un enfoque doloroso como alegre. Se idealiza a la persona amada. 

Se observa la influencia de la poesía neorromántica en autores como: 


  • Luis Cernuda: en sus dos obras: Donde habite el olvido y en Los placeres prohibidos. 

  • Pedro Salinas: ha sido considerado el poeta del amor por excelencia. Esta tendencia neorromántica la observamos en su trilogía amorosa La voz a ti debida (1933), Razón de amor (1936) y Largo lamento (1939).  

  •  Miguel Hernández: también el alicantino se hace eco de esta tendencia con su obra El rayo que no cesa. 

Poesía social:


Esta tendencia de poesía social o comprometida se dio en los pocos años anteriores a la guerra y durante la guerra. Sus principales carácterísticas son: 

  1. El hombre es un ser inmerso en su circunstancia político-social. 

  2. La temática se centra en lo humano, lo social, la lucha de clases, el paro... 

  3. La poesía debe ser útil, debe servir para poner remedio a los males que atacan a la realidad. 

  4. El tono es unas veces combativo y otras, de rechazo e indignación. 

  5. El lenguaje es sencillo y directo.

Los principales autores que cultivaron esta corriente poética fueron: 

Rafael Alberti:


Escribíó en estos años una suerte de poesía civil, social, política y revolucionaria. Sus obras más destacadas fueron El poeta en la calle y De un momento a otro. 

Miguel Hernández:


En un tono combativo escribíó Viento del pueblo y El hombre acecha.


Poesía en la etapa de posguerra:


Esta corriente poética se corresponde con la poesía escrita después de la Guerra Civil, bien en el exilio o bien en España. La Guerra supuso la disgregación del grupo. Lorca murió asesinado; Pedro Salinas, Jorge Guillén, Luis Cernuda y Rafael Alberti tuvieron que exiliarse; Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego permanecieron en España. 

En los que marcharon al exilio será un tema común el “paraíso perdido”, es decir, el recuerdo, la nostalgia por lo que se ha perdido para siempre (España, los amigos, la juventud, etc...) y el del rechazo del fascismo. Destacamos las obras: Cántico de Jorge Guillén, El contemplado, de Pedro Salinas y Retornos de lo vivo lejano y A la pintura de Alberti. 

Los poetas que permanecieron en España (Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Vicente Aleixandre) escribieron un tipo de poesía que derivó hacia un humanismo angustiado con tonos existenciales. Destacamos: Hijos de la ira, de Dámaso Alonso y Sombra del paraíso, de V. Aleixandre. 

Federico GARCÍA Lorca

Trayectoria literaria: Dentro de su producción poética pueden apreciarse dos etapas: 

Primera etapa


Abarca sus obras hasta 1928, que representan al Lorca más conocido. Sorprende cómo funde lo popular y lo culto, la tradición y la modernidad. A esta etapa pertenecen sus siguientes obras:
-

Libro de poemas (1921

, influidos por Bécquer, el Modernismo, Machado y Juan Ramón. De contenido variado con tonos gozosos y de malestar es frecuente que evoque con nostalgia su infancia, “paraíso perdido” y hable de su corazón juvenil, dolorido, “roído de culebras”. Una tremenda crisis juvenil parece atravesar el poeta en este libro. Destacamos de esta obra el poema titulado “Balada de la placeta”. 


-

Canciones (1927)

Libro muy heterogéneo: hay poesía pura, Vanguardismo, brillantez y hasta puro juego, pero persiste en esta obra la nostalgia de la niñez. Destacan las canciones para niños: “El lagarto está llorando” y varios poemas titulados “Canción del jinete”, cuya temática (destino trágico, personajes marginales...) y simbología (luna, caballo...) corresponden a constantes de la poesía lorquiana. 

-

Poema del Cante Jondo (1931)

Lorca veía en el cante flamenco una de las manifestaciones líricas, puras, descargada de elementos accesorios, y organizó los textos de este poemario siguiendo la estructura de los grandes cantes: la seguiriya, la soléá, la saeta y la petenera, con el poema introductorio “La balada de los tres ríos”. En estos poemas, se abordan dos de los grandes temas lorquianos: el amor y la muerte, simbolizada en el puñal, que acaba con el amor. Córdoba se erige también en símbolo de es

e destino trágico, a diferencia de otras dos grandes ciudades andaluzas, Sevilla y Málaga, que representan la sensualidad y el amor. 

-

Suites (escrito entre 1921 y 1924 aparecíó en 1936

. Consta de varias series de poemas a modo de variantes sobre un mismo motivo: el mar, la luna, el agua... Junto a canciones ligeras encontramos también versos existenciales.
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Romancero gitano (escrito entre 1924 y 1927 se publicó en 1928

, exalta la dignidad de este pueblo marginado y abocado a un destino fatal. Ofrece la visión de una Andalucía trágica y mítica. El tema del destino trágico late en toda la obra. Los personajes que parecen (Antoñito el Camborio, Juan Antonio el de Montilla, Soledad Montoya...) son seres al margen de un mundo convencional y hostil, marcados por la frustración o abocados a la muerte. Por todo el libro estallan unas tremendas ansias de vivir que topan contra la imposibilidad de vivir. Los poemas más reséñables de esta obra son: “Romance del emplazado” y, sin duda el mejor, “Romance de la pena negra” en él se nos cuenta la pena de Soledad Montoya. El estilo de esta obra es una mezcla de tradición (hilo argumental, dramatismo de los temas: violencia, sensualidad, erotismo...) y renovación ( metáforas irracionales, oscuras y sugerentes; el simbolismo utilizado y los tipos pasionales y trágicos.) 


Segunda etapa:


Se extiende desde 1928 hasta su muerte. En ella la influencia surrealista se manifiesta en las audaces imágenes y en la actitud de rebeldía y protesta. A esta etapa pertenecen sus siguientes obras:

  • Poeta en Nueva York (1929-1930). Lorca escribíó esta obra después de su viaje a Nueva York en 1929


Consta de 35 poemas. La ciudad estadounidense, con su desarrollo tecnológico y su deshumanización, el poder del dinero, la esclavitud del hombre por la máquina y la injusticia social constituyen los temas centrales de esta obra. Esa realidad hostil produce un clima de angustia: no hay cabida para el amor ni la felicidad; la soledad y el sufrimiento se convierten en rasgos constantes de esta civilización urbana en la que coexisten dos mundos: el mundo blanco es el mundo de la civilización. Representa los valores del orden y la seguridad, y la caracterizan a sus individuos. El mundo negro que está formado por seres humanos marginados, ajenos al desarrollo tecnológico de la gran ciudad, que no comparten los valores de la sociedad blanca, contra la que, en ocasiones, se rebelan. Esta experiencia angustiosa se manifiesta a través de la técnica surrealista por medio de imágenes visionarias, que se aproximan al procedimiento onírico de los surrealistas. La fuerte carga de emotividad se expresa en el verso libre. Las constantes metáforas y símbolos se cargan de connotaciones positivas o negativas: el cielo adquiere, a veces, un carácter hostil, pero también representa la pureza; el aire, en su sentido positivo es la naturaleza, y negativamente, la ausencia de vida; el mar, unido a la infancia, representa a veces la muerte; el niño significa la inocencia, pero también la ignorancia de la maldad; los ojos permiten al hombre el conocimiento; así, la ceguera es una forma de negarse a la verdad. De los 35 poemas de esta obra destacamos cuatro como los más significativos: “La aurora” (poema más claro que sintetiza su visión de Nueva York), “Grito hacia Roma” (Es un poema en donde Lorca lanza ese grito contra la insolidaridad y a favor de la justicia. Está enfrentándose a una ideología, la caída del ideal cristiano de la caridad), “Oda a Walt Whitman” anuncia la vuelta de un mundo basado en el orden natural, donde reine el verdadero amor, de manos del poeta norteamericano.) y “Oda al rey de Harlem”. 


-

Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1935)

Esta célebre elegía, publicada en 1935 y dedicada al torero y amigo muerto. El tema de la muerte y el dolor por la pérdida se unen al mundo trágico del toro. En las cuatro partes de esta obra, de ritmos distintos, vuelven a combinarse lo popular y lo culto -el ritmo del romance o de la soléá, alternan con el verso largo- con las más audaces imágenes surrealistas. Conjuga elementos de la tradición literaria con imágenes de un nuevo lenguaje poético. La obra se divide en cuatro partes: «La cogida y la muerte». En esta primera parte, la muerte se presenta por medio de índices premonitorios: «el viento se llevó los algodones». La repetición del estribillo «A las cinco de la tarde» funciona como recordatorio de lo que ha sucedido ya en la realidad. «La sangre derramada». Con la sangre se produce la evidencia de la muerte, marcada con una fuerte carga subjetiva en el nuevo estribillo «Que no quiero verla». En esta segunda parte, se lleva a cabo el elogio del personaje y el sentimiento de angustia se corresponde con la muerte, ya evidente. «Cuerpo presente». En la tercera parte, se produce la aceptación de la muerte inevitable. «Alma ausente». Frente al temor del olvido - forma definitiva de la muerte-, se presenta el canto del poeta como medio de que el recuerdo perdure. Sánchez Mejías vivirá para siempre en los versos de Lorca. 

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Seis poemas galegos (1935), escritos en gallego e influenciados por la lírica gallego-portuguesa y por Rosalía de Castro. Otra muestra afortunada del neopopularismo lorquiano: ritmos tradicionales, estribillos, estructuras paralelísticas, concatenaciones de versos que comienzan con la última palabra del anterior. Domina la vena sentimental, reflejada de manera de corte muy ROMántico: plasmación del sentimiento melancólico en el paisaje en forma de lluvia y bruma. 


En 1940, y de forma póstuma, se publicaron:



-Diván del Tamarit, con elementos de la tradición lírica árabe. El tema principal de estos versos es el amor atormentado y la muerte, fundidas con las pulsiones carnales de tipo pansexual. 


-Sonetos del amor oscuro, escritos entre 1935 y 1936, en ellos reaparece con fuerza el amor erótico y el placer del goce. El titulo se dice relacionado con su manifestación homosexual, aunque nada hay en los poemas que nos permita identificar al ser amado. Parte de la crítica se ha decantado por interpretar el título por la ambigüedad del adjetivo: las pulsiones eróticas se desarrollan oscuramente, al margen de los convencionalismos. El acento doliente y desgarrado de los sonetos contrasta con su construcción manierista. El poeta cincela el tema de la pasión amorosa en moldes preestablecidos por un rigor formal. El amor y la muerte caminan de la mano en los sonetos. 


-“El poeta pide a su amor que le escriba”:

Un poema con mucha pasión, lleno de simbolismos, alusiones a San Juan de la Cruz, Santa Teresa... Simbolismos animales (tigre y paloma) y otros simbolismos escondidos. 

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