El Panorama Teatral Español Tras la Guerra Civil: Corrientes y Autores

El Teatro en la España de Posguerra

El teatro se halla sometido a los intereses de unos empresarios que han de tener muy en cuenta los gustos del público. Si atendemos a los dramaturgos, veremos prosperar autores de diversión. Difícil será a los autores serios abrirse camino en el teatro comercial. Para autores, directores y actores que busquen nuevos rumbos apenas quedará más que ciertos apoyos oficiales o las aventuras del teatro independiente.

Contexto Inicial: Autores y Público

Al terminar la Guerra Civil, la muerte o el exilio se han llevado a autores como Valle-Inclán o Lorca, entre otros. Domina el público burgués con un afán de diversión trivial. En la producción escénica de la posguerra domina un tipo de alta comedia.

Características de la Alta Comedia

Las características de este teatro serían:

• Predominio de las comedias.
• Preocupación por la obra bien hecha, con un diálogo elegante y cuidado.

El Teatro Cómico: Renovación y Tradición

Es muy frecuente el teatro cómico. Enrique Jardiel Poncela intentó renovar la risa, luchando contra las convenciones vigentes, cosa que apenas le fue posible. Su producción presenta interés por el ingenio de sus planteamientos inverosímiles y los continuos chispazos de agudeza de sus diálogos. Así es en títulos como Usted tiene ojos de mujer fatal o Madre. Miguel Mihura, cuya obra Tres sombreros de copa es un prodigio de humor disparatado y poético.

En oposición a todo lo citado hasta ahora, hay que situar los anuncios de un teatro distinto, preocupado por graves cuestiones humanas. En 1949 se estrena Historia de una escalera, estremecedora entrada en escena de unas pobres gentes con sus vidas frustradas. Era la revelación de un nuevo dramaturgo: Antonio Buero Vallejo.

Teatro Social frente a Teatro de Diversión

Durante los años 50 y 60, poco es lo que cambia en el teatro comercial. Fue meritoria la labor de los Teatros Nacionales y la actividad de Teatros de Cámara, grupos universitarios cuyo papel fue importante en la formación de un público joven y en la difusión de la vanguardia europea.

Los Últimos Años: Experimentación y Nuevos Públicos

Ha aumentado la formación del público, sobre todo joven, y hay empresarios que acogen a autores antes minoritarios y ahora capaces de atraer a mayor público. En los últimos años cunde la experimentación de nuevas formas de expresión. Más que nunca el teatro se concibe como espectáculo y no solo como texto, es decir, como lenguaje escénico específico; de ahí la importancia de la expresión corporal y de recursos tomados de la pantomima o del circo.

La situación de los autores innovadores sigue siendo difícil. Apenas son conocidos del gran público hombres tan valiosos como los de Jiménez Romero y tantos otros. Algunos, sin embargo, han logrado mayor audiencia.

Para quienes se resisten a las tendencias del éxito fácil, queda el teatro independiente, denominación que engloba a los grupos al margen de las cadenas comerciales del espectáculo. Algunos son en Madrid Las Goliardos, en Valladolid Corral de Comedias, entre otros muchos. Es importante señalar que el teatro independiente intenta una síntesis entre las experiencias escénicas más avanzadas y el deseo de llegar a amplios sectores de público que jamás habían tenido acceso al teatro. Ambas cosas responden a un mismo propósito: alejarse del teatro burgués y renovar el contacto de obra y actores con el espectador.

Fernando Arrabal: Un Caso Particular

Como complemento final a este apartado hemos de referirnos a Fernando Arrabal, un ejemplo muy particular de las circunstancias que rodean a las corrientes innovadoras. Tras el estreno de su primera obra, rechazada por la crítica, Arrabal ha vivido, escrito y estrenado en Francia. La mayor parte de su producción es conocida por sus versiones en otros idiomas. Su trayectoria va desde el teatro del absurdo y un nuevo esperpento hasta el llamado teatro pánico, desenfrenado y provocador de tantos escándalos como entusiasmo.

La "Otra" Literatura Española: El Exilio

Existen literatos españoles exiliados que escriben más allá de nuestras fronteras. En la literatura narrativa habría que citar a eminentes autores como Ramón J. Sender y el granadino Francisco Ayala, autor de Los usurpadores.