Panorama de la Poesía Española de Posguerra: Tendencias, Autores y Estilos Clave
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1.1. La Poesía de la Posguerra: Los Años Cuarenta
Tendencias:
- La poesía de Miguel Hernández: Inicios formalistas. Temas: la muerte, la vida y el amor. Estructura: soneto. Durante la guerra escribió Viento del pueblo (1937), con un estilo más popular y patriótico. Libro destacado: Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941), poemas sobre la cárcel.
- La poesía arraigada: Las revistas Escorial y Garcilaso reúnen a poetas como Leopoldo Panero y Luis Rosales, que defienden una poesía clásica. Temas: nostalgia por el imperio español y vivencias amorosas o religiosas.
- La poesía desarraigada: La revista Espadaña, dirigida por Victoriano Crémer y Eugenio de Nora, influida por el existencialismo filosófico, abogó por una poesía más directa y menos retórica, comprometida con el ser humano.
- Revistas marginales: Cántico, por ejemplo, sirvió de expresión a Pablo García Baena, quien se inspiraba en la poesía exquisita y cuidada. El Postismo, con Carlos Edmundo de Ory, intentó enlazar con las vanguardias.
- 1944, año clave: Dos libros marcan este año: Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre, e Hijos de la ira, de Dámaso Alonso. El primero es una exaltación de la Naturaleza que el ser humano se empeña en destruir y de la que se aleja inevitablemente. Hijos de la ira refleja el malestar existencial de la época, con poemas de angustia y rabia ante la injusticia, el dolor y el horror de la vida. Ruptura temática. Dámaso Alonso utiliza versículos largos y un léxico que traduce el malestar del que nacen los versos.
1.2. La Poesía Social de los Años Cincuenta
En 1950 cobra fuerza la poesía social, que muestra la verdadera realidad del ser humano y del país.
Características temáticas y formales:
- El tema como base: Se pretende testimoniar las dificultades económicas de las clases bajas y la alienación de la deshumanización del trabajo, o animar a la solidaridad obrera y a la lucha revolucionaria. La preocupación por España y el recuerdo y la superación de los odios provocados por la Guerra Civil son temas permanentes.
- El destinatario: la «inmensa mayoría»: La poesía debe dirigirse al mayor número de gente posible y dejar de ser un arte elitista o un mero adorno.
- Lenguaje directo: Para poder comunicarse con todo el público, se utiliza un lenguaje directo, coloquial o conversacional, y muchas veces prosaico.
Principales poetas:
Blas de Otero, José Hierro y Gabriel Celaya. Tantos poetas para tan pocos lectores, junto con los cambios sociales y económicos de los años 60, explica el agotamiento de la poesía social y el descrédito en que cayó posteriormente.
Sin embargo, desde el punto de vista actual, en este periodo encontramos algunos de los mejores poemarios del siglo XX: Pido la paz y la palabra (1955) y Que trata de España (1964), de Blas de Otero; Cuanto sé de mí (1957), de José Hierro; y Cantos iberos (1955), de Celaya.
2. La Poesía desde los Años Sesenta hasta la Actualidad
A mediados de los años cincuenta hace su aparición un nuevo grupo de poetas que, sin renunciar al compromiso con los problemas humanos, vuelve a preocuparse por el carácter artístico de la poesía. Su obra se consolida en la década de los sesenta.
2.1. La Promoción de los Años Sesenta
Poetas:
Ángel González, José Agustín Goytisolo, Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, José Ángel Valente y Félix Grande.
En sus primeros libros se aprecia la influencia de los poetas sociales, y Antonio Machado se convierte en un modelo ético y estético. Muchos de estos autores combatieron el régimen franquista.
- Concepto de la poesía: La comunicación es solo uno de los elementos de la poesía, pero no el principal. La poesía se concibe como un medio de conocimiento de la realidad y de las vivencias personales, que permite alumbrar zonas oscuras del ser humano y del mundo.
- Temas: Intimismo y recreación de la experiencia individual (de ahí la denominación de poesía de la experiencia para esta corriente). Los aspectos cotidianos de la vida personal aparecen en sus poesías, aunque con un tratamiento distanciado.
- Tratamiento del lenguaje: El tono coloquial se eleva a un nivel artístico; se huye de la exaltación y del prosaísmo. Se busca un estilo individual, en el que el humor, la ironía distanciadora y los ecos de lecturas y canciones producen la sensación de una conversación íntima y acogedora con el lector.
De los numerosos títulos publicados por estos autores se pueden destacar los siguientes: Tratado de urbanismo (1967), de Ángel González; Poemas póstumos (1968), de Gil de Biedma; Diecinueve figuras de mi historia civil (1961), de Carlos Barral; Don de la ebriedad (1953), de Claudio Rodríguez; Salmos al viento (1958), de José Agustín Goytisolo; La memoria y los signos (1966), de Valente; y Blanco Spirituals (1967), de Félix Grande.