Panorama de la Poesía Española: De la Posguerra a la Generación del 68
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 3,47 KB
Panorama de la Poesía Española (1940-1970)
Tras la Guerra Civil, la poesía española experimenta una profunda transformación, marcada por la búsqueda de una nueva voz y una rehumanización del arte. Este período, que abarca desde la década de 1940 hasta la de 1960, se caracteriza por la diversidad de estilos y temáticas, reflejando las inquietudes y los cambios sociales de la época.
Poesía de las décadas de 1940 y 1950
En este período inicial, se distinguen dos corrientes principales, según la conceptualización de Dámaso Alonso:
Poesía Arraigada
Un grupo de poetas, conocidos como garcilasistas por su afinidad con la revista Garcilaso, cultivan una poesía centrada en el amor, el paisaje y la belleza. Buscan la claridad, la perfección y el orden, como se aprecia en la obra de autores como Luis Rosales, Leopoldo Panero, Vivanco y García Nieto. Estos poetas se caracterizan por la búsqueda de nuevas formas de expresión.
Poesía Desarraigada
En contraposición a la poesía arraigada, surge una corriente que expresa la angustia existencial y la visión del mundo como un caos. Hijos de la ira (1944) de Dámaso Alonso, marca la ruptura con el esteticismo y la evasión, dando paso a una poesía de protesta que influirá en la posterior poesía social y existencial. Los poetas desarraigados, agrupados en torno a la revista Espadaña (fundada por Cremer y Nora), buscan en la poesía una forma de ordenar el caos y encontrar un punto de apoyo. Autores como José Hierro y José María Valverde, difíciles de encasillar en esta dicotomía, también aportan su voz a este período. Además, se funda el Postismo, movimiento que entronca con el surrealismo y en el que destacan Gloria Fuertes y Carmen Conde.
La Poesía Social en la década de 1950
Hacia mediados de la década de 1950, la poesía española experimenta un giro hacia lo social. Dos obras clave marcan este cambio: Pido la paz y la palabra (1955) de Blas de Otero y Cantos íberos (1955) de Gabriel Celaya. Ambos autores superan la etapa existencial y sitúan los problemas humanos en un contexto social y político. Vicente Aleixandre se suma a esta tendencia con Historia del corazón, obra que explora la idea de la solidaridad. Esta corriente retoma la preocupación por España, presente en autores como Antonio Machado y Miguel Hernández, así como en los poetas hispanoamericanos Pablo Neruda y César Vallejo. Celaya y Blas de Otero buscan conectar con el pueblo, utilizando un lenguaje claro y coloquial.
La Poesía de la década de 1960 y la Generación del 68
En la década de 1960, algunos poetas continúan su trayectoria personal, mientras que otros exploran nuevos caminos. Se mantiene la preocupación por el hombre, pero se manifiesta un inconformismo frente al mundo, que se traduce en temas como el fluir del tiempo, el amor y la amistad, tratados desde el escepticismo y la soledad. Se rechaza el patetismo y el prosaísmo, optando por un estilo conversacional, antirretórico y con un tono irónico.
Hacia finales de la década, surge la llamada Generación del 68, formada por poetas nacidos después de la guerra, con una nueva sensibilidad influenciada por el cine, la música y la televisión. Estos poetas, inconformistas y disidentes, persiguen metas estéticas y buscan la renovación del lenguaje poético, dando lugar a un nuevo vanguardismo.