Panorama Literario Español: Siglo XIX
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Realismo: Reflejo de la Sociedad Burguesa
El Realismo, movimiento cultural propio de la sociedad burguesa del siglo XIX, se caracteriza por la observación y descripción precisa de la realidad. Se ubican los hechos en entornos próximos y cotidianos, eliminando el subjetivismo y la fantasía. Predomina un propósito de crítica social y política, mostrando la degradación y las lacras sociales. El estilo es sencillo y sobrio, buscando la exactitud y la objetividad. La novela se convierte en el género literario por excelencia.
Rasgos de la novela realista:
- Verosimilitud: Desaparición de sucesos inverosímiles y elementos fantásticos.
- Protagonistas: Pueden ser individuales, con un enfoque en el análisis psicológico (novela psicológica), o colectivos, centrados en la descripción de ambientes (novela de ambientación social).
- Narrador omnisciente: Conoce los pensamientos de los personajes y el desarrollo de la trama, interviniendo con juicios.
- Didactismo: Intención de impartir una lección moral.
- Estructura lineal: Aunque puede haber saltos temporales, la narración sigue un orden cronológico.
- Descripciones minuciosas: Detalle en la representación de ambientes y personajes.
- Lenguaje coloquial: Aproximación al habla cotidiana, adaptándose a la condición social y origen geográfico de los personajes.
Naturalismo: La Realidad sin Filtros
El Naturalismo, corriente literaria que se desarrolla en el último tercio del siglo XIX, intensifica los rasgos del Realismo. Se caracteriza por descripciones aún más minuciosas, un narrador impersonal y objetivo, y la reproducción fiel del lenguaje hablado.
Autores Destacados
Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber)
Presenta elementos románticos en obras como La Gaviota.
Pedro Antonio de Alarcón
Considerado pre-realista, con influencias del Romanticismo y el costumbrismo. Su obra más conocida es El sombrero de tres picos.
Juan Valera
Destaca por su estilo culto y la intervención del narrador. Presenta ambientes idealizados en obras como Pepita Jiménez.
José María de Pereda
Defiende lo rural frente a lo urbano, con ricas descripciones del paisaje y tipos locales. Peñas arriba es una de sus obras más representativas.
Emilia Pardo Bazán
Introduce el Naturalismo en España, con descripciones crudas y escenas violentas. Los pazos de Ulloa es un claro ejemplo de su estilo.
Benito Pérez Galdós
Miembro de la Real Academia Española y diputado republicano. Sus primeras novelas, como La Fontana de Oro y Doña Perfecta, son novelas de tesis con una clara postura liberal. A partir de La desheredada, se centra en las novelas españolas contemporáneas, destacando Fortunata y Jacinta por sus monólogos, la detallada descripción de ambientes y el uso magistral de los diálogos. En sus últimas obras, experimenta con novelas dialogadas, narraciones epistolares y elementos fantásticos.
Clarín (Leopoldo Alas)
Su obra cumbre, La Regenta, satiriza la clase dominante del canovismo, mostrando la hipocresía, el orgullo y la mediocridad. En Su único hijo, critica la moralidad de la sociedad. También escribió cuentos satíricos y reflexivos sobre temas como el amor, la religión y el egoísmo.
Antonio Machado
En Soledades, aborda temas como el amor, el paso del tiempo y la soledad, con un tono melancólico y el uso de símbolos. Campos de Castilla refleja una evolución hacia la descripción de paisajes y gentes de Castilla, con un tono más subjetivo tras la muerte de su esposa Leonor. Nuevas Canciones es su último libro de poemas, y también escribió Juan de Mairena en prosa.
Miguel de Unamuno
Crítico con el nuevo régimen, sus ensayos como Del sentimiento trágico de la vida y La agonía del cristianismo exploran la angustia existencial y la necesidad de creer en Dios. En Vida de Don Quijote y Sancho, refleja el ansia de inmortalidad. Sus novelas, como Niebla y San Manuel Bueno, mártir, destacan por el uso de monólogos y diálogos. Su poesía aborda temas como la angustia existencial, el sentimiento religioso y la contemplación del paisaje.
Pío Baroja
En novelas como Camino de perfección y El árbol de la ciencia, presenta personajes inadaptados que se enfrentan al mundo. Su concepción del mundo refleja una vida incomprensible, dolorosa y cruel. Su estilo se caracteriza por la naturalidad, la acción incesante, los rápidos cambios de escenario y la abundancia de diálogos.
Teatro
Jacinto Benavente
Destaca con obras como Los intereses creados y La malquerida.
Eduardo Marquina
Representante del teatro poético, con obras como Las hijas del Cid y En Flandes se ha puesto el sol.