El Panorama Energético Español: Recursos, Transformaciones y Retos
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Las Industrias de Base
Energía
El sector de la energía tiene una extraordinaria importancia, ya que impulsa o frena todo el desarrollo económico. Precisamente la insuficiencia económica ha sido uno de los elementos que explican el retraso de nuestra industrialización.
Nuestras posibilidades energéticas se basan en la explotación principalmente de:
- Yacimientos de carbón.
- Importación de uranio enriquecido.
- Compra de petróleo y gas natural.
- Aprovechamiento de recursos hidroeléctricos.
Con ocasión de los pactos de La Moncloa se acordó la remisión a las Cortes de un nuevo Plan Energético compatible con la necesaria conservación del medio ambiente, para disminuir el consumo y la elasticidad del mismo. El PEN 78/87 supuso una serie de medidas como:
- La aprobación del balance energético con gran énfasis en la energía nuclear.
- Un control nominal del sector público.
- La creación de un Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) vinculado con el Congreso de los Diputados.
Posteriormente se realizaron otros dos Planes Energéticos (83/92) y (91/2000) con medidas como la moratoria nuclear, expansión del consumo de gas, congelación de los programas nucleares y creciente preocupación medioambiental.
1 Carbón
La calidad del carbón español es, en general, baja, y su coste, alto. En España existen cuatro zonas carboneras (Burgos-Palencia, Cataluña, Galicia, Córdoba-Sevilla).
La producción del carbón se estimuló a partir de 1940, para sufrir un estancamiento posterior a partir de 1955 debido, en mayor parte, a la poca productividad y, sobre todo, al continuado proceso de sustitución que sufrió el carbón por hidrocarburos y productos petroleros. A partir del 73 se impulsó un movimiento de revisión de medidas anteriores y el carbón evolucionó algo durante los siguientes años.
Pese a esto, el carbón tiene un futuro incierto en España. El hecho de que el precio de la tonelada de carbón público sea seis veces el internacional o el doble del que se extrae del sector privado no hace sino ilustrar el proceso.
La extinción del Tratado de la CECA renovó el compromiso de la política europea de seguir apoyando la industria del carbón hasta el 2010, si bien en la línea conocida de gradual desmantelamiento, hasta situarse en un nivel mínimo de reservas.
2 Petróleo
En un país no productor de petróleo como era el nuestro hasta la década de los 60, la política económica trató de nacionalizar la mayor parte del proceso, desde la prospección hasta el consumo.
Esta fase se inició mediante la creación de un monopolio público. Posteriormente, se abordó la fase de transporte de los crudos por medio de una flota propia para su refino en España. Por último, se buscó la obtención de hidrocarburos necesarios a partir de carbones pobres y de las pizarras bituminosas de la Península, una vía que, desde 1962, quedó abandonada.
El monopolio pasó a abarcar la importación, manipulación, etc., de todos los combustibles minerales líquidos y derivados, funcionando como organismo del Estado adscrito al Ministerio de Hacienda, siendo administrado por la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos, Sociedad Anónima (CAMPSA).
Con la crisis energética de 1973 se hizo patente la necesidad de coordinar la política de hidrocarburos, aunque la decisión no se tomó hasta la publicación del PEN en 1978 y, tres años más tarde, se promulgó el Real Decreto Ley, por el que se creó el Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH).
La función principal del INH era la coordinación de las actividades empresariales del sector público en el área de hidrocarburos. Más tarde, quedó adscrito al Ministerio de Industria y Energía.
El monopolio de petróleos se mantuvo en cuantas actividades de importación, distribución y venta venía realizando hasta crearse el INH.
Desde 1986, con el ingreso de España en la UE, se desmanteló CAMPSA. La capacidad de refino española se sitúa en unos 60 millones de Tm de crudo, para unas necesidades de unos 80 millones.
Para terminar, hay que subrayar que Repsol, con su privatización en 1997, ganó en dinamismo, aumentando sus inversiones en el extranjero; cabe destacar, entre ellas, la adquisición de YPF, lo que ocasionó grandes beneficios durante años, pero también ocasionó problemas debido a la crisis financiera. Repsol produce 1,2 millones de barriles diarios, cifra casi coincidente con todo el consumo nacional de petróleo.
3 Gas Natural
El gas natural se ha convertido en una de las fuentes de energía en expansión por su relativa economicidad y abundancia. La red principal de gasoductos está en manos de ENAGAS, que pasó a manos privadas en 1994, teniendo un monopolio en un mercado que pronto comenzaría su eclosión.
En 1998, la Ley de Hidrocarburos forzó la partición de capital de ENAGAS para dar entrada a nuevos operadores por medio de una subasta. Las empresas adjudicatarias fueron Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Hidrocantábrico, BP y Shell, principalmente.
Todo ello ha recompuesto un mercado que espera notables incrementos en la presencia del sector eléctrico, que se estima copará el 45% del mercado gasista.
4 Industria Eléctrica
La industria eléctrica española inició su desarrollo en 1873 en Barcelona con la primera central eléctrica.
La capacidad y la producción fueron creciendo paulatinamente y, en el periodo de 1940-1953, surgió el régimen uniforme de tarifas, mayor intervención estatal y explotación conjunta del sistema eléctrico. En 1953, entró en vigor el régimen de tarifas tope unificadas, en el que se fijaba un precio base por kilovatio/hora para los distintos tipos de consumo. Esto no fue sencillo, ya que se tuvieron que utilizar primas compensatorias y construir nuevas centrales hidroeléctricas.
Para llevar a cabo la explotación conjunta del sistema eléctrico nacional, las principales compañías constituyeron la entidad Unidad Eléctrica S.A. (UNESA). Con ello se pasó a utilizar, como si se tratara de una sola red, todas las disponibilidades eléctricas, térmicas e hidráulicas del país. A tal fin, UNESA creó un sistema de reparto de cargas en su central en Madrid.
Como hecho más notable de este periodo, destaca la interconexión, desde 1995, de las redes eléctricas de Francia y España, lo que permite el intercambio de energía entre nuestro país y el resto de Europa, con compras y ventas de energía a Francia, Suiza y otros países.
Por otro lado, desde 1967 se planteó el cambio de sistema de tarificación. De este modo, en 1971 se pasó de bloques de consumo (con precios distintos para el kilovatio/hora en el primero, segundo y tercer bloques horarios) al sistema de tarifas binomias (capacidad contratada y consumo).
Desde entonces se han producido profundas transformaciones como:
- La creación de la empresa mixta Red Eléctrica Española (REE), como entidad reguladora del sistema.
- La nacionalización de la red de alta tensión, que percibe un canon determinado por la utilización de sus tendidos.
- La aprobación de un Marco Regulador Estable (87/88) para contar con un sistema tarifario eficiente y predecible.
El sector nuclear funciona como compañía mixta público-privada, la Empresa Nacional del Uranio S.A. (ENUSA), para todo lo relacionado con la producción y adquisición de combustible nuclear. Por otro lado, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) debe acondicionar los lugares de almacenamiento de desechos nucleares originados en las centrales españolas. Cometido que se está revelando arduo.
En cualquier caso, se prevé garantizar el suministro de electricidad a base de impulsar las distintas fuentes de energía primaria: hidraulicidad, carbón, hidrocarburos líquidos, gas, autogeneraciones e importaciones; mostrándose en los últimos tiempos una preferencia manifiesta por las ya retiradas centrales de gas de ciclo combinado. Sin que las energías alternativas tengan todavía la prevalencia que se merecen, pues la meta no pasa de ser, para 2010, de un modesto 12%.