El País Vasco (1939-1975): Resistencia, Exilio y Transformación

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El País Vasco entre 1939 y 1975: Dos etapas del franquismo

El periodo comprendido entre 1939 y 1975 marcó profundamente la historia del País Vasco, dividido en dos etapas significativas del franquismo. Tras la victoria franquista, comenzó un periodo de dura represión, exilio y resistencia, que evolucionó hacia una época de cambios económicos y sociales, pero también de creciente radicalización política.

El País Vasco entre 1939 y 1959 (1ª etapa del franquismo)

Tras la conquista del País Vasco por las tropas franquistas, se inició un periodo difícil tanto para quienes permanecieron como para los que huyeron al exilio.

1. La resistencia interior

La ocupación franquista implicó la supresión del Estatuto de Autonomía, la Ley de Conciertos Económicos y una fuerte represión contra líderes políticos. Las difíciles condiciones económicas, el racionamiento y el hambre contribuyeron a la desorganización de los partidos políticos.

Tras un periodo inicial, los líderes políticos que permanecieron en el País Vasco comenzaron a reconstruir sus partidos y a establecer canales de comunicación con los dirigentes en el exilio (Francia e Inglaterra).

Hasta 1946 (fin de la Segunda Guerra Mundial), el PNV y el Gobierno Vasco en el exilio consideraron la posibilidad de una insurrección armada. Se creó Eusko-Naia, un cuerpo político-militar clandestino, esperando la intervención aliada para derrocar a Franco.

Las difíciles condiciones socioeconómicas y la oposición al franquismo permitieron la convocatoria de una huelga general el 1 de mayo de 1947 (hasta el 9 de mayo), reprimida con la detención de entre 2.000 y 4.000 personas. En abril de 1951, se organizó otra huelga general para reivindicar mejoras sociales.

La década de 1950, con el Pacto de Madrid, fortaleció el régimen franquista. Nuevas asociaciones como EKIN (inicialmente integrada en EGI, la juventud del PNV) surgieron, criticando la pasividad de los líderes nacionalistas y abogando por una mayor actividad subversiva.

A partir de la década de 1950, el País Vasco experimentó un notable crecimiento económico, una profunda transformación social, un acelerado proceso de industrialización, el auge del movimiento cooperativista y una masiva inmigración, provocando una rápida urbanización.

2. Diáspora y resistencia exterior

Tras la caída de Bilbao, el Gobierno Vasco se trasladó a Cataluña (Barcelona) y, en 1938, a Francia. La Segunda Guerra Mundial dificultó la reorganización de los grupos políticos. La ocupación alemana y el gobierno de Vichy llevaron al cierre de las oficinas del Gobierno Vasco y del PNV en Francia. Miles de refugiados se trasladaron a América, especialmente a Argentina, formando importantes comunidades vascas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno Vasco estableció delegaciones en Londres y Nueva York, colaborando con Estados Unidos contra el nazismo, especialmente en el espionaje de intereses alemanes en América Latina. Muchos vascos se integraron en guerrillas francesas contra los alemanes; otros fueron recluidos en campos de concentración nazis.

Las relaciones con el gobierno republicano en el exilio fueron tensas, llegando incluso a la ruptura entre el PNV y el gobierno republicano. El Pacto de Bayona (1945) restableció la unidad para luchar por la democracia en España, aunque el optimismo inicial se desvaneció al mantenerse Franco en el poder.

El País Vasco entre 1960 y 1975 (2ª etapa del franquismo)

A partir de 1959, el País Vasco entró en una nueva fase en los ámbitos social, económico, político y cultural. El Plan de Estabilización (1959) atrajo capitales extranjeros, creó empresas, industrializó Álava y provocó la llegada de inmigrantes.

1. Una época de cambios fulgurantes

El crecimiento económico se basó en la expansión de la industria pesada (siderurgia, metalurgia, naval y química). El movimiento cooperativista cobró importancia, con el nacimiento de cooperativas como Eroski o Danobat, y la formación del Grupo Mondragón.

La industrialización trajo nuevos estilos de vida y una inmigración masiva.

2. Resistencia exterior e interior

Para muchos exiliados, esta época fue frustrante por el reconocimiento internacional de Franco y la desconexión con la realidad vasca. La muerte del lehendakari Aguirre, sustituido por Jesús María Leizaola (PNV), supuso otro golpe. Los exiliados intentaron mantener viva la lucha contra el franquismo.

En el País Vasco, el clero jugó un papel destacado en la oposición al franquismo. El 30 de mayo de 1960, 339 sacerdotes publicaron un documento denunciando la opresión franquista. Varios sacerdotes se encerraron en el seminario de Derio.

La oposición organizó protestas y huelgas, reprimidas duramente por el franquismo con estados de excepción.

3. El nacimiento de ETA

En julio de 1959, las tensiones entre el PNV y EKIN llevaron a una crisis y a la separación de EKIN, que dio paso a ETA, con objetivos de autodeterminación y lucha democrática. En 1964, ambas organizaciones rompieron relaciones.

ETA radicalizó sus tesis, adoptando la lucha armada y la violencia para lograr la independencia de Euskal Herria. Inicialmente, se dedicó a la propaganda ilegal y la quema de banderas; posteriormente, a asesinatos. El franquismo respondió con represión, detenciones masivas, registros violentos y torturas.

El Proceso de Burgos (juicio a 16 militantes de ETA) agravó el clima. Entre 1968 y 1975, ETA secuestró industriales y cometió 43 asesinatos (incluido el almirante Carrero Blanco y el atentado en la cafetería Rolando en Madrid). En 1975, el régimen franquista fusiló a dos miembros de ETA.

La Guerra Civil en el País Vasco

La Guerra Civil en el País Vasco se desarrolló en un frente de 300 km, con ejércitos casi autónomos en el País Vasco, Cantabria y Asturias, que no lograron articularse eficazmente contra las tropas franquistas. La escasez de aviación y artillería perjudicó la defensa de la zona Norte.

Durante la Guerra Civil, se aprobó el Estatuto de Autonomía Vasco y se formó un gobierno vasco que solo controló Vizcaya durante un tiempo.

La revolución de la guerra

Las relaciones entre el Gobierno Vasco y el jefe del ejército del Norte (republicano) fueron tensas. El ejército vasco organizó un ejército autónomo, estableciendo posiciones defensivas. La ofensiva de Villarreal (noviembre-diciembre de 1936) fracasó por la falta de preparación y coordinación.

En marzo, el general Mola inició el ataque contra Ochandiano y Elorrio, con bombardeos alemanes sobre Durango. El bombardeo de Gernika, arrasada por la Legión Cóndor, tuvo gran repercusión internacional.

El Gobierno Vasco creó el Ejército Regular de Euzkadi, con el lehendakari Aguirre como jefe. Tras la pérdida de los altos de Sollube y Bizkargi, los requetés navarros avanzaron hacia Bilbao, ocupando Derio el 15 de junio. La voladura de puentes no impidió la entrada de las tropas franquistas en Bilbao el 19 de junio.

Los batallones vascos se retiraron a Santoña. Se negociaron contactos con el alto mando italiano para la rendición del Ejército Vasco, pero el Pacto de Santoña (24 de agosto) fracasó por la falta de barcos y la intervención franquista. El PNV ordenó la rendición incondicional.

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