Óptica

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EL SUEÑO
La actividad diaria produce un cansancio físico y mental y, para recuperar las energías consumidas, es necesario dormir cierto número de horas cada día.
Cada persona necesita diferente cantidad de horas de sueño. La mayoría de los adultos duermen algo menos de ocho horas, en tanto que los ancianos necesitan menos horas. Los niños, hasta cumplir el primer año de vida, duermen unas 16 horas de cada 24; a partir de los 18 meses las pautas del sueño del niño varían, hacia los tres años dejan de dormir después de las comidas y se despiertan más temprano.
Se denomina sueño al estado de suspensión de las actividades mentales conscientes, la voluntad y la vida de relación, que se produce normalmente de forma periódica y que permite el reposo de los músculos voluntarios y, en parte, del sistema nervioso.
La regulación de los estados sueño-vigilia se lleva a cabo en algunas partes del cerebro, llamadas
centros del sueño, sobre las cuales influyen numerosos estímulos nerviosos y hormonales.
El sueño supone un estado de reposo, en el cual el organismo puede recuperarse del gasto de energía surgido durante las actividades de la vigilia. El metabolismo basal, es decir, el gasto energético básico y mínimo del organismo, alcanza sus límites inferiores durante este período; el ritmo cardiaco es más lento, la presión arterial disminuye, los músculos se relajan, las inspiraciones son más prolongadas y las espiraciones más cortas.
La profundidad del sueño no es igual en toda su duración alternándose fases de sueño ligero o leve y fases de sueño profundo, que pueden distinguirse por los distintos trazados que muestra el electroencefalograma en cada una de ellas. Aproximadamente del 20 al 25 por ciento del tiempo dormido corresponde a las fases de sueño paradójico en las que se dan los sueños.
La alteración más común del sueño es el insomnio, es decir, la dificultad de conciliarlo o de mantenerlo; generalmente se debe a alteraciones emocionales o psíquicas, aunque en menor proporción es provocado por trastornos orgánicos cerebrales o por intoxicaciones. La alteración contraria, es decir, el aumento de la duración del sueño, denominada hipersomnia, puede ser debida a intoxicaciones o bien ser manifestación de otras enfermedades, como encefalitis, tripanosomiasis, etc.
Toda alteración del sueño debe ser diagnosticada y tratada oportunamente, según sea su causa, ya que la correcta alternancia de períodos normales de sueño y vigilia es indispensable para mantener una adecuada regulación de las actividades físicas y mentales.
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EL RITMO DEL SUEÑO
El organismo humano regula la alternancia entre el sueño y la vigilia mediante una especie de reloj biológico, que indica la necesidad de un período de sueño diario.
Resulta difícil modificar el ritmo biológico del sueño, lo que puede comprobarse cuando una persona viaja a zonas en las que existe una diferencia horaria respecto de la suya inicial.
Cuando una persona duerme, su cerebro puede ser estimulado por sensaciones físicas, como los cambios de temperatura o las sensaciones originadas por los sueños. Los sonidos monótonos, o los rítmicos y continuos, como el producido por las ruedas del tren o por la lluvia, o una temperatura templada, inducen a la relajación y al sueño; por el contrario, una iluminación repentina, como el destello de un relámpago, puede interrumpir el descanso de una persona dormida.
Con respecto al descanso, debe de tenerse en cuenta el consumo de ciertos medicamentos o drogas, ya que algunas sustancias químicas y fármacos, como las anfetaminas, dificultan el sueño, mientras que los somníferos o el alcohol, entre otros producen somnolencia.
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EL SUEÑO DE LOS NIÑOS
En general, los niños duermen cuando tienen sueño y durante el tiempo que necesitan. Cuando son pequeños no pueden inhibir el sueño ni despertarse de forma deliberada, ya que para ellos no existe el concepto de día ni de la noche.
Hacia el segundo año de vida es común que los niños sufran pesadillas y se despierten de forma brusca, gritando o llorando. En estos casos es importante tranquilizarlos antes de que vuelvan a dormirse.
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LOS SUEÑOS
Se denomina sueños a la actividad psíquica que tiene lugar mientras la persona duerme, consistente en una serie de imágenes y representaciones visuales que el durmiente vive con una intensa sensación de realidad, y que, como respuesta, provocan en él estados emocionales.
Desde la antigüedad, los sueños han suscitado un gran interés y se les ha otorgado un sinnúmero de significados, desde un carácter sobrenatural y mágico hasta la atribución de un sentido premonitorio.
Fue Sigmund Freud, el fundador de la teoría psicoanalítica, quien realizó la primera aproximación sistemática al estudio e interpretación de los sueños. En su concepción, los sueños son una manifestación de los contenidos del subconsciente completamente metamorfoseados y distorsionados para poder traspasar la barrera de la represión que ejerce su censura durante la vigilia y que se debilita durante el sueño. Así pues, para el psicoanálisis, los sueños son una de las principales vías de acceso al inconsciente y, por lo tanto, a los complejos y conflictos íntimos del individuo capaces de ocasionarle trastornos de orden psicológico.
Se desconoce con exactitud qué origina los sueños, aunque según algunos estudios, si no se deja soñar a una persona durante varias noches, se muestra irritable, inquieta y no puede concentrarse ni realizar tareas cotidianas; después, cuando se la deja dormir con tranquilidad, sueña más, como si necesitara recuperar los sueños perdidos.
La acción de soñar demuestra que la actividad mental continúa mientras se duerme, aunque luego no se tenga la conciencia de haber soñado o no se recuerde lo soñado.
Cada período del sueño tiene distintas fases, así, durante la fase de movimiento rápido de los ojos, REM (Rapid Eye Movement), llamada también paradógica, las ondas eléctricas cerebrales son más rápidas que en los períodos del sueño denominado ortodoxo.
La frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial experimentan fluctuaciones rápidas durante el sueño paradójico; la mayoría de los músculos están relajados por completo, los reflejos están ausentes, los varones pueden experimentar erecciones y la sangre fluye con más rapidez en el cerebro y de manera más lenta en los músculos.
En ese momento se producen los sueños. Durante la fase ortodoxa del sueño las ondas cerebrales son amplias y lentas, y aumenta el flujo sanguíneo hacia los músculos, facilitando la recuperación física.
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LAS ETAPAS DEL SUEÑO
El sueño tiente dos etapas distintas: SWS (sueño de ondas lentas) y REM (movimiento rápido de los ojos). Cada noche soñamos en total unas dos horas. Cada estado aparece y es sustituido por el otro en un ciclo que dura aproximadamente 90 minutos. Esto se efectúa a causa de un flujo y reflujo de diferentes productos químicos en la base del cerebro. El SWS se dividió arbitrariamente en cuatro etapas, cada una asociada con crecientes cantidades de ondas lentas. Los ronquidos, el sonambulismo y el habla en sueños corresponden al SWS.
En el sueño REM, la respiración es más ligera, rápida y variable que en el SWS. Ocurren ocasionales ráfagas de REM, durante las cuales pueden verse los ojos moviéndose bajo los párpados. Curiosamente, durante el sueño REM, toda la musculatura, excepto los ojos, está profundamente paralizada, aunque la respiración continúa automáticamente. Además, en los hombres se produce una erección del pene y en las mujeres una congestión del clítoris. La parálisis en sueños, las pesadillas y los falsos despertares están asociados con el sueño REM.
La etapa REM aumenta de duración a lo largo de la noche y la SWS disminuye en correspondencia. Así, el sueño de la primera mitad de la noche es principalmente SWS y el de la segunda mitad es más REM.
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ACTIVIDAD CEREBRAL
En realidad, a pesar de los avances de los últimos años, aún es poco lo que se sabe acerca de los sueños. Normal si se piensa que todavía los científicos no saben con seguridad porqué dormimos. En ese proceso, en el que intervenimos casi la cuarta parte de nuestra vida, nos sumergimos diariamente durante un “lapso” de unas siete horas y media (se ha calculado que éste es el promedio de sueño de los 2/3 de la población mundial). Muchos factores pueden alterar esta cifra, incluso la predisposición genética. Pero, sean cuales fueren las horas de sueño, el cerebro nunca descansa.
La actividad cerebral durante el sueño se registró por primera vez hacia los años treinta, cuando el fisiólogo de la Universidad de Princeton, Alfred Loomis, describió el primer electroencefalograma (EEG) de un paciente dormido. Si en el estado de vigilia el cerebro produce ondas beta (14 a 35 ciclos/seg.) Al cerrar los ojos y relajarse comienzan a emitirse ondas alfa (8 a 13 ciclos/seg.). A continuación viene el proceso de adormecimiento durante el cual se dibujan ondas theta (4 a 7 ciclos/seg.). Poco después, el trazado del EEG se hace irregular, con grandes picos y una frecuencia por debajo de los 4 ciclos/seg. (ondas delta), que es el estado de sueño profundo. En esos períodos pueden aparecer los llamados fenómenos hipnagógicos, no son sueños con argumento, sino una especie de alucinaciones, generalmente grotescas, amenazantes o desagradables. A las etapas 2 y 3 se las denomina No REM1 y No REM2. A continuación el durmiente comienza a mover rápidamente los ojos, como si estuviera recorriendo visualmente la escena...
Un reloj cerebral
Los sueños están gobernados por dos tipos de relojes que tenemos en el cerebro. Uno está situado en el hipotálamo (el centro que coordina importantes funciones del organismo: sueño, actividad sexual, temperatura y estados emotivos) y controla la llegada del sueño y la vigilia en un período aproximado de 24 h. El otro reloj se encuentra en otra parte del tronco cerebral llamada puente, y divide las fases del sueño Rem
en ciclos de alrededor de 90 min.
Parece que el dicho popular “los niños que duermen mucho crecen bien” es verdadero, ya que en el sueño No Rem
tendría lugar la secreción de la hormona del crecimiento, la somatotropina (STH).
La noche se ilumina de ideas
El Premio Nobel de Física, Hideki Yukama, autor de la teoría sobre la existencia de mesones, nuevas partículas subatómicas, colocaba bajo su almohada un lápiz y un cuaderno, para poder tomar nota de las inspiraciones en las fases de adormecimiento-, esto nos indica que muchas ideas geniales nacen como fruto de los sueños. La parte derecha e izquierda del cerebro humano presentan funciones ligeramente diferentes.
¿Movemos los ojos mientras dormimos? En efecto. En 1953, Eugene Aserinsky, de la Universidad de Chicago, publicó un artículo en la revista “Science” cuyo título era «Sucesión regular durante el sueño de períodos de movimientos oculares y fenómenos concomitantes». A esta fase del sueño se la bautizó como sueño REM (movimientos oculares rápidos), y se ha descubierto que no es privativa del hombre, sino que también se presenta en los vertebrados superiores, como aves y mamíferos. Cada noche, se producen de cuatro a seis de estos ciclos, con una duración promedio de 90 minutos cada una, pero que pueden oscilar de 70 a 100 minutos. En esta fase, el EEG muestra ondas irregulares, se aceleran el ritmo cardíaco y la respiración, la presión sanguínea y la irrigación aumentan y los órganos sexuales se congestionan.
En la fase REM es en donde al parecer se manifiestan las ensoñaciones. Este período se caracteriza también por una disminución del tono muscular, y la transición de No REM a REM es fácilmente reconocible cuando, por ejemplo, una persona que se ha quedado dormida sin apoyar la cabeza, comienza a dar cabezadas. A lo largo de la noche, el sueño REM se intensifica y las ensoñaciones se hacen más densas y complejas. Aunque, contrariamente a la creencia generalizada, no siempre sucede esto en la fase REM, ni tampoco es la única etapa en la que se sueña. Un 20 por ciento de las personas a las que se despierta durante ese período, no recuerdan haber estado soñando. El investigador Gene Orlinsky llegó a la conclusión de que, al menos el 60 por ciento del sueño No REM tiene contenidos de conciencia que se pueden verbalizar, mientras que el sueño REM, el porcentaje se eleva al 80 por ciento.
¿Y qué ocurre cuando se sueña en el interior de nuestro cerebro? El pionero en las investigaciones fue el doctor Michel Jouvet, de la Universidad de Lyon. El fue quien averiguó que el fenómeno de la ensoñación no se produce en la corteza cerebral, puesto que en animales experimentales a los que se les había privado de ella, continuaban exhibiendo síntomas de sueño REM.
Al parecer, éste se origina en los llamados núcleos Rafe, situados entre el bulbo y el mesoencéfalo. Si éstos faltan, o en ausencia de serotonina (un neurotransmisor cerebral), desaparecen los sueños. Posteriormente, los investigadores J. Allan Hobson y Robert W. McCarley, de la Universidad de Harvard, localizaron lo que parece ser el centro del sueño. Está situado en la protuberancia del tronco cerebral y se halla compuesto por miles de macroneuronas, denominadas FTG, que se comunican con otras zonas del tronco cerebral y que son responsables de los movimientos oculares, la coordinación motriz y del equilibrio.
Estas neuronas permanecen inactivas durante la vigilia, y comienzan a funcionar durante el sueño. Junto a esas grandes células se encuentra el
locus coeruleus, el cual se mantiene activo durante la vigilia y en reposo durante los sueños y que, en cierta forma, vendría a ser el oponente de las células FTG. Como quiera que éstas trabajan con la acetilcolina (otro neurotransmisor), los experimentos han demostrado que suministrando esta sustancia el sueño REM se incrementa, mientras que al variar el contenido de noradrenalina, los períodos REM y, por tanto, los sueños, desaparecen.
Al parecer se ha encontrado un verdadero “interruptor”, pero los complejos procesos cerebrales durante el sueño aún están lejos de ser totalmente comprendidos.
Según Hobson y McCarley, unas ondas llamadas PGO (Pons, Geniculatum, Occipital Cortex) son enviadas por el tronco cerebral hacia el mesencéfalo y llegan hasta el telencéfalo provocando los sueños. En palabras de los propios investigadores, «el telencéfalo posee información acerca de las áreas relativamente autónomas del tronco cerebral que originan el sueño REM. Esta información entra en contacto con la memoria y las reacciones emocionales a fin de producir el fenómeno global del sueño».
Generalmente, la parte izquierda se distingue en la comprensión del lenguaje y de la teoría, mientras que la derecha destaca en la percepción de informaciones visuales. El hecho de que podamos llegar a ver las imágenes de los sueños significa que es el hemisferio derecho el que actúa cuando soñamos. Por lo tanto, la clásica bombilla de los genios sería, más el fruto de consideraciones teóricas realizadas durante la vigilia por la parte izquierda del cerebro, el resultado de iluminaciones derivadas de imágenes visuales suministradas por el hemisferio derecho durante el sueño. El neurólogo japonés Kunio Okuma, tras examinar los sueños de un estudiante universitario superdotado, ha establecido que los sueños visuales representan el 96% del total- los auditivos, el 25%; los activos, el 19%; los sueños con sensaciones de gusto, el 2%; y los táctiles, el 1% (hay que tener en cuenta que en un mismo sueño se pueden tener varias sensaciones).
Los sueños son consecuencia de la estimulación del cerebro por señales emitidas por el puente del tronco cerebral. Las señales se propagan por todo el cerebro, pero son las células que usamos más a menudo las que reaccionan con más facilidad. Puesto que para conocer todo lo que nos rodea utilizamos principalmente la vista, parece lógico que predominen los sueños visuales.
De la pesadilla al sueño lúcido
Muchas personas sueñan que se caen. Se piensa que los sueños que componen tales sensaciones de ansia, sin motivo aparente, nacen como señales del relajamiento muscular que se confirma en la fase
Rem. También se puede aplicar para los sueños en los que se vuela o en los que no se puede mover el cuerpo a pesar de necesidad de huir de algo.
Se sostiene que los sueños angustiosos nacen como efecto colateral de la interacción de las capacidades sensoriales provocadas por el adormecimiento. Esa sensación de parálisis que se siente antes de levantarse, la provocaría el sueño
Rem pues a pesar de que la actividad cerebral esté volviendo al estado de vigilia, se comprueba una relajación de los músculos y se entra en un estado en el cual no se consigue mover el cuerpo. La vida desordenada, tan habitual en los tiempos actuales, turba fácilmente los ciclos del sueño; de este modo no es extraño que éstas parálisis se den también en el momento antes de dormirse.
Las pesadillas están generadas por unas condiciones del organismo. Con el sueño
Rem aumenta el ritmo cardiaco y sube la presión sanguínea, las pesadillas están unidas al esfuerzo del corazón en tales ocasiones, ya que ésta se siente oprimido y los latidos son más violentos.
El neurólogo, Estefan Rabarji, del Centro de Investigación del Sueño de la universidad de Stanford, estudia el llamado sueño lúcido, aquel en el que se tiene la conciencia de estar soñando. Algunas personas pueden, gracias a un poco de entrenamiento, llegar a tener éstos sueños e incluso controlar su contenido. Rabarji ha logrado que una persona adormecida enviara, durante el sueño, una señal moviendo los ojos de derecha a izquierda. El investigador busca ahora la manera de que una persona dormida transmita el contenido de sus sueños a través de otras señales, como estrechar las manos. Dado que el informe normal de un sueño se realiza después de despertarse y por ello se olvidan muchas partes esenciales, si se lograra comunicar el argumento del sueño mientras se duerme sería un avance en el estudio del sueño inconsciente.
¿Y qué le sucedería a una persona a la que no se le dejara soñar? En 1959, los doctores Dement y Fisher idearon uno de estos experimentos.
Durante quince noches consecutivas, se despertaba a los individuos cada vez que éstos entraban en una fase REM. En noches sucesivas, el durmiente procuraba recuperar su sueño REM perdido, de tal forma que cada vez era necesario despertarle más veces en la misma noche. En la noche decimoquinta, durante las primeras dos horas, se le despertó 20 veces. Después de las cuatro de la madrugada, se requirieron 36 interrupciones del sueño.
Según el doctor Dement, «el experimento tuvo que suspenderse, porque era imposible despertar al sujeto e interrumpir sus períodos oníricos». A la noche siguiente, durmiendo ya con libertad, se vio que de las 7 horas y 20 minutos que el sujeto había dormido, 4 horas y 53 minutos -un 60 por ciento del total- fueron de sueño REM, es decir, cuatro veces más de lo normal. Resultados coincidentes con los de Jouvet, quien demostró que los animales privados durante más de 20 días de sueño REM, llegan a morir.
¿Cuál es la causa de que necesitemos tan imperiosamente soñar? ¿Qué finalidad cumplen los sueños? Tampoco aquí hay por el momento conclusiones definitivas.
Fred Syler pretendía que, al ser más difícil despertarse del sueño No REM que del REM, cuantos más períodos de éstos se tuvieran, existirían más probabilidades de que los animales superiores hicieran rápidamente frente a un peligro que se presentara de improviso. Harmon Ephron y Patricia Carrington afirmaron en 1960 que soñar mantiene el tono de la corteza cerebral, es decir, algo así como una auto-gimnasia que el cerebro se impone para mantenerse en forma. Según Ernest Hartmann, soñar sirve para el restablecimiento bioquímico, en especial del sistema encargado de producir la hormona catecolamina, necesaria, al parecer, en las funciones racionales superiores. Ian Oswald cree que durante el sueño REM se produce una mayor síntesis de proteínas encargadas de reparar los tejidos cerebrales. Michel Jouvet dice que podría ser que durante el sueño REM, los conocimientos de nuestro ancestral archivo genético, se traspasaran al cerebro, lo cual explicaría la mayor necesidad de sueño REM de fetos e individuos jóvenes, fases en las que tendría lugar esta transcripción.
Por otra parte, Francis Crick, codescubridor del ADN y Graeme Mitchison, de Cambridge, piensan que la función del sueño es limpiar cada noche la información sobrante para que nuestro computador cerebral no se atasque; eliminar las conexiones sinápticas innecesarias de las neuronas: asociaciones, razonamientos y recuerdos que si se grabaran definitivamente acabarían por volvernos locos. En un artículo publicado en “Nature” en 1983 escribieron que «...no es bueno intentar recordar los sueños, porque tal acción contribuye a retener patrones de pensamientos que deberían ser olvidados y que el organismo procura alejar».
El cerebro que sueña
Los sueños nacen por la estimulación de la corteza cerebral que provocan las ondas en espina, formadas en el puente del tronco cerebral. La clase de sueños que tenemos refleja la clase de funciones que realiza el cerebro habitualmente. Algunos músicos que han perdido la vista siendo niños no tienen sueños con figuras pero sueñas música. Las clases de sueños del cerebro pueden ser:
1- Sueños con imágenes.
Se originan en el centro parietal del hemisferio derecho, donde se reciben las informaciones visuales y se realiza su comprensión. Las imágenes que afloran son vividas, pero su contenido es fragmentario e incoherente.
2- Sueños con música.
Nacen en el centro auditivo del hemisferio derecho, que controla la comprensión musical.
3- Sueños con recuerdos del pasado.
Se forman en el hemisferio temporal del hemisferio derecho, que se encarga de los recuerdos visuales. Si esta zona se estimula eléctricamente, los recuerdos giran vertiginosamente, como un caleidoscopio.
4- Sueños de movimiento.
Tienen origen en el centro motor, que dicta las órdenes para el movimiento de los músculos.
5- Sueños con sensaciones epidérmicas.
6- Sueños con sabores.
7- Sueños sexuales.
Se forman en el centro sensorial corporal. Se trata del área que reacciona a las sensaciones táctiles, dolorosas y otras que se reciben a través de la piel y de las articulaciones.
8- Sueños en los que se oyen conversaciones.
Se originan en el centro auditivo del hemisferio izquierdo, que es el que controla la comprensión del lenguaje hablado y de los sonidos.
9- Sueños en los que se "perciben" olores.
Se forman en el centro olfativo.
10- Sueños que incluyen emociones.
Nacen en el hipocampo, la parte del cerebro que controla las emociones y los actos instintivos.
11- Movimiento ocular.
Está en el centro ocular central, que es el que hace que el ser humano mueva los ojos hacia un punto determinado del campo visual. El movimiento ocular del sueño
Rem sigue las escenas que se desarrollan en el interior del cerebro, pero esto no quiere decir que las imágenes sean proyectadas sobre la retina. Los ojos, que se mueven con la actividad del cerebro, finalizan el movimiento automáticamente.
12- Hablar en sueños.
Se habla en sueños por reacción del centro de control de lenguaje articulado de Broca, que, situado en el hemisferio. izquierdo, domina la producción del lenguaje.
¿Cuáles son los temas protagonistas de nuestros sueños? A esta pregunta responden los especialistas que se han encargado de recopilar material onírico, como Calvin S. Hall, director de un Instituto de Investigación de los Sueños en Miami, Fred Snyder, David Foulkes o Milton Kramer. Hall, que recogió más de 10.000 sueños, observó que los niños, en un 30-45 por ciento de las veces sueñan con animales. En el 44 por ciento de los sueños se hallan presentes miembros de la familia, y en un 29 por ciento éstos aparecen muertos, perseguidos o amenazados; porcentaje que se reduce al 8 por ciento cuando se trata de los propios soñantes.
El 5 por ciento se refieren a caídas en el vacío y entre el 1 y 6 por ciento muestran escenas sexuales. Las sensaciones de pena o desgracia, con un 46 por ciento, son más frecuentes que las de bienestar o éxito, con apenas un 17 por ciento. Entre las emociones el primer lugar lo ocupa la angustia (14 por ciento), y el último la vergüenza (1 por ciento). Los sueños abundan mucho más en situaciones de juegos, deportes o bailes que en el trabajo.
El escenario preferido es el interior de una casa (más del 30 por ciento) y, dentro de ésta, por orden decreciente el cuarto de estar, el dormitorio y la cocina.
En otro curioso estudio en el que participaron científicos norteamericanos y japoneses, y en el cual se recogieron más de 7.000 sueños, se observaron muchas más similitudes que diferencias, hecho curioso teniendo en cuenta la diferencia de ambas naciones. Por ejemplo, el 80 por ciento tuvo sueños de «caer al vacío», y más del 50 por ciento con la muerte de algún ser querido. Es también notable que los sueños que más coincidencias registraran fueran entre personas del mismo sexo, aun siendo de distinto país, mucho más que entre los sexos distintos de la misma nacionalidad.
«Si un soñador sano hablara y obrara mientras duerme dijo -Jung en cierta ocasión- nadie podría distinguirle de un esquizofrénico». Atención, pues, a esa borrosa frontera: el límite entre el sueño y realidad. Como diría Hamlet: «dormir, soñar tal vez...»
TRANSTORNOS DEL SUEÑO
El sueño resulta la forma más completa de reposo, tanto para el cuerpo como para la mente, aunque con frecuencia se presentan dificultades para dormir, que alteran a quienes las padecen; sin embargo, rara vez son trastornos graves y pueden solucionarse con relativa facilidad.
Los trastornos del sueño afectan a algo más de la mitad de la población en algún momento de su vida:
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El insomnio· El insomnio es el más común de los trastornos del sueño y es más frecuente en los adultos, con un mayor porcentaje en mujeres y ancianos, que puede manifestarse de diferentes maneras, ya sea como dificultad para conciliar el sueño o en las repetidas interrupciones de éste.
El insomnio está causado, en muchos casos, por las preocupaciones, la tensión y la depresión, aunque también pueden causarlo el dolor, un medio ambiente incómodo o desconocido, la necesidad de orinar con frecuencia y numerosas enfermedades y trastornos, como la disnea, el asma o una indigestión.
Las consecuencias se padecen durante el día siguiente, ya que la falta de sueño conlleva la somnolencia, la falta de concentración y la irritabilidad.
Existen muchas formas de combatir el insomnio, que consisten en esencia en facilitar la relajación antes de acostarse o en lograr el cansancio físico y las condiciones ambientales adecuadas para conseguir un sueño reparador.
Cualquier dificultad para dormir que persista durante más de dos semanas debe ser consultada con el médico, para procurar identificar y tratar las posibles causas subyacentes.
Los somníferos y los tranquilizantes deben ser considerados como un último recurso para resolver el problema, ya que producen adicción y, si no se toman dosis adecuadas, pueden ejercer un efecto residual que ocasione somnolencia durante la vigilia.
Sin embargo, existen situaciones de estrés y de tensión que requieren el uso de estos fármacos. Pero es importante administrarlos durante un corto período de tiempo, bajo prescripción médica y sin exceder las dosis indicadas.
cómo evitar el insomnio · Acostarse todos los días a la misma hora y mantener diariamente el mismo período de tiempo. · Reducir el consumo de té, café y alcohol. · Evitar cenar tarde y en exceso. · No fumar antes de dormir. · Beber un vaso de leche caliente antes de acostarse. · Pasear al aire libre por la noche o al anochecer, el ambiente exterior ayudará al sosiego. · Realizar ejercicios físicos durante el día, porque el sedentarismo es el peor hábito para inducir al sueño. · Tomar un baño tonificante antes de acostarse. · No pensar en el trabajo ni en los problemas al ir a dormir. · Asegurarse de que el dormitorio tenga una temperatura agradable, de entre 18 y 20ºC. · La habitación en que se duerme debe ser amplia, seca, aireada y soleada durante el día. · La almohada no ha de ser demasiado blanda. · Los colchones deben estar apoyados sobre una base rígida, por ejemplo de madera. · Cuando una persona se encuentra inquieta y no puede dormir por la noche, le conviene levantarse y leer, mirar la televisión o realizar cualquier actividad antes que quedarse en la cama. · Conviene evitar ruidos intensos y bruscos. · La oscuridad ayuda a mantener el sueño, por lo que deben apagarse las luces y utilizarse cortinas o persianas que impidan la entrada de luz exterior.
· Las parasomnias son un grupo de transtornos episódicos del sueño que incluyen el sonambulismo, el terror nocturno y las pesadillas. Estos tres trastornos son relativamente comunes en la niñez y suelen desaparecer al final de la adolescencia.
· El
sonambulismo y el terror nocturno son dos manifestaciones del mismo continuo fisiopatológico, siendo el terror nocturno la expresión más severa. Ambos aparecen en las fases 3 y 4 del sueño, en las primeras horas de la noche, cuando dichas fases son predominantes.
· Las
pesadillas o malos sueños aparecen en la fase REM. A diferencia del terror nocturno, suelen aparecer más en la segunda parte de la noche. Asimismo las pesadillas cursan con menos ansiedad que los terrores nocturnos y el contenido de ellas se recuerda mientras que el de éstos últimos no.
· La
narcolepsia es un trastorno de excesiva somnolencia que se caracteriza por ataques irresistibles de sueño, que pueden aparecer en combinación con uno o más síntomas auxiliares: cataplegia (pérdida del tono muscular con las emociones), parálisis del sueño (pérdida del tono muscular en la transición de la vigilancia al sueño) y alucinaciones hipnagógicas (en el período de adormecimiento).
· El
síndrome de apnea obstructiva del sueño se caracteriza por dos síntomas principales: ronquido intermitente intenso, interrumpido por pausas respiratorias repetidas, y excesiva somnolencia diurna.
El trastorno es más común en hombres y, sobre todo en obesos e hipertensos. El tratamiento puede ser quirúrgico o instrumental. En esta última modalidad ha habido un progreso reciente, consistente en la aplicación de aire a presión positiva continua en la nariz.
MÁS DEFINICIONES RELACIONADAS CON EL SUEÑO
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Sonambulismo ! Se trata de una alteración del sueño que consiste en que durante éste aparecen movimientos con cierto grado de coordinación, que incluso llegan a permitir acciones complejas, como el levantarse y caminar.
Este trastorno se da sobre todo en los niños, a partir de los 7 años, y con mayor frecuencia en el sexo masculino.
Según los estudios efectuados, alrededor de un 10 por ciento de los niños comprendidos entre los 5 y 12 años han tenido, al menos en una ocasión, algún episodio de sonambulismo.
Por lo general, durante el episodio de sonambulismo, la persona que lo sufre se levanta de la cama y deambula de forma desordenada y confusa por la habitación. En ciertos casos es capaz de evitar y sortear obstáculos.
Los movimientos que ejecuta son rígidos, como de autómata, y mientras transcurre la crisis, no responde a los estímulos corrientes, de modo que, para despertarla, precisa de otros más intensos que los habituales. Al despertar, no queda el menor recuerdo de la actividad mantenida durante el sueño.
En la mayor parte de los casos, el sonambulismo no obedece a causas conocidas. No obstante, se sabe que los casos de sonambulismo se dan exclusivamente durante la fase del sueño denominada de ondas lentas. En otros casos, mucho menos frecuentes, el trastorno es una consecuencia de ciertas alteraciones, como la epilepsia y la histeria, sobre todo cuando se manifiesta en la edad adulta.
Dado que la mayoría de las veces la evolución es favorable, no suele ser preciso aplicar ningún tratamiento, pero sí se han de observar ciertas medidas de precaución para evitar posibles accidentes durante los accesos de sonambulismo: cerrar puertas y ventanas, evitar que en la habitación en la que duerme el afectado haya objetos o muebles potencialmente peligrosos, aparatos de calefacción encendidos, etc.
Por otra parte, el tratamiento, cuando es necesario, no resulta a menudo muy efectivo. Estriba en la prescripción de fármacos que reducen el tiempo de sueño de ondas lentas, por lo que disminuyen las probabilidades de que aparezca el episodio.
Si el sonambulismo lo causa un trastorno epiléptico o histérico, se trata fundamentalmente éste.
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Sueños lúcidos !El nombre de «sueño lúcido» lo acuñó el psicólogo holandés Frederick Van Eeden, en un ensayo escrito en 1913, para describir una condición en la cual el que está soñando no pierde la plena consciencia. Es decir, un sueño lúcido es algo parecido a estar despierto mientras se sueña.
Los primeros investigadores ya habían detectado este curioso estado de consciencia, y, entre ellos, el francés Hervey de Saint-Denis, un estudioso de los sueños del siglo XIX, quien se dedicó a analizar sus propios sueños, tomando un sinfín de anotaciones, dibujos y descripciones de los sucesos que acontecían en ellos.
Sin embargo, fueron los escritos de Van Eeden, editados en 1969 con el título de
Altered States of Consciousness por el psicólogo Charles Tart, los que dieron el impulso inicial al interés actual que despiertan los sueños lúcidos.
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Falsos despertares ! Es una variante de los sueños lúcidos, que se produce en la frontera que separa el sueño de la vigilia.
Como su propio nombre indica, son situaciones en las que una persona cree estar despierta, cuando en realidad, está soñando que lo está.
Mucha gente ha experimentado la sensación real de levantarse, limpiarse los dientes, vestirse y tomar un café antes de que termine el sueño, para descubrir que han estado todo el rato en la cama.
Estos casos son poco habituales, pero hay personas que han dado fe de estos sucesos, en los que aseguran que mientras estaban dormidos tenían la absoluta certeza de lo contrario, y que las sensaciones que percibían eran increíblemente reales.
La precisión, el detalle y la vividez de la imaginería de los sueños es tal, que la convicción de estar despierto es total.
Sueño
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Mujer durmiendo (Gustave Coubert)
El vocablo
sueño (del latín somnum, raíz original que se conserva en los cultismos somnífero, somnoliento y sonámbulo) designa tanto el acto de dormir como el deseo de hacerlo (tener sueño). Para el acto de soñar existe la palabra específica ensueño, pero suele utilizarse también la genérica (tener un sueño = soñar). El adjetivo correspondiente a ensueño-sueño es oniríco (del griego ónar, "ensueño"). Por analogía con el ensueño (que cumple a menudo fantasías del durmiente), se llama también sueño a cualquier anhelo o ilusión que moviliza a una persona. Metafóricamente, se afirma que una parte del cuerpo se le ha dormido a uno cuando se pierde o reduce pasajeramente la sensibilidad en la misma.
El sueño (en cuanto acto de dormir) es un estado de reposo uniforme de un organismo. En contraposición con el estado de vigilia (cuando el ser está despierto), el sueño se caracteriza por los bajos niveles de actividad fisiológica (presión sanguínea, respiración, latidos del corazón) y por una respuesta menor ante estímulos externos.
Soñar es la representación mental de imágenes, sonidos, pensamientos o sensaciones durante el sueño, generalmente de forma involuntaria. El acto de soñar se produce durante una fase del sueño llamada fase
REM (Movimiento Rápido de los Ojos, por sus siglas en inglés Rapid Eye Movement) que tiene lugar en el último tramo del ciclo del sueño. El acto de soñar ha sido sólo confirmado en el Homo sapiens. Algunos animales también pasan por la fase REM del sueño, pero su experiencia subjetiva es difícil de determinar. Parece que los mamíferos son los animales con mayor probabilidad de soñar debido a su ciclo del sueño similar al humano. El animal que más tiempo pasa en fase REM durante el sueño es el armadillo.
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[editar] Fases del sueño
Los estados y las fases del sueño humano se definen según los patrones característicos que se observan mediante el electroencefalograma (EEC), el electrooculograma (EOG, una medición de los movimientos oculares) y el electromiograma de superficie (EMG). El registro de estos parámetros electrofisiológicos para definir los estados de sueño y de vigilia se denomina polisomnografía. Estos perfiles entregan dos estados del sueño:
1. Sueño de movimientos oculares rápidos (REM)(conocido también como
sueño paradójico, desincronizado o D)
2. Sueño sin movimientos oculares rápidos (NREM). Este último a la vez se subclasifica en 4 estadios
1. La fase 1 del NREM es la transición desde la vigilia al sueño; se le reconoce por la desaparición del patrón regular á (
alfa) e instauración de un patrón de baja amplitud y de frecuencia mixta predominantemente en el intervalo theta (2 a 7 Hz), con movimientos oculares lentos "en balancín".
2. La fase 2 del NREM se define por la aparición de
complejos K y de husos de sueño superpuestos a una actividad de base similar a la del estadio 1. Los complejos K son descargas lentas, negativas (hacia arriba) y de amplitud elevada que se continúan inmediatamente después por una deflexión positiva (hacia abajo). Los husos de sueño son descargas de alta frecuencia de corta duración y que presentan una amplitud característica con subidas y bajadas. La activida ocular permanece ausente y el EMG continúa de manera similar al estadio 1.
3. La fase 3 del NREM se caracteriza por ser un sueño con más del 20% (pero menos del 50%) de actividad
delta de amplitud elevada (> 75 microV)(0,5 a 2 Hz). Los husos del sueño pueden persistir, sigue sin haber actividad ocular, y la actividad del EMG permanece a un nivel disminuido.
4. En la fase 4 del NREM, el patrón electroencefalográfico lento y de alto voltaje de la fase 3 comprende al menos el 50% del registro. Las fases 3 y 4 del NREM se denominan en conjunto, como sueño
de ondas lentas, delta o profundo.
El sueño REM se caracteriza por un EEG de baja amplitud y de frecuencia mixta similar al de la fase 1 del NREM. En este contexto, se producen brotes de actividad más lenta (3 a 5 Hz) con deflexiones negativas superficiales ("ondas en diente de sierra") se superponen con frecuencia a este patrón. El EOG muestras de REM similares a las que se observan cuando la persona en cuestión permanece despierta y con los ojos abiertos. La actividad del EMG permanece ausente reflejando la
atonía muscular completa de la parálisis motora descendente característica de este estado.
[editar] Interpretación de los sueños
En muchas culturas se atribuye un valor profético al sueño, concebido como un mensaje cifrado que es necesario desentrañar. Encontramos esta creencia, por ejemplo, en la Biblia (donde José interpreta los sueños de Faraón: Génesis 41:1-36). En Grecia la oniromancia fue una actividad habitual: conservamos un manual de interpretación de sueños, el de Artemidoro, del siglo II d.C.
A principios del siglo XX,
Sigmund Freud retoma la cuestión desde una perspectiva racionalista con su Interpretación de los sueños (1900). El análisis de los mismos es para él la via regia de acceso al inconsciente. Los psicoanalistas posteriores, ortodoxos o no, persisten en este empeño.
Desde una perspectiva distinta a la terapeútica, el
surrealismo preconiza también la observación de los sueños. Las revistas del movimiento ponen de moda la anotación de las fantasías nocturnas. En su obra Los vasos comunicantes (1932), André Breton expone su visión del fenómeno y, al mismo tiempo que reconoce la aportación de Freud, polemiza con él por encontrarla insuficiente.
Miles de autores, miles de teorías distintas, intentan dar con la solución que les lleve a revelar qué es lo que se oculta tras los sueños; el por qué de ese sueño ese día en ese momento y ese sujeto. Hoy en día se ha avanzado muchísimo en el estudio de los sueños, ya que la tecnología ha facilitado en gran medida el acercamiento a lo que podríamos llamar "
energía del sueño". Sistemas avanzados de scanners, han detactado que en numerosas ocasiones los sueños son bucles de actividad cerebral que se repiten noche tras noche, y que se repiten en cada paciente, por lo que podríamos decir, que cada sujeto tiene una forma única e irrepetible de soñar, ya que la actividad cerebral representada por ondas electromagnéticas en las pantallas de esos scanners representan gráficas muy similares en cada paciente, y distintas entre dos de ellos. Todos estos avances no han servido para determinar qué es lo que se sueña, y qué interpretación puede llevarse a cabo a raíz de esa gráfica.
[editar] El porqué de los sueños
La hipótesis de que el sueño participa en la consolidación de la memoria reciente ha sido investigada mediante cuatro paradigmas:
Efectos de la privación del sueño sobre la consolidación de recuerdos;
Efectos del aprendizaje sobre el sueño post-entrenamiento;
Efectos de la estimulación durante el sueño sobre los patrones de sueño y sobre la memoria, y
Re-expresión de los patrones de comportamiento específico neuronal durante el sueño post-entrenamiento.
Estos estudios confirman convincentemente la idea de que el sueño está profundamente implicado en las funciones de la memoria en humanos y animales. Sin embargo, los datos disponibles aún son demasiado escasos para confirmar o rechazar inequívocamente la hipótesis recientemente expuesta de que la consolidación de memorias no-declarativa y declarativa respectivamente dependan de los procesos de sueño REM y NREM.



9.Modelos neurofisiológicos.Trastornos del sueño
Juan José Imbernón Gonzalez y Francisca Barbudo Antolín


1-INTRODUCCION
En este capitulo hablaremos de los sueños desde el punto de vista neurofisiológico sin dejar de mencionar las más importantes entidades nosológicas de nuestros días.
A pesar de ocupar más de una tercera parte de nuestras vidas, el sueño sigue siendo un gran desconocido. Ciertamente de forma paralela al avance en el conocimiento del sistema nervioso, se han conseguido identificar no sólo los sucesos más importantes que ocurren en el organismo durante el mismo sino la intervención en él de diversas sustancias.
La homeostasis ha sido, en la práctica, el único principio regulador de los fenómenos fisiológicos y comportamentales que se ha tenido en cuenta durante muchos años. Desde un punto de vista evolutivo, la homeostasis parece servir para la adaptación a acontecimientos imprevistos, mientras que los ritmos biológicos, que son fenómenos endógenos, sirven para adaptarse a sucesos predecibles, mediante la incorporación del programa ambiental a la organización biológica, con objeto de facilitar que el organismo esté preparado de un momento a otro.
La primera observación sobre los ritmos biológicos que puede calificarse de científica es la de un astrónomo francés, Jean Jacques dïOrtous de Marian, quien en 1729 describió variaciones rítmicas a lo
largo del día y la noche en la posición de las hojas de un heliotropo, que eran independientes de la presencia o usencia de luz. Este científico relacionó estos ritmos con la persistencia del ritmo circadiano sueño-vigilia en pacientes que permanecían en cama sin saber si era de día o de noche.
2-NEUROFIOLOGIA DE LOS SUEÑOS
En la actualidad, se conocen muy bien las estructuras nerviosas cuyo funcionamiento se relaciona con el ciclo nictameral de la conciencia. Sabemos donde está localizado el "reloj biológico" responsable del ciclo (tal es el núcleo supraquiasmático ubicado en el hipotálamo, importante zona del cerebro reguladora de muchas funciones vitales y a través de la cual las emociones recaen sobre las vísceras). También conocemos qué estructuras nos mantienen despiertos, nos hacen dormir y nos impulsan a soñar. Describiremos únicamente las zonas "cerebrales" que se activan cuando soñamos.
2.1-ESTRUCTURAS CEREBRALES RELACIONADAS CON LA PERCEPCIÓN VISUAL MIENTRAS ESTAMOS DESPIERTOS
Los sueños están construidos fundamentalmente a base de escenas visuales imaginarias. Por eso antes de describir las estructuras cerebrales implicadas en la ensoñación onírica, conviene tener unos conceptos elementales sobre la psico-neuro-biología de la percepción visual en estado vigil.
La corteza cerebral que recubre el lóbulo occipital, está implicada en la percepción visual cuando estamos despiertos. Explicaremos como sucede esto: tenemos la retina ocular, que como se sabe es excitada por los rayos de la luz reflejados por los objetos del perimundo; la excitación retiniana, provoca "trenes" de impulsos bioléctricos que recorren un importante canal de información, la vía
óptica. Esta vía se introduce en el cerebro y avanzando por la sustancia blanca, llega a la corteza cerebral del lóbulo occipital. Una vez aquí los axones establecen conexiones con las neuronas corticales. La llegada de los impulsos retinianos y su interpretación provoca la percepción visual del mundo que nos rodea. Finalmente, la actividad de la corteza del lóbulo temporal se relaciona con los fenómenos mentales de percepción, imaginación y fantasía auditiva.

2.2. LA NEUROBIOLOGIA DE LA EXPERIENCIA ONIRICA
Los sueños son experiencias visuales mientras dormimos. Durante los sueños, se despliega al máximo la capacidad de crear imágines fantásticas de la realidad.
Cuando dormimos, obedeciendo señales que llegan del "reloj"biológico hipotalámico, las neuronas ubicadas en la protuberancia emiten impulsos bioléctricos, que por las conexiones ascendentes excitan el sistema visual y por las descendentes inhiben las motoneuronas espinales. La excitación endógena de la vía óptica y de la corteza cerebral crean las experiencias oníricas, esto es, los sueños. Por lo demás, la inhibición de las motoneuronas espinales es la responsable de la atonía de los músculos tronco-extremitarios y la consiguiente incapacidad de moverse.
2.3 NEUROBIOLOGIA DEL SUEÑO PARADOJICO
En condiciones habituales, el sueño paradójico jamás sobreviene durante la vigilia. Ha de ser, pues, preparado o iniciado por una fase previa de sueño fisiológico de ondas lentas. Ante todo es preciso que cese el estado vigil, es decir, que en el cerebro deje de ser excitado el sistema de vigilancia.
Los dos mecanismos de control más importantes se sitúan en una parte del sistema de alerta (locus caeruleus), o a nivel del sistema ráfico dorsal (activo durante el estado vigil, el adormecimiento y el sueño ligero).El sueño paradójico sólo puede aparecer si en estas dos estructuras ha cesado toda actividad.
La transición directa entre el estado vigil y el sueño paradójico solo se observa en el curso de una enfermedad: la narcolepsia.
---Organización del sueño paradójico
Recordemos que los principales signos externos del sueño paradójico están constituidos por una atonía postural y por rápidos movimientos oculares, mientras los signos internos se caracterizan por una activación cortical y por la actividad ponto-genicular-occipital (PGO).El conjunto de estas actividades señala el estado de sueño paradójico.¨Cuáles son las estructuras del cerebro que las engendran?. Se sabe hoy que estas actividades dependen de la integridad de unas estructuras situadas en el tallo cerebral inferior.
Después de una serie de investigaciones en animales, gatos, se sacan las conclusiones siguientes: 1) El o los sistemas responsables de la aparición periódica del sueño paradójico no depende de estructuras cerebrales situadas por delante del puente, sino localizadas en el puente o en el bulbo.
2) Las estructuras que rigen la atonía postural han de estar situadas no lejos del plano de transección rostropontina, puesto que a veces pueden ser lesionadas por este. La delimitación exacta de las estructuras implicadas en el control de la atonía postural y de la actividad, PGO ha sido larga y difícil, pues la organización anatómica de las formaciones reticuladas pónticas y bulbares es compleja: progresa cada año gracias a las nuevas técnicas histoquímicas y anatómicas.
---El sentido neurobilógico del sueño paradójico
Es un fenómeno complejisimo, tiene una vertiente cerebral, el conjunto de estructuras nerviosas y de fenómenos neurobilógicos que están implicados en él, y una vertiente mental esto es, las experiencias de ensoñación que se generan por la actividad del alma, con ocasión de los cambios corticales cerebrales que se producen por la acción del "núcleo del dormir paradójico", asentado en el tronco del encéfalo.
Debido a la existencia de esta doble vertiente, podemos preguntarnos por el sentido biológico del dormir parodójico y por el significado de los sueños. Sentido y significado no se excluyen recíprocamente. Al contrario, en la actividad compleja psico-cerebral hay que tener en cuenta ambos aspectos si se quiere lograr un conocimiento global del fenómeno.
En la actualidad son aún válidas dos hipótesis que intentan explicar el sentido neurobiológico del dormir paradójico. Una hipótesis es la elaborada por Roffwarg, Muzio y Dement. La segunda ha sido formulada por Jouvet.
Para Roffwarg, Muzio y Dement el sueño paradójico seria una estimulación endógena en el curso de la ontogénesis, estimulación que serviría para favorecer la maduración de los sistemas neuronales, que
durante el periodo prenatal y el periodo postnatal no reciben estímulos exógenos por sus propios canales de información.
Para Jouvert las fases del sueño parodójico, son expresión de una actividad nerviosa endógena que tiene como finalidad la estructuración y la modelación de aquellos complejos neuronales que sirven de base a ciertas conductas instintivas. Se trataría, por tanto, de un fenómeno cuyo sentido último radicaría en la programación genética de los instintos. De ahí también su mayor presentación durante la etapa prenatal e inmediatamente postnatal.
Para terminar debemos decir que muchos estudios hablan a favor de una influencia positiva del sueño en general y del dormir paradójico en particular sobre la memoria.
---Atonía postural
Hoy día se conoce bastante bien la organización del sistema que rige la atonía postural gracias a los efectos de lesiones localizadas y, sobre todo, a los registros efectuados mediante microelectrodos por Kasuya Sakai y sus colaboradores en la Facultad de Medicina de Lyon.
El desencadenamiento de la atonía postural en el curso del sueño paradójico esta regido por un grupo de neuronas de talla media situadas en el locus caeruleus a y en su parte interna. Estas neuronas no son catecolaminas, sino sensibles a la acetilcolina.
Este grupo de neuronas está unido al núcleo magnocelular bulbario por un fascículo ponto-bulbario. Las neuronas de este grupo celular aumentan igualmente de manera selectiva su actividad en el curso del sueño paradójico y provocan la atonía postural inhibiendo las motoneuronas espinales.

3. COMPORTAMIENTO ONIRICO Y COMPORTAMIENTO VIGIL
La gran mayoría de los comportamientos observables en la vida corriente (durante el estado vigil) guardan relación con un objeto y un fin según el esquema clásico estimulo-respuesta de la escuela behaviorista.
En ciertos casos, el estimulo desencadenate puede ser mínimo si la motivación interna es de importancia. Asimismo, en ciertas experiencias, pueden desencadenarse comportamientos de ataque por estimulación central del hipotálamo, del núcleo amigdalino o del tronco cerebral; estos ataques son dirigidos hacia un objeto, aun cuando este sea sólo un Orzas (un sustituto).
En cambio, el comportamiento onirico jamás va dirigido contra un objeto exterior. Existe, en efecto, durante el transcurso del sueño paradójico, un control central de las informaciones sensoriales. Este
control se ejerce o bien a nivel periférico (por medio de los músculos de la oreja, por ejemplo), o bien a nivel de los primeros enlaces, y es el responsable en parte de la elevación del umbral de vigilancia,
contribuyendo sin duda alguna a dejar libre el camino a los procesos de programación endógena que son desencadenados desde el generador pontino.
Es, por tanto, en el interior del cerebro donde hemos de buscar la causa de estos comportamientos, y , concretamente a nivel del director de orquesta, la actividad PGO.
4. LO INNATO Y LO ADQUIRIDO DEL SUEÑO
La puesta en evidencia del comportamiento onirico, ese juego interior del cerebro según la excelente metáfora de Jean Piaget, no responde a la cuestión fundamental: ¨ Para qué sirve el sueño paradójico? El estudio de la ontogénesis podria aportar un comienzo de solución ; existe, en efecto, en el transcurso del sueño paradójico una continuidad ontogenética entre los movimientos del feto(de rata o de cobaya) in útero, los del ratón o del gatito recién nacido, en los que el sistema de inhibición postural no es aun totalmente funcional, y el comportamiento onirico del adulto. Los movimientos del feto son sin duda la expresión motriz de la formación de sinapsis genéticamente programada a lo largo
de la maduración del sistema nervioso central.
5.El SUEÑO COMO FUNCION
¨Para qué necesitamos dormir?. Al margen de qué significado tenga el contenido de los sueños, es evidente que una conducta que ejecutamos todos los días durante horas, es inequívocamente necesaria.
El sueño significa también descanso, quietud, reposo, del que duerme. La definición de sueño se hace en la actualidad desde la electroencefalografía, cuando aparecen determinadas ondas cerebrales
tal como hemos visto con detenimiento en párrafos anteriores, de este capítulo.
Durante la vigilia, la actividad del cuerpo geniculado y la corteza visual es rápida y de baja amplitud. En la fase de sueño lento, aumenta la amplitud de esos centros y disminuye la actividad muscular. En la fase de sueño paradójico sobresale la actividad de las ondas Ponto-Geniculo-Occipitales.
La demanda de sueño según la edad, varia grandemente desde casi todo el día a los 3 días de nacimiento, hasta cuatro horas de tiempo medio de sueño a los 85 años en sujetos sanos. El ritmo circadiano por otra parte, se distribuye desde la mañana a la noche para los bebes, hasta reducirse
a las horas nocturnas para las personas adultas con periodos de siestas para los jóvenes, independientemente de la bondad de este hábito para todo tipo de edades, siempre que no provoque posteriormente insomnio.
Existen condiciones que en base a la conducta de las personas, facilitan o inhiben el sueño:
En principio, a veces "elegimos" estar despiertos, aunque tengamos inicio de sensación de sueño. Los estudios de multitud de accidentes de tráfico, avalan con tristes cifras el hecho de que muchas personas hayan hecho en ese aspecto una mala elección.
A veces, porque tenemos un enfermo que hay que cuidar, porque estamos pasándolo muy bien en una fiesta, o porque una inercia nos impide irnos a dormir, elegimos la opción de forzar el estado vigil,
durante largas horas con el considerable costo fisiológico para el organismo.
Si se continúa respondiendo así, las respuestas del sueño por condicionamiento llegarán a inhibirse y cuando el sujeto desee dormir le resultará imposible. Es muy común en el trabajo a turnos, en estudiantes que preparan exámenes, etc. Este tipo de conductas, a menudo incluso "reforzadas" por la ingestión de supresores del sueño como café o fármacos activadores, que se utilizan con el mismo fin.
Desde otro punto de vista se conoce que existen factores plasmáticos inductores de sueño (Buela-Casal y Navarro Humanes (1990), desde los años 60, en experimentación con plasma de conejos, descubriendo un nonapéptido con peso molecular 849, al que llamaron polipéptido inductor del sueño y denominaron DSIP, que también se encontró en el suero del líquido cefalorraquideo de humanos.
Tomando como referencia estos estudios y otros similares, se ha postulado una teoría del sueño en la que participan la interleucina 1 y el interferon-alfa-2 como factores inductores. Estas substancias junto a las actualmente denominadas neuroproteinas y\\o neuropéptidos, son las claves de la investigación, implicada en el funcionamiento de todo el sistema nervioso, especialmente en el sistema inmune como muy dependientes del comportamiento de los sujetos.
La administración del polopéptido vasoactivo intestinal aumenta el sueño REM en ratas significativamente y es capaz también de restituirlo en ratas insomnes. También la cole-cistokinina (CCCK-8), permiten en la actualidad estudiar la forma de acción de estas substancias en el sistema nervioso. Parece que este tipo de receptores están conectados con las vías noradrenérgicas y serotoninérgicas. También está influido el sueño por la dieta, que según experimentos, si es rica en carboidratos provoca somnolencia, mientras que con reducción de alimentos se reduce cantidad de sueño total.
EL SUEÑO NORMAL Y SU EXPLORACION
Sueño y vigilia son funciones cerebrales, y, por tanto, están sujetas a alteraciones del sistema nervioso. Hay que dormir, simplemente para estar despiertos, y estar despiertos para poder dormir. Esta es una gran verdad aunque parezca muy sencilla.
Nuestra vida es un circulo, donde día y noche se interrelacionan e intercalan sin reposo. Un tercio de nuestra existencia nos la pasamos con los párpados cerrados, en un estado misterioso y desconocido que denominamos SUEÑO.
El sueño no es una situación pasiva ni una falta de vigilia, sino un estado activo en el que tienen lugar cambios de las funciones corporales, además de actividades mentales de enorme trascendencia para el equilibrio psíquico y físico de los individuos, durante el cual producen modificaciones hormonales, bioquímicas, metabólicas y de temperatura, imprescindibles para el buen funcionamiento del ser humano durante el día.
Para comprender el proceso del sueño, podemos imaginar que descendemos por una escalera ( Eduard Estivill): Al cerrar los ojos, estamos dando un primer paso hacia la fase 1 del sueño, denominamos también somnolencia. En ella, el cuerpo inicia una distensión muscular, la respiración se vuelve uniforme, y en el EEG se observa una actividad cerebral más lenta que la que existía en vigilia, similar a la observada en la fase REM. Después de unos minutos en esta fase, seguimos el descenso hacia la denominada fase 2 donde las ondas cerebrales se lentifican algo más. Posteriormente, seguimos avanzando hacia un sueño más profundo, que recibe el nombre de sueño lento o fase 3\\4 en el que las ondas cerebrales son ya muy lentas, predomina en la primera mitad de la noche. Este proceso suele durar aproximadamente unos 60-70 minutos. Posteriormente ascendemos de nuevo hacia una fase2, para entrar en una nueva situación fisiológica que denominamos fase REM, porque la característica de esta fase son los movimientos oculares rápidos. El conjunto de estas cuatro fases se denomina ciclo, y puede tener una duración total de 90-100 minutos. Estos ciclos se repiten en 4-5 ocasiones durante toda la noche.
La exploración del sueño se realiza cuando existe la sospecha de una alteración o patología relacionada con el sueño y lo que se utiliza es la polisomnografia. Que consiste en la observación y el estudio del sueño del paciente, mediante el registro nocturno de las siguientes variables biológicas.
ú Actividad cerebral (EEG)
ú Movimientos ojos (EOG)
ú Actividad muscular (EMG)
ú Respiración
LAS FUNCIONES DEL SUEÑO
La interpretación de los fenómenos corporales y psíquicos que tienen lugar durante el sueño, la evolución ontogénica y filogénica de éste y las estrategias de manipulación, principalmente la privación de sueño (total, parcial o selectiva) son los fundamentos de una variedad de teorías e hipótesis que tratan de explicar la función o funciones del sueño.
Describiremos brevemente algunas de las más importantes. Unas teorías atribuyen al sueño una función restauradora. Para algunos el sueño con ondas lentas seria el encargado de la restauración corporal y el sueño REM de la cerebral. Una hipótesis mas reciente considera que la función primordial del sueño es la restauración cerebral y para esto sirve el llamado "sueño nuclear", que está constituido por los tres primeros ciclos del sueño, que contienen la casi totalidad del sueño con ondas lentas y parte del sueño REM. Dentro de la función restauradora hay datos que relacionan el sueño con la síntesis proteica.
Otras teorías sugieren una función protectora, ya sea de la corteza cerebral o del organismo en su conjunto. El estímulo que recibe el sistema inmunitario durante el sueño con ondas lentas figuraría dentro de esta posible función protectora.
El sueño, según una hipótesis, sirve para conservar energía. Las bases de aquélla son la correlación entre el tiempo de sueño y el metabolismo, o la evolución paralela del sueño lento y la termorregulación en las especies. La conservación de la energía serviría para compensar el aumento de demanda energética de la homeostasis.
El sueño se concibe por otros como un estado para garantizar la adaptación y la supervivencia. Así, la activación de las funciones corporales durante REM daría lugar a breves situaciones de alerta
periódicas para preparar al animal para el enfrentamiento o la huida, sin perturbar el sueño de forma significativa. Otro aspecto de esta teoría es el valor de la falta de reactividad durante el sueño como forma de adaptación a las presiones ambientales. Finalmente, dentro de este grupo de teorías, el sueño REM tendría como función primordial proporcionar un estímulo endógeno periódico al cerebro para que mantenga cierta actividad durante el sueño.
El sueño, según otro grupo de teorías, está implicado en los procesos de maduración cerebral. La abundancia de sueño REM en el recién nacido se interpreta como evidencia de su relación con la maduración. En los primeros tiempos de la vida el sueño REM actuaria como un estímulo interno en sustitución de la vigilia. Otros consideran el sueño REM como una forma primitiva de sueño, mientras que por otra parte la maduración del sueño se ve como indicativa del estado de maduración cerebral.
Finalmente, se ha sugerido que el sueño REM sirve para el control y adecuación del repertorio de conductas innatas.
Se ha señalado una posible función del sueño en relación con la motivación. Esto se basa en el aumento de excitabilidad que se aprecia en los animales al privarles de sueño REM y en la mejoría de los pacientes con depresión endógena con el mismo tipo de privación.
Otra función que se atribuye al sueño es la servir para la consolidación de la memoria. Esto se ha formulado de diversas maneras. Por un lado, se ha sugerido que, mientras se duerme, se produce el almacenamiento de la memoria a largo plazo. Por otro lado, se ha especulado con una reprogramación de la información durante el sueño. Finalmente, otra teoría, sin apoyo experimental, defiende que durante el sueño tiene lugar un proceso de deasprendizaje, basado en una supuesta "limpieza" del
cerebro para eliminar conexiones espúreas entre neuronas, con objeto de prescindir del material inútil.
EL INSOMNIO
El insomnio, término derivado del latín, literalmente significa falta total de sueño. Sin embargo, en términos prácticos o clínicos, hace referencia a una falta relativa y\\o a una calidad inadecuada de sueño. El insomnio, síntoma ampliamente extendido, se asocia a diversos trastornos médicos y psiquiátricos, así como a alteraciones situacionales. En la actualidad, el insomnio es uno de los problemas médicos más extendidos, casi un tercio de la población lo padece. De ellos, el 50 por ciento sufre un insomnio crónico. El otro 50 por ciento padecen un insomnio transitorio o de corta duración.
Los trastornos del sueño son tan antiguos como el hombre. La ciencia y la experiencia han demostrado que el dormir es una actividad absolutamente necesaria para el ser humano. Durante el sueño tienen
lugar cambios en las funciones corporales y actividades mentales de enorme trascendencia para el equilibrio psíquico y físico de los individuos. Por lo tanto, el hecho de no dormir, dormir poco o dormir
mal puede llegar a ser una tortura.
CLASIFICACION INTERNACIONAL DE LAS ALTERACIONES DEL SUEÑO
(Tomada del libro EL SUEÑO, ESE DESCONOCIDO del Dr.Eduard Estivill Sancho)
A) DISOMNIASAlteraciones intrínsecas del sueño:1) Insomnio psicofisiológico: Es aquella alteración que se caracteriza por una tensión somatizada y asociaciones negativas con el sueño, que da lugar a una queja de insomnio con alteraciones de la vigilia durante el día siguiente.
2) Sensación de sueño insuficiente: Es aquel trastorno en que existe una queja de insomnio o somnolencia excesiva durante el día y que aparece sin poder hallarse evidencia objetiva de aliteración del sueño.
3) Insomnio idiopático: Es la imposibilidad continuada a lo largo de toda la vida de obtener un sueño adecuado. Normalmente es debido a una alteración neuro lógica en el centro de control del sueño.
4) Narcolepsia: Es una alteración de etiología desconocida, que se caracteriza por excesiva somnolencia y está asociada a cataplejía. Ocasionalmente también se observa parálisis de sueño y alucinaciones hipnagógicas.
5) Hipersomnias: (recurrente, idiopática y postraumática)
6) Síndrome de apnea obstructiva del sueño: Es un trastorno caracterizado por episodios repetitivos de obstrucción de las vías aéreas superiores que ocurre durante el sueño. Normalmente asociado a una reducción de la saturación de oxigeno periférico.
7) Síndrome de hipoventilación alveolar central.8) Movimientos periódicos de la extremidades: Es una alteración caracterizada por episodios periódicos repetitivos y muy estereotipados de movimientos de las extremidades que aparecen durante el sueño.
9) Síndrome de piernas inquietas: Es una alteración caracterizada por una desagradable sensación en las piernas, generalmente antes del inicio del sueño, que dan lugar a una urgencia irresistible de moverlas.
Alteraciones extrínseca del sueño
* Higiene inadecuada del sueño: Se debe a una alteración en las rutinas diarias que influyen sobre el sueño.
* Alteración del sueño por causa ambiental:
* Insomnio por la altitud:
* Insomnio por alteración alimentaria:
* Síndrome del comedor-bebedor nocturno:
* Alteración del sueño por hipnóticos.
* Alteración del sueño por estimulantes.
* Alteración del sueño por el uso de alcohol y otros tóxicos.

Alteraciones del ritmo circadiano

1) Síndrome de cambio de zona horaria ( Jet Lag).

Consiste en distintos grados de dificultad para iniciar o mantener el sueño, o decrementos subjetivos en la alerta diaria. Se acompaña de síntomas somáticos, normalmente alteraciones de la función intestinal, que aparecen después de un cambio brusco de zona horaria (generalmente al viajar en avión).
2) Alteraciones del sueño por horarios de trabajo.(Correturnos). Consiste en síntomas de insomnio o excesiva somnolencia que aparecen como un fenómeno transitorio en relación a los cambios de horarios laborales. Sobre todo se da en aquellas personas que trabajan en turno nocturno durante breves días al mes.
3) Síndrome de fase retrasada del sueño: Es un trastorno que se caracteriza por la presencia de un retraso en el episodio mayor de sueño (sueño nocturno). Los pacientes suelen tener la necesidad fisiológica de dormir mucho más tarde de lo que las normas sociales lo aceptan dando lugar a un insomnio de inicio e importantes dificultades para levantarse a la hora deseada.
4) Síndrome de fase avanzada del sueño: Consiste en una alteración en la que el episodio mayor de sueño (sueño nocturno) aparece de forma avanzada con las normas sociales. Son personas que desean dormir antes del momento oportuno dando a una dificultad importante de mantener despierto a las últimas horas del día. En cambio aparece un insomnio matutino: se despiertan pronto en la mañana y tienen dificultades de seguir durmiendo.
5) Ausencia de ciclo vigilia\\sueño de 24 horas: Consiste en una alteración crónica y persistente del patrón convencional del sueño. Aparecen periodos de vigilia y sueño sin ninguna regularidad cíclica
horaria.

B) PARASOMNIASAlteraciones del despertar* Despertar confusional: Consiste en un estado de confusión durante y, sobre todo, inmediatamente después del despertar del sueño. Es un fenómeno típico en los niños cuando se les despierta de un sueño profundo en la primera parte de la noche.
* Sonambulismo: Consiste en una serie de conductas complejas, previamente aprendidas en vigilia, que se repiten durante el sueño, estando el paciente totalmente dormido.
* Terrores nocturnos: Se caracterizan por un despertar brusco de una fase profunda de sueño. Se acompaña de una sensación de miedo, llanto, a las que puede sumarse, ocasionalmente, conductas automáticas o manifestaciones de intenso miedo.

Alteraciones de la transición vigilia-sueño* Alteración por movimientos rítmicos: Consiste en un grupo estereotipado de movimientos repetitivos, que pueden incluir todo el cuerpo, aunque normalmente sólo afectan a los músculos del cuello y
cabeza.
* Contracciones mioclónicas al inicio del sueño: Son contracciones breves e imprevistas de las piernas.
* Somniloquia: Es la presencia de palabras, a veces incoordinadas, o sonidos durante el sueño, que expresas algún sentimiento del paciente.
* Calambres nocturnos: Es una sensación dolorosa o una tensión muscular que se observa habitualmente en la parte inferior de las piernas o en el pie y que aparece durante el sueño, ocasionando algunos despertares nocturnos.
Alteraciones del sueño ligadas a la fase REM1. Pesadillas: Son sueños ansiosos que normalmente despiertan al paciente que duerme en fase del sueño REM. El niño o adulto normalmente refieren con claridad la sensación de ansiedad debida a su
mal sueño.
2. Parálisis del sueño: Consiste en periodos de incapacidad para mover de forma voluntaria un grupo de músculos al inicio del despertar, aunque a veces también se pueden dar en el momento de dormirnos. Si se producen en el inicio del sueño se denominan hipnagógicas y se observan al despertar se denominan hipnapómpicas.
3. Ausencia de erecciones fisiológicas durante el sueño.4. Erecciones dolorosas nocturnas.5. Asistolia nocturna en la fase REM6. Alteración de la conducta en la fase REM: Se caracteriza por la pérdida intermitente de la atonía electromiográfica de la fase REM, apareciendo actividad motora elaborada asociada con los contenidos de los sueños.

Otras Parasomnias* Bruxismo: Es un movimiento estereotipado caracterizado por el chirriar de los dientes durante el sueño.
* Enuresis nocturna: * Deglución anormal nocturna: Es un trastorno en el cual existe una deglución inadecuada de saliva, que puede dar lugar a una aspiración, con tos y sensación de ahogo, seguido de breves despertares que interrumpen el sueño.
* Distonia paroxistica nocturna.* Ronquido esencial.* Apnea de sueño en la infancia.* Síndrome de muerte súbita del lactante: Se caracteriza por sacudidas asincrónicas de las extremidades superiores e inferiores o tronco que ocurren en la fase de sueño tranquilo de los recién nacidos.
C)ALTERACIONES DEL SUEÑO DE ORIGEN MEDICO-PSIQUIATRICOAlteraciones asociadas a trastornos mentales
1. Psicosis
2. Trastornos depresivos
3. Trastornos de ansiedad
4. Trastornos de pánico
5. Alcoholismo

Alteraciones asociadas a trastornos neurológicos
1. Trastornos cerebrales degenerativos
2. Demencia
3. Parkinson
4. Insomnio familiar progresivo
5. Epilepsia nocturna
6. Migraña nocturna

Alteraciones asociadas a otros trastornos médicos
1. Isquemia cardiaca nocturna
2. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
3. Asma nocturna
4. Reflujo gastroesofágico nocturno
5. Ulcera péptica
6. Fibrositis
D) OTRAS ALTERACIONES PROPUESTAS
1. Mioclonus parcial
2. Hiperhihrosis del sueño
3. Alteraciones del sueño relacionada con la menstruación
4. Laringoespasmo durante el sueño
5. Síndrome de ahogo durante el sueño, etc.

BIBLIOGRAFIA :
-Buela Casal y Navarro Humanes,J. (1990): Avances en la investigación del sueño y sus trastornos. Madrid: Siglo XXI de España editores.
-Fontana, D. (1996): Aprender a soñar. Barcelona: Oniro.
-Ridruejo Alonso; Medina León, Rubio Sánchez (1996): Libro Psicología Médica. Madrid: Mc Graw Hill Interamericana.
-Gómez Bosque,P.y Ramirez Vllafáñez,A.: Libro Cerebro, Mente y Conducta Humana.(1998) Salamanca. Amarú Ediciones.
-Etivill Sancho,E.: El sueño, ese desconocido.
-Jouvet, Michel: art. El comportamiento onirico.

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