Oposición a la dictadura de Primo de Rivera y caída de la monarquía en 1931
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Oposición a la dictadura de Primo de Rivera
L'oposició de la dictadura.
Primo de Rivera no tuvo muchas oposición en un principio, pero con el tiempo fueron surgiendo grupos que querían poner fin a la dictadura. Algunos antiguos líderes de partidos dinásticos criticaban la excesiva duración del régimen y dieron apoyo a conspiraciones militares como la sanjuanada de 1926. A causa del enfrentamiento con el directorio, la Arma de Artillería quedó disuelta.
Los republicanos crearon la Alianza Republicana que consiguió unificar a las diferentes facciones del movimiento y organizar una campaña de desprestigio contra el régimen a nivel nacional e internacional. Incluía republicanos históricos como Lerroux, procedentes del reformismo como Manuel Azaña, hasta ministros de la monarquía como Niceto Alcalá Zamora.
Los intelectuales y los estudiantes universitarios critican la dictadura por la censura de la prensa y la falta de libertad de expresión. Algunos intelectuales perseguidos por el régimen: Miguel de Unamuno desterrado a Fuerteventura, y Blasco Ibáñez que se tuvo que exiliar. Los estudiantes de la Federación Universitaria Española de 1927 promovieron huelgas y manifestaciones.
La burguesía catalana se sumaba a la oposición a causa de la política del Directorio que había eliminado la Mancomunidad de Cataluña y prohibió el uso del catalán en los ámbitos privados. Esto incrementó la influencia de los grupos nacionalistas radicales, como el Estado Catalán, liderado por Francesc Macià desde el exilio.
La oposición obrera se centró en la CNT y en el Partido Comunista de España, ambos perseguidos y prohibidos. Con el objetivo de incrementar la influencia anarquista en la CNT, el 1927 se construyó la Federación Anarquista Ibérica (FAI).
A partir de 1929 el PSOE se junta con grupos republicanos que intentaban poner fin a la dictadura y reemplazar la monarquía por el régimen republicano.
Por qué cayó la monarquía en 1931?
La crisis económica mundial que empezó en 1929 también llegó a España. Esto produjo en crecimiento del paro y también un descontento social. Ante esta situación, la dictadura fue perdiendo los apoyos con los que contaba inicialmente. La situación política, económica y social era muy grave y esto podría provocar no solo al final de la dictadura sino que también de la monarquía.
En 1930 Primo de Rivera, gravemente enfermo, presenta su dimisión a Alfonso XIII. Al cabo de unos meses el dictador muere en el exilio a París. Alfonso XIII quería volver al régimen constitucional y nombrar como jefe de gobierno a Berenguer, que inauguró la llamada dictablanda.
La oposición republicana se movilizó rápidamente y en 1930 se firmó el Pacto de San Sebastián un acuerdo para poner fin a la monarquía donde se incorporaron algunos socialistas e intelectuales como Ortega y Gasset. También se creó un Comité Revolucionario presidido por Niceto Alcalá Zamora que preparó una huelga que nunca se llegó a celebrar y un pronunciamiento militar que fracasó, todo para iniciar una república.
En 1931 el almirante Aznar formó un nuevo gobierno. Como estrategia quería volver al sistema constitucional y parlamentario, convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931 que se convirtió en un sufragio sobre la monarquía y las ganaron las candidaturas republicanas. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República Española y el Comité Revolucionario era el gobierno provisional. Ese mismo día el rey se fue al exilio.
El deterioro de ese sistema político empezó en la crisis de 1898 y se fue deteriorando con las crisis posteriores.
El colapso de 1931 fue el resultado de una larga crisis institucional que los gobiernos de la monarquía fueron incapaces de resolver y poner fin, primero, al sistema constitucional de la Restauración y, finalmente, a la monarquía restaurada.