Obra maestra de Rembrandt: La compañía militar del capitán Frans Banning Cocq

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La compañía militar del capitán Frans Banning Cocq y el teniente Willem van Ruytemburch: Una obra maestra de Rembrandt

Contexto y encargo

Esta obra, también conocida popularmente como "La ronda de noche", se encuentra en el Rijksmuseum de Ámsterdam. Realizada en óleo sobre lienzo, tiene unas dimensiones de 3,59 x 4,38 metros. El título correcto es "La compañía militar del capitán Frans Banning Cocq y el teniente Willem van Ruytemburch". El título popular se debe a un error de interpretación del siglo XIX, debido a la suciedad del cuadro. Una restauración en 1947 demostró que se trataba de una escena diurna.

Fue un encargo de la Corporación de Arcabuceros de Ámsterdam para decorar el Cuartel General de la Guardia Cívica de dicha ciudad, de ahí sus grandes dimensiones. En 1719, con motivo de un traslado, sufrió un recorte por sus cuatro lados. Conocemos el formato original por dos copias del siglo XVII (una acuarela y un óleo).

Análisis de la obra

Género: Se trata de un retrato corporativo, típico de la tradición pictórica holandesa. Rembrandt cobró 1600 florines por él (100 de cada uno de los retratados; probablemente los dos oficiales pagaron más, por ocupar un lugar preeminente en el cuadro).

Tema: El pintor representa el momento en que la Compañía se pone en marcha, dirigida por el capitán Cocq y el teniente Van Ruytenburch. Aparecen 16 soldados, llevando banderas, mosquetes, alabardas, tambores. Vemos también otros personajes: tres niños corriendo y un perro que ladra, añadidos por el pintor para animar la escena.

Composición: Muy compleja, aparentemente desordenada. Presenta al grupo de forma espontánea y libre, captado en un instante, como si se tratase de una fotografía. Hay enorme animación y ruido, cada uno hace cosas distintas, en las más variadas actitudes y posturas, con movimiento vivo. El centro de la composición lo forman el capitán y el teniente, organizándose el resto en grupos triangulares, con un movimiento curvo. Algunas figuras son muy visibles, pero otras desaparecen en la penumbra y sólo vemos sus cabezas. Los personajes están colocados en cuatro planos de profundidad; existen multitud de líneas, con predominio de las diagonales y el zig-zag para dar dinamismo.

La luz: Es la auténtica protagonista, la utiliza para componer el cuadro. La técnica es tenebrista, por influencia de Caravaggio. El pintor está preocupado por el claroscuro. Crea zonas de penumbra dorada frente a otras fuertemente iluminadas, que ciegan y deslumbran (como la niña que corre, con un gallo colgado en el cinturón). La luz emana del interior de las figuras, irreal, creando una atmósfera mágica y misteriosa.

El color: Es muy rico, lleno de contrastes y matices. Destacan el brillante amarillo del traje del teniente, con un fajín rojo anaranjado, frente al negro del traje del capitán en el centro del cuadro. Predominan los tonos cálidos, dorados. El color ha sido aplicado con pinceladas anchas, espontáneas y pastosas.

El dibujo: Rembrandt pinta sin apoyo del dibujo, que pierde importancia frente al color. Los contornos están diluidos. El cuadro está constituido por la luz y el color.

Estilo: Observamos todas las características típicas del Barroco: composiciones llenas de movimiento y dinamismo, con predominio de líneas diagonales y curvas; colorido rico y variado, con un color que unifica el cuadro (el dorado); contrastes de luces y sombras; desvalorización de la línea; realismo y gusto por el detalle; falta de claridad y confusión (lo más iluminado es lo que menos percibimos, como la enigmática niña), etc.

Significado y trascendencia

Significado: El pintor convierte un acontecimiento normal de la vida holandesa en un hecho grandioso. Mezcla el retrato colectivo con el cuadro de historia y realiza una auténtica revolución, tanto por la disposición novedosa y atrevida de los retratados como por su técnica fabulosa. Rompe con las convenciones del retrato de grupo. Rembrandt ordena a los retratados no por su jerarquía sino por razones plásticas, supeditando sus intereses particulares a la unidad de acción. La mayoría de los retratados se quejaron porque todos no aparecían claramente ni mostraban con precisión el rango que poseían. El pintor demuestra su libertad de espíritu y su modernidad.

Rembrandt y su época

"La ronda de noche" está considerada la obra maestra de Rembrandt van Rijn (1606-1669), máxima figura de la Escuela Holandesa de pintura barroca y genio universal.

Holanda era una nación rica y próspera en el siglo XVII. Orgullosa de su recién conseguida independencia, con una economía basada en el comercio, la burguesía calvinista se convirtió en la clientela de los artistas holandeses, invirtiendo en pinturas para decorar sus casas. Los pintores, en lugar de trabajar por encargo, comenzaron a producir "para el mercado", que reflejaba el gusto dominante. Se cultivaron toda clase de géneros (a excepción de la temática religiosa), siendo los preferidos los retratos y los de la vida cotidiana, con un estilo realista y sencillo, y gran preocupación por la luz.

En este ambiente trabaja Rembrandt. Nacido en Leiden, hijo de un molinero acomodado, se instala en Ámsterdam, donde recibe la influencia indirecta de Caravaggio. En 1642 se casa con Saskia, que se convierte en su modelo y con quien tiene cuatro hijos, de los que sólo sobrevive Titus. Lleva una vida feliz, convirtiéndose en retratista de prestigio y de considerable riqueza.

En 1642 muere Saskia y se inicia una época de incomprensión artística y dificultades económicas para el pintor; arruinado, vende su casa y sus colecciones de arte. Pasa su vejez aislado de la sociedad y en la miseria, con encargos esporádicos; aún así, es en esta época cuando realiza sus mejores obras. Tras las muertes de Hendrickje, su última compañera y modelo, y de Titus, muere en Ámsterdam, en 1669.

Su obra abarca los más diversos géneros: paisajes, naturalezas muertas, temas mitológicos, escenas religiosas ("Cena de Emaús") y especialmente retratos, tanto individuales ("Saskia", numerosos Autorretratos), como colectivos ("La lección de anatomía del doctor Tulp", "Los síndicos de los pañeros" y la comentada "La ronda de noche"). Realizó también magníficos grabados al aguafuerte, llenos de sutileza.

En su obra realiza una reflexión sobre la condición humana; está preocupado por captar el universo interior del hombre, lo invisible. Para él tienen más importancia la veracidad y la sinceridad que la belleza clásica. "Capaz de representar no lo que existe, sino la existencia" (G. Simmel), de ahí su modernidad.

El pintor de la luz dorada ha ejercido una notable influencia en los pintores que han dado primacía al color, como Goya, Delacroix y los impresionistas.

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