Novela intimista características

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Narrativa de 1975 a la actualidad. Eduardo Mendoza. Con la muerte de Franco y la llegada de la democracia, la vida cambia sustancialmente en nuestro país.  En lo que respecta a la literatura, el ambiente de libertad permitíó un mejor conocimiento de la literatura española en Europa y de la literatura occidental en España. A ello contribuyó significativamente la desaparición de la censura lo que supuso la publicación de novelas españolas prohibidas, expurgadas o inéditas en nuestro país y la recuperación de la obra de los escritores exiliados  Conviven en este periodo varias generaciones de narradores: autores de posguerra (Camilo José Cela, Miguel Delibes, Gonzalo Torrente Ballester…), novelistas de las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta (que siguen publicando: Juan Goytisolo, Juan Marsé, C.Martín Gaite…) y escritores dados a conocer ya después del franquismo (Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina, Luis Landero, Álvaro Pombo, Javier Marías, Atxaga…)  El auge de los grupos de comunicación y la generalización de la cultura crean una amplia masa de lectores que demandan novelas entretenidas La literatura se mercantiliza en exceso. Aparece en estos años una gran producción variada en cuanto a temas, estilo y calidad de las obras, aunque no existe, al igual que el resto del mundo, una corriente dominante.   CarácterÍSTICAS DE LA NOVELA A PARTIR DE 1975  La mayoría de los autores de este periodo se muestran contrarios al régimen de Franco y comienzan a publicar entre 1968 y 1975.  Con la llegada de la democracia, la novela se hace más fácil y accesible de manera que se comienza a extender y a popularizar como el género más importante del final del Siglo XX.  En los últimos veinte años ha crecido espectacularmente el número de publicaciones a causa de la gran cantidad de premios literarios que existen actualmente y del comercio que las editoriales han instaurado a través de grandes cadenas de distribución, como La Casa del Libro, El Corte Inglés o Círculo de Lectores.  Se destacan las siguientes carácterísticas:  • El cansancio de los excesos de la experimentación origina que una gran parte de los autores vuelvan a la narración tradicional, al estilo de los autores realistas del XIX o de los escritores de la Generación del 98.  • La excesiva inclinación a plasmar lo personal, lo privado en la novela. No se realiza un análisis complejo del mundo, ni hay personajes de envergadura; el narrador suele ser el protagonista.  • La influencia de los medios de comunicación impulsan el gusto por géneros como la novela-reportaje siguiendo el esquema del periodismo de investigación. Los autores se popularizan como creadores y recreadores de opinión en los distintos medios de comunicación (prensa, radio y televisión). El término inglés best seller se asienta entre nuestros autores como sinónimo de calidad y triunfo.  • La atención a lo formal: son obras bien escritas, pero no profundizan en las posibilidades creativas del lenguaje. El estilo es realista y tradicional y se utiliza la frase corta, lo que supone una menor dificultad para el lector
. • Los espacios oscilan entre lo conocido (la ciudad de provincias, el barrio, etc.) y lo cosmopolita y exótico.

En suma, dos son los aspectos más significativos de la novela española en los últimos treinta años:  a) El carácter aglutinador. Acoge prácticamente todas las tendencias, modalidades, discursos, temas, experiencias y preocupaciones personales.  b) La individualidad. Cada novelista elegirá la orientación que le resulte más adecuada para encontrar un estilo propio con el que expresar su mundo personal y su particular visión de la realidad  TENDENCIAS DE LA NOVELA A PARTIR DE 1975  No resulta fácil discernir en la nueva narrativa unas corrientes o escuelas definidas, aunque sí es posible identificar ciertas tendencias temáticas. Las más relevantes son estas:  a) Novela policíaca y de intriga. Casi siempre influida por la novela y el cine negro americanos. Presenta una intriga poderosa que atrae al lector. Este subgénero resurge con especial fuerza. Entre sus cultivadores destacan Manuel Vázquez Montalbán, autor de una serie protagonizada por el detective privado Pepe Carvalho, y Arturo Pérez-Reverté, con La tabla de Flandes, El club Dumas o La Reina del Sur, El invierno en Lisboa de Antonio Muñoz Molina, Corazón tan blanco de Javier Marías  b) Novela histórica. Se vuelve al pasado histórico, distanciándose de los hechos con una visión paródica. Se pueden citar como ejemplos El oro de los sueños, de José María Merino; El hereje, de Miguel Delibes, y La vieja sirena, de José Luis Sampedro, así como la saga protagonizada por el capitán Alatriste, de Pérez-Reverté, ambientada en el Siglo de Oro. En los últimos años son frecuentes las novelas históricas contextualizadas en épocas cercanas, especialmente en la Guerra Civil, como Soldados de Salamina, de Javier Cercas; La voz dormida, de Dulce Chacón. Algunos críticos incluyen en este subgénero la obra de ALBERTO MÉNDEZ, “Los girasoles ciegos” aunque con la variante de su composición en cuatro cuentos.  c) Novela de la reflexión íntima. Se vuelve a lo privado y al análisis psicológico de los personajes. Se recrea la infancia y la juventud de una manera lírica, ubicándola a veces en espacios rurales y legendarios. Obras representativas de esta tendencia son “Mortal y rosa”, de Francisco Umbral, sentida reflexión sobre la muerte escrita con brillante estilo, o “El desorden de tu nombre”, de Juan José Millás, que combina la introspección psicológica con la reflexión literaria.  d)
Novela de la memoria y del testimonio. La memoria de una generación y el compromiso son los temas básicos de esta corriente, en la que se encuadran novelistas como Rosa Montero, con “Te trataré como a una reina”, defensa de la condición femenina, y Luis Mateo Díez, con “La fuente de la edad”, crítica lírica y humorística de la vida provinciana.  e) Enfoque realista. Tras el furor del experimentalismo, algunos autores han vuelto a recuperar para la novela el arte de narrar. Eso sí, desde una perspectiva mucho más amplia y abierta, que abarca también el mundo onírico, irracional o absurdo…En esta línea cabría mencionar el Realismo carnavalesco de Luis Mateo Díez o el Realismo imaginario de Luis Landero en “Juegos de la edad tardía”.  f) Novela culturalista. En los últimos años han aparecido una serie de autores jóvenes que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Eso es lo que hace Juan Manuel de Prada con “Las máscaras del héroe” o “La tempestad”.  g) Otras tendencias en la novela de los autores más jóvenes es la de hacer una novela que trata los problemas de la juventud urbana con una estética muy cercana a la contracultura. Destacan: “Historias del Kronen”, de José Ángel Mañas, Ray Loriga con “Héroes” o Lucía Etxebarría en “Sexo, procaz y dudas”).

Destacan tres autores: Eduardo Mendoza, Javier Marías y Antonio Muñoz Molina.  • EDUARDO MENDOZA (Barcelona 1943). Es quizás el narrador más representativo de su generación. Se da a conocer con una obra maestra en 1975: La verdad sobre el caso Savolta, título que, en buena medida, puede considerarse el punto de partida de la narrativa actual. Es en efecto, un título fundamental de los últimos decenios. Por una parte, en su compleja trama ( situada en la agitada Barcelona de los años 1917-1920) se entretejen conflictos sociales con una historia amorosa; así se combinan lo público y lo íntimo, lo social y lo existencial; pero todo visto con un enfoque distanciado. Por otra parte, su estructura es sumamente significativa: los primeros capítulos son de gran complejidad  ( montaje de materiales heterogéneos, desorden cronológico y otras técnicas experimentales); luego va decreciendo tal complejidad para desembocar, en los últimos capítulos, en un relato lineal, con ingredientes de novela policial y de aventuras. A ello se le añade el “pastiche” de otros géneros ( el folletín, la novela rosa….) y una sorprendente variedad de estilos, todo con una gran inventiva e imaginación asombrosas. Esta obra va desde la experimentación hasta la vuelta , en parte irónica, a las formas narrativas tradicionales.  Sin renunciar al empleo de técnicas experimentales, el autor ofrece en esta novela de corte policíaco un argumento que atrapa la atención del lector.  En obras posteriores, Mendoza ha mostrado su excepcional capacidad paródica: Sin noticias de Gurb, El laberinto de las aceitunas y El misterio de la cripta embrujada actualizan y transforman de manera cómica los tópicos de tres géneros consagrados: la novela de misterio, la novela negra o policíaca y la novela de ciencia ficción.  La ciudad de los prodigios  es la más ambiciosa de sus obras y probablemente la más lograda; en ella se recrea la evolución histórica y social de la ciudad de Barcelona en el período comprendido entre las exposiciones universales de 1888 y 1929, tomando como hilo conductor la progresión en la escala social del protagonista. Esta novela retoma y renueva con maestría algunos de los presupuestos de la novela realista decimonónica: el propósito de reflejar y explicar el mundo real y el pormenorizado análisis psicológico de los personajes. El asombroso caso de Pomponio Flato .
La novela más ferozmente divertida de Eduardo Mendoza. Las andanzas de un detective romano en el Nazaret del siglo I. Cruce de novela histórica, novela policíaca, hagiografía y parodia de todas ellas. Se construye una nueva modalidad del género más carácterístico de Eduardo Mendoza: la trama detectivesca original e irónica, que desemboca en una sátira literaria y en una desternillante creación novelesca. .   Riña de gatos , Tocador de señoras son otras de sus obras

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