La novela después de la Guerra Civil

Enviado por Chuletator online y clasificado en Español

Escrito el en español con un tamaño de 12,93 KB


La novela desde 1939 hasta los años 70: tendencias [existencial-tremendista, social y experimental], autores y obras representativas.


El aislamiento de España, el exilio de alguno de los mejores novelistas y la censura se tradujeron en una narrativa que abandonó el camino de la innovación durante dos décadas y se alejó de las nuevas corrientes mundiales.

Entre los narradores en el exilio destaca Ramón J. Sender. Su obra es muy variada, tanto en argumentos como en técnicas. Destaca Crónica del alba
. Max Aub, escribíó en El laberinto mágico un ciclo de seis novelas sobre la Guerra Civil. Francisco Ayala reflexiona en sus cuentos y novelas acerca de la maldad humana, el abuso del poder, la violencia… Destaca Muertes de perro
.                              

Durante los años 40 surgen varias tendencias. Los escritores próximos a la ideología de los vencedores de la guerra escriben una novela propagandística que exalta la heroicidad de los combatientes derechistas y presenta al falangismo como el sistema ideal de gobierno. También aparece una novela realista y que aborda la angustia existencial. Se centra en las vivencias de un protagonista asfixiado por una existencia sin sentido, enfrentado a la miseria, a la indiferencia ajena y a la soledad. Destacan autores como:                             

Carmen Laforet muestra en Nada, una dura metáfora de las consecuencias de la Guerra Civil.                                                                  → Camilo José Cela, premio Nobel en 1989, abre el camino a la novela existencial y tremendista con La familia de Pascual Duarte
.                                                                      

→ Miguel Delibes muestra en su obra una continua crítica a la hipocresía religiosa, siempre desde su humanismo cristiano. Destaca La sombra del ciprés es alargada

La novela de los años 50 se inclina hacia el Realismo social, aunque no renuncia al existencialismo anterior. Algunos escritores buscan la objetividad mientras otros intentan esquivar la censura en lo posible para manifestar críticas al régimen y a la injusticia. 

→ La colmena, de Cela, supone un giro clave en la literatura española. Se trata de una obra de personaje colectivo y contenidos sociales. 

→ Delibes, en Las ratas, muestra la miseria en un pueblo de Castilla.

→ En la vertiente más objetiva, que aspira a reflejar la realidad como si la mostrara una cámara de cine, encontramos El Jarama de Sánchez Ferlosio.

→ Mucho más crítico es Ignacio Aldecoa, autor de El fulgor y la sangre, que pretende mostrarnos la asfixia moral y económica de la España de posguerra.                                

Durante los años 60, la novela se abre a las corrientes exteriores y opta por experimentar. Los autores expresan una mayor variedad temática. Rompen con la estructura lineal del tiempo. A veces rompen con las normas sintácticas y prescinden de los signos de puntuación.                                        La obra cumbre de esta década es Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos. En ella se mezclan todos los registros posibles del lenguaje.              --> Juan Benet, en Volverás a Regíón, crea un espacio imaginario, reflejo de España, con un estilo muy Barroco.

Miguel Delibes, en Cinco horas con Mario, presenta un largo soliloquio de Carmen, quien pasa cinco horas velando el cadáver de su marido. 

La dictadura franquista impone un aislamiento cultural que aparta a nuestra literatura de las nuevas tendencias y la condena al ostracismo.




Entradas relacionadas: