La Novela Hasta 1939: Generación 98, Modernismo, Novecentismo y Vanguardia

NOVELA HASTA 1939

GENERACION 98:conjunto de escritores, pensadores, científicos, artistas, etc., que se sienten profundamente afectados por la crisis de valores de fines del XIX; y que creen que la guerra de 1898 y la pérdida de los últimos restos del imperio español es un momento adecuado para la regeneración moral, social y cultural del país. Los novelistas son Unamuno, Baroja, Azorín y Valle-Inclán, que suponen una superación del realismo decimonónico creando novelas existenciales como Unamuno, experimentando como Azorín o Valle-Inclán o renovando el viejo realismo como Baroja. Unamuno rompe con la novela. La situación solo es el pretexto para que se muestre la personalidad de los personajes. Los temas son filosóficos: destino del hombre, perduración del hombre concreto, muerte y la nada como final de la vida, el sentido de ésta, la impotencia de la razón para comprender la vida. Principales novelas: Amor y pedagogía. La primera novela renovadora es una sátira del positivismo científico. Niebla: novela existencial, en la que la niebla es el símbolo de la angustia. Es interesante la forma en la que plantea la relación entre el escritor y su personaje, Augusto Pérez. En Abel Sánchez a través de Joaquín Montenegro vemos el tema de la envidia en la vida española. El tema de la maternidad espiritual lo trata en La tía Tula, y la angustia que provoca la falta de fe y el deseo de tenerla en San Manuel Bueno. Valle-Inclán pasa del impresionismo modernista de las cuatro Sonatas al expresionismo esperpéntico de Tirano Banderas. La etapa intermedia la constituyen las novelas de la guerra carlista: Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera, Gerifaltes de antaño. El Ruedo Ibérico nos muestra una España infrarreal, estilizada hasta lo grotesco, y la dictadura de Primo de Rivera en los que Valle escribe esta trilogía compuesta por La Corte de los Milagros, Viva mi dueño y Baza de Espadas.

Azorín utiliza la novela como soporte de sus innovaciones literarias desde novelas de la primera etapa como Las confesiones de un pequeño filósofo a las novelas objetivistas de la última como Don Juan o Doña Inés. Las novelas de Baroja se caracterizan por ser el relato biográfico de un personaje central concebido ideológicamente, por lo que tiende a manipular el relato, seleccionando y adaptando los incidentes. Los acontecimientos suceden en el mismo orden que afectan al héroe, escaso interés por el amor y las heroínas. Muchas de sus obras están agrupadas en trilogías, unas veces unidas por el tema y otras de manera arbitraria: Tierra vasca, compuesta por La busca, Mala hierba y Aurora roja, Las inquietudes de Shanti Andía y una de las más importantes El árbol de la ciencia, dentro de la trilogía La raza. MODERNISMO: su renovación estética se extiende a la prosa y a la novela, haciendo coincidir sus temas y actitudes con los de la poesía. La sensualidad, la idealización y la estilización de la realidad son la base de las sonatas de V. inclan y de platero y yo de Juan Ramón Jiménez. Ambos libros suponen la cima de la prosa modernista por la acumulación de recursos retóricos, evasión de la realidad. NOVECENTISMO: muchos críticos opinan que son escritores continuadores del Modernismo, que en algunos casos depuran intelectualmente la expresión literaria (Miro y Ayala) y otros tienden hacia el Vanguardismo (Gomez de la Serna). Gabriel Miro fue el continuador del Modernismo en la acumulación de sensaciones e idealización del paisaje. Ramón Pérez de Ayala, combina el simbolismo modernista con la actualidad intelectual novecentista en Belarimo y Apolonio. VANGUARDIA: la novela vanguardista se identifica con el formalismo y la experimentación. Practicaban con una nueva novela que jugaban http://www.xuletas.es/ficha/novecentismo-3/ con la realidad y la fantasía, Ramón Gómez de la Serna. Su visión del mundo es algo caótico y sin valores jerarquizados, usa una literatura libre denominada "greguería". Su obra El hombre perdido. GENRACION 27: influídos por la vanguardia europea y por las teorías de Ortega y Gasset sobre el arte nuevo, deshumanizado. Es una novela evasiva con la realidad, subjetiva y abstracta y siempre busca la experimentación. Pedro Salinas con Vísperas del gozo.