Nietzsche: Voluntad de Poder, Apolíneo-Dionisíaco y Superhombre

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La Filosofía de Nietzsche: Vitalismo, Voluntad de Poder y la Crítica a la Tradición Occidental

Influencia de Schopenhauer y el Concepto de "Voluntad de Poder"

La influencia más importante que recibe Nietzsche proviene de la metafísica irracionalista de Schopenhauer, quien a su vez estuvo influido por Kant, particularmente en la idea de que el hombre solo puede alcanzar la realidad fenoménica. Schopenhauer defendió la existencia de la "voluntad de vivir" como principio metafísico y mantuvo una posición pesimista. El concepto de "voluntad de poder" de Nietzsche guarda cierta semejanza con este concepto de Schopenhauer, dando lugar al vitalismo.

La "voluntad de poder" de Nietzsche representa una nueva concepción de la realidad: la realidad es la vida, y no es algo estático ni inmutable, sino una lucha constante y antagónica de todo lo existente individual contra todo lo demás. Esta realidad es irracional: intentamos someter a un orden lo que solo es caos y variación. Es inconsciente: lo que determina el curso de las cosas no es consciente. Nietzsche no cree que la vida tenga un sentido finalista; es decir, no hay un objetivo o fin.

La voluntad de poder es la teoría final de Nietzsche y sobre ella se reflejan todas sus ideas. Nietzsche representa la crítica al Racionalismo y al Idealismo desde una perspectiva dual: por un lado, una crítica a los principales valores y conceptos que han servido para explicar el mundo en la cultura occidental; por otro, un intento de comprensión y explicación de la vida, razón por la cual se le denomina vitalismo.

Lo Apolíneo y lo Dionisíaco

Nietzsche consideraba que las fuerzas originarias de la cultura griega eran dos fuerzas estéticas en constante combate, pero interdependientes, es decir, antagonistas: lo apolíneo y lo dionisíaco. Lo apolíneo representa la razón, el orden, la medida, la contención y el límite, tomando como canon al dios Apolo (dios del sol y la luz). Lo apolíneo es metafísico y eterno, y guarda cierta semejanza con la Idea del Bien platónica, considerando a Apolo como el dios de la Idea del Bien, siendo absoluto y universal. Lo apolíneo sugiere que todo lo bueno está por llegar, es un devenir. Nietzsche se pregunta para qué sirve este concepto estético si lo que realmente deseamos nunca llega o está por llegar. Platón y Sócrates son considerados los filósofos más apolíneos: se inventan conceptos tan absolutos y lejanos que resultan inútiles.

Lo opuesto, lo dionisíaco, puede estar representado por el propio Nietzsche, quien afirma que es necesario recuperar la "visión trágica" del mundo. Lo dionisíaco rompe todas las barreras e ignora todas las limitaciones. Es el caos de la realidad.

En esto se fundamenta la crítica a la tradición platónico-cristiana: el racionalismo socrático llevó a la decadencia de la cultura griega y de la auténtica filosofía. Nietzsche critica a una Europa en la que ha ocurrido este fenómeno: lo apolíneo ha desbancado a lo dionisíaco. El continente necesita una renovación. También critica al cristianismo porque ha acogido el mensaje proveniente de Sócrates y Platón.

Crítica al Lenguaje

El conocimiento es relativo; la verdad no puede ser encerrada en conceptos que no son más que la "congelación" de un determinado aspecto de la realidad. Los conceptos que hemos inventado son simplemente un intento de conservar lo que representan en lo existencial. La realidad es un constante devenir, mientras que los conceptos son fijos. Nietzsche propondrá el lenguaje de la imaginación, basado en la metáfora que respeta el cambio de la realidad. Según él, los conceptos (residuos de las metáforas) y las palabras nos impiden llegar a la verdad, siendo esta un engañoso disfraz de la razón.

La tradición platónico-cristiana nos ha llevado a identificar el bien y la virtud, la razón y la verdad, y los valores apolíneos con la felicidad. Para Nietzsche, este es el error más grande que ha cometido la filosofía, ya que va en contra del devenir que él propone. No existen ideas eternas, ni tampoco un "mundo sensible" y un "mundo inteligible"; solo existe el mundo espacio-temporal, experimentable por los sentidos, y lo metafísico es un invento. Nietzsche propone el ateísmo como una forma de confrontación entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Afirma que necesitamos una transvaloración para superar el nihilismo.

Nihilismo

Para crear nuevos valores es imprescindible destruir los existentes y sustituirlos por valores nuevos, vitales y sensibles. Aquí se abordan conceptos como la muerte de Dios, el superhombre, la voluntad de poder y el eterno retorno.

Muerte de Dios y Transmutación de los Valores

La supresión de la trascendencia de valores supone la sustitución de la idea de Dios como "sentido" del mundo por otras de carácter vitalista. La "muerte de Dios" implica la eliminación de los valores absolutos, dando lugar a dos posibilidades: el empobrecimiento del hombre con un ateísmo superficial y un desenfreno moral, representado por el "último hombre", o el surgimiento del "superhombre". Este superhombre es el único que está en condiciones de realizar la transvaloración.

Superhombre y Voluntad de Poder

La moral de esclavos se caracteriza por un condicionamiento, donde las acciones se realizan como medio para un fin. En cambio, el superhombre supera esto y establece la moral del señor, que se caracteriza por la ausencia de medios; es decir, solo existe un fin. Su moral y comportamiento son equiparables a los de un niño, que no responde a valores impuestos o a erróneas concepciones sobre lo bueno y lo malo, que no arde en deseos de eternidad ni poder de cambiar el devenir de la vida.

Este superhombre es el héroe del futuro, el filósofo venidero que comprenderá las grandes verdades de la "muerte de Dios" y la "voluntad de poder", la esencia de la vida. Nietzsche afirma que hay que crear valores y formas de vivir que hagan posible la venida del superhombre, siendo este un genio, un individuo libre y creador (no destructor), dispuesto a superarse continuamente y ajeno a las consecuencias o ataduras. La transmutación de los valores sería la manera de afirmarse en la voluntad de poder.

El Eterno Retorno

El "eterno retorno" es la parte inacabada de la filosofía de Nietzsche y, por ello, se presta a malinterpretaciones. Nietzsche entendía por "eterno retorno" una especie de bucle espacio-temporal por el que estaríamos condenados a vivir una y otra vez lo mismo. Es por eso que declaraba que se debía vivir la vida de tal modo que, si hubiera que volver a vivirla, se haría exactamente lo mismo, sin modificar nada. El superhombre sería aquel capaz de llevar a cabo esta voluntad de poder, de querer vivir como uno quiere.

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