Nietzsche: Contexto, Pensamiento y Legado

Contexto Histórico y Cultural de Nietzsche

Friedrich Nietzsche nació en 1844 en Weimar, Alemania, durante una época de grandes transformaciones. La Revolución Francesa de 1789 había socavado los cimientos de las monarquías absolutas, dando paso al liberalismo y a una nueva estructura política, económica y social. Las revoluciones liberales-burguesas propiciaron la transición de una sociedad estamental a una sociedad de clases, compuesta principalmente por la burguesía y el proletariado. Este último, tomando conciencia de su situación, daría origen al movimiento obrero, inspirado en la filosofía de Karl Marx. Marx, partiendo del concepto de alienación, propondría una sociedad igualitaria basada en la socialización de los medios de producción, una idea que Nietzsche criticaría duramente por contraponerse a su concepto del Superhombre. El Superhombre nietzscheano es aquel que se libera de la masa y de la moral del esclavo, imponiendo una moral nueva y personal: una moral de señores.

En el ámbito político, Europa experimentaba un auge del sentimiento nacionalista que, junto a las necesidades de la Revolución Industrial, impulsaría la unificación de Alemania. Paralelamente, surgía el romanticismo, un movimiento artístico y cultural que rechazaba lo racional y exaltaba lo pasional e instintivo, un espíritu que resonaría en el pensamiento de Nietzsche. De hecho, su amistad con Richard Wagner, uno de los máximos exponentes del romanticismo, influiría profundamente en su visión pasional de la realidad. Mientras tanto, la ciencia avanzaba a pasos agigantados, especialmente en la física cuántica y nuclear, con figuras como Albert Einstein y Max Planck. Este progreso científico daría lugar a una nueva corriente filosófica: el Positivismo, desarrollado por Comte, Spencer y Stuart Mill, que se caracterizaría por un marcado cientificismo.

Conexiones Filosóficas y Relevancia Contemporánea

Las filosofías de Ortega y Gasset y Nietzsche, aunque desarrolladas en contextos diferentes, comparten puntos de encuentro. Ambos sitúan la vida como esencia de la realidad, pero mientras Nietzsche la aborda desde una perspectiva biológica como impulso instintivo, Ortega, influenciado por el historicismo, la concibe como biografía. Una diferencia clave radica en su concepción de la razón. Para Nietzsche, guiarse por la razón y despreciar los instintos es despreciar la vida misma. Ortega, por su parte, considera la razón como una facultad humana esencial para analizar las circunstancias y construir nuestro proyecto vital, lo que le valió la denominación de raciovitalista. Ambos comparten una visión heraclítea de la realidad, entendiendo la vida como un devenir constante sometido a la historia. Sin embargo, difieren en su percepción del tiempo: lineal para Ortega, cíclico para Nietzsche, quien creía en la eterna repetición de los acontecimientos. A pesar de sus diferencias contextuales – la Alemania de la segunda mitad del siglo XIX y la España de la primera mitad del XX –, ambos realizaron un profundo análisis de sus respectivas épocas: Nietzsche sobre la decadencia de la cultura occidental y Ortega sobre la crisis de España.

La filosofía de Nietzsche mantiene una plena vigencia en la actualidad. La ruptura con la tradición metafísica y la "muerte de Dios" son hechos palpables en nuestra sociedad, donde el ateísmo se expande y se crean nuevos valores vitales, como el capitalismo, la liberación sexual o los movimientos vanguardistas. Estos fenómenos pueden interpretarse como la transmutación de valores que Nietzsche propugnaba. No obstante, la persistencia de fenómenos como las sectas sugiere que el nihilismo podría ser más reactivo-pasivo que activo, y que la pretensión nietzscheana de prescindir de Dios y de la cultura metafísica tradicional podría ser incompatible con la naturaleza humana.

Temática Central en la Obra de Nietzsche

En obras como "El crepúsculo de los ídolos", Nietzsche critica el uso que la filosofía tradicional ha hecho de la razón. Sus principales argumentos son:

• La mayoría de los filósofos han olvidado a Heráclito, quien comprendió que la realidad es múltiple y está en constante movimiento.
• Este error ha llevado a negar la capacidad de los sentidos para proporcionar conocimiento verdadero.
• La evolución de esta falsa filosofía ha culminado en la creación de conceptos negativos como el de Dios.
• Estos errores han sido posibles por un enemigo oculto: el lenguaje, que es incapaz de traducir la vida en palabras.
• Nietzsche critica la filosofía occidental desde Platón, con su mundo de las ideas, pasando por el cristianismo y su promesa de un mundo trascendente, hasta Kant y su imperativo categórico. El positivismo, al negar el mundo verdadero, allana el camino para el Superhombre, quien crea sus propios valores y una nueva moral centrada en los instintos vitales.

Nietzsche cuestiona la obsesión de la filosofía tradicional por un mundo suprasensible, que la lleva a desconfiar de los sentidos y a considerar la realidad cambiante como una mera ilusión. La metafísica, según Nietzsche, ha intentado momificar la realidad, reduciendo lo múltiple a la unidad y lo cambiante a la eternidad.

Justificación de la Crítica Nietzscheana

Crítica al Platonismo y a la Cultura Occidental

Platón distinguía entre el mundo de las ideas y el mundo de las cosas, otorgando primacía al primero. Nietzsche utiliza los conceptos de lo apolíneo (la razón) y lo dionisíaco (la fuerza, el instinto) para explicar esta dicotomía. Desde Platón, la filosofía ha negado lo dionisíaco y ha valorado lo apolíneo. Nietzsche propone un cambio de perspectiva: sustituir la pregunta por "el ser" (metafísica) por la pregunta por "el valor" (vitalismo). Este cambio implica la negación de los valores existentes y da paso al nihilismo.

El Fenómeno del Nihilismo y la "Muerte de Dios"

El nihilismo es la negación de todos los valores vigentes. La "muerte de Dios" no se refiere a la inexistencia literal de Dios, sino a la pérdida de influencia de los valores religioso-culturales ligados al platonismo, que han sido los fundamentos de la concepción del mundo occidental. El objetivo es el nacimiento del Superhombre, quien superará el nihilismo mediante una nueva forma de valorar.

El Superhombre y la Voluntad de Poder

El Superhombre es aquel que supera el nihilismo y transvalora los valores. Nietzsche utiliza tres metáforas para explicar este proceso: el camello (la carga), el león (la rebeldía) y el niño (la creación). El camello acepta las cargas, el león se libera de ellas destruyendo el deber, y el niño crea nuevos valores y formas de vida a través del juego.

El Arte como Motor de la Creación Vital

Si la vida carece de un sentido preestablecido, es nuestra tarea crearlo. El arte se convierte así en la herramienta fundamental para la filosofía de Nietzsche. Cada individuo es voluntad de poder, con la capacidad de determinar su propio destino. En este sentido, el arte adquiere un valor superior a la verdad.