Neoclasicismo y Tendencias Literarias del Siglo XVIII
Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Griego
Escrito el en español con un tamaño de 3,97 KB
Siglo XVIII: Neoclasicismo y Otras Tendencias
Desde el punto de vista literario, el siglo XVIII suele designarse como la época del Neoclasicismo, pues este refleja de mejor manera el espíritu del momento. Sin embargo, hay que indicar la existencia de otras dos tendencias que, dentro del siglo XVIII, enmarcan al Neoclasicismo: el Postbarroquismo, que continúa con las características formales del Barroco hasta mediados del siglo, y el Prerromanticismo, una corriente sensible y melancólica que surge en el último tercio del siglo XVII.
Las características más importantes del Neoclasicismo son:
- La obra debe tener un enlace universal y aire de verosimilitud.
- Se debe mantener la unidad de estilo y separación de géneros, evitando mezclar en una misma obra lo trágico con lo cómico, el verso con la prosa y el tono elevado con el familiar.
- La obra debe tener una finalidad moral y educativa.
- La prosa divulgativa y el ensayo serán los géneros perfectos.
Prosa
La producción literaria de la primera mitad del siglo procede de tendencias barrocas. Apropiados a la época, la prosa didáctica y el ensayo obtienen esplendor inusitado con nombres como Feijoo, Cadalso y Jovellanos.
La obra más importante de Fray Benito Jerónimo Feijoo está recogida en ocho volúmenes de Teatro Crítico Universal. Está formada por ensayos sobre diversas materias cuya intención era poner en conocimiento público los adelantos culturales del resto de Europa y destruir las supersticiones aún vigentes. Para ello, utiliza un estilo sencillo, natural y sin artificios retóricos.
La obra más importante de Cadalso son las Cartas Marruecas, donde por medio del género epistolar presenta un amplio panorama de la vida cultural, social y económica del país, justificando el fracaso de España, las malas costumbres... y las Noches Lúgubres, que cuenta en forma de diálogo la historia del protagonista que intenta desterrar a su amada muerta.
Y Jovellanos representó mejor que nadie la síntesis de las corrientes de pensamiento de la época. Se centra en la preocupación por problemas de España y en ella prima la intención didáctica, aunque con una prosa sobria y elegante de notables cualidades literarias, como el Informe en el expediente de la ley agraria y Plan general de institución pública.
Poesía
La poesía de la primera mitad del siglo fue una continuación de la poesía barroca y no será hasta la segunda mitad cuando triunfe el arte neoclásico. La confluencia entre el pensamiento del momento y la literatura se percibe en un género muy característico de la época: la fábula. Entre sus cultivadores destacan Félix Samaniego, que escribió sus Fábulas morales con el fin de ridiculizar defectos humanos como la ambición, hipocresía y orgullo. Tomás de Iriarte, cuyas Fábulas literarias recogen las preocupaciones estéticas del Neoclasicismo, la utilidad de las reglas, la conveniencia de estudiar a los clásicos...
En la poesía del siglo XVIII se pueden distinguir tres tendencias:
a) Poesía Posbarroca
Predomina el refinamiento. Los temas dominantes son: naturaleza, amor, belleza femenina; rico en vestuarios con un marco de fiestas, fondos de paisajes delicados y artificiosos.
b) Poesía Neoclásica
Triunfa en la segunda mitad del siglo XVIII. Los temas son la exaltación de las bellas artes, novedades científicas, reformas sociales... Poesías de: Moratín, Cadalso y Nicolás Fernández. Dentro de este estilo está la poesía sensual con metro corto y estrofas breves, tono festivo y alegre, amor y gozos. Representante: Meléndez Valdés.
c) Poesía Prerromántica
Problemas amorosos, exaltación a la naturaleza... Manuel José Quintana y Nicolás Álvarez Cienfuegos.