El Mudejarismo: Evolución y Características en la Arquitectura Española

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El Mudejarismo en la Arquitectura Española

El Mudéjar fue una creación española y también un arte autóctono propio. El Mudejarismo será una constante permanente de la arquitectura española e hispanoamericana en todos los estilos y épocas posteriores a su desarrollo inicial durante la Baja Edad Media hasta el siglo XX, donde encontramos elementos mudéjares en varios sitios.

La palabra Mudéjar alude a los musulmanes españoles que permanecieron sometidos en tierra cristiana después de la Reconquista, pero conservaron su religión, lengua y costumbres. En los cristianos y judíos se puede definir como la expresión estética de las tres culturas de la sociedad medieval española.

Entre la síntesis artística de Occidente y Oriente, a veces las estructuras responden a elementos románicos o góticos, la decoración a fórmulas islámicas y otras a la inversa. La estructura arquitectónica musulmana y la decoración se inspira en motivos europeos o góticos, por ello hablamos de Románico-Mudéjar o Gótico-Mudéjar.

La gradual reconquista del solar hispano entre los siglos XI (en el que cae el califato de Córdoba) y XV (en el que los Reyes Católicos conquistan el reino Nazarí) sirve para explicar la variedad de focos mudéjares: durante los reinos de Taifas, en tiempos del Almohade, cuando florecía el arte Nazarí, los precedentes monumentales árabes y las aportaciones artísticas cristianas eran distintas en cada momento, determinando los modelos que surgirían en Castilla, Aragón y Andalucía. La unidad la imponen los materiales y una técnica de trabajo común, es decir, los materiales constructivos típicos del estilo:

  1. El material predilecto es el ladrillo, se utilizaba tanto para fines constructivos como con carácter decorativo.
  2. La técnica dominante es la albañilería para los muros y la carpintería para los techos.
  3. El elemento de soporte fundamental es el pilar.
  4. Las cubiertas son planas, normalmente artesanas poliédricas de madera.
  5. Los ábsides de las iglesias son semicirculares o poligonales y se decoran con varios pisos de arquerías ciegas.
  6. Los arcos son muy variados, de medio punto, de herradura, polilobulados o de doble arco concéntrico.
  7. Las portadas con frecuencia van enmarcadas en un alfiz.
  8. Las torres y cimborrios se articulan con numerosas ventanas que disminuyen en tamaño y aumentan en número conforme se elevan.
  9. En el terreno decorativo el Mudéjar aprovecha los temas del arte hispanomusulmán, la geometría, el ataurique y la epigrafía, pero los amplía con temas de procedencia cristiana.

En la arquitectura mudéjar podemos destacar: el cortesano (capillas funerarias, sinagogas y palacios) y el popular (parroquias).

El Mudéjar Cortesano

En lo que se refiere a los palacios, tras la conquista de Toledo, los castellanos se sintieron atraídos por los vestigios musulmanes, como los alcázares, palacios y mezquitas, que usaron como catedrales. La monarquía fue la primera hechizada. Alfonso VI recuperó la almunia de los reyes de Taifas de Toledo. Pedro I, sucesor de este, bajo cuyo gobierno se construirán las fachadas de tres residencias emblemáticas: el palacio de Tordesillas (Valladolid, siglo XIV, que tiene los típicos paños de sebka almohades en la fachada y un patio con arcos lobulados), el palentino de Astudillo y los Reales Alcázares de Sevilla: la portada de la Montería, del siglo XIV, considerada como la obra capital del arte mudéjar en España (Portada del palacio del Rey Don Pedro I), que tiene estructura de un retablo pétreo, con tres calles y tres pisos. Las inscripciones que forman parte de su decoración aluden a Oriente y a Occidente. Las leyendas en caracteres cúficos aparecen junto al letrero gótico. Paralelamente aparecen las armas de Castilla y León junto al escudo heráldico. El sultán nazarí Muhammad V mandó copiar la fachada en la entrada del palacio granadino de Comares; Rafael Cómez ha atribuido su diseño a obreros toledanos y a sus órdenes trabajaría una cuadrilla de decoradores procedentes de la Alhambra. La rehabilitación de los antiguos palacios árabes sevillanos por Pedro I de Castilla tiene en común con lo que hizo el de los reyes de Aragón, que acondicionaron para su uso la Aljafería de Zaragoza, convirtiéndolo en inspiración del mudéjar aragonés.

En lo que se refiere a las capillas funerarias, los maestros toledanos se desplazaron a Burgos por orden de Alfonso VII para realizar la Capilla de la Asunción, en el monasterio de las Huelgas. Los artífices granadinos acudieron a Córdoba para labrar la capilla Real en la Mezquita. Ejemplo: palacio del rey don Pedro, en Sevilla: tiene la estructura de un retablo pétreo, articulado en tres calles y tres pisos. Las inscripciones aluden a Oriente y Occidente. Las leyendas en caracteres cúficos aparecen junto al letrero.

Los mismos talleres van a intervenir en la construcción de las sinagogas para los españoles. Los judíos se sirvieron también de la mano de obra mudéjar para construir sus edificios religiosos: su estructura es similar a la de las mezquitas, es decir, de un patio y de una sala de oración cubierta con tribuna para las mujeres. La techumbre es de madera y ricas yeserías tapizan los muros, pero con inscripciones en hebreo en vez de árabe. Toledo, que era la gran judería de Occidente y patria de los poderosos hebreos cercanos a la corte, tiene dos monumentos cardinales:

  • A principios del siglo XIII, la sinagoga de Santa María la Blanca: construida en ladrillo con los pilares ochavados, arcos de herradura y madera en la techumbre. Los motivos decorativos son los típicos del arte hispanomusulmán: la geometría, el ataurique y la epigrafía, pero sustituyendo los textos coránicos en árabe por versículos bíblicos en caracteres hebraicos. Su sala de oración consta de cinco naves.
  • Por otro lado, en el siglo XIV se manda a construir la sinagoga del Tránsito.

El Mudéjar Popular

Introducción

El Mudéjar fue una creación española y también un arte autóctono propio. El Mudejarismo será una constante permanente de la arquitectura española e hispanoamericana en todos los estilos y épocas posteriores a su desarrollo inicial durante la Baja Edad Media hasta el siglo XX, donde encontramos elementos mudéjares en varios sitios.

La palabra Mudéjar alude a los musulmanes españoles que permanecieron sometidos en tierra cristiana después de la Reconquista, pero conservaron su religión, lengua y costumbres. En los cristianos y judíos se puede definir como la expresión estética de las tres culturas de la sociedad medieval española.

Entre la síntesis artística de Occidente y Oriente, a veces las estructuras responden a elementos románicos o góticos, la decoración a fórmulas islámicas y otras a la inversa. La estructura arquitectónica musulmana y la decoración se inspira en motivos europeos o góticos, por ello hablamos de Románico-Mudéjar o Gótico-Mudéjar.

La gradual reconquista del solar hispano entre los siglos XI (en el que cae el califato de Córdoba) y XV (en el que los Reyes Católicos conquistan el reino Nazarí) sirve para explicar la variedad de focos mudéjares: durante los reinos de Taifas, en tiempos del Almohade, cuando florecía el arte Nazarí, los precedentes monumentales árabes y las aportaciones artísticas cristianas eran distintas en cada momento, determinando los modelos que surgirían en Castilla, Aragón y Andalucía. La unidad la imponen los materiales y una técnica de trabajo común, es decir, los materiales constructivos típicos del estilo:

  1. El material predilecto es el ladrillo, se utilizaba tanto para fines constructivos como con carácter decorativo.
  2. La técnica dominante es la albañilería para los muros y la carpintería para los techos.
  3. El elemento de soporte fundamental es el pilar.
  4. Las cubiertas son planas, normalmente artesanas poliédricas de madera.
  5. Los ábsides de las iglesias son semicirculares o poligonales y se decoran con varios pisos de arquerías ciegas.
  6. Los arcos son muy variados, de medio punto, de herradura, polilobulados o de doble arco concéntrico.
  7. Las portadas con frecuencia van enmarcadas en un alfiz.
  8. Las torres y cimborrios se articulan con numerosas ventanas que disminuyen en tamaño y aumentan en número conforme se elevan.
  9. En el terreno decorativo el Mudéjar aprovecha los temas del arte hispanomusulmán, la geometría, el ataurique y la epigrafía, pero los amplía con temas de procedencia cristiana.

En la arquitectura mudéjar podemos destacar: el cortesano (capillas funerarias, sinagogas y palacios) y el popular (parroquias).

Desarrollo del Mudéjar Popular

En este caso se hablará del popular. Se caracteriza por el lujo. Este arte se desarrolla a partir de los precedentes islámicos locales, sin tener nada forastero. Su manifestación fundamental es la parroquia rural basada en la litúrgica y sin grandes pretensiones locales. Existen variantes regionales:

Castilla y León

El Mudéjar Castellano-Leonés se extiende desde el siglo XII por ambas riberas del río Duero, pero como allí no había modelos islámicos y sí la presencia de edificios románicos, determinaron el siguiente tipo de iglesia:

  1. Ábsides semicirculares (como en el románico).
  2. Torre cimborrio sobre el presbiterio (como en el románico).
  3. Soportes cruciformes.
  4. Uso del ladrillo.
  5. Cubiertas de madera.
  6. Arquillos ciegos que decoran los parámetros exteriores.

Las parroquias de San Tirso y San Lorenzo en Sahagún (León) y la Iglesia Monástica de La Lugareja en Arévalo (Ávila) inician esta fórmula que se mantendría en los siglos XIII y XIV en muchos monumentos de Zamora, Valladolid, Segovia, Palencia y Burgos. En toda Castilla y León.

Toledo

A partir del siglo XIII, desde Toledo a la cuenca del Tajo, un templo con cimentación de piedra y alzado en ladrillo, que se inicia en la parroquia de Santiago de Arrabal, se convertirá en modelo clásico regional. Se caracteriza por:

  1. Una torre alminar cuadrada, exenta como en Italia.
  2. Utiliza tres ábsides poligonales y otras tantas naves.
  3. Usa arcos de herradura apuntados, los cuales se mezclan con el estilo gótico y almohade.
  4. Las cubiertas son de madera y la decoración exterior se compone de tres series de arquillos ciegos superpuestos, donde la primera tanda es de medio punto, la segunda polilobulada y la tercera de herradura.

Esta forma de ornamentar los muros se define como Mudéjar Toledano, que aparece en el ábside del Cristo de la Luz.

Aragón

El tipo parroquial predominante es de nave única, con ábside poligonal que utiliza tribunas sobre las capillas laterales, por ejemplo, la iglesia de Santiago de Montalbán, iniciada en piedra y finalizada en ladrillo. Pero lo más representativo del Mudéjar Aragonés son las torres campanario que siguen la estructura de los minaretes islámicos. Presentan planta cuadrada, como La Magdalena de Zaragoza, o bien en planta octogonal como San Andrés de Calatayud, incluso también mixta al superponerse un cuerpo octogonal sobre base cuadrada como Santa María de Utebo. Además, en la mayoría de los casos están revestidas de azulejería esmaltada y policromada, eso hace que tenga efectos multicolores. También tiene una peculiar nota urbanística, ya que se elevan sobre un gran arco apuntado que permite que la gente pase, como podemos ver en las torres de Teruel, El Salvador y San Martín.

Andalucía

Tres focos regionales configuran el mudéjar andaluz (Córdoba, Sevilla y Granada), estos núcleos vienen marcados por los siguientes hechos: la base islámica local, el lenguaje gótico, unos materiales de construcción propios y la mano de obra:

1º Cuando se incorpora a la corona de Catilla la tradición hispanomusulmana de Córdoba era califal, la de Sevilla almohade y la de Granada nazarí. 2º Esta diversidad se da en las soluciones góticas que aportan los castellanos a la Bética durante el S.XIII y en las comarcas orientales andaluzas a finales del S.XV. 3º La piedra se utilizo en Córdoba, el ladrillo en Sevilla y Granada con cajones de mampostería y ladrillo revocados de cal. El único material común es la madera.4º Finalmente en Andalucía del Guadalquivir existió un Mudejarismo sin mudéjares (mudéjares expulsados), mientras que la mano de obra morisca estuvo presente en el reino granadino, porque en Andalucía occidental desapareció la población mudéjar en el S.XIII, debido a la sublevación iniciada el S.XIII. Ese levantamiento acabó en derrota y se saldo con su expulsión. La mayor parte emigró al reino nazarí. Sin embargo en Granada se sublevaron los moros al Albaicín, pero la alternativa que les ofrecieron fue la expulsión o conversión, por lo que muchos artesanos se quedaron tras bautizarse forzosamente. Por todo ello Córdoba tiene un tipo de iglesia parroquial donde mezcla la tradición califal de construir con sillares de piedra y las estructuras del gótico. Los templos son de composición tripartita (góticas): 3 naves, 3 ábsides en la cabecera, 3 portadas en los pies y 3 rosetones de iluminación perforando la fachada. Tenían una forma de aparejar los sillares a soga y tizón como en la Mezquita y Madinat al-Zahra. Respecto a Sevilla tiene fuertes acentos almohades e influencias cistercienses. El punto de arranque esta en las numerosas parroquias hispalenses s.XIII y reformadas. Son iglesias de 3 naves, separadas por arcos apuntados, pero sobre pilares como los almohades. El material que emplea es la madera, utilizada para las techumbres y la piedra en la bóveda de crucería, el presbiterio y portada, decorada con las imágenes del santo titular, dientes de sierra, hojas de cardo y puntas de diamante. Destacan las parroquias de Santa Marina, San Román, San Juan de la Palma y San Marcos. Otra característica del mudéjar sevillano son las capillas funerarias que se adosan a los templos imitando a los mausoleos islámicos. Capilla de la Piedad, iglesia Sta. Marina. El peso del mudéjar sevillano gravita en el sur de Extremadura a través de las torres portada. Hay que destacar el claustro de los Milagros del monasterio de Guadalupe en Cáceres. En el antiguo reino nazarí formado por las actuales provincias de Granada, Málaga y Almería, el mudéjar se desarrolla a partir del s. XV. Las múltiples parroquias de esta área geográfica combinan las técnicas de albañilería diafragma. Los muros se hacen con mampostería y ladrillo, y se cubren con cal.

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