Movimientos Literarios Españoles de Fin de Siglo XIX y Principios del XX
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Modernismo (1890-1910)
Tras la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898, surge el Modernismo literario. Este movimiento se desarrolla entre finales del siglo XIX y principios del XX. Destacan autores latinoamericanos como Rubén Darío (Nicaragua) y José Martí (Cuba).
El género literario predominante es la poesía, caracterizada por:
- Musicalidad.
- Énfasis sensorial: se busca despertar los sentidos con palabras que evocan colores, olores y texturas.
- Uso de nuevas metáforas, comparaciones y sinestesias (ej. "amarillo chillón").
Temas: Melancolía, tristeza, hastío (depresión), amor imposible y erotismo.
Contexto: Se idealiza el pasado (Edad Media y mundo grecolatino), se exploran mundos exóticos (Oriente) y ciudades artísticas como París.
Personajes: Imaginarios y sofisticados.
En su etapa final, el Modernismo aborda temas como la muerte y la angustia existencial. Tras la Primera Guerra Mundial, el movimiento decae.
A un olmo seco
El poema describe un olmo centenario en una colina junto al río Duero, invadido por hormigas y sin pájaros en sus ramas. El poeta decide escribir sobre una rama verde del olmo, encontrando esperanza en la primavera a pesar de la decadencia del árbol.
Generación del 98 (1898-1914)
Autores clave: Pío Baroja, Azorín, Miguel de Unamuno y Ramiro de Maeztu, nacidos en el último cuarto del siglo XIX. Coinciden temporalmente con el Modernismo.
Se les denomina "Generación del 98" por vivir la independencia de las colonias como un fracaso político español. El grupo se divide en dos:
- Conservadores.
- Progresistas.
En su juventud, critican la situación política, económica y social de España a través de la novela. En su madurez, reflexionan sobre la muerte, la religión, el carácter español y el paisaje. Excepto Baroja, la mayoría adopta posturas conservadoras.
Antonio Machado y Ramón María del Valle-Inclán evolucionan hacia posturas progresistas, abandonando el Modernismo y destacando en poesía (Machado) y teatro (Valle-Inclán).
Teatro
La Generación del 98 intentó crear un nuevo estilo teatral, con personajes que filosofaban sobre la muerte, pero fracasó. Valle-Inclán, con su teoría del esperpento, fue la excepción.
El árbol de la ciencia (Pío Baroja)
Retrata la decepción del protagonista con el comportamiento del pueblo, insolidario e inculto, y con los métodos de la universidad.
Augusto Pérez (Miguel de Unamuno)
Caricaturiza el amor romántico a través de Augusto, quien se enamora de Eugenia sin apenas conocerla. Critica las novelas realistas a través del personaje de Víctor Goti. En una escena inverosímil, Augusto visita a Unamuno para consultarle sobre su suicidio, y el autor le responde que no existe.
Luces de Bohemia (Valle-Inclán)
Max Estrella, poeta modernista, ciego y pobre, pasa la noche con su amigo Don Latino y muere en el umbral de su casa.
Vanguardias (1910-1939)
Movimientos artísticos y literarios que se superponen entre 1910 y la Segunda Guerra Mundial. Su origen se encuentra en:
- Estructura socio-política: Auge de nuevas ideologías (anarquismo, fascismo, socialismo, comunismo), desarrollo imperialista y crisis de los valores burgueses.
- Nueva concepción del arte: Escritores y artistas rechazan los valores burgueses y el arte tradicional. Abandonan la poesía convencional y optan por una expresión ilógica que evita el "yo" y las anécdotas personales. Movimientos principales: Futurismo, Dadaísmo, Cubismo y Surrealismo.
Surrealismo
Busca reflejar la "supra-realidad" del subconsciente, influenciado por el marxismo (deseo de transformación social) y el psicoanálisis de Freud (importancia de los sueños y deseos reprimidos). Rechaza los valores burgueses, la razón y la lógica. Utiliza la "escritura automática" para representar el subconsciente. Abundan las metáforas e imágenes oníricas (ilógicas). Supone una rehumanización del arte al volver al "yo" y la intimidad.
Si el hombre pudiera decir (Luis Cernuda)
El poeta se identifica con quien declara su amor y deseo por encima de la gloria y la fortuna. El amor es fuente de libertad, emoción y sentido de la vida.
Ayer te besé en los labios (Pedro Salinas)
El beso otorga al poeta la eternidad, un sentimiento que perdurará en el tiempo.
La Aurora (Federico García Lorca)
Describe el amanecer en Nueva York con metáforas oníricas, expresando la angustia vital de la ciudad.