Mosaicos de la Catedral de Monreale: Un Encuentro entre Oriente y Occidente
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La Catedral de Monreale: Un Crisol de Culturas en la Arquitectura y el Arte
El estilo de la catedral es sincrético, es decir, que une elementos de la arquitectura nórdica normanda, como las torres en la fachada, con elementos del arte musulmán, como la decoración geométrica o los mosaicos. Son muy interesantes las puertas de bronce, una de las cuales es obra del magnífico escultor Bonanno Pisano, que representan historias de la Biblia en 46 paneles. El interior de la catedral está decorado con mosaicos con fondo de oro que narran historias y pasajes de la Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento, temática que abarca desde la Creación del mundo hasta la Pasión de Cristo, siguiendo una cronología lineal de izquierda a derecha.
El ábside está presidido por un colosal Pantocrátor y en los dos registros inferiores se puede ver a la Theotocós, arcángeles y santos. Estos mosaicos repiten temas que podemos ver en la Capilla Palatina de Palermo, que era la capital del reino normando. De influencia bizantina tiene especial relevancia la disposición del programa iconográfico que decora los espacios del templo; la jerarquización espacial de los temas está en consonancia con la importancia teológica de cada uno de los personajes representados.
Temática, Significado y Función de los Mosaicos
A partir de 1174 se inician las series de mosaicos más extensas para la catedral de Monreale, llevadas a cabo por artistas bizantinos. El esquema decorativo de los mosaicos orientales se tuvo que adaptar a la obra arquitectónica de la iglesia: debajo de la arquería de la nave central se sitúan escenas del Génesis. Los temas del sacrificio de Isaac, Rebeca en el pozo y Jacob luchando con el ángel están adaptados al espacio plano de los arcos y con un estilo dinámico y narrativo.
En la parte superior del ábside se representa un Pantocrátor de dimensiones espectaculares: la distancia entre sus ojos es de tres metros, y parece que mira al espectador desde cualquier lugar de la catedral. La túnica, roja y dorada, le da un aspecto real y divino; el manto azul sobre sus hombros representa la humanidad de Cristo. Los mosaicos eran una especie de Biblia de los pobres, los analfabetos, que buscaban en estas representaciones el acercamiento a Dios y a su reino; su finalidad era didáctica.
En el registro inferior al Pantocrátor se representa a la Theotocós, la Virgen rodeada de seis santos y dos ángeles a cada lado. Su nariz es rectilínea, labios cerrados y ojos muy apagados. Va vestida con un maphorion o velo, y dirige su mirada hacia los fieles: el Niño está sentado sobre sus rodillas.
En el primer registro, separados por una ventana, podemos ver siete santos a cada lado, luciendo ricos vestidos. Estos mosaicos fueron realizados durante el periodo bizantino medio, que coincidió con el dominio de la dinastía imperial Comneno (1081-1185), etapa que inició una nueva tendencia artística.
Ficha Técnica
- Título: Mosaicos del ábside de la catedral de Monreale
- Autor: desconocido
- Cronología: hacia 1190
- Estilo: bizantino
- Técnica: mosaico (opus tesselatum)
- Tema: religioso
- Localización: ábside de la catedral de Monreale, Sicilia
Contexto Histórico y Cultural
Sicilia, la principal isla italiana del mar Mediterráneo, está ubicada en el sur de Italia. Los griegos la llamaban Sikelia por la tribu nativa que la habitaba, los sículos. Por su privilegiada situación geográfica sufrió varias invasiones durante su historia: griegos, cartagineses y romanos, que la convirtieron en territorio romano durante la República hasta el año 476 d. C. También estuvo ocupada por los vándalos y los ostrogodos, y en el siglo VI el general Belisario la incorpora al Imperio Bizantino.
Desde el norte de África, los sarracenos llevaron a cabo numerosos ataques contra la isla en el siglo VIII, conquistándola y permaneciendo en ella durante doscientos años. Tras la conquista normanda en 1091, sus reyes fueron grandes mecenas que favorecieron las artes y se inspiraron en obras bizantinas con la voluntad de equipararse al Imperio romano de Oriente.
Los orígenes de la ciudad de Monreale son inciertos, aunque algunos historiadores creen que pudo tener origen árabe por su estratégica posición. Esta ciudad llegó a su máximo esplendor durante la dominación normanda, hacia el siglo XI, ya que era el lugar de descanso y de caza para los monarcas normandos, cansados de guerras y de conflictos con otros pueblos.
Descripción Formal de la Catedral y sus Mosaicos
La catedral de Monreale es una de las más grandes obras del arte normando en el mundo. Se funde con el arte musulmán que imperaba en Sicilia antes de la conquista normanda. El rey Guillermo II hizo edificar en 1172 una iglesia y, junto a ella, un monasterio benedictino, con un magnífico claustro con 228 columnas decoradas profusamente con arcos de inspiración musulmana y capiteles muy trabajados. Se importaron de Constantinopla mosaicos, esmaltes y puertas de bronce. Lo más importante de la catedral son, sin duda, los magníficos mosaicos, el conjunto decorativo más grande que nos ha llegado —se extiende sobre 6.430 metros cuadrados—, incluso más grandes que los de San Marcos de Venecia. Se necesitaron 2.200 kg de oro y participaron en su elaboración artistas no solo sicilianos, sino también bizantinos, griegos y venecianos, enviados por el Papa para la decoración de los muros.