La moralidad de las pasiones y su relación con la inteligencia y voluntad

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1. EL DESEO DE LA FELICIDAD

Las bienaventuranzas responden al deseo natural de felicidad. Este deseo es de origen divino. Dios lo ha puesto en el corazón del hombre a fin de atraerlo hacia El. Las bienaventuranzas descubren la meta de la existencia humana, el fin último de los actos humanos: Dios nos llama a su propia bienaventuranza.

2.LA Opción FUNDAMENTAL: LAS SEIS DIMENSIONES DEL HOMBRE:

Las seis dimensiones del hombre son:


  • El hombre no es un una especie abstracta, sino un ser personal que vive en relación con el otro



  • Es un ser que está en el tiempo


  • El hombre es un ser que está en relación


  • Lo natural y sobrenatural


  • Dios y el hombre


  • Dimensión escatológica del hombre

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Definición DE Opción FUNDAMENTAL

La opción fundamental es: La actitud humana primordial en la que la persona asume libremente y progresivamente la realidad total de su propio ser, configurando así su propia personalidad humano‑moral. Esto le otorga a su existencia una orientación básica, y lo inserta de modo efectivo en un contexto socio‑cultural y en la evolución histórica consiguiente.

4.ELEMENTOS QUE INTEGRAN ESTA Opción

1.‑Desde un punto de vista humano: La percepción globalizada, desde una libertad básica, de una orientación profunda y dinámica de nuestra vida.

2.‑Percibir y aceptar a Dios en la raíz de nuestro ser y de nuestra existencia

5. Opción FUNDAMENTAL Y PECADO:

Cuando el hombre deja de orientarse hacia Dios, se rompe la estructura de su mismo ser, el fin. Esta ruptura con relación al fin puede ser parcial y temporal, progresiva y definitiva y permanente.
No todo pecado rompe la opción fundamental, aunque la puede debilitar y terminar. Ello no quiere decir que un solo pecado mortal no pueda romper la acción fundamental.


  • LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD:


La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, nuestra bienaventuranza. Cuanto más  hace el bien, el hombre se hace más libre. La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida en que estos son voluntarios. La elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a la esclavitud del pecado.

  • DESARROLLO DEL JUICIO MORAL. Dictamen de la conciencia


La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho. En todo lo que dice y hace, el hombre está obligado a seguir fielmente lo que sabe que es justo y recto. Se llama prudente al hombre que elige conforme al juicio de la conciencia.

  • LA Formación DE LA CONCIENCIA

La educación de la conciencia es una tarea de toda la vida. Una educación prudente enseña la virtud, sana del miedo, del egoísmo y del orgullo, de los insanos sentimientos de culpabilidad. La educación de la conciencia garantiza la libertad y engendra la paz del corazón. En la formación de la conciencia, la Palabra de Dios es la luz de nuestro caminar.

  • LAS PASIONES

El término “pasiones” pertenece al patrimonio del pensamiento cristiano. Los sentimientos o pasiones designan las emociones o impulsos de la sensibilidad que inclinan a obrar o a no obrar en razón de lo que es sentido o imaginado como bueno o como malo. Constituyen el vinculo entre la vida sensible y la del espíritu. Nuestro Señor señala al corazón del hombre como la fuente de donde brota el movimiento de las pasiones.

  • LAS


    PASIONES


    Y VIDA MORAL

En sí mismas, las pasiones no son buenas ni malas. Sólo reciben calificación moral en la medida en que dependen de la razón y de la voluntad. Pertenece a la perfección del bien moral o humano el que las pasiones estén reguladas por la razón. Las pasiones son moralmente buenas cuando contribuyen a una acción buena, y malas en el caso contrario.

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