Mito del carro alado completo

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antopologia Platón

Platón fue un filósofo griego de la Edad Antigua y uno de los más importantes pensadores de todos los tiempos. Discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles. De gran importancia para la historia de la filosofía y la cultura occidental: marcaran la interpretación racional del mundo y del hombre. Su confluencia con lo religioso hace que su filosofía se emplee para justificar racionalmente el judaísmo y el cristianismo.

En contra de los sofistas que relativizan el conocimiento, piensa que el conocimiento descansa en verdades absolutas que podemos alcanzar a través de la razón: el ser es la idea.
Posee un sistema filosófico por lo cual, completo.

Su antropología por lo cual es una reflexión sobre como es la persona.

Con el mito del carro alado, Platón enlaza la teoría del conocimiento con su antropología o visión del ser humano caracterizada con el dualismo hablando de alma y cuerpo.

Para exponer su concepción de la naturaleza y las partes del alma humana, Platón también utiliza pues esta alegoría del carro alado. Se trata de un carro, tirado por dos corceles y conducido por un auriga o conductor. Uno de los corceles es noble y brioso, y responde con fidelidad a las exigencias del auriga. El otro, en cambio, es indócil, desleal y traidor, por lo que procura constantemente apartar el carro de su camino. En esta situación, el auriga experimentado deberá servirse de la nobleza y el brío del caballo "bueno" para vencer las asechanzas y falsedades del caballo "malo". El propio Platón explica esta metáfora, distinguiendo las funciones de cada uno, a saber: El auriga o conductor, representa la parte racional o intelectiva del alma, que es a la que corresponde con el guía equilibrada y armoniosamente a los caballos o sea, a las otras dos partes del alma. Es la parte superior divina e inmortal, con la que se alcanza el verdadero conocimiento de las ideas y se lleva a cabo la práctica del Bien. Reside en la cabeza. El caballo noble representa la parte irascible o volitiva del alma que, por un lado, posee fuerza y coraje y, por otro, sabe obedecer y se deja guiar sin oponer resistencia. A ella se deben la voluntad, el coraje o valentía y la fortaleza. Está situada en el pecho. Y el caballo malo que representa la parte apetitiva o concupiscible, que es indócil, rebelde y difícil de conducir y sujetar. Es la parte del alma más íntimamente vinculada al cuerpo y, por ello, el lugar de las pasiones, los impulsos y los deseos de placeres sensibles. Se encuentra en el abdomen. En consecuencia, si el auriga sabe manejar de manera adecuada las riendas y servirse de las disposiciones del caballo "bueno" para dominar las negatividades del caballo "malo", entonces conseguiremos llegar triunfantes a la meta, es decir, ascender al mundo inteligible.

El alma es la entidad dinámica que integra tres partes: la racional o intelectiva, la irascible o las tendencias positivas y la concupiscible o de las tendencias negativas. La ética platónica se basa en esta división. Platón habla de tres virtudes que se corresponden con las tres partes del alma.

Con respecto al mito explicado anteriormente, el Alma sería comparada con el carro alado. Esta alma, la dividiríamos en tres partes, la racional o auriga en la que entraría el pensamiento y la sabiduría; la irascible o caballo blanco donde encontraríamos las pasiones nobles y la fortaleza y por el ultimo la parte concupiscible que compararemos con el caballo negro donde estarían los instintos y la templanza. Todas estas juntas, forman unas virtudes que dan el equilibrio para llegar a la justicia.

Si cada parte hace con excelencia o virtudes lo que le es adecuado, hay armónía en el alma; esta armónía o equilibrio es lo que Platón como ya hemos dicho, denomina justicia.

El ser humano es fundamentalmente su alma, y está va unida accidentalmente e incómodamente al cuerpo.

Esta, es una visión dualista como ya he nombrado, en la cual el alma es altamente valorada y el cuerpo por otro lado infravalorado.

Alma y cuerpo son dos entidades distinguibles y desiguales.

El cuerpo es físico y moral, sensible e imperfecto, materia caduca y despreciable del mundo de las cosas sensibles.

El alma, es inmortal, inteligible y perfecta y por lo tanto lo que define al ser humano y le permite realizar lo más elevado del mundo de las ideas, de manera que el alma es lo que hace posible el conocimiento de las ideas.

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