Métrica cantigas de amigo

1) Lírica popular-tradicional: jarchas, cantigas de amigo y villancicos.Las jarchas mozárabes, las cantigas de amigo galaico-portuguesas y los villancicos castellanos, constituyen modalidades que comparten rasgos comunes: se trata de breves cancioncillas que entona, normalmente, una mujer enamorada (hablante lírico femenino), dirigíéndose con frecuencia también a una mujer (confidente femenino: madre, hermanas, amigas….. Y en las cantigas de amigo, también se dirige a la naturaleza). En el carácter femenino del hablante lírico se distinguen claramente de los poemas cultos, en los que será un hombre el que se exprese.

Al tratarse en los tres casos de literatura oral, desconocemos la fecha exacta de su composición; las primeras producciones se remontan a épocas muy remotas, y si hoy en día conservamos testimonios de este tesoro lírico, es porque los escritores cultos de la Edad Media y, sobre todo, los del Renacimiento posterior, cautivados por su belleza y musicalidad, las intercalaron en sus propias obras.

Tema: estas composiciones expresan, generalmente, la queja amorosa femenina por la ausencia del amado; ya hemos dicho que las confidentes habituales de la muchacha enamorada son la madre, las hermanas y las amigas y, aemás, en el caso de las cantigas de amigo, también la naturaleza, que aparecerá, por tanto, a menudo personificada (olas, árboles, pájaros…). Este es el tema dominante en jarchas y cantigas de amigo; los villancicos, en cambio, presentan mayor riqueza temática: además de los que responden al tema anterior, podemos encontrar, entre los de amor, las albas, que cantan el encuentro o la despedida de los enamorados al amanecer; y las mayas, que celebran la llegada de la primavera. Los guardianes de los castillos entonaban durante la noche los villancicos de vela o centinela; con los de trabajo, los campesinos hacían más soportables las labores agrícolas de la recolección (la siega, la recogida de la aceituna…); los villancicos de viaje (también llamados serranas), cantaban las peripecias de los viajeros al atravesar la sierra: normalmente, su encuentro con una mujer tosca y forzuda, una serrana, que les indicaba el camino a cambio de dinero o de algún regalo.

Métrica: las jarchas y los villancicos se caracterizan por la irregularidad y la imprecisión métricas. Constan de dos, tres o cuatro versos de medida y rima variables. En cambio, las cantigas de amigo, debido a la influencia de las escuelas de poesía culta trovadoresca que se formaron en Galicia, se caracterizan por la regularidad y precisión métricas. Esa regularidad se manifiesta en su tendencia al isosilabismo (mismo número de sílabas en todos los versos, o juego con dos medidas), y la rima consonante (ya sabes que lo propio de la lírica popular es más bien la rima asonante que la consonante, carácterística de la culta). Además, las cantigas de amigo son más largas que las jarchas o los villancicos: superan con creces los cuatro versos.

Estructura: La forma originaria de las jarchas y los villancicos es muy sencilla (de dos a cuatro versos); pero posteriormente, los escritores cultos añaden una o varias estrofas que reciben el nombre de glosa. Las glosas de ambos se diferencian en lo siguiente:

a) En las jarchas, la glosa es una moaxaja, composición poética escrita en árabe o hebreo cultos, que adopta a menudo la forma métrica del zéjel (estructura zejelesca). Esta forma zejelesca era ajena a la tradición poética árabe, y debieron tomarla los poetas cultos de la lírica ROMánica peninsular. La jarcha aparece en la última estrofa de la moaxaja y es el núcleo estructural, el broche. En un principio, el tema de las jarchas y el de la moaxaja no estaban conectados, puesto que la moaxaja existía con independencia de la jarcha que se ubica en su final; poco a poco, los poetas árabes cultos fueron escribiendo glosas (moaxajas) a propósito para desarrollar la temática planteada en la jarcha.

b) los villancicos, en cambio, presentan la glosa al final de la composición. Esta suele adoptar tres formas: estructura zejelesca; estructura paralelística, con o sin encadenamiento (no tan rigurosa como en la lírica galaico-portuguesa) y estructura mixta, en la que se combinan el paralelismo y el zéjel.

Las cantigas de amigo están constituidas por una serie de estrofas que adoptan una estructura paralelística muy rigurosa; es, probablemente, su rasgo de estilo más llamativo. El paralelismo consiste en la repetición, con mínimas variaciones, de los versos de la 1ª estrofa en los de las siguientes. Con frecuencia, el paralelismo se combina con el denominado encadenamiento o leixa-pren (‘deja y coge’), mecanismo que va uniendo las diferentes estrofas de la composición como si fueran eslabones de una cadena, al repetir el 2º
verso de la primera estrofa en el 1º de la 3ª, el 2º verso de la 2ª en el 1º de la 4ª, y así sucesivamente.