El Mester de Clerecía y la Prosa en la Literatura Medieval Española: Berceo, Juan Ruiz y Don Juan Manuel

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El Mester de Clerecía

Se desarrolló aproximadamente entre mediados del siglo XIII y finales del siglo XIV, un periodo que coincidió con los grandes avances de la Reconquista y el consecuente desarrollo socioeconómico. Hubo un notable impulso a la cultura, fomentado también desde la esfera política. Esta corriente literaria surgió principalmente en los monasterios y se caracterizó por la producción de poemas narrativos en lengua romance vulgar. A través de estos poemas, se difundían temas religiosos y eruditos, a menudo con una intención didáctica, utilizando un vehículo –la narración en verso romance– similar al empleado por los juglares para sus propios temas.

Características principales:

  • Estructura métrica: Se utiliza predominantemente la cuaderna vía, una estrofa de cuatro versos alejandrinos (14 sílabas cada uno) con rima consonante y monorrima (generalmente AAAA).
  • Lenguaje: Se emplea un lenguaje que, aunque más culto y cuidado que el del Mester de Juglaría, busca ser sencillo y accesible para el público iletrado, facilitando la comprensión de las enseñanzas.
  • Elaboración: Presenta un estilo más elaborado y consciente de sus recursos retóricos en comparación con la literatura juglaresca.

Gonzalo de Berceo

Considerado el mejor representante del Mester de Clerecía en el siglo XIII y el primer poeta en lengua castellana de nombre conocido. Nació a finales del siglo XII en Berceo (La Rioja) y se educó en el monasterio de San Millán de la Cogolla, al que estuvo vinculado toda su vida.

Milagros de Nuestra Señora

Es su obra más importante. Se trata de un extenso poema de alrededor de 900 estrofas, compuesto por una introducción de carácter alegórico y veinticinco narraciones cortas. Cada una de estas narraciones relata un milagro realizado por la Virgen María, quien intercede a favor de una persona piadosa o para salvar el alma de un pecador arrepentido.

Estilo, Lenguaje y Realismo en los Milagros:

  • Estilo: Berceo adapta el contenido doctrinal relacionando descripciones de carácter alegórico con detalles pintorescos. Consigue un equilibrio entre lo sobrenatural y lo cotidiano, con el fin de implicar al oyente y familiarizarlo con las posibilidades del milagro y la misericordia divina.
  • Lenguaje: Destaca por su naturalidad y frescura. Utiliza expresiones sencillas y palabras de uso corriente y popular, lo que acerca la narración al pueblo.
  • Realismo: El poema muestra un marcado realismo en la descripción de personajes y situaciones, incorporando metáforas, comparaciones y refranes relacionados con la vida cotidiana, especialmente la de los campesinos.

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, y el Libro de Buen Amor (Siglo XIV)

Apenas se conocen datos fiables sobre la vida de Juan Ruiz; lo poco que se sabe o se supone se ha extraído de su única obra conocida, el Libro de Buen Amor.

Contenido del Libro de Buen Amor:

Es una obra compleja y variada, cuya interpretación ha generado múltiples debates. Su contenido incluye:

  • Una introducción compuesta por oraciones, un sermón en prosa sobre cómo entender el libro, y poesías dedicadas a la Virgen y a Jesucristo.
  • Una autobiografía ficticia del Arcipreste, donde narra sus aventuras amorosas. En ellas, es rechazado por varias damas y recibe los consejos de Don Amor (personificación del amor profano) y Doña Venus.
  • Nuevas aventuras amorosas del Arcipreste, con la intervención de la alcahueta Trotaconventos.
  • Episodios como la disputa con Don Amor, la descripción de la Cuaresma y Don Carnal, y la serrana.
  • La muerte de Trotaconventos y el lamento del Arcipreste.
  • El fracaso en su última aventura amorosa.
  • Una colección de poesías religiosas (gozos a la Virgen) y profanas (cantigas de escolares, de ciegos, etc.) que cierran la obra.

Estilo y Métrica:

  • Lenguaje: Se caracteriza por una gran variedad léxica, que mezcla el lenguaje culto con el popular, refranes, y términos coloquiales. Es rico en enumeraciones, diminutivos y juegos de palabras. Los diálogos son expresivos, naturales y están llenos de humor e ironía.
  • Métrica: Es muy variada. Predomina la cuaderna vía, pero también utiliza otras formas métricas como el zéjel y diversas composiciones líricas.

El Libro de Buen Amor refleja los aspectos culturales y sociales más diversos de la sociedad castellana del siglo XIV.

La Prosa Medieval

Durante la Edad Media, el latín fue la lengua de cultura por excelencia. Sin embargo, a partir del siglo XIII, el castellano comenzó a ganar terreno como lengua de creación literaria y de transmisión del saber.

Alfonso X el Sabio (1221-1284)

El rey Alfonso X el Sabio fue una figura crucial en la consolidación del castellano como lengua de cultura. Bajo su dirección y patrocinio, se llevó a cabo una ingente labor en la Escuela de Traductores de Toledo. Hizo que los documentos oficiales y las grandes obras del saber dejaran de redactarse exclusivamente en latín y se escribieran o tradujeran al castellano. Esta iniciativa abrió la lengua castellana a campos como la ciencia, el derecho (Las Siete Partidas), la historia (Estoria de España, General Estoria) y el entretenimiento (Libro de axedrez, dados e tablas). Impulsó a numerosos sabios a escribir sobre una amplia gama de temas, trascendiendo los puramente religiosos y lingüísticos.

Don Juan Manuel (1282-1348)

Sobrino de Alfonso X el Sabio, Don Juan Manuel es considerado el primer prosista con una clara conciencia de autor y estilo en la literatura castellana. Fue un noble que supo cultivar tanto las armas como las letras, siguiendo la corriente cultural impulsada por su tío.

El Conde Lucanor o Libro de los ejemplos del conde Lucanor y de Patronio

Es su obra más importante y una de las cumbres de la prosa medieval castellana. Se divide en cinco partes:

  • La primera parte es la más extensa y conocida, compuesta por 51 apólogos o exempla (cuentos con moraleja).
  • Las cuatro partes restantes contienen proverbios y reflexiones de carácter más abstracto y doctrinal sobre diversas materias.
Estructura de los apólogos (Primera Parte):

La estructura de los 51 ejemplos de la primera parte es casi siempre la misma y se desarrolla en un diálogo entre el Conde Lucanor y su consejero Patronio:

  1. El Conde Lucanor plantea un problema o una duda sobre cómo actuar ante una determinada situación.
  2. Su ayo o consejero, Patronio, le responde que no le dará un consejo directo, sino que le narrará un cuento (enxiemplo) del que podrá extraer una enseñanza aplicable a su problema.
  3. Patronio narra el cuento.
  4. El Conde aplica la enseñanza del cuento a su problema y le va bien.
  5. Finalmente, Don Juan Manuel (como autor) interviene para resumir la moraleja del cuento en un pareado final.
Contenido y Estilo:

El Conde Lucanor ofrece un rico muestrario de cuentos medievales procedentes de diversas fuentes (tradición oriental, latina, fábulas esópicas, anécdotas históricas, etc.). La obra tiene una clara finalidad didáctico-moral: proporcionar consejos prácticos para una gran variedad de problemas morales, sociales y políticos, reflejando la mentalidad y los valores de la nobleza del siglo XIV. El estilo de Don Juan Manuel es claro, conciso, elegante y muestra una preocupación por la precisión y la propiedad del lenguaje.

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