Las manos

Estamos en el año 1995 y el prota de esta historia, Óscar Drai, nos cuenta lo cual ocurríó en Septiembre de 1979, él tenía 15 años. 

A la semana siguiente, regresó a la casa para devolverlo y conocíó a Marina y a su padre, Germán, un pintor retirado. Los 3 solucionan el malentendido y tanto Germán como Marina tratan realmente bien a Óscar, por lo cual el chico tomó la decisión de visitarlos constantemente.  Ya que se sentía muy cómodo.

Un día, Marina y Óscar siguieron a una dama extraña que vestía enteramente de negro. 

Óscar fue a esta dirección y ahí se encontró con Benjamín Sentís. 

Benjamín Sentís le contó a Óscar la crónica de Mijail Kolvenik y de cómo este chico ha sido siguiendo en la vida, empezando como un huérfano vagabundo y convirtiéndose en uno de los hombres más ricos y poderosos de Barcelona. 

Días luego de que Benjamín le contara esta historia a Óscar, él vio en el periódico que Benjamín Sentías había muerto en extrañas situaciones y le habían cortado las dos manos. 

Una vez que Marina regresó de Madrid, Óscar tomó la decisión de volver al invernadero con ella y encontraron el álbum de fotos. Una vez a salvo, miraron a fondo el álbum de fotos y vieron que en una de las imágenes figuraba la dirección de un médico, el médico Shelley, lo llamaron y hablaron con él. 

Conocieron a María, la hija del médico Shelley, que les hizo pasar a su consulta. Ahí, Óscar y Marina le enseñaron al médico la fotografía y él les contó de cómo conocíó a Mijail Kolvenik a medida que le curaba de las palizas que había recibido en la penitenciaría y de cómo se hicieron buenos amigos. Les contó además que había mucha gente que había intentaron utilizar a  Kolvenik por medio de equivocados rumores, como un policía denominado Florián. 

Una noche, Óscar se quedó dormido con la fotografía de Marina en sus manos. Después, se se dirigíó a su habitación para asir el álbum y huyó por la ventana, yendo a la casa  de Marina, donde pasó la noche. 

Óscar y Marina buscaron la dirección de Florián y fueron a visitarlo. El policía les contó la historia del caso de Mijail Kolvenik y de cada una de las sospechas que había contra él; en verdad, Kolvenik no estaba enfermo, sino que era una estafa para no pagar sus deudas. Además contó a los chavales que descubrieron que Kolvenik revisaba cadáveres.

Óscar y Marina llegaron a casa y por la noche, Óscar escuchó unos ruidos. 

La noche siguiente, Óscar salíó a dar una vuelta y llegó hasta el camposanto. Óscar decidíó irse, al hacerlo se tropezó con una roca y acabó dentro de un ataúd y el cochero quería dispararle con un revolver.

El carruaje alcanzó la vivienda del médico Shelley y Óscar se escondíó para ver qué estaba ocurriendo. Entonces, Óscar tomó la decisión de llamar al inspector Froilán. 

Esperando a Friolán, Óscar vio a María, la hija del médico Shelley, con un tarro en la mano y simulaba estar bajo cualquier tipo de trance. María saltó al interior del túnel, de esta forma que Óscar la siguió. 

Despertó en el hogar de Marina y supo que Claret le había salvado. Fueron a ir a a Claret y éste les contó la crónica de cómo se ha convertido en amigo íntimo de Kolvenik y los condujo hasta Eva. Óscar y Marina se encontraron con Eva, que empezó a contar su historia. 

Eva les contó que continuamente la habían maltratado y finalmente, se enamoró de Kolvenik. Eva entregó a luz a María, sin embargo esto ha sido peor todavía para Kolvenik, que acabó falleciendo, de esta forma que Eva se la dio al médico Shelley, que la cuidó como si fuera suya. De esta forma, Eva contó a los muchachos que Kolvenik había conseguido resucitar 30 años tras su muerte gracias al suero y había estado rehaciéndose con pedazos de cadáveres y construyendo a otros como él. 

Ésta se negó, empero vio que Marina significaba mucho para Óscar y aceptó entregarle el suero a Kolvenik. Una de las figuras de Kolvenik atacó a Óscar y éste vio que era María Shelley, que poseía garras en las manos y un cara malévoló. Óscar corríó tras Marina y una vez que alcanzó ella, extrajo el tarro y derramó unas gotas al vacío. 

Al cabo de unos días, Óscar intentó dialogar con Marina empero ella se negaba a dialogar con él, por lo cual el chico tomó la decisión de dejar una nota y marcharse. Óscar se percató de que cada una de las veces que había ido Germán al doctor realmente era Marina la que necesitaba ayuda y firngía que se había recuperado, empero tuvo una recaída y los doctores mencionaron que por el momento no se podía hacer nada por ella. 

Óscar acudíó a vivienda del médico Shelley y le solicitó el suero para resucitar a Marina, sin embargo el médico le menciónó que no lo poseía empero que si de esta forma fuera, no querría dárselo ya que podría ser actuar igual que Kolvenik y estaría haciendo un grave error al intentar modificar la naturaleza. 

Al final, Marina fallecíó en su vivienda, abrazada a Óscar y sonriendo a su papá. Sin embargo Óscar jamás contó la realidad.