Manifiesto de España con honra: Contexto histórico y consecuencias

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 14,13 KB

Nos encontramos ante el manifiesto de los sublevados en la ciudad de Cádiz el 19 de Septiembre de 1868. Podemos clasificarlo como histórico-circunstancial según su forma, político según el contenido y fuente primaria según su origen. Sus firmantes fueron varios generales, entre los que se encontraban Serrano y Topete, miembros destacados de la Unión Liberal, especialmente Serrano, que se convirtió en su líder tras la muerte del general O'Donnell. El texto va dirigido a todos los españoles y pretende conseguir el mayor apoyo posible a los militares sublevados contra el gobierno de la nación, controlado por el partido moderado. En conclusión, se trata de un fragmento del documento conocido con el título de 'España con honra', firmado por los militares que se sublevaron en 1868 iniciando la 'revolución gloriosa' que puso fin al reinado de Isabel II (1833-1868) y marcó el inicio del Sexenio Democrático (1868-1874).

Contexto histórico

En 1868 España atravesaba una situación crítica. Confluían una fuerte inestabilidad política, una crisis económica iniciada en 1866 y un malestar social profundo debido a las dos primeras. La inestabilidad política se manifestaba en la debilidad del partido moderado para solucionar los problemas del país y en la imposibilidad de subir al poder los partidos alternativos (Unión Liberal y Progresistas fundamentalmente, pero también el partido Demócrata) pues no contaban con el apoyo de la reina, Isabel II. Esto provocó la firma del Pacto de Ostende en 1866, en el que se unieron los progresistas y demócratas para destronar a Isabel II y convocar una asamblea constituyente, elegida por sufragio universal masculino, para establecer un nuevo régimen político en España. En 1867 se adhirieron a este pacto la Unión Liberal y los Republicanos.

La crisis económica se produjo en 1866 en la industria textil y siderúrgica, a la que se añadió la bancaria y bursátil (motivada por el estallido de una 'burbuja especulativa' en torno a la construcción ferroviaria). A ella se sumó la crisis de subsistencias por el elevado precio del trigo y otros cereales. La crisis económica provocó el malestar social en la burguesía, clases medias y proletariado. Con el fin de evitar una revolución radical contra Isabel II, los militares autores de este texto, ligados a la Unión Liberal, junto con el general Prim, líder del partido progresista, encabezaron una sublevación en Cádiz del ejército y la armada contra el gobierno y la reina. Poco después se unieron a las tropas alzadas otras en Levante Cataluña y Andalucía. La sublevación triunfó, especialmente tras la derrota del ejército gubernamental en el puente de Alcolea (Córdoba). A la sublevación militar se le unió la de las juntas revolucionarias apoyadas por el partido demócrata. Toda esta rebelión se conoce con el nombre de la revolución gloriosa de 1868. La reina huyó del país y se formó un gobierno provisional en el que los generales Serrano y Prim fueron los principales líderes. Se convocaron elecciones municipales y a cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal masculino, tal y como rezaba documento en cuestión y se elaboró la Constitución de 1869, que establecía una monarquía parlamentaria y democrática. Se nombró regente a Serrano y Prim presidente del gobierno, en el que había demócratas, progresistas y unionistas. Tuvieron que enfrentarse a numerosos problemas: la guerra de Cuba (que finalizó momentáneamente en 1878), la oposición de los alfonsinos, el acoso de los republicanos, el descontento de las capas populares urbanas y rurales, el bandolerismo y la búsqueda de un nuevo rey, que fue el mayor problema. Finalmente fue elegido Amadeo Saboya.

La monarquía de Amadeo de Saboya

La monarquía de Amadeo de Saboya transcurrió entre 1871 y febrero de 1873 y fracasó por la falta de apoyos. Amadeo de Saboya abdicó y se proclamó la Iª República que duró desde febrero de 1873 hasta 1874. Fue una etapa de mucha inestabilidad política que terminó con el pronunciamiento del general Martínez Campos en diciembre de 1874 proclamando la monarquía de Alfonso XII y el restablecimiento de los Borbones en el trono de España. Finalizaba el sexenio democrático iniciado con la revolución de 1868 y el pronunciamiento militar al que se refiere el texto.

Idea principal y secundaria

Idea principal: Llamamiento a la sublevación armada contra el gobierno moderado para establecer un gobierno provisional nuevo basado en el sufragio universal. Ideas secundarias: la revolución de 1868, las causas de dicha revolución, las demandas de los sublevados, los apoyos teóricos de los sublevados y la llamada a la sublevación armada.

Manifiesto Manzanares

Clasificación y naturaleza: Se trata de un texto histórico circunstancial según su forma e histórico político según su contenido. Fue publicado el 6 de julio de 1854 y su contenido corresponde al inicio del Bienio Progresista. Su autor oficial es Leopoldo O'Donnell, militar y líder político de la Unión Liberal, pero su autor intelectual fue Cánovas del Castillo, futuro líder del liberalismo conservador. Fue publicado en Manzanares y su ámbito geográfico es toda España, y al ser un texto público su destinatario será colectivo.

Análisis

De este texto destacamos los siguientes términos: Régimen representativo, Leyes fundamentales, Cortes, Milicia Nacional. El texto hace referencia al éxito del levantamiento militar en Vicalvaro y llama a todo el Ejército, al Partido Progresista y al pueblo, a unirse al pronunciamiento iniciado por O'Donnell. Ofrece respeto a las leyes, criterios objetivos en los ascensos militares y civiles, rebaja de impuestos, democratización e independencia de los Ayuntamientos, y la creación de una Milicia Nacional.

Comentario

El presente texto se enmarca en el inicio del Bienio Progresista, ya que el Manifiesto de Manzanares es una proclama para atraer apoyos a un pronunciamiento militar de O'Donnell y la Unión Liberal que no había logrado la victoria en la batalla de Vicalvaro. En los días siguientes el apoyo progresista y de las masas urbanas conseguirá que la Reina retire su confianza a los moderados y llame a gobernar al progresista Espartero.

Se inicia así el Bienio Progresista, y durante dos años, con la alianza forzada de la Unión Liberal, darán un nuevo impulso legislativo al Estado Liberal y al librecambismo: Derogación de la Constitución de 1845, inicio de los trabajos para aprobar una nueva Constitución, aprobación de la Ley General de Desamortización de Pascual Madoz (significa el final del concepto de propiedad del Antiguo Régimen y el triunfo de la propiedad privada), Ley Bancaria de 1856 con la creación del Banco de España, Ley de Bancos de emisión y crédito, Ley de Ferrocarriles, etc. La crisis económica y el descontento de O'Donnell provocará la unión de este con el Partido Moderado de Nárvaez y un nuevo pronunciamiento que pone fin al Bienio Progresista. El texto muestra la intención de lograr el apoyo de los progresistas, el Ejército y las masas populares, a un pronunciamiento inicialmente fracasado. Para sumar alianzas Cánovas destaca el heroísmo y patriotismo de los pronunciados, en nombre de la libertad, y tacha a los viejos gobernantes de tiranos, en clara alusión a los moderados de Nárvaez, que gobernaban desde 1844 gracias al fraude electoral y al apoyo de la reina y la camarilla real (La Corte de los Milagros). Proponen cambiar la Ley electoral y la Ley de Imprenta, lo que supone ampliar el sufragio y garantizar la libertad de expresión, lo que atraería a progresistas, intelectuales, académicos y burguesía media en general. La rebaja de impuestos parece referirse al odiado impuesto de Consumos, instaurado por Alejandro Mon, para atraer a las masas populares. El control de los gastos del Estado alude al despilfarro en sueldos y favores concedidos a la camarilla real. El Ejército y el funcionariado deberían darles su apoyo al garantizar que los ascensos respetarían la antigüedad y los merecimientos, desterrando la arbitrariedad y el amiguismo.

La monarquía de Amadeo de Saboya

El texto no olvida dos principios básicos del Partido Progresista: la democratización de los ayuntamientos y su independencia respecto a la administración central, así como el restablecimiento de la Milicia Nacional. Este cuerpo de seguridad, formado por voluntarios burgueses próximos a los progresistas, aparece como el garante del ideario liberal, y no sólo como una policía militarizada (La Guardia Civil) creada para defender la propiedad privada y los intereses de los terratenientes agrícolas. La regeneración política que ofrece al final es un tema recurrente a lo largo de la historia contemporánea de España, y hace referencia a la erradicación de prácticas poco democráticas (fraude electoral, corrupción, arbitrariedad de la reina y Corte de los Milagros), pero también a la creación de las bases legales para un régimen estable a través de una Constitución y unas leyes generales que fuesen respetadas por todos. El mensaje surtió efecto y logró las alianzas buscadas para el derrocamiento de los moderados, pero muy pronto vuelve a surgir la separación entre sistema político y pueblo llano (sin derecho al sufragio, sufridor del Impuesto de Consumos y de las Quintas, y poco beneficiado por la legislación económica desamortizadora), por lo que, como sucedió en períodos anteriores, en 1856 el pueblo abandona la defensa de un gobierno progresista, pero burgués, que pronto será derrocado por O'Donnell y los moderados que iniciarán otro largo período de gobiernos conservadores hasta 1868.

Amadeo de Saboya

Se trata de un texto narrativo, circunstancial, de contenido político, fuente primaria. Escrito en Madrid, el 10 de febrero de 1873. Su autor es Amadeo I de Saboya, rey de España desde el 2 de enero de 1871 hasta el 10 de febrero de 1873. Hijo del rey Víctor Manuel II, rey de Italia y de María Adelaida de Austria. Nació en 1845. Aceptó la corona española de forma oficial el 4 de diciembre de 1870. Tuvo una sólida formación militar pero no estaba preparado para la política. Desconocía la lengua española y la realidad del país. Tras renunciar al trono español, se trasladó a Lisboa y después a Turín, su ciudad natal, en compañía de su esposa y sus tres hijos, donde murió en 1890. Entre sus hijos cabe destacar a Luis Amadeo de Saboya, duque de los Abruzzos, que nació en Madrid y fue un famoso aventurero y explorador (expediciones al K2, el monte San Elías en Alaska, expediciones en África, etc.). El destinatario es público puesto que el texto va dirigido en primer lugar al Congreso y a través de él a todos los españoles y pretende comunicar su abdicación al trono español que hizo extensiva a él y todos sus herederos.

Contexto histórico

Amadeo de Saboya fue elegido rey tras el triunfo de la revolución de 1868 por la que se expulsó de España a Isabel II. Durante el gobierno provisional del general Serrano se eligió por sufragio universal masculino unas cortes constituyentes que elaboraron la constitución de 1869, por la que se establecía la monarquía democrática en España. Serrano se convirtió en regente y Prim en el presidente del gobierno. Su objetivo fue la búsqueda de un rey para España. Finalmente fue elegido Amadeo de Saboya, frente a otros candidatos como Leopoldo de Hohenzolleern (vetado por el emperador francés Napoleón III), el duque de Montpensier (apoyado por los unionistas), el príncipe Alfonso XII (apoyado por los alfonsinos o moderados), y Espartero.

Amadeo de Saboya era el candidato de Prim, y fue elegido por 191 votos contra 119 que votaron otras opciones. Inicio de su reinado. Apoyos y oposición. Desembarcó en Cartagena el 30 de diciembre de 1870, el mismo día que moría Prim en Madrid víctima de un atentado. Desaparecía su principal valedor. Su reinado estuvo marcado por los continuos problemas y divisiones entre los españoles y la falta de apoyos. A Amadeo se le opusieron la aristocracia latifundista, la burguesía, la iglesia católica, los carlistas y los republicanos. Sufrió incluso un atentado junto con su esposa que se produjo al atardecer del 18 de julio de 1872 en plena calle del Arenal de Madrid, a él se refiere el texto. Unos individuos dispararon sus trabucos contra el carruaje descubierto contra el rey y su esposa, que venían de dar un paseo por El Retiro, salieron vivos gracias a la impericia de los asaltantes. Su principal apoyo fue el partido progresista, que se dividió tras la muerte de Prim en dos tendencias, separadas por la rivalidad de sus líderes y por matices políticos. Ambas facciones se enfrentaron, lo que hizo imposible la acción de gobierno. Problemas durante su reinado. A las circunstancias anteriores hay que sumar los conflictos que surgieron durante su reinado, la mayoría protagonizados por los españoles, tal y como dice el propio Amadeo de Saboya, y que reflejaban una fuerte conflictividad social y política. Los problemas fueron: la inestabilidad política debida a la división de los progresistas, que provocó la existencia de seis gobiernos y tres elecciones generales a Cortes; la agitación sociopolítica, influenciada por la difusión de los principios de la I Internacional Obrera en España (anarquismo y marxismo), la guerra de Cuba, la tercera guerra carlista, la división del ejército por algunos nombramientos de capitanes generales y el enfrentamiento del cuerpo de Artillería con el gobierno.

Amadeo de Saboya actuó siendo fiel a la Constitución de 1869 pero, cansado y agotado por tantos enfrentamientos internos y tan escasos apoyos sociales presentó su dimisión con este documento. La dimisión de Amadeo de Saboya suponía el fracaso del primer experimento de monarquía parlamentaria y democrática en España, basada en las clases medias, en España. Inmediatamente fue proclamada la I República, que tuvo también una existencia tensa y finalizó con el pronunciamiento del general Martínez Campos en diciembre de 1874, proclamando a Alfonso XII rey de España. Finalizaba la experiencia del Sexenio Democrático y nacía el régimen de la Restauración.

Entradas relacionadas: