Literatura Española: Evolución y Tendencias desde la Posguerra hasta los Años 60
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Poesía
La Guerra Civil acabó con el espléndido panorama de la poesía española del primer tercio del siglo XX. Sus efectos causan la división de los escritores en dos bandos: conformistas y los que reaccionan con rebeldía ante la situación. Los autores que no se exiliaron siguen dos tendencias:
Poesía arraigada: Grupo de jóvenes autores agrupados en torno a la revista Garcilaso. En su creación se aprecia una visión del mundo como algo coherente y ordenado en torno a una serie de realidades inmutables: amor, familia, religión... Su estilo es partidario de las formas clásicas, rima consonante, sonoridad, lenguaje dotado de adjetivación abundante y metáforas inspiradas en la naturaleza. Cabe destacar que en 1944 la publicación de dos libros, Hijos de la ira, que rompe la armonía de los poetas garcilasistas al introducir una violenta sacudida en los temas y la métrica con la ruptura de los esquemas tradicionales, y Sombra del paraíso, que abandona la estética surrealista para volver la mirada a un pasado idílico e irrecuperable, supuso un cambio de paradigma.
Poesía desarraigada: Marcada por la desesperación, la duda y la angustia, entroncada con la filosofía existencialista. El mundo está mal hecho, por lo que su creador es increpado como alguien alejado del ser humano e indiferente a sus problemas. El estilo huye del virtuosismo técnico, preocupándose ante todo de un mensaje sincero y directo. Lenguaje agrio, grandilocuente, cargado de violentas exclamaciones a través de las cuales se da rienda suelta a la desesperación interior. Algunos autores son Blas Otero o José Hierro.
Poesía social comprometida: Entra en los años 50 un grupo de poetas que conciben la poesía como un medio para dar testimonio de la situación política española y protestar ante las injusticias. En cuanto a su estilo, los poetas oscilan entre el estrofismo y el verso libre, con predominio de frases breves con ocasionales hipérbatos, léxico urbano o suburbano y búsqueda de la claridad a través de un tono coloquial directo.
Exilio: La Guerra Civil supuso una violenta ruptura en la evolución de la poesía que se estaba escribiendo en España. Algunos integrantes de la generación del 27 partieron al exilio, como Machado, y también de la generación del 36. Rechazo inmediato del presente, nostalgia de la patria perdida en muchos casos para siempre, esperanza de un regreso que cada vez se torna más lejano, protesta por la injusticia histórica cometida a causa de la derrota en la guerra, son algunos de los temas recurrentes.
Novela
Novela de exilio: Entre ellos se encuentran grandes novelistas del siglo XX. Comparten vínculos ideológicos, están contra la dictadura y comparten una temática común: recuerdo de la España anterior al 36, añoranza de amigos desaparecidos, deseo de regresar, reflexión acerca de la guerra y sus causas y consecuencias, descripción de los nuevos ambientes en que viven, así como las circunstancias del exilio, desánimo ante la certeza de que el regreso es imposible. Destacan Max Aub y Francisco Ayala.
Realismo existencial: Dominada por la angustia y el desarraigo. En el ámbito de la novela cabe distinguir tres direcciones:
- Continuación del realismo tradicional que denuncia la falsa moral burguesa.
- Acercamiento a la Guerra Civil desde la óptica de los vencedores.
- Nueva perspectiva marcada por un grupo de novelas centradas en un personaje antiheroico enfrentado a una sociedad indiferente. Plantea temas como la amargura de la vida cotidiana y la soledad. Esta tendencia irrumpe con títulos como Nada de Carmen Laforet.
Novela de los años 50: Se preocupa por dejar constancia de los problemas económicos y sociopolíticos del país, siguiendo las corrientes neorrealistas. Por esto se la conoce como novela social española. Según la intención del autor en su obra, se puede distinguir entre:
- Realismo objetivo: El narrador se limita a reproducir la conducta externa de los personajes, sus movimientos y actitudes, dejando al margen cualquier forma de introspección, de manera que el lector es el que saca las conclusiones. La acción se desarrolla a través de abundantes diálogos.
- Realismo crítico: Los autores manifiestan un compromiso ideológico respecto a la materia narrada, presentando una visión parcial de la realidad con la intención de poner de relieve las causas y los efectos de las injusticias sociales. Huyen de cualquier complicación formal utilizando una narración lineal, descripciones sencillas y pobreza léxica con ocasionales descuidos sintácticos. Los personajes suelen ser el obrero explotado, el campesino esclavizado y el patrón sin escrúpulos. En estos años también se produce un auge del relato corto.
Narrativa experimental: En los años 60, España experimenta un despegue económico provocado por los planes de desarrollo. El creciente turismo extranjero permite romper el aislamiento de la sociedad española. Dos factores influyen en la literatura y su modernización:
- El descubrimiento de la novela hispanoamericana que se estaba escribiendo por aquellas fechas.
- La influencia de los grandes renovadores de la novela universal contemporánea, cuyas obras habían podido ser leídas ya por autores españoles. Autores que influyeron, como Marcel Proust o James Joyce.
Teatro
Teatro de exilio: Amplia variedad de fórmulas y estilos, cuyo factor común sería el permanente recuerdo de España. Se pueden distinguir cuatro corrientes:
- Teatro político, heredero en cierto modo del esperpento. Rafael Alberti con El adefesio.
- Teatro poético y simbolista. Alejandro Casona.
- Teatro realista, que evoluciona del vanguardismo a un cierto compromiso social. Max Aub con La vida conyugal, donde se plantea la relación de los intelectuales con la dictadura de Primo de Rivera.
- Teatro existencialista e intelectual, donde se plantean cuestiones intemporales como la felicidad o la muerte. Pedro Salinas con sus piezas satíricas, donde defiende en tono poético e irónico la importancia del individuo.
Drama burgués: Influenciada por Benavente, cuyas obras eran protagonizadas por personajes pertenecientes a la alta burguesía, ambientadas en espacios elegantes que sirven de marco a conflictos pretendidamente trascendentes desarrollados con evidente habilidad técnica. Predomina el final feliz que encierra casi siempre una lección moral para el espectador. Destaca Calvo Sotelo con La muralla.
Teatro del humor: Contribuyó a mantener la escena española alejada de las cuestiones reales. Frente a esta tendencia, donde continúa el teatro anterior a la guerra, surge una comicidad innovadora representada por:
- Jardiel Poncela, que rompió con el humor convencional con Cuatro corazones con freno y marcha atrás, obra que se adentra por terrenos absurdos e inverosímiles. Tiene planteamientos disparatados con situaciones humorísticas de extraordinaria originalidad y un desenlace que hace que todo vuelva a la normalidad.
- Miguel Mihura, precursor también de la renovación humorística con el aporte de obras como Tres sombreros de copa. Estilo fresco, humor crítico y desenfadado.
Teatro experimental: A finales de los años 60, una serie de autores huyen del realismo, en un intento por conectar con la vanguardia escénica del mundo. Cabe destacar la influencia de los grandes renovadores del teatro universal contemporáneo:
- Teatro épico: Identificado con Brecht, que mediante procedimientos de distanciamiento intenta que el espectador no se implique en la acción dramática y mantenga alerta toda su capacidad crítica.
- Teatro del absurdo: Autores franceses como Beckett, con la intención de plasmar en escena la falta de sentido de la existencia humana, sometida a circunstancias inesperadas e inexplicables.
- Teatro de la crueldad: Artaud intentó llevar a los escenarios algunos postulados surrealistas. A través de la crueldad se pretende sacudir al espectador poniéndole en contacto con las realidades ocultas del inconsciente.
- Teatro independiente: Distintos grupos dramáticos que pretenden romper con el mecanismo comercial del teatro constituyendo una especie de cooperativas que controlan todo el proceso de creación.